Génesis 35 – De Siquem a Betel

Cuando Jacob entró a la Tierra Prometida, se asentó en Siquem. Según algunos comentaristas, ellos pasaron allí diez años. Lo extraño es que Jacob decidiera quedarse en Siquem, al  norte de Israel, y no fuera directamente al sur, donde vivían sus padres. 

Pero las tragedias que sucedieron en Siquem (la violación de Dina y la subsiguiente venganza por parte de Simeón y Levi) obligaron a la familia de Jacob a salir de ese lugar. Finalmente siguieron su camino hacia el sur. Jacob no sólo debía visitar a sus padres, sino tenía otra misión en esa dirección: regresar a Betel, donde había hecho un voto a Dios…

El gran incidente de Siquem, fue porque Jacob fue a Siquem, en lugar de Betel, donde se suponía que debía estar. Nosotros a menudo terminamos en grandes problemas que traen mucha dificultad para los que nos rodean, por no ir a donde Dios nos dice que vayamos.

“La única cura para la mundanalidad es separarse de ella”

Jacob tuvo que salir de Siquem e ir a Betel

Génesis 34 no menciona a Dios una vez, y es uno de los capítulos más sórdidos en la historia de Israel. Génesis 35 menciona a Dios una y otra vez, más de diez veces, además 11 veces más, que nombres como Betel e Israel.


  • Destino: Betel:

Ya establecido en Siquem, es probable que Jacob se haya olvidado de Dios.  Se acomodó a la vida a la par de los cananeos.  Pero los acontecimientos de su familia lo sacudieron, e hicieron que volviera a buscar al Señor.

Génesis 35:1 – «Entonces Dios dijo a Jacob: Levántate, sube a Betel y habita allí; y haz allí un altar a Dios, que se te apareció cuando huías de tu hermano Esaú»

Jacob había demorado en cumplir la promesa del diezmo y por esto le vinieron los problemas con Diná y otros. Como no hizo caso a las señales enviadas por el Eterno mediante las circunstancias, ahora le habla claramente para que vuelva al lugar donde hizo las tres promesas.jacob-ora

Dios le da a Jacob las siguientes instrucciones:

“…Levántate…” – Seguramente Jacob se sentía derrotado, luego de lo que sucedió en su familia.  Pero Dios lo animó a que se levantara.  Ese no era el fin…sino el comienzo de su vida en la Tierra Prometida.  Jacob nunca debió acomodarse y quedarse entre los cananeos.  Ahora era la hora de dejar ese lugar y subir…

“…Sube a Betel…” – Dios usa la palabra “subir” en referencia a ir a Betel, en forma similar a la que la Biblia usa en relación a Jerusalén; siempre se “sube” a la ciudad que Dios escogió para poner allí Su Nombre.

Siquem era un lugar bajo, mientras que Betel era un lugar alto, no sólo en un sentido natural sino también espiritual.  Jacob debía ir a Betel para encontrarse allí con Dios.

“…Habita allí…” – Dios invita a Jacob a habitar allí, en un lugar alto, cerca de Él, no en medio del pueblo cananeo.

Betel era un lugar especial.  En ese lugar, también Abraham había invocado el nombre de Dios – (Gen.13:3-4). En ese lugar Abraham debió permanecer, en lugar de haberse ido a Egipto. El Señor invitó a Jacob a no cometer el mismo error que su abuelo; no debía buscar refugio en el mundo, pues lo encontraría en la Tierra que Dios le daría.

“…Haz un altar…” – La principal razón para ir a Betel era cumplir el voto que Jacob le hizo a Dios cuando salió huyendo de Esaú muchos años atrás…

Génesis 28:10-22 – «Y salió Jacob de Beerseba, y fue para Harán.  (11)  Y llegó a cierto lugar y pasó la noche allí, porque el sol se había puesto; tomó una de las piedras del lugar, la puso de cabecera y se acostó en aquel lugar.  (12)  Y tuvo un sueño, y he aquí, había una escalera apoyada en la tierra cuyo extremo superior alcanzaba hasta el cielo; y he aquí, los ángeles de Dios subían y bajaban por ella.  (13)  Y he aquí, el SEÑOR estaba sobre ella, y dijo: Yo soy el SEÑOR, el Dios de tu padre Abraham y el Dios de Isaac. La tierra en la que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia.  (14)  También tu descendencia será como el polvo de la tierra, y te extenderás hacia el occidente y hacia el oriente, hacia el norte y hacia el sur; y en ti y en tu simiente serán bendecidas todas las familias de la tierra.  (15)  He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que vayas y te haré volver a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he jacob-altar-betelprometido.  (16)  Despertó Jacob de su sueño y dijo: Ciertamente el SEÑOR está en este lugar y yo no lo sabía.  (17)  Y tuvo miedo y dijo: ¡Cuán imponente es este lugar! Esto no es más que la casa de Dios, y esta es la puerta del cielo.  (18)  Y se levantó Jacob muy de mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera, la erigió por señal y derramó aceite por encima.  (19)  Y a aquel lugar le puso el nombre de Betel, aunque anteriormente el nombre de la ciudad había sido Luz.  (20)  Entonces hizo Jacob un voto, diciendo: Si Dios está conmigo y me guarda en este camino en que voy, y me da alimento para comer y ropa para vestir,  (21)  y vuelvo sano y salvo a casa de mi padre, entonces el SEÑOR será mi Dios.  (22)  Y esta piedra que he puesto por señal será casa de Dios; y de todo lo que me des, te daré el diezmo»

