Textos breves que giran en torno al desamoe, el desencanto, el erotismo y la nostalgia, hablando desde la herida. Como caramelos adictivos de sabor agridulce, los poemas de "Sangre en las rodillas" evocan tanto la ternura de la infancia como la crueldad, el egoísmo humano y la búsqueda incansable del autoconocimiento y la verdad, mostrándonos el paso a la vida adulta entre charcos, mentiras y decepciones. Las palabras, hiladas con honestidad, emergen a modo de tiritas para los pequeños males, dando voz al instinto más primario del ser humano: la supervivencia.
Ana Elena Pena nació en Murcia pero reside en Valencia, donde se licenció en Bellas Artes. Es pintora e ilustradora en la línea del surrealismo pop.
Desde hace unos años se dedica a escribir relatos cortos y poesía (publicó su primer libro en el 2010-”Hago pompas con saliva”, editorial Melusina ) Sus primeros trabajos fueron tres libros de textos breves y poemas: “Antídotos contra la belleza”, “Sangre en las rodillas” y el cuento de “La ciudad de las niñas perdidas” a la venta online en esta web, en Gnomo.es y en algunas tiendas de Valencia y Madrid. Más tarde, entre 2014 y 2015 publica “Cicatrices”, sobre trastornos alimentarios ya ansiedad, y “Vamos a follar hasta que nos enamoremos”.
Esporádicamente se dedica al cabaret junto a artistas como Gilbertástico, que le acompaña al piano, o Jordi Devólver a la guitarra. Su Cabaret Histérico tiene varios formatos. En combinación con los “Conciertos para tarados” forman una serie de espectáculos musicales cómicos para espacios pequeños, plagados de canciones intimistas, confesiones improvisadas y desvaríos en clave de humor sobre el desamor, el desengaño, las psicopatías sexuales y otros males de hoy en día. Entre lo erótico y lo siniestro, lo sórdido y lo sublime, lo humorístico y lo trágico, Ana Elena se perfila como una anti-heroína , con el pelo cada vez más corto, la falda cada vez más larga y la lengua cada vez más libre.
Perfecto para leerlo en voz alta y llorar y seguir llorando; porque, a final de cuentas, que se quite la primer bandita quien nunca haya tenido sangre en las rodillas (y en el alma).