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Fondo Indexado o ETF ¿En qué se diferencian? ¿Cuál me conviene más?

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La confrontación entre los defensores de la gestión activa y la gestión pasiva de la inversión sigue siendo uno de los puntos que más controversias genera en el mundo de la inversión. Los primeros defienden que siguiendo diferentes estrategias se puede batir a un índice de referencia (benchmark), y así conseguir la mayor rentabilidad. Los de la pasiva que replicando un determinado índice se consiguen los mejores resultados. El desarrollo de esta última estrategia se basa en diferentes productos, entre los que destacan los fondos indexados y los ETF. Productos en apariencia similares, pero con importantes diferencias que el inversor debe tener en cuenta.

Qué es un fondo indexado

Como su propio nombre indica un fondo indexado es un producto que replica un determinado índice de la forma más exacta posible, por ejemplo el IBEX 35. Para ello compran los activos de la cartera en la misma proporción que se refleja en el índice y tan sólo realizan operaciones de ajuste si el índice cambia. Por ejemplo, si el comité asesor del IBEX 35 saca dos compañías del índice e introduce otras dos nuevas, cambiando también la ponderación del índice, comprará y venderá las acciones necesarias para guardar la misma proporción. Su operativa de compra y venta es la misma que cualquier otro fondo de gestión activa, se realiza a través de la gestora.

Qué es un ETF

Los ETF (Exchange Trade Fund), o Fondo Cotizado, también replican un determinado índice (Bolsa, Renta Fija, Divisas, Materias Primas, etc), pero con una clara diferencia con respecto a los fondos indexados: estos tienen la operativa y cotizan como cualquier acción, lo que permite comprarlos y venderlos como un valor de renta variable en cualquier momento de la sesión (en España de 9:00h a 17:30h), lo cual le distancia en operativa y fiscalidad de los fondos indexados.

Cómo funciona un fondo indexado

Un fondo indexado es sencillo en su operativa y por ello sus costes de gestión son muy bajos. El gestor del fondo tan sólo tiene que preocuparse de replicar el indice y por ello adaptarse los cambios que se produzcan. El cliente compra o vende el fondo a través de su banco, haciéndolo por un valor de liquidación que es único cada día y se determina al cierre de la sesión.

Cómo seleccionar un fondo indexado

A la hora de seleccioanr un fondo indexado es recomendable fijarnos en los siguientes factores:

1. Comisiones: es recomendable comparar el total expense ratio (TER), que incorpora todos los gastos del fondo indexado excepto los de corretaje.

2. Liquidez: un fondo que tenga más assets under management, tendrá una mayor diversificación de su base inversora y por lo general tendrá mayor cantidad de dinero efectivo para atender a los diferentes reembolsos.

3. Tamaño: con el tamaño nos referimos al tamaño de la clase de acciones en las que queremos invertir, ya que un fondo puede tener muchos activos bajo gestión, pero poca exposición al tipo de acciones o sector que realmente nos interesa.

4. Réplica del índice: nos fijaremos a cómo es la indexación del fondo al índice. En este sentido el ratio tracking error nos indicará cúanto se desvía nuestro fondo de las rentabilidades obtenidas por nuestro benchmark. Por otra parte, también deberíamos tener en cuenta el tipo de réplica que aplica nuestro fondo, pudiendo ser física, en la que el gestor compra todos los componentes del índice en la misma proporción en la que se encuentren en el mismo (tracking error más bajo) o sintética.

Cómo funciona un ETF

Un ETF cotiza como si fuera una acción por lo que su valor cambia constantemente a lo largo de la sesión adecuándose a cómo va variando el índice de referencia. Con ello podemos comprar o vender el fondo varias veces en una misma jornada.

Cuáles son las ventajas, beneficios y desventajas de un fondo indexado

La principal ventaja es el acceso económico (con costes más bajos) especialmente a índices de Bolsa internacionales, en los que hacerlo con un fondo de gestión activa es más caro y complejo. La otra gran ventaja es la fiscalidad. Su tratamiento es el mismo al resto de fondos de inversión, por lo que permite que no se tribute si se traspasa a cualquier otro fondo de inversión y sólo hay que pagar el IRPF en el caso de venta (reembolso) del fondo.

En el lado de las desventajas, la primera está en que se centran en indexar índices de renta variable, por lo que su gama es más reducida que la de los ETF. La segunda es que las órdenes se realizan por el precio liquidativo del fondo, marcado por el cierre del mismo, sin que el inversor pueda marcar el precio de compra y venta.

Cuáles son las ventajas, beneficios y desventajas de un ETF

La primera gran ventaja es la enorme variedad de ETF que van desde productos de renta variable, renta fija, divisas y hasta materias primas. Todo ello ha permitido que se apliquen diferentes formas de réplica del índice. Así hay ETF de réplica física que duplica un índice bursátil de forma exacta, comprando los mismos activos que lo componen, y los ETF de réplica sintética, más complejos, ya que se replican a través de instrumentos derivados como swaps.

Su otra ventaja es que cotizan como si se tratara de una acción, lo que nos permite comprar o vender un ETF varias veces en un mismo día e incluso poder dar órdenes de compra o venta a un determinado precio. Por ejemplo, mediante ETF es posible limitar nuestras pérdidas introduciendo órdenes stop loss, algo que no se puede hacer a través de los fondos de inversión.

La principal desventaja es la fiscalidad. En España los ETF tributan, al igual que cada acción, cada vez que se realiza una operación de compra o venta, por lo que no podrás beneficiarte el régimen de diferimiento tributario por traspasos. A diferencia de los fondos tradicionales, las ganancias no serán objeto de retención.

Ventajas de la réplica completa

Dentro de las dos opciones de réplica del ETF también hay una diferencia de riesgo. El ETF que realiza una réplica física y completa del mismo lo hace comprando todos los valores en la misma proporción, con lo que el riesgo es exclusivamente el de la variación del precio de los valores en los que invierte.

En el caso de réplica sintética hay un segundo riesgo, el de contrapartida. El índice se replica a través de un producto derivado o swap, con ello existe el compromiso de que quien realiza este swap reembolsará al fondo la rentabilidad generada por el índice. Por ello existe un riesgo de impago que siempre hay que considerar.

Cómo elegir entre un fondo indexado y un ETF: Qué debemos tener en cuenta

Las diferencias en fiscalidad son importantes, ya que con el indexado podemos beneficiarnos del diferimiento del pago de impuestos y tener una estrategia financiero-fiscal a largo plazo.

Pero además hay que tener muy en cuenta en qué invertimos. Aunque los fondos indexados cubren casi todos los índices bursátiles, si se opta por otros tipos de activos los ETF ofrecen una gama más amplia.

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