El Voto de Jacob consistía en:

  • Reconocer a YHVH como su Dios.
  • Edificar Casa a Dios donde se le había aparecido.
  • Ofrecerle el diezmo – (probablemente como primicia, que es 10%–Deut. 26).

Dios había cumplido su parte:

  • Estuvo con Jacob.
  • Lo guardó en el camino.
  • Le dio alimento para comer y ropa para vestir.
  • Lo regresó sano y salvo [excepto que aun no había llegado a la casa de su padre, pero fue porque Jacob se había detenido en Siquem].

Si Dios había cumplido su parte, ahora Jacob debía cumplir con la suya…y para ello debía ir a Betel, que en hebreo quiere decir: “Casa de Dios”.


  • Limpieza antes del encuentro:

Jacob se preparó para ir a encontrarse de nuevo con el Señor en Betel, el lugar donde tuvo la visión de los cielos abiertos.  Pero antes, él pidió a su familia que se prepararan.

Génesis 35:2-3 – «Entonces Jacob dijo a los de su casa y a todos los que estaban con él: Quitad los dioses extranjeros que hay entre vosotros; purificaos y mudaos los vestidos;  (3)  y levantémonos, y subamos a Betel; y allí haré un altar a Dios, quien me respondió en el día de mi angustia, y que ha estado conmigo en el camino por donde he andado»

Los hijos de Israel tenían que hacer tres cosas antes de poder subir al lugar santo de Betel:

  1. Quitar los dioses extranjeros.idolos
  2. Purificarse.
  3. Mudar los vestidos.

Los hijos de Jacob conservaron a dioses extraños porque su madre lo hizo. Raquel se aferró a los ídolos del hogar de su padre – (Génesis 31:19).

Sorprende saber que la familia de Jacob tenía ídolos paganos. Eran costumbres que habían adquirido en Harán, al igual que en Siquem. Jacob lo había permitido.

La purificación se refiere al acto de purificación por medio de agua. La purificación por agua es un medio de pasar de un estado de impureza ritual a un estado de pureza ritual.

Para poder acercarse a un lugar que ha sido mikveh.jpgconsagrado por la presencia del Eterno es necesario tener el cuerpo en un estado de pureza ritual.

Esto era importante porque “A lo largo de la Biblia, las prendas simbolizan el carácter. La vida interior de los no regenerados se compara con una vestimenta contaminada.

Judas 23 da la idea:

A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne”.

Efesios 4:22-24 da una exhortación similar:

“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”

Antes de juzgar duramente a Jacob…

¿No debemos reconocer que muchos de nosotros tal vez también hemos permitido ídolos del mundo entrar en nuestras casas?

Tal vez sea el amor al dinero, o idolatría al deporte, o tantos otros ídolos del mundo que parecen “normales”, pero no lo son en el Reino de Dios.

Para Jacob había llegado el momento de limpiar su casa. Y debía hacerlo antes de encontrarse con el Dios de Israel.


Genesis 35:4 – «Entregaron, pues, a Jacob todos los dioses extranjeros que tenían en su poder y los pendientes que tenían en sus orejas; y Jacob los escondió debajo de la encina que había junto a Siquem»

«…Y los pendientes que tenían en sus orejas…» – Al parecer, los pendientes también tenía una conexión pagana. Era la “razón” por la cual conservaron los pendientes, no obstante se deshicieron de ellos.53acd3b9f7e3de44e9b813cb66eeb3c4

iEs importante para todo el mundo hacer un balance de lo que puede tener en su casa que es impío y rápidamente deshacerse de esas cosas.

Jacob dejó enterrado en Siquem su vida pasada. Ahora estaba a punto de comenzar una nueva etapa de su vida…

Respondiendo al llamado de Dios, Jacob dejó Siquem, y se dirigió a Betel con toda su familia. Allí él tenía un voto que cumplir al Señor. 


