sábado, 30 de julio de 2011

TRAPICHES BUCARALENSES

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGOGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO DE BARQUISIMETO
“LUÍS BELTRÁN PRIETO FIGUEROA”
SUBDIRECCIÓN DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO

TRAPICHES BUCARALENSES



PARTICIPANTES:
-       ATACHO VILMA
-       BALBUENA ANDREINA
-       BAUTE MARIBEL
-       LEDEZMA DORIS
-       MIQUILENA HERI
-       PALENCIA NORIS
SANTA CRUZ DE BUCARAL, JULIO 2011



Reseña Histórica de Santa Cruz de Bucaral.
            Su historia está tejida de esfuerzos y trabajo ardoroso que representa la actividad creatividad y productividad que genera un potencial económico de gran magnitud, que junto a sus cañaverales, cafetales y bucares el patrimonio de su riqueza configuran su belleza escénica paisajista. El génesis de su historia está marcado por un comienzo humilde y laborioso, que van siendo base para formar sus haciendas y el comienzo de las primeras comunidades, por eso esta gran fecha abrimos su historia, reverentes para leer en sus páginas el origen que hoy representamos.
En este sentido, el vehículo de esta historia es la tradición oral de alguno de sus habitantes entre ellos Don Marcos Delmoral. Cabe destacar, que la región que ocupa el Municipio Unión perteneció al Municipio Maparari, que a medida que los cazadores de dicha región irrumpieron en 1901; esta fue conociéndose y sus primeros pobladores hicieron los primeros fundos a unos tres kilómetros de lo que hoy ocupa la capital del municipio, y al cabo de unos cuatro años, mas de 5 mil habitantes formaban lo que hoy conocemos como Caserío Bucaral, que creció rápidamente en los años de 1912 y 1916; este crecimiento vertiginoso nos revela la importancia y fertilidad de la zona.
Con referencia a lo anterior, ya para 1902 en varios sitios que hoy integran el municipio, habían pobladores diseminados, así por ejemplo: Taratarare contaba entre sus pobladores a Don Reymundo Romero, como dueño de la posesión denominada Sabana de Taratarare, quien en efecto está considerado como el fundador del Bucaral. Se afirma también, que dicho señor fue quien trajo los primeros víveres y medicinas que se vendían en la región. De su vida se dice que fue un ejemplar padre de familia,  vivió un siglo hasta conocer hijos nietos y biznietos.  En cuanto a sus hijos Obdulio Reymundo pasaron a fundar lo que se llama Caserío “El Jabillal” donde formaron sus haciendas se llevaron este nombre por la abundancia de este árbol en la región.
Por otra parte, para 1901 el General Teodosio Henríquez se instaló hacia el este, donde comenzó hacer talas, con el objeto de fundar, junto a los hermanos Quiñones, haciendas de café. Cabe señalar que esta aspiración no cristalizó porque atraído por la revolución de aquel tiempo abandonó la región. No obstante, sus hijos Horacio y Teodosio continuaron los trabajos empezados por sus padres y fundaron la hacienda que hoy lleva el nombre (Bucaral).
Es importante resaltar, que por esa fecha la población de Santa Cruz no existía, y en su lugar solo se encontraba una montaña lóbrega e inculta. Fue entonces, por los años de 1908 cuando algunos agricultores se animaron e hicieron sus respectivas chozas. Es evidente entonces, que años más tarde Don CapracioTrujeles se estableció en la parte de lo que hoy constituye la población y dio el nombre de Santa Bárbara. Hacia el oeste, una señora de nombre Paula Alonso, procedente de Agua Larga, Distrito Federación, se estableció y dio a su choza el nombre de Santa Cruz dada su devoción a la Santísima Cruz.
De manera, que años más tarde se formó el barrio que lleva el nombre de Santa Cruz, signo de nuestra religión cristiana, y el de Bucaral por su flora (el Bucare, es el árbol más genérico de toda la región). De este modo, continuó formándose las diversas parroquias las cuales son: Parroquia El Charal, Parroquia Vegas del Tuy y Parroquia Santa Cruz de Bucaral, razón por la cual surgió la imperiosa necesidad de elevarlo a la categoría de Municipio Autónomo Unión. 
            Dada las condiciones que anteceden, en el valle de Santa Cruz de Bucaral existe una superficie de 3500 ha que son aptas para el cultivo de la caña panelera, de las cuales actualmente solamente un promedio de 70 ha, se encuentra en plena producción; el resto de la superficie no están en producción debido a múltiples factores entre ellos podemos hacer mención a que los cañicultores manejan predominantemente variedades muy antiguas que han declinado genéticamente su producción.

