Chenoa: "A mí me dicen que cómo es que no he tenido hijos y digo “¿dónde, en el AVE?”

La cantante presenta 'Cavernícola', su primera película de animación, no está viendo 'Operación Triunfo', está enganchada a 'Casados a primera vista' y no sabía que Bisbal ha anunciado boda.

La cantante Chenoa durante la promoción de la película de animación 'Cavernícola', junto al personaje al que ha puesto voz.

© Gtresonline.

A Chenoa es muy fácil imaginársela. Su voz, su gesticulación y esa cadencia a ratos tajante y a ratos socarrona lleva tantos años acompañando a las familias españolas por televisión, en la salud y en la enfermedad, que ** cuando te preguntan “¿qué tal es Chenoa?” (y he escuchado esa pregunta una docena de veces en las últimas 24 horas) la respuesta, “tal y como te la imaginas”,** funciona porque todo el mundo la entiende. El icono pop, el trending topic y la amiga de España son la misma mujer. Y el mismo producto.

Y en esa expansión de Chenoa (la marca, la artista y la mujer) , Laura Corradini (Argentina, 1975) debuta como actriz doblando a Val, la protagonista de Cavernícola. La nueva película de animación de Nick Park (creador de Wallace & Gromit o, más recientemente, _La oveja Shaun) _ se estrena el 2 de febrero en España y, junto a la de Chenoa, suenan en castellano las voces de Hugo Silva y ** Mario Vaquerizo.** El cantante se pasea por el Museo de las Ciencias Naturales de Madrid, donde tiene lugar el encuentro con la prensa, sujetando una lata de Mahou Cinco Estrellas como manda la tradición Vaquerizo. Chenoa será fiel también a su propia imagen pública en cada una de sus respuestas y de sus silencios.

Cuando esa misma tarde contactamos con su representante para preguntarle acerca de la noticia de la próxima boda de su expareja David Bisbal –Chenoa conoió el enlace del cantante con Rosanna Zanetti a través de Vanity Fair este declinó hacer declaraciones.

A pesar de su voz tan característica, el mejor halago que se puede hacer a su trabajo en Cavernícola es que no parece usted.
Muchas gracias. Ha habido un trabajo por parte de la directora de cásting, que me ha llevado a un campo que no conocía. A veces me salía muy Chenoa y ella me decía “no te vayas tanto por ahí, vuelve para acá” así que ha habido un trabajo de agarrar gestos e intenciones.

¿Le pareció el trabajo de doblaje más fácil o más difícil de lo que esperaba? Me daba igual, yo lo quería vivir. No medí en difícil o fácil, sino en el reto. Yo ya me había presentado a un cásting para hacer otra película que no me salió.

¿También de doblaje? Sí, me quería meter un poco en el mundillo. Yo soy de experimentar y de curiosear y dije “¿que no? Cómo que no. ¡Cómo que no!” y bueno, hasta que lo conseguí.

¿Así que no dudó al aceptar la propuesta de doblar Cavernícola? Qué va. De hecho fui yo la que estuve esperando la llamada del sí. La gente me preguntaba que cómo es que hacía cásting. Pues como todo el mundo, me parece lo lógico.

¿Cuáles son sus películas de animación favoritas? Yo era doña Disney, pero eso es muy natural en las chicas y más en las de mi quinta.

Y en los chicos también. Sí. A ver, mi Blancanieves, mi Cenicienta, mi La bella y la bestia, que me fui al estreno y todo aunque ya tenía una edad. Las de princesas, todas me las he tragado. Bueno Mulán no.

Quizá porque le pilló ya trabajando. No, la tengo, la tengo en casa. Si es que las tengo compradas, tengo los dvds. Todo lo de Disney.

De ahí Absurda Cenicienta [el título de su cuarto disco] ¡De ahí Absurda Cenicienta! Claro. A mí Cenicienta me gusta, pero es muy absurda.

