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El estilo (y el bigote) de Salvador Dalí

El genio del surrealismo era también uno de los hombres mejor vestidos de la historia (y su bigote es legendario).
Salvador Dalí
La pintura de Dalí que fue robada de Rikers Getty

Los criminales de La Casa de Papel no se vistieron de Salvador Dalí por accidente o casualidad, ellos sabían que es el bigote y esa cara alargada eran icónicas, fáciles de reconocer y representaba una “guerra” contra el sistema y las normas sociales. Además, de que era y sigue siendo el español más famoso de la historia.

Salvador Dalí es un icono del arte en el surrealismo, un hombre que creaba sus propias reglas, rompía las de los demás y se atrevía a parecer loco con tal de ser exactamente como él quería ser, y lo hacía con todo el estilo del mundo. Este era un hombre irreverente, creativo, arriesgado y visionario (no por nada Luis Buñuel y Disney lo buscaron para colaborar), con un sentido del estilo totalmente personal e influenciado solo por sus propios caprichos, cosa que funcionaba y lo convirtió también en un icono de estilo, de la época y de la actualidad, que dejó una marca indeleble en el mundo.

En su momento, Dalí declaró valientemente “yo soy el surrealismo”, y en verdad lo era, él podía pasar de artista extravagante (o más bien genio) a caballero sofisticado son un traje perfecto y un bigote con las puntas levantadas que llegó a convertirse en su sello más famoso. Su ropa, sus trajes y sus accesorios eran un reflejo de ese surrealismo que tanto quería imprimir en el mundo real, e incluso hoy siguen funcionando.

Dalí, que diseñó el famoso logotipo de las paletas Chupa Chups en 1969, murió un 23 de enero de 1989 y en ese momento el mundo perdió a uno de sus más grandes genios creativos, que nunca va a poder ser reemplazado. Estaba claro desde el principio que ese hombre no iba a pasar por el mundo desaparecido, iba a dejar huella, y no solo en el arte.

El pintor y escultor español creó a un personaje para sí mismo y su ropa y ese famoso bigote jugaban un papel importante también (porque hasta el artista más talentoso necesita saber venderse).

El estilo de Salvador Dalí y las lecciones que nos ha dejado:

El bigote perfecto
Retrato de Salvador Dalí 

Negro, delgado, encerado y con las puntas retorcidas, el bigote de Salvador Dalí es el elemento más famoso de su look y lo primero que nos viene a la mente cuando escuchamos su nombre. Claramente, este no es un look que funciona para todos, pero Dalí nos enseñó que hay que tomar riesgos, encontrar nuestro estilo personal y apegarnos a lo que sabemos que funciona, incluso si no está de moda o nadie más lo está haciendo.

Pijamas con estilo

Dalí no dejaba de ser un artista cuando dormía, así que él no usaba una pijama vieja, sucia y fea, usaba looks coordinados y batas con patrones que seguían mostrando su personalidad. Tal vez cree que tu pijama no importa, pero en realidad es lo primero que vas a ver cuando despiertes y lo último que vas a usar cuando termine el día, debes estar cómodo, pero también algo que te haga sentir bien y que cause una buena impresión cuando invitas a alguien a pasar la noche.

Trajes a la medida (e interesantes)
Salvador Dalí y su pintura robada Bettmann

Los trajes de rayas eran de los favoritos de Dalí, pero no solo se trataba de elegir el color y el patrón más favorecedor para él, sino también en tener al sastre como mejor amigo y ajustar cada parte del traje para verse siempre perfecto. Dalí elegía siluetas que lo hacían ver más alargado, lo que nos enseña la importancia de jugar con la proporción y las formas cuando queremos resaltar algo en especial.

Accesorios “locos”
Jack Mitchell

Bastones, joyería, pañuelos, sombreros y corbatas llamativas. Este artista sabía que pocas cosas superan a un buen traje negro o a rayas, pero también que quedarte con lo básico no es suficiente, los accesorios te permiten ser tan divertido como quieras y agregarle un toque interesante a cada look que usas.

La camisa hawaiana (para el verano)
KAMMERMAN

Dalí aparece usando traje en casi todas sus fotos, pero también hay unas cuantas que muestran que su estilo de verano era más relajado y colorido, cambiando los trajes negros por pantalones sueltos y camisas hawaianas llenas de color para sobrevivir al calor con estilo.