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La Directiva de Inteligencia que firmó Sánchez en 2018 calificaba al secesionismo como tercera amenaza y pedía atajarla

Sánchez aprobó personalmente la investigación del separatismo por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

Sánchez aprobó personalmente la investigación del separatismo por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
Paz Esteban, Margarita Robles y Esperanza Casteleiro | EFE

El Juzgado de Instrucción nº 29 de Barcelona, en manos de Santiago García, ya ha permitido confirmar que fue el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, personalmente quien aprobó la investigación del separatismo por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ante la evidencia de su conexión con actos preparatorios terroristas, tal y como adelantó Libertad Digital.

El documento en cuestión firmado por Sánchez era la conocida como Directiva de Inteligencia, un documento secreto que revela las líneas maestras de la actuación de los miembros del cuerpo de inteligencia nacional. Pues bien, ese mismo texto no sólo recogía la investigación del separatismos por el mismo riesgo que ahora niega Pedro Sánchez para amnistiar a sus socios. Además recogía una clasificación de las grandes amenazas para España. La primera era el terrorismo yihadista. Pero en el pódium aparecía también el eje de sus analizas de gobierno: en la tercera posición figuraba el secesionismo, algo que promueven Junts, ERC, Bildu y hasta el BNG. Y Sánchez firmó igualmente su conformidad con el documento y con las actuaciones tendentes a cortar esa amenaza. Hoy pacta con ella.

Como ha publicado ya LD, la exdirectora del CNI, Paz Esteban, declaró durante una hora en calidad de investigada ante el juez Santiago García por videoconferencia desde Madrid en el marco del Caso Pegasus. Dicha declaración se produjo después de que el Ejecutivo desclasificara documentación de la que se desprende que la intervención del teléfono de Pere Aragonés se autorizó porque el CNI creía que era quien dirigía a los Comitès de Defensa de la República (CDR). El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, al ser preguntado el mismo día de la declaración de Paz Esteban, aseguró que "el Gobierno, en aquel momento, cuando se produjeron esos episodios, ni tenía conocimiento ni había autorizado, porque eran operaciones que venían de antes". La frase era rotundamente falsa.

El seguimiento a Aragonés lo firmó Sánchez

Fuentes del CNI consultadas por Libertad Digital afirman que "la directiva de Inteligencia que autorizó el seguimiento de Aragonés la firmó personalmente Pedro Sánchez después de que dicha petición fuera recibida en el Ministerio de la Presidencia que dirige Félix Bolaños, que también estaba al corriente de esta actuación. Fue una decisión personal del presidente del Gobierno tras ser advertido por la Inteligencia de la amenaza de actos terroristas vinculados con los CDR. Este tema se abordó en varias reuniones preparatorias".

Pero la Directiva de Inteligencia explicaba, además, la gravedad de los hechos a los que se enfrentaba España. Ese documento, del que no sólo tuvieron conocimiento sino que exige la conformidad y firma personal del presidente del Gobierno, relataba las amenazas a las que se enfrenta España para justificar la necesidad de realizar investigaciones al entorno separatista. Y en tercer lugar, es decir, entre las principales, figuraba el "secesionismo".
Y es totalmente normal que así sea porque el CNI forma parte del sistema defensivo de España. Como detalla la propia regulación de los servicios de inteligencia en España, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) se constituye como un organismo público responsable de "facilitar al presidente del Gobierno y al Gobierno de la nación las informaciones, análisis, estudios o propuestas que permitan prevenir y evitar cualquier peligro, amenaza o agresión contra la independencia o la integridad territorial de España, los intereses nacionales y la estabilidad del Estado de derecho y sus instituciones".

Y en el secesionismo todo esos peligros existen: una agresión contra la independencia, por la injerencia rusa ya demostrada; contra la integridad territorial de España, porque es directamente lo que buscan los separatistas y socios de Pedro Sánchez; contra los intereses nacionales, por generar una debilidad de impacto global en España; y contra la estabilidad del Estado de derecho y sus instituciones porque, como se puede observar, es el primer efecto necesario para permitir los deseos de los separatistas.

El secesionismo como amenaza

Por eso el CNI incluyó el secesionismo como gran amenaza y Sánchez lo firmó en esa directiva de inteligencia. "El Centro Nacional de Inteligencia tiene encomendadas las siguientes funciones", señala esa misma regulación. Y detalla entre las funciones la de "obtener, evaluar e interpretar información y difundir la Inteligencia necesaria para proteger y promover los intereses de España" y "prevenir, detectar y posibilitar la neutralización de las actividades de Servicios extranjeros, grupos o personas que pongan en riesgo, amenacen o atenten contra los intereses nacionales". Y el principal interés nacional es la supervivencia de la propia nación.

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