¿Qué opina del prejuicio que existe hacia el intrusismo por parte de actores y cantantes en el doblaje? Hombre a ver, nosotros lo trabajamos desde un punto de vista absolutamente respetuoso. Es como cuando yo veo cantar a alguien que no ha cantado en su vida, no le voy a poner a parir por eso. Si lo hace bien, ¿qué más da? Aparte que en este caso la promoción tira de que somos personajes conocidos. Esto en Estados Unidos es un poquito más normal, creo, y aquí debería ser un poco más natural.

¿Es esta una primera toma de contacto, solo con la voz, para después ejercer como actriz delante de la cámara? Mmmm ojalá, por qué no. No lo descarto para nada, mi vida es mía y yo sueño lo que me da la gana.

¿Le gustaría hacer un musical en teatro? No, porque es muy estático para mí. Yo viajo mucho y no puedo, no puedo con tantas cosas a la vez. No me quedo quieta en un sitio, tengo que estar moviéndome.

El guionista de Spice World contó que, a pesar de no ser actrices profesionales, las Spice Girls funcionaban en pantalla porque estaban muy acostumbradas a interpretarse a sí mismas delante de las cámaras. Claro, sí sí, completamente de acuerdo.

¿Pone usted en práctica esa especie de personaje público, ese alter ego de sí misma? No, a mí me viene muy bien ser yo misma todo el rato porque así no tengo que pensar qué te contesto a ti para decirle lo mismo a otro. La mentira tiene las patas cortas. El problema de ser tú es que tiene consecuencias, evidentemente, les gustas a unos y otros no te soportan. Pero tampoco me importa, porque quedarme en el gris o en el punto mediocre me parece muy triste y sobre todo en el plano artístico. Yo creo que cada uno tiene que saber lidiar con sus fantasmas y sus miedos para poder ser uno mismo. Y eso no es fácil, ni para mí ni para la gente que no es pública.

Porque ahora, con las redes sociales, cualquiera puede vivir como un personaje público. Tengo amigos que no son personajes públicos y actúan con una gente de una manera y con otra de otra. Yo les agarro y les digo “¿qué te pasa? ¿por qué te vuelves así cuando está esta gente delante?”. Es algo muy humano. Soy humana [es el título de su último disco]. Entonces volviendo a eso de “interpretarme a mí misma”... [mi personaje público] tendrá rasgos de mí seguramente pero de una edad para acá yo ya me molesto muy poco en saber qué es lo que le gusta a cada uno para adaptarme. Que ya tenemos una edad.

¿Percibe usted que el público la considera una cara muy familiar? Claro, obvio. Tú piensa que si tú haces un recuento del tiempo que yo he salido por televisión durante 17 años...

Son muchas horas. Es que la gente ha crecido conmigo. A mí me pasa lo que sea y la gente se preocupa de corazón. Y yo agradezco esa preocupación, pero es que yo también soy muy recíproca, nunca he sido distante. A mí si me das un beso yo te doy un beso.

En una ocasión, usted contó que estaba en una cafetería y alguien dijo “¿esa no es la de Gran Hermano?”, a lo que usted respondió “no, soy la de La casa de tu puta vida”. Sí. Sí, sí, totalmente.

¿Sintió que su imagen de “mujer con carácter” le perjudicó al principio de su carrera?
Buah, pero eso... Pero por supuestísimo, vamos. Esa fue la primera daga en todo el estómago para mí. Y podía haber falseado ese carácter, pero no. ¿Por qué iba a hacerlo? Tener carácter no es malo.

¿Cree que las mujeres con carácter son más apreciadas hoy que hace 17 años? Me da igual. Sinceramente, me da igual. Lo que no se tiene que juzgar es ningún tipo de carácter, ni por tener mucho ni por tener poco. Porque a veces si tienes poco carácter te toman por tonta. Yo no le hago daño a nadie, al contrario, mi manera de ser te da absoluta seguridad: tú sabes perfectamente por dónde respiro, cualquiera, aunque no me conozca. Tú te sientas a mi lado y ya dices “cuidado con esta”. Y efectivamente: cuidado con esta, porque te voy a contestar. Es que te voy a decir las verdades y no te van a gustar pero ahí tienes tú el problema, no yo. Si me vas a preguntar, te arriesgas a la respuesta. No soy una tía estándar, de las que les dicen “¿cómo te encuentras?” y dicen [pone voz infantil] “ay bien, gracias, la vida bien gracias”. Oye, qué coñazo, perdona. Me parece muy poco humano, me parece mentira y respecto a lo que decías antes de interpretarme a mí misma, pues no. Claro que no. Por eso duermo bien.

