España

Referéndum Cataluña 1-O

Europa condena la violencia en el 1-O y exige diálogo

El ministro británico de Exteriores, Boris Johnson.
El ministro británico de Exteriores, Boris Johnson. Hannah McKayREUTERS

Este domingo, en pocas horas, el Gobierno español perdió la batalla del relato. Hasta el sábado, el Ejecutivo de Mariano Rajoy contaba con el respaldo explícito de más de media docena de jefes de Estado y de Gobierno y del de las instituciones europeas ante un «referéndum ilegal» y una violación «al orden constitucional». Pero las cargas policiales de ayer causaron conmoción y airadas reacciones por todo el continente. La imagen de Moncloa, de Madrid, del país entero, quedó seriamente tocada entre periodistas, analistas y líderes políticos. «Parece que no han entendido que estamos en 2017 y que una imagen viral destruye en cinco minutos el consenso que hayas logrado en años de diplomacia», se lamentaba anoche una alta fuente europea.

En la UE están al día del desafío independentista, sus métodos y discurso. Pero España y el Gobierno nunca han logrado simpatías mayoritarias. Es complicado cuando la narrativa de una parte asegura que sólo quiere ejercer el derecho democrático al voto y que está siendo perseguida y represaliada. La Europa del siglo XXI es de adhesión rápida y muy sensible a cualquier tipo de acción policial o judicial. «La mano dura de Madrid ha cambiado la conversación: del movimiento separatista hacia la democracia y el derecho al voto», resumía el editor de Internacional del New York Times la jornada dominical.

Aunque este referéndum no contaba con apenas ningún apoyo, más allá del de grupos independentistas escoceses, franceses, italianos o flamencos, en Europa ven y piden como inevitable una salida política. «La violencia nunca puede ser la respuesta. Condenamos todas las formas de violencia y reafirmamos nuestra llamada a un diálogo político», escribió en su cuenta de Twitter el primer ministro belga, Charles Michel. «Estoy preocupado por la situación. Pido un diálogo político, imperio de la ley y soluciones pacíficas», coincidió poco después el primer ministro esloveno, Miro Cerar. Dos homólogos que se sientan con Rajoy en la mesa del Consejo Europeo y que ayer, con los vídeos de las cargas, no dudaron en saltarse la etiqueta y meterse de lleno en asuntos internos de otro país, justo lo que Emmanuel Macron o Paolo Gentiloni aseguraron el viernes que no se debía hacer.

Las portadas de los diarios europeos

Todos los principales diarios europeos siguieron muy de cerca la actualidad desde primera hora. «Violencia en Cataluña, la derrota de Rajoy» (Libération). «Cargas y disparos; 460 heridos» (Il Corriere della Sera). «Domingo sangriento» (Die Zeit). Pero las instituciones europeas permanecieron ayer mudas. Ni la Comisión ni el Consejo ni el Parlamento dijeron palabra. El equipo de Jean-Claude Juncker estuvo siguiendo muy de cerca toda la jornada y en permanente contacto con Madrid, pero hasta hoy, con una visión más completa, no se pronunciarán. A pesar de la presión de ciudadanos, del embajador catalán ante la UE, Amadeu Altafaj, o del secretario de Estado belga, Theo Francken, que condenó lo que a su juicio es el doble rasero de quienes alzan la voz contra Hungría o Polonia pero ayer optaron por el silencio.

Sí lo hicieron los líderes de liberales y socialistas de la Eurocámara, arremetiendo contra el referéndum, pero también condenando y exigiendo el final de la «violencia desproporcionada» y la vuelta «al diálogo». Los partidos de izquierda, pidiendo mediación europea a la situación. Y el candidato socialdemócrata y ex presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, denunciando que «la escalada en España es preocupante. Madrid y Barcelona deben rebajarla y buscar el diálogo».

En Reino Unido fue el líder de la oposición, Jeremy Corbyn, quien dio el primer paso a la hora de pedir el fin de la violencia. Lo hizo a través de varios tuits, expresando su sorpresa por la situación: «La violencia policial es impactante. El Gobierno de España tiene que ponerle fin ya», informa Alberto Muñoz.