Sociedad

INFORME

El 81% de las mujeres españolas solicita su concesión

Sólo el 7% de los hombres comparte el permiso maternal en España

Padres y madres acompañan a sus hijos en su primer día de colegio. EFE

La precariedad laboral supone el primer obstáculo para el uso de los permisos en nuestro país

"Las empresas deben adaptarse y acostumbrarse a que sea el padre quien va ausentarse de su puesto de trabajo"

La rebelión de los #padrazos

Conciliar la vida laboral con la personal cuando se suma un nuevo miembro a la familia resulta un auténtico reto. Un estudio de la Universidad Autónoma de Madrid, Los permisos parentales como instrumentos para la igualdad de género, sostiene que a este desafío hay que añadirle una serie de factores que influyen en el desarrollo del mismo, como el tipo de trabajo de los progenitores o su nivel de estudios.

Según el informe, del que también forma parte el Observatorio Social de La Caixa, la precariedad laboral supone el primer obstáculo para el uso de los permisos en nuestro país. Cuando el empleo resulta ser indefinido, el 98% de las mujeres usa su permiso de maternidad frente al 75% de aquellas que son autónomas o tienen un contrato temporal.

El catedrático de Sociología de la Autónoma de Madrid y director del estudio, Gerardo Meil, explica a EL MUNDO que "es fundamental que se fomente el cuidado de los hijos por parte del padre, incluso en solitario. Este hecho puede llegar a ser el más efectivo para la lucha por la igualdad de género entre las familias y por tanto, mejorar el bienestar de la misma".

En concreto, el 81% de las mujeres españolas solicita su concesión por maternidad y sólo el 7% de los hombres hace uso de él cuando pasan las seis primeras semanas que son obligatorias tras el parto.

En enero de 2017, el permiso de paternidad aumentó de dos semanas ininterrumpidas a un total de cuatro, lo que permite que sean ellos quienes se impliquen más en el cuidado de los hijos.

Aún así, si comparamos este periodo con el de otros países, la diferencia puede llegar a ser inquietante. La media de la OCDE es de ocho semanas, aunque en el caso de Francia, los padres tienen derecho a un permiso de hasta 28 semanas. En los extremos está Japón, con 52, y México o Chile, donde dichos permisos tan sólo tienen una duración de siete días.

A la llamativa diferencia de duración de los permisos de paternidad entre los países del mundo, Meil añade que "resulta llamativo que en países de tradición machista, como puede ser el caso de Japón, los padres tengan la opción de hasta 52 semanas para cuidar a sus hijos con hasta el 68% del salario como remuneración".

Otro factor que influye en nuestro país en la involucración de los hombres en el cuidado de los hijos son el tipo de concesiones. Cuando no existe remuneración, es decir, excedencias y reducciones de jornada, la brecha con las mujeres es significativamente mayor. En concreto, las madres multiplican por 10 las tasas de uso de los padres.

Por ello, el informe concluye que cuando no hay salario de sustitución, el porcentaje de uso de permisos para los hombres disminuye excesivamente. Este hecho afecta de manera notable a la lucha por la igualdad de género y al tiempo que dedica cada miembro de la pareja al cuidado de los pequeños.

"El uso de estos permisos depende de los objetivos de cada familia pero el problema lo tienen las empresas, que deben adaptarse y acostumbrarse a que sea el padre quien va estar ausente de su puesto. Con las mujeres ya está asumido (aunque continúa habiendo excepciones), entonces, ¿por qué no puede ocurrir lo mismo con los varones?", denuncia Meil.

Entre los hombres también existe una diferencia: nueve de cada 10 consumen su permiso de paternidad cuando tienen un puesto estable. Sin embargo, sólo el 58% de ellos lo utiliza cuando su convenio tiene fecha de caducidad.

El director del estudio asegura que "si nuestro objetivo como país es fomentar la natalidad, precisamente tenemos que poder conciliar el cuidado de nuestros hijos con la vida laboral. Los permisos son los principales instrumentos y promociona además, la responsabilidad entre los padres".

Por su parte, el informe también relaciona el nivel de estudios de los progenitores y sus puestos de trabajo con el uso de los permisos parentales. La principal diferencia se observa entre las concesiones no remuneradas y las necesidades familiares.

Por ejemplo, el 15% de las padres y madres con formación universitaria puede permitirse una reducción de jornada, lo que implica una disminución proporcional del salario. En contraposición están los progenitores con niveles de estudios primarios o inferiores: tan sólo el 4% llega a solicitar este tipo de permiso.

El estudio de la Universidad Autónoma de Madrid señala también, que la implicación de los hombres en el cuidado de sus hijos parece ser cada vez mayor como consecuencia de los permisos de paternidad, aunque el nivel de participación varía según la concesión que se solicite.

De esta forma, los padres que emplean el permiso de paternidad - cuatro semanas - dedican al cuidado de sus hijos 28 minutos diarios más que los que no lo piden. Por su parte, la media diaria aumenta en una hora y 12 minutos en aquellos que utilizan una parte del permiso que solicitó la madre.

Sin embargo, donde se refleja una diferencia significativa al resto es cuando los padres requieren una excedencia: los que la utilizan, superan en más de dos horas diarias de media de cuidado a quienes no la emplearon. Son, por tanto, una serie de vías que pueden ayudar en la lucha contra la desigualdad de género.

3 Comentarios

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Para mejorar la situación de las mujeres en la vida laboral, por ley debería regularse la baja por el nacimiento de un hijo, de manera que se disfrutaría obligatoriamente por ambas partes. Solo habria una pequeña diferencia, tanto el parto como su recuperación entraría en el concepto de baja médica, el resto compartido por consenso entre los interesados.

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Conciliación laboral, por Natalia Barcáiztegui https://dametresminutos.wordpress.com​/2016​/04​/01​/conciliacion-laboral-por-natalia-barcaiztegui​/ vía @jiribas

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Sólo el 7% lo solicita? No es sólo solicitarlo. La madre tiene que estar de acuerdo en compartirlo. En mi caso hubiera disfrutado una parte encantado, pero mi mujer no quiso. (Lo que me parece bien también). Titular sesgado.