Varas: "Teníamos que haber ganado al Madrid 1-5"

El meta Javi Varas Herrera (Sevilla, 37 años) anunció el pasado martes su retirada del mundo profesional. Con 298 partidos de profesional, militó dos campañas en la UD Las Palmas -2015-16 y 2016-17- y dejó muestras de su categoría en 56 contiendas de amarillo. 'Un trocito de mi corazón pertenece a la UD Las Palmas, eternas gracias por confiar en mí y por dejarme formar parte de un pequeño trozo de vuestra historia', detalló en su carta de despedida. Aquí desnuda su paso por la Isla, la explosión del régimen de seda de Setién, con el baile al Madrid en el Bernabéu, y el final traumático de un ciclo que puso a la UD al frente de la tabla de la mejor liga del mundo.

A sus 37 años anuncia la hora de su adiós. ¿Por qué ahora? ¿Qué motivo le impulsa a colgar los guantes de forma definitiva tras 298 partidos oficiales en la élite en el Sevilla, Celta, Valladolid, UD, Granada y Huesca?

Poco a poco, el fútbol te coloca en tu sitio. Tras la desagradable salida de Granada, permanecí cinco meses en casa y apareció la opción de Huesca. Fueron tres meses, entrené bien pero no competí. Tras un año en blanco empiezas a pensar. Le das vueltas a la cabeza. Esperaba en verano otro tipo de propuestas, les estoy eternamente agradecido, pero no me motivaban. Ni veía que fuese la opción idónea para mi familia. Lo familiar primó sobre lo personal. Ya estaba más o menos decidido y solo quedaba hacerlo público.

Asegura que llevará un trocito de la UD en su corazón. El Sevilla CF, con el que ganó dos títulos, honró su adiós: 'El niño sevillista que se convirtió en guardián de Nervión'. ¿Pero qué wasap o mensaje le ha emocionado más?

Lo más emotivo fueron todas las muestras de cariño. Mensajes de todos los sectores de los clubes en los que he militado. Presidentes, entrenadores, compañeros, delegados, director deportivos, masajistas, directivos...Una barbaridad. Inimaginable. Nunca tuve problemas en vestuarios y entré bien por mi forma de ser. No hay ningún trofeo que pueda superar eso. Es una barbaridad. Vives un momente triste, por el adiós, pero este arrope lo compensa todo. Es el gran sueño de mi vida.

¿Quién le escribió de la UD?

El presidente Miguel Ángel Ramírez, el jefe de seguridad de aquella época, Benito Morales, Aythami, Vicente, Araujo, Tana...Otros como Raúl Fernández, con el que coincidí en el Valladolid, Cala, Timor, De la Bella...Por supuesto, Bigas, Montoro, con los que mantengo una gran relación.

Usted fue el segundo fichaje del ciclo 2015-16. Llegó tras Pedro Bigas. ¿Con qué se queda de su paso por la UD y los 56 partidos?

Con Pedro coincidimos en la primera noche de hotel juntos. Sí, fuimos los primeros en llegar. Cuando yo militaba en el Real Valladolid y nos elimina la UD en el playoff de ascenso (2015), Miguel Ángel Ramírez ya me comentó que si Las Palmas ascendía sería su primera opción. Que se haría rápido. Pero hay una imagen que jamás se me olvidará. Ya lo he comentado en varios medios. Cometo el error ante Rodrigo y marca el Valencia en el Gran Canaria. El ver cómo se levanta el estadio y corean mi nombre. Me aplauden...Todos mis compañeros fueron a abrazarme al final del partido. Fue un momento único, lo cuento y se me pone el vello de punta. Jamás me había pasado. Lo normal, es que te pase lo contrario, que te piten si fallas. Por ejemplo en Granada. Además, cómo jugaba ese equipo. Fueron dos años maravillosos. Tuve que salir por el desgaste que hubo, se complicó todo. Si se hubiese hecho en tiempo y forma, dentro de los cauces normales, hubiese seguido. Al final, no valoras los sitios hasta que sales. Fui muy feliz.

En menudo compromiso lo puso Setién. Sacar el balón jugado desde el área. ¿Disfrutó usted al filo del abismo?

Yo ya conocía a Quique por compañeros que yo tenía en el CD Lugo. Pero el míster fue claro desde el primer día. Nos lo dijo a Raúl [Lizoain] y a mí. Yo ya sabía que no me afectaría, lo tenía más que asumido. Lo hablé con Luis Helguera [secretario técnico]. Me decía: 'Una vas a meter o dos, y eso da el cante. Luego salvas 200 y no se valora. Quedan los errores, pero el primer pase es el más importante. Quique fue el técnico con el que mejor me lo he pasado jugando al fútbol. El error podía llegar, pero a la larga nos dio muchísimo.

Usted ha ganado dos títulos con el Sevilla. Con la UD, queda el triunfo moral de bailar al Madrid el 1 de marzo de 2017 en el Bernabéu (3-3). Menuda lección de glamour. Pero faltó la victorias tras derrochar un 1-3...

