No todos los días se cumplen 106 años y se disfruta de una buena salud y de un sentido pleno. Eso es lo que le sucede a Isabel Fernández Cortes que nació en Santa Cruz de Mudela un 27 de agosto de 1915 y que desde el año 2003 está ingresada en la residencia “Santo Ángel” en Ciudad Real.
“Isabel es la menor de 10 hermanos, ya solo vive ella, y desde muy joven trabajó como costurera”, nos cuenta una de sus sobrinas, Carmen Medina Fernández, que se ha desplazado hasta la residencia para celebrar el cumpleaños de su tía a la que le ha llevado bombones, a ella le encantan, y algunos regalos más.
Añade que Isabel era una mujer muy querida en Santa Cruz de Mudela donde todos la recuerdan con inmenso cariño. Soltera, no tuvo hijos, le quedan varios sobrinos “con los que siempre ha sido muy cariñosa y nos ha ayudado mucho”. La pena es que la gran mayoría viven en otras provincias y no se han podido desplazar, entre otros motivos por la pandemia del Covid-19, hasta Ciudad Real para estar con ella este día.
Completamente lúcida Isabel tiene sordera y una vista “de lince”, explica sonriente la trabajadora social del centro, Arancha Caballero. Está contenta y es feliz junto a sus compañeros, el personal y las monjas del “Santo Ángel” que tan bien la están cuidando. Su sobrina, Carmen, está convencida de que está teniendo una larga vida por los extraordinarios cuidados que recibe de todo el personal y el inmenso cariño que le profesan.
Un día de fiesta en la residencia
Y en la residencia “Santo Ángel” están viviendo esta jornada de viernes como un día de fiesta. El cumpleaños de Isabel no es uno cualquiera ya que ella es en la residente de mayor edad con el que cuenta el centro, un total de 90, ha explicado a Lanzadigital la directora, la hermana Remedios.
Junto a todos los residentes ha celebrado por todo lo alto, en su magnífico jardín exterior, una pequeña fiesta, con tarta incluida, en la que todos, hermanas, trabajadores y residentes, han entonado el cumpleaños feliz.
En la residencia “Santo Ángel” siempre se respira un ambiente muy agradable y acogedor. Cuenta con un total de 90 plazas gestionadas por más de 40 empleados. Se trata de una residencia de ancianos concertada de gestión privada por las religiosas Siervas de los Pobres.