ELECCIONES AUTONÓMICAS 2023
28-M

UPN es el partido más votado en Navarra pero el PSOE vuelve a quedar en manos de Bildu para gobernar

Actualizado

El partido regionalista gana las elecciones pero Chivite podrá repetir su Gobierno tripartito con la abstención de la formación de Otegi

María Chivite, presidenta de Navarra, vota en un colegio electoral de Gorraiz.
María Chivite, presidenta de Navarra, vota en un colegio electoral de Gorraiz.JESÚS DIGESEFE

UPN vuelve a ganar las elecciones en Navarra, pero el partido regionalista de Javier Esparza sólo llegaría al poder en el supuesto imposible de que Pedro Sánchez renegara de EH Bildu. El escenario más factible es que el PSOE reedite la alianza de izquierdas que en 2019 le llevó a formar Gobierno con Geroa Bai y Podemos apoyado por la abstención del partido de Arnaldo Otegi en la investidura de María Chivite.

Bildu vuelve a ser clave en esta ocasión y el PSOE se encuentra nuevamente en sus manos. La polémica por la presencia de etarras en sus listas refuerza a los abertzales (que ganan dos escaños y por primera vez superan a Geroa Bai, que pierde dos a su vez) y no pasa factura al PSN, que se mantiene como estaba.

Al bloque de izquierdas le beneficia la división del centroderecha. En 2019, UPN, PP y Ciudadanos concurrieron bajo la marca Navarra Suma y lograron 20 parlamentarios de los 50 representantes del Parlamento foral. La coalición se rompió el año pasado después de que Esparza se acercara a Moncloa. Ahora, con el 90% de los votos escrutados, UPN obtiene 15 escaños, el PP logra tres y Ciudadanos desaparece. Ni siquiera la irrupción de Vox en la Cámara con dos diputados permitiría a Esparza sumar más que sus adversarios. Así que el PSN podría reeditar el tripartito juntando sus 11 escaños con los siete de Geroa Bai y los tres de Contigo Navarra (Podemos, IU, Batzarre, Alianza Verde y Equo, que fueron por separado en 2019), con los que llegaría a 21 diputados, uno más que todo el centroderecha.

A Chivite le saldrían las cuentas si Bildu se abstiene en la segunda vuelta de su investidura, como en 2019. Otegi, para el que es prioritario impedir a toda costa que la derecha gobierne, necesita estar a buenas con el PSOE, que es clave para controlar la Fiscalía en las causas judiciales abiertas contra el entramado de ETA.

En la negociación es probable que se incluya también el Ayuntamiento de Pamplona. Con el 99% escrutado, la lista más votada por sólo un concejal de distancia de la de Bildu es la de Cristina Ibarrola (UPN), pero sin suficientes apoyos para formar mayoría, así que la estrategia del PSN para hacerse con el poder y desalojar al centroderecha pasa por colocar a su candidata Elma Saiz como alcaldesa con el apoyo de Bildu, como ya hicieron en Vitoria en 2015 para desalojar a Javier Maroto (PP) del Ayuntamiento.

Joseba Asiron (Bildu) ha dejado claro esta noche que él quiere ser el alcalde, pero Saiz ha repetido por activa y por pasiva que no apoyaría ni a Ibarrola ni a Asiron. La negociación hasta el 17 de junio va a ser dura.

En Tudela, la situación está más clara. UPN ha ganado con mayoría absoluta con 11 de los 21 concejales, por lo que el alcalde Alejandro Toquero mantendrá su sillón.

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