Colegiata de Santa María la Mayor - Toro, Zamora

Su construcción se remonta al siglo XII. Forma parte de un grupo de templos románicos de transición conocido bajo el nombre de los “Cimborrios del Duero”.

Su planta es basilical de tres naves y crucero inscrito rematado por un cimborrio. Frente al resto de las edificaciones locales, la Colegiata que es la que tiene un espíritu más internacional que conecta con las corrientes artísticas que fluyen del Camino de Santiago.

Fue levantada en dos etapas diferentes. Una primera etapa en la que realizan las trazas, los muros y portadas laterales y una segunda en la que se realiza la techumbre y el cimborrio. Un cimborrio con torretas adosadas y sostenido sobre cuatro pechinas desiguales. La portada septentrional que sirve de entrada al templo constituye una de las mejores muestras del románico zamorano. Sus arquivoltas están decoradas con numerosos motivos vegetales y religiosos, destacando la arquivolta de Cristo como Juez Justiciero en torno a los 24 Ancianos. La torre, de planta cuadrada, conserva de la época románica sólo los dos cuerpos inferiores. La puerta de mediodía tiene un arco levemente apuntado con decoración exclusivamente geométrica y vegetal que nos recuerda al Cister. Esta gran obra arquitectónica es rematada por el Pórtico de la Majestad al que accedemos desde el interior del templo. Se trata de un impresionante conjunto, esculpido en piedra que conserva su policromía original. En él se narra la vida de la Virgen, de Cristo y el Juicio Final. En la sacristía se encuentra un pequeño museo del cual destacamos piezas tan importantes como: el Cuadro de la Mosca, obra flamenca del siglo XVI, el Calvario de marfil y carey del siglo XVII y una interesante colección dé orfebrería religiosa, pintura e imaginería. Dentro del templo cabe destacar la Virgen Embarazada del siglo XII y el órgano barroco.