Tenía que haber terminado 1-5. Mi recuerdo es que teníamos que haber ganado. Hubo un momento que las tuvimos muy claras para matar el partido. Pero es el Madrid, si dura cinco minutos más, también le digo que no sé que hubiese pasado. Fue una gozada y en casa también [2-2]. Se nos fue una oportunidad histórica, una victoria bonita, de esas que marcan época. Pienso y lo evoco como algo fantástico. Veníamos de perder ante la Real en el Gran Canaria y el Madrid se nos fue. Ese partido quedará para siempre en la retina del aficionado de la UD como uno de los partidos más bonitos.

Usted, Roque, Prince, Viera, Vicente...Todos fueron desfilando. Empezando por Setién. ¿Por qué se dinamitó tan pronto una idea de fútbol sublime en la élite que combinaba cantera con espectáculo y activos contrastados? No le queda la sensación de que se fue todo por el acantilado antes de tiempo...

Claro que tengo esa sensación, fue una pena que todo se fuese todo tan rápido. El hecho de no darle continuidad a Quique...Ya el equipo se cayó cuando dijo que se iba [marzo de 2017]. A eso sume la debacle del descenso, el hecho y la frustración de no conseguir el ascenso [la pasada campaña]. Se fue todo demasiado rápido. La UD es un club con una gran masa social, y eso que yo que soy de Sevilla, aquí eres del Betis o del Sevilla, luego simpatizas con Barça o Madrid. En Gran Canaria eres de la UD Las Palmas. Primero de la UD, de corazón, y luego ya vemos. La gente en la calle es amarilla. Es algo sagrado; el club debe enriquecerse de eso, también para ser exigente. Sé que hay una fractura actual entre afición y entidad. Pero tienen algo bonito: su gran masa social. Aunque luego no se vea representada en el estadio. Gran Canaria es una isla volcada con un club, es un sentimiento. En mi carta de despedida, así lo detallé. Es un sentimiento difícil de ver en otro sitio. Así es Las Palmas.

¿Y ahora qué?

A preparar a porteros [ya trabaja en la Escuela de Tecnificación del Sevilla FC]. No tengo vocación de dirigir, no me siento preparado para ser entrenador. Puedo ayudar desde otro punto de vista. Ser técnico te exige ser injusto, me cuesta comportarme así. La figura de preparador de porteros está en crecimiento. No tuve entrenador de porteros hasta que llegué al primer equipo del Sevilla [con el que conquistó una Copa del Rey y una Liga Europa tras 89 partidos]. Entreno a niños de diez años. Quiero orientar mi futuro por esa vía. Así como estar con mi familia. El fútbol me pondrá dónde debo estar.

¿Qué opina de Josep Martínez?

Tuve información de Josep cuando firmó por el filial. Le llega el premio de la selección y está ahí por la lesión de Raúl, ya pasó la época en la que deba demostrar de lo que es capaz. Debe ganar confianza. Tiene un amplio margen de mejora. Interpretará mejor las situaciones con el paso de los años, cuando vaya adquiriendo experiencia. Con el alta de Raúl Fernández crecerá la competencia. Entrena muy bien, lo tuve de compañero en el Valladolid y es un portento. El que sale ganando es la UD, cuenta con dos porteros notables.

¿Y qué puede añadir del fenómeno Pedri?

No sabemos dónde está su límite. No le ha podido la presión de firmar por el Barça, tiene un nivel fantástico. Es el gran complemento de Jony [Viera]. Le viene muy bien. Dos jugadores con descaro y último pase. Con esa edad y descaro, pocos he visto a ese nivel. Pero paciencia, debe completar su recorrido. No debe saltarse ninguna etapa. Muchos se han quedado por el camino. Lo tiene todo, te percatas enseguida de que es un futbolista diferente.

Contar con Viera en Segunda es una bendición. Un regalo de los dioses.

Se lo dije a Jony, 'jugarás en el equipo que quieras'. Es una pasada. Es el mejor de la categoría de largo. He jugado con futbolistas muy buenos durante mi carrera, pero con ese talento, pues muy pocos. Atesoar el fútbol de calle que se ha perdido. Le gusta entrenar, tiene carácter...Todos se me quedan cortos. Es de largo, de lo mejor del país.

De su periplo en la UD, ¿con qué parada se queda?

Complicada cuestión. Una a Bergantiños, tras un tiro al palo...Otra a Raúl García, una a Halilovic [Sporting].

Despídase de la afición de Las Palmas...

Estaré siempre eternamente agradecido por el cariño con el que me recibieron y despidieron. Fue un placer representar a la UD. Traté de dar lo mejor de mí. Volveré por Gran Canaria por las amistades de mi hijo, que se crío en la Isla. Les diría que mucha suerte, que sigan con el equipo. Son parte importante de la historia, sin ellos, será difícil conquistar el objetivo. Solo que no abandonen al equipo, que los jugadores responderán en todo momento.