Transportes

Iberia choca con la Sepi por los ajustes de empleo tras la compra de Air Europa

Tras rescatar la aerolínea, el Gobierno no quiere que se ejecuten recortes con dinero público, pero Iberia necesita adelgazar la compañía para que la operación no sea una trampa

Avión de Air Europa en el aeropuerto de Palma EFE

El 2020 acaba con la que se prometía iba a ser la mayor operación del sector aéreo del año sin cerrarse. El Gobierno, Air Europa e Iberia negocian los últimos flecos para la compra definitiva de la primera, del grupo turístico Globalia, por parte de Iberia, del grupo IAG. Los recortes de empleo son el último escollo para cerrar la operación, que se anunció hace un año, se paralizó por la pandemia e Iberia condicionó finalmente al rescate de Air E

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Términos y condiciones de compra

El 2020 acaba con la que se prometía iba a ser la mayor operación del sector aéreo del año sin cerrarse. El Gobierno, Air Europa e Iberia negocian los últimos flecos para la compra definitiva de la primera, del grupo turístico Globalia, por parte de Iberia, del grupo IAG. Los recortes de empleo son el último escollo para cerrar la operación, que se anunció hace un año, se paralizó por la pandemia e Iberia condicionó finalmente al rescate de Air Europa por parte del Gobierno.

Éste se anunció hace más de un mes. Se hará a través del fondo de rescate de empresas estratégicas que gestiona la Sepi (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) y daba al Gobierno capacidad de decisión en la gestión de la aerolínea, incluida la venta a Iberia o cualquier iniciativa de recorte de plantilla.

El problema está precisamente en la letra pequeña de este rescate, pues el Ejecutivo, que ha inyectado 475 millones a la aerolínea, no quiere que se financien despidos con dinero público, pero Iberia, por otro lado, sabe que tiene que hacer ajustes para que la operación le compense.

"El aspecto político, esta negociación con la Sepi, es el que queda pendiente, y en realidad es el tema más delicado, porque el estado inyecta dinero en una empresa para que no quiebre y salvar puestos de trabajo, pero el que compra tiene que sacarle valor a la integración y adelgazar la compañía", opina Philip Moscoso, experto en la industria aérea del IESE.

A su juicio, es ese punto de fricción "el que se negocia. El rescate de Air Europa venía con condiciones y el Ejecutivo quiere tener voz y voto, pero Iberia no quiere que les impongan consejeros que les puedan restringir la eficiencia en la gestión", señala.

Presencia estatal

A cambio del rescate, el Gobierno nombraría dos consejeros de la Sepi en el consejo de administración de Air Europa y tendría voz y voto en la designación de su CEO y en los citados recortes. La semana pasada la aerolínea nombró ya este nuevo consejo, que cuenta con dos miembros de la sociedad estatal. Falta por elegir al consejero delegado.

"Iberia planteó la compra porque Air Europa era fuerte en latinoamérica, para apartarla del cono sur y quitarse a un competidor de encima. Le interesan sus slots y sus rutas, pero no su plantilla, y en el contexto actual es evidente que no se van a mantener todos los puestos de trabajo", señala Marco Taboas, experto del sector aéreo.

El propio Luis Gallego, consejero delegado de IAG y presidente de Iberia cuando se gestó esta operación, ha reconocido que Iberia también tendrá que realizar ajustes, aunque nunca ha precisado cómo afectará a la plantilla. "Probablemente están esperando a que se cierre la compra de Air Europa para hacer esos cálculos", señala Taboas.

La operación se anunció en noviembre del año pasado. Iberia ofrecía 1.000 millones de euros por la aerolínea al grupo Globalia. "Para Globalia, que en su mejor año tuvo un beneficio de 56 millones de euros, era una muy buena oportunidad mientras que Iberia absorbía a un competidor", señala Taboas.

La operación del año

A la espera de que Competencia aprobase la operación, estalló la pandemia, provocando la mayor crisis que el sector aéreo ha vivido nunca: ya han quebrado varias aerolíneas, en el camino se quedarán millones de puestos de trabajo, se cerrarán rutas y provocará concentración dentro del sector.

Las aerolíneas llevan meses con gran parte de la flota en tierra y más del 70% de sus trabajadores en situación de ERTE. El sector no cree que la situación vaya a mejorar de aquí a 2023 y todas están recortando costes, de personal también, incluso las que han recibido dinero público, como la alemana Lufthansa o la holandesa KLM.

Esto ha complicado una compra que en su día que vendió como una operación estratégica con grandes beneficios para España. Luis Gallego siempre ha defendido que la compañía seguía teniendo un valor para Iberia pero que había que renegociar las condiciones del acuerdo.

Air Europa ya no vale los 1.000 millones que en un principio Iberia ofreció por ella. Además, los vuelos a Latinoamérica están paralizados y no se prevé que el tráfico de larga distancia vaya a recuperarse pronto. De hecho, será el último en hacerlo.

Presión social

"La operación se va a cerrar, y también hay mucha presión social, porque sin esa compra ya no sólo se ponen en riesgo la plantilla de Air Europa, sino la de todo el grupo Globalia", señala Taboas.

Gallego siempre ha defendido el interés estratégico de esta unión. En primer lugar, porque permitiría a Iberia extender sus tentáculos en el cono sur y apartar a su competidora. En segundo lugar, porque permitiría a ambas compañías crear un hub (centro de conexión de tráfico) en Barajas y pondría a Madrid al nivel de los cuatro centros más grandes de Europa: lso aeropuertos de Ámsterdam, Frankfurt, Londres Heathrow y París Charles De Gaulle.

Entre Iberia y Air Europa controlarían casi el 60% del tráfico de Barajas y más de una veintena de rutas desde Madrid a Europa y América. Por eso, "la compra se hará efectiva, porque sigue teniendo interés pero eso pasa por adelgazar la compañía", señala el experto.

Moscoso matiza que, aún así, las empresas "tienen que tener cuidado en los ajustes para poder volver a la actividad en el momento en que crezca la demanda. Si renuncias a derechos de despegue y aterrizaje, vendes aviones y despides pilotos, esto luego no se consigue de la noche a la mañana".

Despejado el 'Brexit'

IAG ha despejado uno de los problemas que tenía sobre la mesa y ha elaborado planes para seguir volando como hasta ahora, a pesar del Brexit, y no perder su licencia comunitaria. Para poder volar en el espacio comunitario, las aerolíneas tienen que estar en manos de accionariado europeo en un 50%. Esto, en elc caso de IAG, dueña también de British Airways y cuyo principal accionista es Qatar Airways, planteaba dudas. Ayer la compañía anunció que ha puesto en marcha planes que han sido aprobados por los respectivos reguladores nacionales de España e Irlanda y han sido notificados a la UE. Estos planes incluyen la implementación de una estructura de propiedad nacional para Aer Lingus, y cambios en la estructura existente de propiedad nacional del grupo en España. También se ha modificado la composición del Consejo de Administración de IAG para contar con una mayoría de consejeros no ejecutivos independientes de la UE.

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