La firma de hipotecas para la compra de vivienda sigue creciendo en España. Según los datos del INE, entre enero y febrero se han formalizado 67.850 préstamos, unas 10.000 más que el año pasado. Es la cifra más elevada desde 2011.

Tras tocar mínimos en 2013, la mejora de la economía y el empleo está impulsando el mercado residencial y con él, la concesión de nuevos préstamos. Tanto es así que poco a poco se está consolidando una tendencia que ya vimos antes de la crisis: la formalización de nuevas hipotecas supera a la cancelación.

En los dos primeros meses del año, según el INE, se han llevado a cabo 60.246 amortizaciones, lo que permite a 2019 registrar hasta el momento un saldo positivo de 7.604 hipotecas, algo que no sucedía desde 2011.

En aquel ejercicio, justo antes de que se produjera el peor momento de la crisis, mes tras mes se firmaban más hipotecas de las que se cancelaban. El cambio de tendencia se produjo en 2012 y, desde entonces, solo en 16 meses el saldo ha sido positivo y casi todos se han registrado a partir de 2017, coincidiendo con la mejora del mercado hipotecario.

Como se observa en el gráfico, en 2017 las nuevas hipotecas ya superaron a las canceladas en cinco ocasiones, mientras que en 2018 el número se elevó a siete. En este año la tendencia se ha cumplido en los dos primeros meses. Toda una señal de que el desendeudamiento de las familias está cerca de tocar suelo.

“Aún es pronto para avanzar conclusiones, pero hay argumentos que sostienen el final del ajuste de deuda llevado a cabo por las familias: el dinamismo económico y descenso del paro, el elevado peso de la vivienda en la riqueza de las familias y las favorables condiciones de financiación que ofrecen los bancos. Los niveles de deuda familiar, tras el ajuste de los últimos años, siguen por encima de la media europea, aunque también es cierto que la cultura de la vivienda en propiedad en España es mayor que en otros países”, explica José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la Asociación Española de Banca (AEB).  

Este cambio de rumbo es una buena noticia para los bancos, que llevan años lidiando con una caída del saldo vivo hipotecario; es decir, de los millones de préstamos pendientes de pago a los que aplican intereses.

Para hacerse una idea de que está cayendo el saldo vivo hipotecario basta echar un vistazo a los datos del Banco de España. A cierre de diciembre, el volumen de ‘hipotecas vivas’ se situó por debajo de 497.000 millones de euros, frente a los 503.000 millones de diciembre de 2017, marcando así mínimos desde verano de 2006. El récord se registró a finales de 2010, cuando la cifra llegó a superar los 632.000 millones de euros. Así, en ocho años el saldo vivo al que los bancos aplican intereses se ha reducido en 135.000 millones, sin olvidar que en este tiempo los tipos han bajado hasta mínimos históricos.  

A pesar de que la firma de nuevas hipotecas “ayuda al sector financiero a cortar la sangría de pérdida de saldos rentables en sus balances, no olvidemos que las amortizaciones de los préstamos en vigor también presionan estos saldos a la baja, y las hipotecas concedidas en la época del boom cada vez se amortizan más rápidamente; dicho de otro modo, la batalla para los bancos aún no está ganada”, sostiene Juan Villén, responsable de idealista/hipotecas.

Desde la Asociación Hipotecaria Española (AHE) consideran que no hay razones para pensar que esta tendencia va a terminar a corto plazo. Tal y como señala Santos González, presidente de la AHE, “el mercado hipotecario está consistente, pero prudente, apoyado en la alegría económica, en unos precios de la vivienda que están en niveles razonables en la mayor parte de las ciudades, unos bancos proclives a conceder hipotecas y unos tipos de interés históricamente bajos. Por eso, esperamos que 2019 sea un buen año, entendiendo como tal un crecimiento moderado. Creemos que este año se puede equilibrar el saldo vivo hipotecario, después de años de caídas y deterioro de los balances y de los ingresos bancarios”.

La patronal bancaria también prevé un buen comportamiento del mercado hipotecario, sobre todo después de los últimos datos que se han publicado. “Son coherentes con el elevado dinamismo que sigue mostrando el sector residencial y con la oferta de financiación de las entidades de crédito para hacer posible la principal decisión patrimonial de las familias. La moderación del ritmo de crecimiento en el número de hipotecas continua la normalización del mercado tras la incertidumbre judicial sufrida a finales del año pasado”, concluyen desde la AHE.

Tengo más de 10 años de experiencia en información económica y formo parte de idealista/news desde 2015. No hay nada como analizar los números para entender de dónde venimos, en qué punto estamos y hacia dónde vamos, sobre todo en un sector tan apasionante y amplio como el inmobiliario. Me encanta trabajar en equipo y buscar un punto de vista diferente de todo lo que nos rodea.