Es de hacer notar, que la caña de azúcar para la producción panelera (Saccharumsp. Hibrido), fue introducida a Venezuela procedente de Santo Domingo por las costas de Estado Falcón (Coro), aproximadamente en 1540 por Don Juan de Ampies.
            Cabe agregar, que la producción de panela en Venezuela se encuentra distribuida principalmente en 9 estados entre los que destacan: Táchira, Mérida, Trujillo, Falcón y Sucre.  Definiendo así la caña de azúcar, como la planta gramínea, originaria de la india con el tallo leñoso, de unos 2 mts de altura, hojas largas, lampiñas, y flores purpúreas en panoja piramidal, cuyo tallo está lleno de un tejido esponjoso y dulce, del que se extrae azúcar.  La elaboración de la panela es producida por el jugo de la caña de azúcar, siendo este procesado a altas temperaturas dando como resultado el papelón. La panela como producto productivo de la azúcar toma espacio en el mercado nacional e internacional  ellos puede observarse en los esfuerzos de los países como: India, Colombia, y Pakistán entre los principales productores a nivel mundial, así como en las últimas experiencias en las que Venezuela ha tenido una materia de exportación de panela hacia Aruba, Curazao, Estados Unidos y Noruega.





Tomando como punto de partida, un trapiche es un molino utilizado a fin de extraer el jugo de determinados frutos de la tierra, como la aceituna o la caña de azúcar. Hoy en día, la mayoría de los ingenios azucareros, especialmente de Brasil y Argentina utilizan los trapiches del cual se saca el azúcar, es decir en estos ingenios se utiliza como fuerza motriz el vapor del agua, que se genera en grandes calderas, están conformados por una serie de molinos (la cantidad de molino varía según la fabrica) compuesto por tres rodillos surcados que prensan la caña de azúcar previamente desmenuzada y extraen su jugo. Este jugo es concentrado y cocido hasta obtener la cristalización del azúcar.




       Resulta oportuno, mencionar que nuestro Municipio no escapa de estas grandes industrias, ya que van surgiendo de generación en generación, tal es el caso como el Trapiche Bucaral, ubicado en la carretera vía Tapatapa salida del caserío Villa de Oro, siendo este privado el cual su propietario es Don Horacio Henríquez quien fue uno de los fundadores del caserío Jabillal, se dice que este trapiche era uno de los más grandes y de los primeros que se construyeron en Santa Cruz de Bucaral, por lo que constituye un testimonio de la explotación de la caña de azúcar en la zona.







