Loading...
Comentarios

-

Ha habido un error al recuperar los mensajes
Cargando mensajes...
Ha habido un error al recuperar los mensajes
Es noticia
  1. España

el industrial, acusado de un fraude de 200 millones

Aristrain busca 'cash' antes del juicio: pide 65 M por el Ferrari más caro del mundo

El magnate del acero pone a la venta su joya más preciada y pasa a su esposa negocios y bienes antes del juicio por defraudar 200 millones. Salva patrimonio por si es condenado

Ferrari solo fabricó 36 unidades del Ferrari GTO 250.

Movimientos en la fortuna de José María Aristrain de la Cruz, una de las mayores, discretas y fascinantes del país. El industrial, acusado de un fraude fiscal de 200 millones, ya puso a la venta su megayate por 29 millones, pero ahora va más allá. Según fuentes del sector, está sondeando el mercado para vender el Ferrari 250 GTO que compró en 2008. Se trata probablemente del vehículo más caro del mundo, del que solo se fabricaron un puñado de unidades. Pide por él entre 60 y 70 millones. Al contrario que sus bienes en España, la colección de vehículos de lujo no está embargada por la Justicia. No es el único movimiento relevante. Aristrain ha dado entrada a su segunda esposa en el control de varias compañías y puso a su nombre el 'velázquez' que compró en 2015 en una subasta en Sevilla. Conforme se acerca el juicio, o hace caja para negociar con Hacienda o todo lo contrario e intenta salvar lo posible de las garras del fisco. Una abogada de Aristrain afirmó que no le constaba ni la venta del Ferrari ni la compra del 'velázquez'.

El 21 de julio de 2011, a primera hora de la mañana, miembros de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) irrumpían en el chalé de Aristrain a las afueras de Madrid. Lo hacían por orden de un juzgado de Pozuelo de Alarcón. Una de las cosas que llamaron la atención a los agentes fue la impresionante colección de coches de Aristrain: Ferraris, Bentley, Rolls, Porches... Entre tanto lujo, quizá les pasó desapercibido el coche más caro del mundo: un Ferrari 250 GTO. Se trata de un modelo del que solo se fabricaron 36 unidades en los 60.

Un experto del sector explica que lo compró en 2008 por 25 millones. En el mercado del lujo, estos coches pueden ser una gran inversión

Una fuente del sector incluso cree tener identificado el de Aristrain: el 250 GTO chasis número 5111. Se trataría del ejemplar con el que un piloto mítico, el francés Jean Guichet, compitió en los sesenta. Acabó en manos del coleccionista Paul Pappalardo. Según publicó Bloomberg en su día, Pappalardo lo vendió en 2013 a un precio récord de 52 millones de dólares a un coleccionista privado desconocido. Pero un intermediario de este sector de lujo cree que esa venta, si se dio, fue de otro coche y que Aristrain lo compró a Pappalardo en 2008 por 25 millones de dólares. Una abogada de Aristrain afirmó que no le constaba ni que el Ferrari GTO estuviese a la venta.

La inversión en coches de lujo puede ser muy rentable para quien conoce el mercado, como es el caso de Aristrain. Junto con la caza son su gran pasión. La oferta para estos coches es muy, muy limitada y la demanda de millonarios crece. Ahora, acuciado por una fianza judicial de 750 millones, con problemas de liquidez y ante un próximo juicio por evadir 200 millones, Aristrain escucha ofertas. Fuentes del sector explican que pide entre 60 y 70 millones de euros —aunque hay quien afirma que pretende llegar por encima de esos números—, una cifra que de momento ha resultado excesiva para los posible compradores. Pero el hecho de que tenga el cartel de 'se vende' es sintomático. Ya hay quien ha contactado con él con mareantes ofertas que sin embargo no llegan a sus pretensiones.

José María Aristrain de la Cruz, en los toros en Sevilla. (Fernando Ruso)

Aristrain está acusado de evadir 200 millones fingiendo su residencia fiscal en Suiza y ocultando sus acciones de Arcelor en Luxemburgo. La fiscalía pide para él 64 años de cárcel y 1.400 millones entre la cuota defraudada y la multa en el mayor caso de fraude fiscal judicializado. Aristrain no ha dado muestras de buscar un acuerdo con Hacienda. Hombre duro, acostumbrado a jugar según sus reglas, no quiere pasar por el aro. Su fortuna procede del imperio del acero forjado por su padre, José María Aristrain Noain, con fama de no haber cedido nunca al chantaje etarra en los años de plomo. Solo el Ferrari y el yate —el 'Steel', acero, un remolcador que reconvirtió en yate de lujo a su medida— le podrían reportar cerca de 100 millones en liquidez. Aristrain tiene una fortuna que 'Forbes' estima en 1.000 millones de euros.

