El expresidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra ha decidido este miércoles sumarse al aquelarre de la vieja guardia socialista contra la amnistía. Esta vez, sin embargo, elevando el listón de un modo completamente inesperado. Ha comparado la exoneración a independentistas con "violar a 40 millones de españoles". "Si ha habido escándalo monumental porque algunos violadores han perdido meses de prisión y algunos han salido a la calle", ha dicho en referencia a la polémica de la ley del 'solo sí es sí', "¿cómo se puede soportar que alguien viole a 40 millones de españoles?", se ha preguntado en un desayuno informativo en Madrid, en el Nueva Economía Forum.

"Quien viola la Constitución me viola a mí; viola mi voto porque yo voté por esta España", ha exclamado el socialista, que ha tachado a Carles Puigdemont de "hombre del maletero", en referencia a su exilio. Y ha criticado que el líder de Junts per Catalunya "viva en Waterloo como un rey" mientras "se ríe de todos nosotros".

Las afirmaciones del extremeño son una enmienda a la totalidad a los planes de Pedro Sánchez, que ayer aseguró que hacía falta “generosidad” para resolver el conflicto con Cataluña, en una expresión para evitar mencionar el concepto amnistia. “Si les damos la amnistía, daremos la razón a Puigdemont”, ha subrayado en alusión al argumento fuerza del independentismo, a partir del cual el Estado "reprime" y "persigue" en función del pensamiento. Al fin y al cabo, según Ibarra, él quiere “salvaguardar el honor” del PSOE, partdo al que Puigdemont, opina, aspira a “humillar”.

 

Rodríguez Ibarra se suma a González y Guerra

La contundente afirmación del expresidente socialista extremeño se suma al bloque de anteriores dirigentes socialistas que han desbarrado en contra de un posible despliegue de la ley de amnistía. Los más beligerantes en contra de esta posibilidad que va tomando forma han sido el expresidente del gobierno español Felipe González y su exvicepresidente Alfonso Guerra. Los dos se han hartado de visitar platós y estudios de radio afines a la derecha por despotricar en contra de la hoja de ruta de Pedro Sánchez, a quien acusaron de "disidente" y "desleal". 

En la presentación del nuevo libro de Guerra a mediados de septiembre, el exjefe del Ejecutivo afirmó tajantemente que "no puede haber amnistía": "No es aceptable políticamente y no entra en la Constitución. No podemos dejarnos chantajear". A su vez, el exvicepresidente español añadió que la amnistía "significa la humillación deliberada de la generación de la Transición": "Significa la ruptura de la democracia y la condena del 90% de españoles que votaron la Constitución de 1978".