Miraia Boya nos ha alegrado el verano. Desde que su caso saltó a las redes la cup ya se ha olvidado de sus ataques turísticos y es que Mireia Boya no es el mejor ejemplo de turismo saludable ni de descamisada.
Esta niña cupaire de «mamá» diputada convergente, con su hotel registrado como una «cuadra», parece que es una ídem.
Los clientes protestan en las redes diciendo, como informa OKDiario, que «huele a cloacas y en las sábanas hay sangre. ¡Claro! es que deben dispensar esponjas marinas en vez de compresas.
En fin, si algún día quiere una experiencia fuerte, parece ser que el hotelito de los Boya se la puede ofrecer. No se pierdan los comentario de los clientes
Categorías:INCREÍBLE PERO CIERTO
En su caso, la borda pirenaica es borde.
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El matxo, como se dice en Cataluña al mulo, huele.
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puaaaaag….que asco.Haver si hay suerte y se arruinan
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