Paz y derechos humanos

Restituyen el primer predio en el centro de operaciones del Bloque Metro

En el corregimiento Cristales, en San Roque, la justicia empezó a restituir predios despojados por el Bloque Metro de las Autodefensas. FOTO: Cortesía URT

Olga Patricia Rendón Marulanda

19 de febrero de 2020

bookmark

Que “la justicia cojea, pero llega” es una frase que en su vida José Pablo Bolívar ha escuchado muchas veces y que solo hasta hoy le da crédito.

Desde 1998 tuvo que abandonar su casa en el corregimiento Cristales (San Roque Antioquia) porque el Bloque Metro de las Autodefensas decidió ubicar allí su centro de operaciones y solo hoy volvió a ser el propietario legítimo de la finca a la que no había podido volver.

“Era una guerra a muerte entre paramilitares, y nosotros quedamos en medio”, recuerda quien alguna fue campesino, y hoy es conductor de bus en Medellín.

El conflicto lo arrastró a la ciudad y tuvo que aprender a vivir en un barrio, sin cultivo ni ganado y soportando el difícil tráfico de la capital antioqueña. Su entonces compañera también tuvo que dejar de ser campesina y ama de casa para trabajar en un colegio y así juntos terminar de levantar a sus hijos Yuli María, José Julián y Juan Andrés Bolívar Barreneche.

Y aunque ahora José Pablo no está muy seguro de volver a vivir en su tierra, porque con el tiempo se acostumbró a la ciudad, cuenta con la certeza de que es suya, porque un juez de la República se la devolvió y será un patrimonio que sus hijos podrán disfrutar.

Así se dio el despojo

La sentencia de restitución de tierras da cuenta que en 1998 la familia Bolívar Barreneche tuvo que abandonar la vivienda (de dos pisos cuyo primero tenían en arriendo y el segundo era su casa de descanso) cuando fue arrebatada por Jhon Jairo Montoya Franco, alias “Jota”, comandante financiero del Bloque Metro de las Autodefensas Zona Nordeste.

Le puede interesar: Bloque Metro de las Autodefensas revivió para recibir una condena

“Cierto día este (Bolívar) fue informado de que alias ‘Jota’ había ocupado su inmueble y al acudir a verificar dicha información, el mismo ‘Jota’ le informó que necesitaba la casa para atender a hombres que estaban bajo su servicio. El despojo jurídico del inmueble se dio en el año 2003, mediante un acto fraudulento del cual en su momento el señor José Pablo Bolívar no tuvo conocimiento ni participación”, señala la sentencia.

El predio, de 128 metros cuadrados quedó a nombre de María Kristina Álzate Zuluaga, compañera sentimental de “Jota”.

Y es que esa misma decisión judicial relata por qué Cristales se convirtió en el centro de operaciones paramilitar: “El grupo proveniente de la Convivir Papagayo, al mando de John Jairo Mejía Arcila alias Filo o ‘Filósofo’, llegó al municipio de San Roque en marzo de 1996, y para el mes de junio se instalaron en el corregimiento Cristales, y sus primeras incursiones estaban acompañadas por John Jairo Franco Montoya, alias Jota, este último comandante que se encargó de dar a conocer al grupo paramilitar con el nombre del Bloque Metro de las ACCU. Una vez Carlos Mauricio García Fernández alias Doblecero o ‘Rodrigo’ asume la comandancia general, inicia un proceso de expansión y consolidación en diferentes lugares del departamento de Antioquia, con su comandancia central establecida en el corregimiento Cristales y veredas aledañas”.

Y continúa el documento: “El Bloque Metro, fue conocido por su accionar violento, los cuales tuvieron influencia en los corregimientos Providencia, San José del Nus, Cristales y sus respectivas veredas, este grupo era conocido por ejecutar crímenes de lesa humanidad, como; tortura, masacres, reclutamiento ilegal, desapariciones, abuso sexual, desplazamiento y abandono forzado de tierras, entre otros”.

Lea aquí: La lucha por el retorno en El Salado, 20 años después

De acuerdo con la sentencia, coinciden los testimonios de diferentes solicitantes de restitución en decir; que, para la realización de los negocios de los predios, las Autodefensas, los citaban y les indicaban las condiciones del negocio y los precios de las tierras, además a veces dichas ventas se llevaban a cabo a través de intermediario y en algunas ocasiones se desconocía a nombre de quien quedaba el predio y para formalizar la venta ficticia, esta se llevaba a cabo en la Notaría de San Roque.

Una vez efectuada la negociación, los pagos de las tierras se realizaban a cuotas o en especie (vehículos u otros bienes) y al parecer, en algunos casos estos precios no fueron cancelados en su en su totalidad.

Todo esto fue suficiente para que el Juzgado 101 Itinerante Civil del Circuito Especializado en Restitución de Tierras de Antioquia protegiera los derechos de la familia Bolívar Barreneche y les restituyera la propiedad de su vivienda.

“Este es un día muy feliz, después de tanto dolor y sufrimiento, saber que volvimos a tener nuestra casa y que ya nadie nos la va a quitar”, celebró José Pablo Bolívar.