Actualmente, se hace necesario hacer mención al Trapiche “POR FIN TE TENGO” ubicado en el asentamiento campesino Villa de Oro, Parroquia el Charal, Municipio Unión, Estado Falcón; adscrito como una industria privada el cual su propietario Atanasio Jesús Ramones.Siendo este una antigua infraestructura para el procesamiento de la caña de azúcar, cuyos orígenes se remontan a la primera mitad del siglo xx. Está conformada por un deposito, un local que alberga un motor con cilindro marca Blackstone, un moledor de caña de tres masas de metal marca Fietcher 4093, dos poleas de goma, un soplete de aire un tanque de metal, un horno, un guarapero, seis pailas, dos de bronce y cuatro de hierro, dos canoas de madera,  cien hormas de madera, treinta parrilleras o un torrerón o chimenea de metal de 8 mts. de altura. Es evidente, que en esta construcción se produce más de cien cajas de papelón mensual con veinte papelones de 2 Kg, cada una de ochenta pacas de panelas diarias para un total de 1920 panelas mensual.
Al mismo tiempo, la comunidad atribuye gran valor por ser un vivo ejemplo de infraestructura antigua para el procesamiento de la caña de azúcar en pleno funcionamiento, y que por tanto merece ser protegido. En este  sentido podemos  mencionar su cañicultura, su presente es  forja  de su  futuro.  Es una fase importantísima dentro del  desarrollo agrícola Bucaralense, es toda una fascinante estampa de laboriosidad y capacidad creadora, plasmada en la molienda  de la caña  de la caña de azúcar, en trapiches. Tradición que pareciera querer detener  el tiempo, para mantener una faena que hace parte de nuestra identidad, y de nuestra vocación agrícola por excelencia; multiplicándose con ello  losimprescindibles  factores para la economía y el bienestar social. Corroborándose, una vez más, las suficientes razones, existentes, para que se construya en un futuro no lejano, el tan anhelado “CENTRAL AZUCARERO”.
Como puede observarse a pesar de la marcada tendencia a desaparecer, dentro del quehacer cotidiano del pueblo venezolano, el trapiche y la molienda de la caña, bella estampa; para el pueblo bucaralense aún permanece vigente como fuente de subsistencia. Y la cual permite el concurso y realización de una legión de hombres y mujeres  que, con su esfuerzo creador, ponen de manifiesto la dignidad de todo un pueblo amante del trabajo y de las cosas nobles. Tradicionalmente, el trapiche, en su parte mecánica, estaba confeccionado por un motor de tres masas o engranajes.
A través de estos engranajes la caña, una vez cortada y almacenada en torno al caney, era triturada. Dichos engranajes o masas, movidos por yuntas de bueyes, guiados por un trabajador, daban un giro circunferencial, permitiendo así la extracción del líquido; y cuya recepción del guarapo de caña se hacía en una canoa de madera. Esto era la primera fase de la molienda.
De este modo en la cocción del guarapo se utilizaba la leña y esta sección estaba compuesta por tres pailas: La primera paila serbia de receptora de guarapo almacenado en la canoa; para la cual debería estar muy atento el pailero(Trabajador encargado de trasladar dicho liquido de una canoa a otra); utilizando un embace llamado rebullón; Estando además bajo su control, la operación denominada descachazar, y la cual consistía en quitarle los desperdicios de caña al guarapo. De manara que en esta primera fase de cocción tomaba aproximadamente una hora de duración. Seguidamente, el guarapo de caña, de la primera paila era pasado a la segunda; denominándose “La templadora”, por el hecho de que en la misma el guarapo tomaba cierto temple.
                 Debido, a que la forma y el tiempo de duración era igual al paso anterior. Por consiguiente de la segunda paila o fondo el guarapo pasaba a la tercera, logrando en ella el temple requerido o necesario, convirtiéndose en “miel de caña”; pasando luego el pailero a una canoa, en la cual debería agitar por cierto tiempo, para después echarlo a las ornas de, maderas; convirtiéndose en el “Exquisito papelón o Panela”. Lógicamente hoy muchas de estas fases descritas, un tanto rudimentarias dentro de la tradicional molienda de la caña en trapiches han sido suplantadas por maquinarias más sofisticadas y por sistemas operacionales modernas. Ejemplo: El transporte no se hace en recuas, sino con vehículos de cargas, de igual forma los bueyes y la leña han sido suplantadas. Sin embargo hemos queridos describirla en forma más original o tradicional con el propósito de exaltar lo que fue toda una vivencia plasmada en esta bella estampa pueblerina.