UNA DRAGA CHINA ARRANCÓ CON EL DRAGADO DEL CANAL MARTÍN GARCÍA

UNA DRAGA CHINA ARRANCÓ CON EL DRAGADO DEL CANAL MARTÍN GARCÍA

El jueves pasado la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP), organismo binacional integrado por la Argentina y Uruguay, le comunicó oficialmente a la UTE, formada por Servimagnus y Shanghai Dredging Corporation, que ya estaban en condiciones de arrancar las operaciones de dragado de recuperación del canal Martín García. El sábado pasado zarpó la draga de succión Hang Jun 3001 para iniciar los trabajos.

De esta manera arranca un nuevo ciclo en una vía navegable clave, que conecta al Río de la Plata con el brazo Guazú del río Paraná (y más al Norte con el río Uruguay), mientras que el más usado Emilio Mitre hace lo propio a través del brazo Paraná de las Palmas.

Este nuevo ciclo pone fin a una historia políticamente compleja, no exenta de denuncias por corrupción y por ineficiencias operativas, que arrancaron con la decisión de rescindirle el contrato al concesionario privado, Riovía, en 2012, para luego pasar por una gestión pobre a cargo de ambos Estados -a través de las flotas estatales de la Dirección Nacional de Vías Navegables argentina y la Administración Nacional de Puertos uruguaya- en una operación que se caracterizó por ser un 53% más cara e ineficaz: se usaron tres dragas (las argentinas 261-C Córdoba y 258-C Santa Fe, y la uruguaya Alfredo Labadie, que luego dejó de operar) para sacar menos de la mitad de lo que lograba el operador privado.

La CARP llamó a licitación en febrero y la UTE, integrada por operadores locales y chinos -presente en los puertos de Buenos Aires, Dock Sud y Mar del Plata-, presentó la oferta más barata: 12,5 millones de dólares. En julio se les adjudicó el trabajo y en septiembre se firmó el contrato. El mes último, el concesionario realizó las batimetrías y los estudios hidrográficos iniciales, que luego elevaron a la CARP. Tres semanas después, recibieron el canal para empezar a trabajar.

El Martín García tiene una extensión de 106 kilómetros (contra los 40 del Emilio Mitre) y el adjudicatario deberá remover en siete meses 4 millones de metros cúbicos. Para ello trabajará con la draga de succión Hang Jun 3001, que tiene una capacidad de 3000 metros cúbicos de cántara (bodega interna donde almacena lo que succiona).

Los trabajos de recuperación son, sobre todo, de mantenimiento: la vía está navegable (con algunas restricciones puntuales), pero se asegurará una profundidad de 32 pies al cero más 2 de revancha bajo piso.

El correcto dragado y balizamiento de los ríos y canales no es sólo una cuestión comercial y de maximización de fletes. Obedece, sobre todo, a la necesidad de brindar la máxima de seguridad en la navegación.

Fuente: La Nación


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