3. Mientras algunas de las figuras estaban inspiradas por esculturas
antiguas, estas no eran copias directas sino adaptadas al lenguaje
formal propio de Botticelli: figuras de elevada estatura, delgadas,
ligeramente alargadas, muy idealizadas, cuyos cuerpos a veces
parecen artificiosamente estirados y presagian el estilo elegante y
cortés. Las figuras destacan contra el fondo por la claridad de su
piel y sus ropajes, de colores claros.
Botticelli estaría así representado en el mismo cuadro dos
momentos separados de la narrativa de Ovidio: la persecución
erótica de Cloris por parte de Céfiro y su posterior transformación
en Flora. Por esta razón las ropas de las dos mujeres, que además
parecen ignorarse, soplan en direcciones diferentes. Flora está
parada junto a Venus, derramando rosas, las flores de la diosa del
amor.