Las lujosas y polémicas casas de los políticos españoles

Alberto Órfão,
Casas de lujo

La noticia de la compra de un chalet por parte de la pareja formada por Pablo Iglesias e Irene Montero ha suscitado numerosas críticas durante las últimas horas.

El líder de Podemos ha visto cómo su crítica hacia Luis de Guindos por comprar un ático de lujo en 2012 al módico precio de 600.000€ se ha vuelto en su contra.

Y es que ahora es el propio Pablo Iglesias quien ha contratado junto a Montero una hipoteca de 540.000 euros, como él mismo ha explicado en un comunicado, para comprar esta vivienda de 2.000 metros cuadrados con piscina. Incluso ha detallado que cada uno pagará 800 euros al mes.

Esta no es la primera vez que la vivienda de un político se convierte en tema de discusión pública.

Sin abandonar el partido político de Montero e Iglesias, el líder de la formación morada en Madrid, Ramón Espinar, ya tuvo la atención de los focos tras conocerse la compraventa de una vivienda protegida sin sorteo público.

Uno de los casos más recientes ha sido el del alquiler de 4.400 euros al mes del expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. El líder independentista, a través de su amigo y consejero Josep María Matamala, se hizo con una residencia de 550 m2 en la ciudad belga de Waterloo con un estupendo jardín de 1.000 metros cuadrados.

Otro expresidente de la Generalitat, José Montilla, no se quedó corto en el año 2009 cuando adquirió un lujoso chalet en Sant Just Desvern por 1,8 millones de euros.

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Pero si hay un colectivo entre los políticos que se ha destacado por la compra de mansiones, estos han sido sin duda los presidentes del Gobierno. Hace apenas unos días, Vanitatis informaba de la venta de la casa de Adolfo Suárez en Ávila por 13 millones de euros. Este edificio construido en los años 70 se ha convertido el único hotel con piscina dentro de la muralla castellana.

Si bien Leopoldo Calvo Sotelo fue presidente durante apenas unos meses, eso no le impidió disfrutar de dos excelentes casas de veraneo. Se trata de la vivienda patriarcal de los Bustelo, construida en el siglo XIX por el abuelo del expresidente del Gobierno, donde pasó gran parte de su infancia o el chalet que el propio Calvo Sotelo edificó a principios de los años 70 y donde veranearía hasta sus últimos días.

En el año 2010, ya retirado de la política activa, Felipe González compró un terreno a la Casa Real de Marruecos para construirse una mansión a pie de playa. Este terreno de 30 hectáreas, que vendería en 2014 después de las polémicas, sería vendido por González por 2,5 millones de euros al rey Salman de Arabia Saudí.

El antiguo líder del PSOE no pudo llevar a cabo su sueño de levantar una casa acristalada de 600 metros cuadrados. Un proyecto liderado por el arquitecto Joaquín Torres. Tras la venta, se tuvo que conformar con una finca de 49 hectáreas en la provincia de Cáceres por cuyo terreno el matrimonio González pagó 425.000 euros.

El presidente Aznar, siendo ya jefe del Gobierno, se trasladó a un chalé en la urbanización de Monte Alina, en Pozuelo de Alarcón, en 1999. La parcela, de 1.608 metros cuadrados, también fue objeto de la polémica en 2003 cuando la familia Aznar-Botella quiso levantar un muro de cuatro metros que no gustó nada a los vecinos.

Sin llegar al alquiler de Carles Puigdemont, pero con un precio superior al de la vivienda de Pablo Iglesias, José Luis Rodríguez Zapatero y Sonsoles Espinosa estrenaron vivienda en 2013, después de dejar la política, por la que pagaban 3.000 euros al mes. El edificio estaba valorado en 800.000 euros y contaba con ascensor interior y piscina en el ático.

Mariano Rajoy, por su parte, tiene dónde elegir. Además de sus propiedades en Galicia, un piso de 97 metros cuadrados en Sanxenxo y otro de 109 en Pontevedra, posee una vivienda de 70 metros cuadrados en el Paseo de la Castellana de Madrid, según El Confidencial. Eso sí, en 2011 la familia Rajoy trasladó su residencia a un lujoso dúplex valorado en aproximadamente 1,5 millones de euros en una exclusiva urbanización de Aravaca.

Pero no solo los presidentes tienen derecho a vivir en una buena casa. El exministro José Bono compró su vivienda en el lujoso barrio de Salamanca de Madrid en 2012 al conocido peluquero Leonardo Straface. Este ático, que ha tenido como inquilinos a futbolistas de la talla de Ronaldo Nazario o Kaká, tiene 291 metros cuadrados y está valorada en 1,6 millones de euros.

Aunque el ático que ha dado más que hablar en los últimos años seguramente sea el del que fuera presidente de la Comunidad de Madrid. Ignacio González adquirió esta vivienda en Estepona en una operación por la que sería imputado bajo los supuestos delitos de cohecho y blanqueo de capitales junto a su mujer, Lourdes Cavero. Un lujoso complejo de la Costa del Sol que le podría salir caro al expresidente.

Eso sí, si ha habido una casa que ha removido todas las bases de la política de este país en algún momento, esta ha sido la mansión del exministro Miguel Boyer e Isabel Preysler. Villa Meona, que apareció ante los españoles en la portada de ¡Hola!, y que marcó el punto álgido de la ‘beautiful people’ socialista de los años ochenta.

 

Este artículo ha sido publicado originalmente por upday España
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