El desplome de la encina milenaria del Valle de Alcudia, emblema comarcal, ha sumido de tristeza a senderista, ecologistas, amantes de la naturaleza y vecinos del entorno, la provincia y el país (hasta el periódico La Vanguardia, editado en Cataluña, se ha hecho eco de la noticia) que adelantó ayer Lanzadigital.com.
Pero la vida continúa y la Asociación de Turismo del Valle de Alcudia (Aseturva) se repone de la tristeza tirando de imaginación: quieren sembrar bellotas con las que disponer de un vivero que les permita replantar, a ser posible en terrenos públicos, 50 ‘hijas’ de la mítica encina.
Lo explica la presidenta de Aseturva, Conchi Sánchez Tello: “Hemos convocado una junta urgente que celebraremos el miércoles con el único punto de tratar la caída de la encina milenaria y hacer algo simbólico para que no se pierda su memoria”.
“Hemos creado un falso mito”
Sánchez Tello prefiere evitar la polémica abierta en las redes sociales en busca culpables (la Junta, los dueños e incluso la dirección del parque natural) de la pérdida de este árbol singular, “lo cierto es que está en una finca privada, rodeada de ganado, que no se podía visitar sin autorización. Hemos creado un falso mito, la encina se ha estado publicitando por parte de administraciones como la Diputación cuando no se podía contemplar, en mi opinión eso ha sido un error”.
Otros árboles majestuosos: ‘el abuelo’ de Fuencaliente
La encina milenaria no es el único árbol majestuoso del valle, “en Fuencaliente tenemos otro árbol centenario, el roble conocido como ‘el abuelo’ que se puede visitar sin problemas y tenemos en marcha otros proyectos. La encina milenaria no está pero toda la belleza del valle sigue intacta”.
Para el vivero de bellotas la asociación pretende contactar con una experta en este tipo de viveros de encina. En paralelo elaborarán una carta para hacer llegar a las administraciones.
EA culpa a la Consejería de Medio Ambiente por omisión
Sin embargo Vicente Luchena, de Ecologistas en Acción del Valle de Alcudia, es muy crítico con lo ocurrido y responsabiliza a la administración regional por omisión. “Si no se hubieran permitido las podas salvajes que han hecho los propietarios de la finca la encina habría durado mucho más. El viento lo que ha hecho es acelerar su muerte”.
Luchena señala que se ha autorizado la poda de ramas de hasta 80 centímetros de diámetro, “que le han ido quitando gran parte de la copa que impedía que entrara el viento”.
El portavoz de Ecologistas en Acción también cuestiona que se haya consentido a los dueños de Hato Blanco, la finca en la que se asienta, cortar un camino, “desde hace bastante tiempo para visitarla había que pedir cita previa a un teléfono que indican en el desvío en el que está señalizada”.
Starlight, Sisapo y atardeceres
La pérdida de la encina milenaria es una contrariedad para todo el Valle de Alcudia pero pese al desastre la asociación de empresarios de turismo ve “bastante futuro” en la zona. Siguen pendientes de obtener la certificación Starlight , que destaca los cielos idóneos para la observación astronómica y sus potencialidades para desarrollar actividades turísticas, y en breve se incorporará un cuarto municipio, Cabezarrubias del Puerto, al Museo de Atardeceres al que ya pertenecen Almodóvar del Campo, Brazatortas y Fuencaliente.
Un banco colocado en lugares singulares de cada localidad y un panel explicativo sobre el atardecer han conseguido atraer a muchos turistas desde que Aseturva presentó su museo en Fitur. “La idea es organizar concursos de comparte tu atardecer en la zona y sortear estancias en alguno de los alojamientos que ofrecemos en el valle”, subraya Sánchez, propietaria de la casa rural Don Tello y el hotel rural Sisapo.
En cuanto a la musealización del yacimiento romano de Sisapo, en la pedanía de La Bienvenida, el Ayuntamiento de Almodóvar está interesado en comprar los terrenos que permitan crear un centro de interpretación, al estilo de la Motilla del Azuer o Cerro Gordo que dote de contenido a la visita. Y además Almodóvar está preparando actividades por el año jubilar de San Juan de Ávila.