Amo a Tony Ashton y por ello estoy vendido a este álbum, el último de cuantos hicieron Family en su periplo original. Los fans de la banda no le tienen tanta estima, y no creo que sea por la personalidad de Tony (único que grabó con la banda), sino por el rumbo estilístico, más orientado hacia el[Leer más…]

El arte japonés del kintsugi esconde una filosofía según la cual cuando se repara un objeto, las grietas y juntas que quedan visibles pueden contemplarse como fallos, como errores, o por el contrario apreciarse positivamente como algo intrínsecamente bello y como parte de la historia del mismo. Una perspectiva que parece haber adoptado Jim Jones en este su quinto trabajo,[Leer más…]

Se jacta uno a veces, en su fuero interno, de estar más o menos al día. De seguir la escena y sus distintos géneros y, si no de conocer todo a fondo, sí al menos de que no se le escapan nombres que no deberían. Hasta que te recomiendan este o aquel disco, descubres una pequeña joya y cuando te[Leer más…]

Vivimos una época en que no sabe uno si alegrarse cuando se repescan grabaciones perdidas o más bien sentir que la vaquita de su música favorita se está quedando seca. Para añadir otra entrada a la nómina de “lost albums”, Josephine Foster nos dispensa con unas grabaciones de su época con Children’s Hour que llevaban dos décadas largas durmiendo en[Leer más…]

Cuarto disco de la inglesa Marika Hackman tras su excelente y controvertido Any Human Friend, un disco en el que hablaba abiertamente de su sexualidad. Big Sigh va un paso más allá hacia la introspección, un disco de madurez de una artista que lleva más de diez años creando.

Espléndido. Así puede definirse el último trabajo de Casper McWade. Un tipo que está donde está gracias a Cody Jinks. Me explico.

El trío parisino ha evolucionado desde sus adolescentes inicios inspirados en el rockabilly para, en plena juventud, abrir su abanico de influencias hacia una gama sonora más amplia. Con el punto de mira en los sesenta, revisten las canciones de luminosidad y brillo psicodélico en su versión más accesible: extrovertida, coreable y bailable

Conocimos a The Sand Pebbles en 2009 gracias a una recopilación en el sello de Dean Wareham y Britta Phillips que, ya a aquellas alturas, agrupaba lo mejor de sus primeros tres discos.

    Ya existía un triple cd que recogía parte de las grabaciones de Jack Bruce para la BBC; se editó en 2008 y se bautizó como Spirit. Este Smiles & Grins no es una versión ampliada de aquél, sino grabaciones que aunque casi coinciden en el tiempo con las de Spirit, están registradas en días diferentes. Son 4 cd’s[Leer más…]

Katie Crutchfield vuelve tras su aclamado Saint Cloud y lo hace con un disco perfecto. Saint Cloud supuso un antes y un después, un álbum de esos que pone el listón muy alto.