Pero se enfrenta a serios problemas por los embargos. El juez le ha puesto una fianza de 750 millones para afrontar posibles responsabilidades en el juicio y no puede vender sus enormes posesiones en España: la antigua embajada británica y un palacete cerca de la calle Génova de Madrid, el palacete de san Leandro (Sevilla), la finca Valdepuercas (uno de los mayores latifundios de España), otra finca en Sevilla donde tiene una ganadería de lidia... Sin embargo, Hacienda no pidió embargar los vehículos. El argumento era que durante el tiempo que durase la instrucción, los vehículos se iban a estropear en manos de la Agencia Tributaria y a perder su valor, algo que se volvería en su contra si Aristrain gana el juicio. La posible venta del GTO tiene otra derivada. El coche pertenece a la sociedad International Cars Limited, una de las personadas en la causa como responsable civil subsidiaria y que podría tener que responder ante Hacienda en caso de haber condena si el patrimonio embargado no cubre.

Además de la puesta en el mercado del GTO, Aristrain ha realizado otros movimientos. En 2015, la casa de arte Isbilya, en Sevilla, sacó a subasta un 'velázquez'. Se trata de una réplica del 'Retrato de Felipe IV' realizado por el pintor sevillano hacia 1623 o 1626. Es la pintura hermana del retrato de cuerpo entero que se expone en el Prado. El cuadro estaba dañado y restaurado de forma deficiente y salió a subasta por 750.000 euros. Nunca se supo el comprador, pero fuentes del sector confirman que fue vendido a nombre de su segunda esposa, Gema Navarro.

Réplica del retrato de Felipe IV subastado en Sevilla. (Isbylia)

El precio parece bajo para un 'velázquez', pero una fuente que conoce el cuadro explica por qué: "Estas obras de siglos pasados sufren en algunos casos muchos daños e incluso agresiones por malas restauraciones. En estos casos, lo que se conserva de la mano del pintor, al que se atribuye el cuadro, es tan poco que ya pierde mucho interés para un coleccionista de estas posibilidades económicas. Cuando un coleccionista que puede comprar un cuadro de este dinero, ya prefiere invertir en algo mejor. Un mal estado de conservación como el que tiene este 'velázquez' le hace perder muchísimo valor económico, porque también estéticamente, por buena que sea la restauración, se nota bastante y la calidad queda muy disminuida". Además, para exportar estos cuadros hay que pedir permiso a Cultura, lo que reduce su valor porque en caso de necesitar un comprador, tiene que ser un español.

Fuentes conocedoras de los negocios explican que Aristrain está pasando todo lo que puede a su esposa. Que se está haciendo a un lado. La abogada de Aristrain señaló que no sabía si los Aristrain habían comprado ese 'velázquez'. Tampoco confirmó que Aristrain esté dando un paso a un lado en sus negocios. Sin embargo, la gente que le ha tratado se hace una pregunta: ¿qué pretende Aristrain? Si no quiere llegar a un acuerdo con Hacienda —no ha dado muestras de buscarlo en un año—, ir moviendo su patrimonio fuera de las sociedades le permite evitar un posible embargo de la justicia a sus bienes en el exterior en el caso de ser condenado.

Absuelto del impago de alimentos

José María Aristrain es un hombre inmensamente rico. Aun así, afronta pleitos bastante terrenales. Uno de ellos fue el que le llevó al banquillo en Sevilla acusado de abandono de familia por la Fiscalía, que pedía seis meses de prisión por impago de la pensión a su exmujer.

Esta le había demandado, pero en 2015 llegaron a un acuerdo y retiró todas las reclamaciones. La jueza del caso, en una sentencia del pasado mes de diciembre, consideró que "no ha quedado acreditado que desde la fecha del establecimiento de la pensión compensatoria hasta el escrito de 3 de junio de 2015, el acusado haya dejado de abonar la cantidad que en concepto de pensión compensatoria se estableció judicialmente".

La jueza considera que aunque Aristrain dejó de pagar un tiempo la pensión "porque tenía paralizadas judicialmente sus cuentas", el principio de mínima intervención del derecho penal le lleva a no condenar porque las dos partes ya se habían puesto de acuerdo. Así que fue absuelto.

Ver comentarios
José María Aristrain de la Cruz Pozuelo de Alarcón
El redactor recomienda