A ningún habitante le es ajena la sequía que atraviesa el departamento y el país. La más grave de los últimos tiempos, una situación que no se registraba desde 1942 –de acuerdo a los memoriosos-, todo ello en un escenario de ola de calor que invoca a consumos récords del vital elemento.
El agua escasea, el agua potable más aún, las tomas que OSE dispone apenas están cubiertas por el líquido… y cada vez consumimos más agua.
Estos detalles tan preocupantes surgieron desde la conferencia de prensa desarrollada al mediodía de este jueves en la comuna departamental.
OSE estuvo presente corporativamente con sus autoridades regionales y profundizó aquella preocupación que días atrás corporizó el presidente del ente, Ing. Raúl Montero. Tal como publicábamos en El Acontecer días atrás, la situación hídrica del departamento era preocupante. Transcurrió un par de semanas y la coyuntura es aún peor.
Mientras en la ciudad de Sarandí del Yí el agua se garantiza por los próximos 15 días, OSE dispuso la construcción de una bomba colocada sobre una balsa en una laguna cercana, para así tomar el agua y potabilizarla.
El cuello de botella de esta situación es que el agua rebasa la toma por apenas 5 centímetros. ¿Y luego qué?
En la capital
No es distinto el panorama en la ciudad de Durazno, tan sombrío como en el este del departamento. El río Yí está cortado en su circulación y OSE está apelando a las reservas de Tomás Cuadra. Del mismo modo las pequeñas localidades del departamento apelan a sus perforaciones, en un momento en el que los pronósticos no aseguran presencia de lluvias importantes.
Los datos surgieron desde la rueda de prensa convocada por el Comité Departamental de Emergencias, instancia en la que estuvo presente la Ingeniera Soledad Pérez, jefa técnica departamental de OSE.
“Teniendo en cuenta el escenario actual, este comité exhorta a la población a hacer un uso responsable del agua con el fin de preservar el recurso, ya que, a pesar de las recomendaciones realizadas oportunamente, el consumo de agua lejos de disminuir, aumentó. Atento a ello, se reiteran las siguientes recomendaciones: reparar las instalaciones defectuosas que originan pérdidas o fugas de agua. Al lavar, no dejar la canilla abierta inútilmente y cerrarla bien después de usarla. Utilizar el lavarropas con la carga completa.
Mantener limpia el agua de piscinas durante todo el año para no tener que llenarla en verano. Evitar el riego de jardines, lavado de vehículos y veredas”, se observó desde el comunicado de prensa surgido desde el CECOED Durazno.