Génesis 35:6-7 – «Y Jacob llegó a Luz, es decir, Betel, que está en la tierra de Canaán, él y todo el pueblo que estaba con él.  (7)  Y edificó allí un altar, y llamó al lugar El-betel, porque allí Dios se le había manifestado cuando huía de su hermano»

Obviamente, sería justo que Dios dejara a Jacob con las consecuencias pecaminosas por su falta de liderazgo en la familia. Sin embargo, la gracia de Dios cubrió a Jacob, aun cuando su pecado los hizo vulnerables a él y su familia.altar

Aunque Jacob había pecado, ahora estaba haciendo lo recto delante de Dios, a pesar del peligro, confió en la protección de Dios. Él podría haber justificado la falta de obediencia por miedo, pero en lugar de eso él confió en Dios.

Es peligroso para Jacob dirigirse Bet-el, pero más peligroso es para él, desobedecer a Dios. La única cosa para salvarlo era una obediencia radical al Señor. No importa cuáles sean las circunstancias, el lugar más seguro es hacer la voluntad de Dios.

Betel quiere decir: “Casa de Dios

El-Betel significa: “Dios de la Casa de Dios

El énfasis no está en el lugar, sino en Dios mismo.

En Betel, Dios se le volvió a aparecer a Jacob.  En esta ocasión no fue en un sueño, sino en una visitación. 


Génesis 35:8 – «Entonces murió Débora, ama de Rebeca, y fue sepultada al pie de Bet-el, debajo de una encina, la cual fue llamada Alón-bacut»

No sabemos nada de esta mujer antes de este acontecimiento, al parecer, ella vino con Rebeca como una compañera cuando vino de Jarán para casarse con Isaac. Obviamente, ella era un miembro muy querido de la familia, porque el nombre del lugar donde fue enterrada, se llama bacut Allon, que significa “roble del llanto”.

Muchos historiadores asumen por alguna razón, que la nodriza llegó a estar en la casa de Jacob, viniendo de la casa de la madre de Jacob, pero no sabemos a ciencia cierta si este es el caso.


Génesis 35:9 – «Y Dios se apareció de nuevo a Jacob cuando volvió de Padán-aram, y lo bendijo»

Es interesante que la Biblia diga que “volvió de Padán-aram” cuando en realidad venía de Siquem. Esta es una forma de decir que Jacob debió ir directamente a Betel en su regreso a la Tierra Prometida, en lugar de haberse quedado en Siquem. Si lo hubiera hecho, seguramente se hubiera ahorrado el gran dolor que su familia acababa de pasar, con la violación de Dina y la venganza de Levi y Simeón. 

¿Acaso no nos pasa lo mismo a nosotros? 

A veces nos retrasamos en cumplir la voluntad de Dios porque queremos hacer nuestra voluntad o porque tenemos miedo de tomar el paso; pero la vida se nos puede complicar si no atendemos prestamente la dirección del Señor.


  • Por nombre: Israel:

En Betel, Dios le dio a Jacob propósito e identidad:

a. Identidad: Le cambió de nombre: de Jacob a Israel.

Génesis 35:10 – «Y Dios le dijo: Tu nombre es Jacob; no te llamarás más Jacob, sino que tu nombre será Israel. Y le puso el nombre de Israel.»

Cuando Abraham recibió un nuevo nombre la Torá nunca más menciona su nombre antiguo. Pero cuando Jacob recibe su nombre nuevo la Torá sigue llamándole con los dos.

¿Por qué?

Si entendemos que el nombre Jacob simboliza la naturaleza humana del patriarca e Israel su naturaleza profética, podemos aprender que por muy entregados que seamos, siempre vamos a tener que enfrentar la naturaleza natural humana que tenemos, hasta que venga el Mesías y finalmente nos transforme definitivamente para que no quede nada de Jacob en nosotros, sino sólo Israel.

El recordatorio de su nuevo nombre era importante, porque Jacob había estado actuando como Jacob en lugar de Israel. Sin embargo, Dios quiere establecer su mente en lo que Dios le hizo. Dios hace lo mismo con nosotros, recordándonos quienes somos en él. Dios quiere que recordemos y vivamos en los grandes nombres que nos da.

i. Algunos traducen el nombre “Israel” – (heb. Yisrael) como: “será el príncipe de Dios”.


b. Propósito: Le confirmó la participación de él y su descendencia en el pueblo escogido de Dios (el cual también recibirá el nombre de Israel).

