Soutomaior combate la avispa asiática con trampas de etanol

En la lucha contra la plaga de la avispa asiática se han utilizado muy diversos métodos. El Concello de Soutomaior apuesta ahora por las trampas con una mezcla de etanol y extracto de frutas. El dispositivo "llama la atención del insecto invasor y lo atrae para que quede atrapado en su interior", explica el concejal de Medio Ambiente, Ramón Fernández, quien aclara que este producto químico "no es tóxico".

El Ayuntamiento ha repartido un total de 100 trampas, 250 botes de líquido atrayente y más de 50 unidades de espráis antinidos entre los vecinos de diferentes barrios, especialmente en el rural. El objetivo es proteger las colmenas de abejas a las que la avispa asiática ataca.

En abril el consistorio local ya colocó 60 trampas para avispas reinas, para evitar el desarrollo de los nidos invasores. Paralelamente se impartieron charlas a la población para advertir de la amenaza. En los meses de verano y otoño "la intensidad de ataque a las colmenas es alta", señala Ramón Fernández, por lo que el combate se centra en las avispas obreras.

Las trampas de etanol forman parte de la segunda fase de la campaña emprendida por el Concello para controlar la proliferación de avispas en una temporada en que crecen los ataques a las colmenas de abejas autóctonas. En la primera fase, que duró cinco meses, se retiraron 125 nidos de avispa asiática o velutina de manera directa, para lo cual los técnicos municipales fueron dotados de una pértiga y dos trajes de protección. En las tareas colaboró personal de Tragsa y grupos de voluntarios. El gobierno local ha destinado a este programa más de 4.000 euros.

"Hay que tener en cuenta que una sola avispa puede capturar entre 25 y 50 abejas al día. De ahí la gran amenaza que representan", apuntó el concejal de Soutomaior.

Las trampas de etanol permanecerán instaladas varias semanas y se revisarán periódicamente.