¿Notó que a los “hombres con carácter” no se les percibía con la misma negatividad? De siempre y por siempre, sí, totalmente. Ahora estamos viendo las historias de acoso sexual en Hollywood y las actrices se están posicionando. Espero que no sea solo una tendencia y sea una conciencia.

¿Cree que poco a poco estamos más sensibilizados como sociedad? Es algo que nace de una mecánica de costumbres. Esto se tiene que trabajar desde la familia y con cómo gira el mundo ahora mismo, entiendo que es difícil. Yo soy educadora y he ejercido como educadora de infantil.

¿En Mallorca? Muchos años. Y por la noche cantaba en el casino. Y yo veía a los padres que no podían con tanto. Van agotados. Literal. Y claro, a mí me dicen que cómo es que no he tenido hijos y digo “¿dónde, en el AVE?”. Qué me estás contando, si no soy responsable ni de lo que voy a hacer yo. Pero tengo amigas que han tenido hijos y las veo. Y aquí está la tita Laura, para lo que haga falta.

¿Por qué cree que todo lo que hace se viraliza? Es impresionante. No tengo ni idea, pero me pasa con todo.

Porque hay gente que es más famosa que usted... Sí. Pero todo lo que hago se viraliza.

Y Avon no ha tenido más repercusión en España que cuando usted exclamó “hey... me has pillado”. Es genial. Yo creo que cada cosa que hago es muy analizada porque hay una energía, buena y mala, muy potente. Eso no es malo. El que es chenoísta es muy chenoísta y yo también lo alimento, porque yo cuido a mi gente. Los míos son míos y de hecho les digo “como te vea en otro concierto me cabreo”. Soy celosa, son míos y de nadie más por ese punto de tribu que tenemos nosotros. Como los cavernícolas de la película. Y luego está la contra, que últimamente me da bastante lo mismo, porque yo trabajo con la gente que va a favor. La que va en contra no me interesa y aparte me parece muy tóxico pararte a criticar a alguien. Qué pérdida de tiempo. Pero bueno, es su decisión, su vida y su tiempo, no el mío.

¿Todo lo que usted hace resulta noticiable? Todo. Todo. Pendientes, pelo, zapato. Mira, con mi cuerpo no se meten. Les gusta. Eso me hace mucha gracia. Dicen que parezco más joven y es verdad que tengo muy buena genética. Pero vamos, cualquier cosa que diga. El otro día me corté un dedo y salí en Zapeando con él vendado porque no paraba de sangrar. Pues decían que había tenido un accidente doméstico. Y fue con un pelapatatas, haciendo una tortilla. Menos mal que llamé a mi madre.

¿Está siguiendo esta edición de Operación triunfo? No, ¿pero no te estoy diciendo todo lo que tengo que hacer? No puedo ver nada. No sé nada, sé que va bien.

Están apostando por un discurso integrador, diverso y educativo. Ah, muy bien. Muy tolerante. Me parece perfecto, aunque no lo vea. ¿Sabes lo que veo? Casados a primera vista. Me encanta. Soy superfan.

¿Participaría una edición de Casados a primera vista VIP? Me meo de la risa. No hombre, eso no, que luego me dirían de todo.

Ver más artículos

Ha llegado la hora de dejar de tratar a Chenoa como a nuestra Jennifer Aniston

Alfred y Amaia reversionan Escondidos (y la cobra de Chenoa y Bisbal)

La ruptura de Bisbal y Chenoa: cómo NO dejarlo con alguien