Génesis 35:11-13 – «También le dijo Dios: Yo soy el Dios Todopoderoso. Sé fecundo y multiplícate; una nación y multitud de naciones vendrán de ti, y reyes saldrán de tus lomos.  (12)  Y la tierra que di a Abraham y a Isaac, a ti te la daré; y daré la tierra a tu descendencia después de ti. (13)  Entonces Dios subió de su lado, en el lugar donde había hablado con él»

Jacob ya tenía 11 hijos y una hija. Ahora el Dios Todosuficiente le ordena multiplicarse, más todavía. “una nación” – Se refiere a Benjamín que todavía no ha nacido.

una congregación de naciones” – Se refiere a Efraím y Manases que iban a ser adoptados como hijos de Jacob. También podemos entender el texto en el sentido más profundo diciendo que de Jacob iba a venir un pueblo, el pueblo judío, y también una congregación de gentiles, puesto que la palabra usada aquí para naciones es “goyim”, que también significa gentiles.

La expresión “una nación y multitud de naciones” es una referencia profética a las Dos Casas:

La Casa de Judá (los judíos) y la Casa de Israel (las 10 tribus perdidas, es decir, los creyentes gentiles). [Proximamente publicaremos varios estudios sobre este tema]

 Aquí, el Señor se presentó como “Dios Todopoderoso” – (Elohim El-Shadai).  Lo que parecía imposible Él lo hizo, y también lo hará. Así como lo trajo sano y salvo de regreso, también le dará la Tierra Prometida a su descendencia.


  • Pilar de Testimonio:

Ante este mensaje tan importante, Jacob decidió levantar un pilar, como monumento y testimonio de lo que Dios le había revelado. 

Génesis 35:14-15 – «Y Jacob erigió un pilar en el lugar donde Dios había hablado con él, un pilar de piedra, y derramó sobre él una libación; también derramó sobre él aceite.  (15)  Y Jacob le puso el nombre de Betel al lugar donde Dios había hablado con él»

En la primera ocasión que Dios le cambió el nombre, Jacob estaba peleando y resistiéndose. Pero ahora Jacob ya no tendría que luchar más con los hombres ni con Dios.  En Peniel, Jacob luchó con Dios, pero en Betel le encontró.  Allí habló con él.  Esto es lo que explica el profeta Oseas:

Oseas 12:3-4 – «En el vientre tomó a su hermano por el calcañar, y en su madurez luchó con Dios.  (4)  Sí, luchó con el ángel y prevaleció, lloró y le pidió su ayuda; en Betel le encontró, y allí El habló con nosotros»

En Betel, Jacob encontró su reposo en Dios.  Allí recibió su propósito y su nueva identidad.

Jacob apropiadamente realizo actos de sacrificio de adoración al Dios que lo ha bendecido tanto.

La idea de una libación se encuentra a menudo en la Biblia – (Éxodo 29:40-41, Levítico 23:13 y Números 15:5-7). Estos pasajes muestran la libación que fue hecha con el vino derramado en un sacrificio ante el Señor en su altar.

Pablo consideró en el derramamiento de su vida delante de Dios, para que fuera como derramamiento de una libación en el altar de Dios – (Filipenses 2:17, 2 Timoteo 4:6).

El corazón de Jacob muestra gratitud hacia Dios. Cuando miramos hacia atrás en la vida, no debemos tener la actitud que dice: “Me robaron”. En lugar de eso, nuestro corazón debe decir: “Dios ha bendecido”. Esto probablemente determinará si vamos a ser perfectamente miserables o perfectamente agradecidos.


  • Paralelos en las bendiciones:

Es muy interesante ver que hay un paralelo entre la bendición que Dios le dio a Isaac y la confirmación de la promesa que Dios le dio a Jacob en Betel:

Bendición de Isaac

(Génesis 28:3-4)

Confirmación de Dios

(Génesis 35:11-12)

Y el Dios Todopoderoso te bendiga.

Yo soy el Dios todopoderoso.

Te haga fecundo y te multiplique..

Se fecundo y multiplícate.

Para que llegues a ser multitud de pueblos.

Una nación y multitud de naciones vendrán de ti, y reyes saldrán de tus lomos.

Y  te dé también la bendición de Abraham a ti y a tu descendencia contigo, para que tomes posesión de la tierra de tus peregrinaciones, la que Dios dio a Abraham.

Y la tierra que di a Abraham y a Isaac, a ti te la daré; y daré la tierra a tu descendencia después de ti.

En la próxima entrada terminaremos el capítulo 35, que describe lo que sucedió “en el camino” cuando dejaron Betel.  También estudiaremos las genealogías al final del capítulo, y lo uniremos que la Genealogía de Esaú en el capítulo 36….

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