La Palma

El plátano de Canarias en peligro: el volcán ya ha arrasado 300 hectáreas de plantaciones

Un tercio de la producción total de la fruta proviene de la isla que afecta al 50% de los puestos de trabajo

Dos agricultores llenos de ceniza recogen las piñas de plátanos con la `podona´, una especie de hoz, antes de que la lava del volcán de Cumbre Vieja llegue a las plantaciones.
Dos agricultores llenos de ceniza recogen las piñas de plátanos con la `podona´, una especie de hoz, antes de que la lava del volcán de Cumbre Vieja llegue a las plantaciones.Kike RincónEuropa Press

Fuente de potasio, vitamina C y manganeso. Estas son las grandes cualidades conocidas de uno de los alimentos estrella en los hogares españoles, el plátano de Canarias. Además, cuenta con un bajo nivel de grasa y fuente natural de fibra que lo convierten en un manjar muy interesante para la población general.

Pero también tiene algún beneficio extra que en los últimos meses ha cogido relevancia, la vitamina B6. Esta, contribuye al mejor funcionamiento del sistema inmunitario, algo que en mitad de una pandemia se convierte en imprescindible.

Todo ello ha conseguido que el alimento sea ampliamente reconocido en todo el mundo consiguiendo el sello de Indicación Geográfica Protegida (IPG), único en el mundo. Ahora, por desgracia, su cultivo podría verse mermado debido a la erupción volcánica en la isla de La Palma, lo que ha sembrado las dudas de su abastecimiento de cara al futuro.

La isla de La Palma es, con datos del 2020, la segunda productora de este alimento con casi 150 millones de toneladas anuales. Esto supone superar a islas de mayor tamaño como Gran Canaria y representar un tercio de la producción total del plátano autóctono. Esto ha provocado que los efectos del volcán hayan despertado los peores presagios para los agricultores.

En 2020 el archipiélago produjo 430 millones de toneladas de plátano autóctono, de las cuales el 34% provenían de La Palma. Con estos datos, todo parece indicar que el volcán puede suponer un gran problema para los productores y dañar gravemente la economía de la isla.

Un 50% del trabajo de La Palma está relacionado con el cultivo de la fruta, lo que hace suponer que el daño será directo. La erupción del volcán Cumbre Vieja el pasado 19 de septiembre hizo despertar todas las alarmas del sector agrícola. Tres semanas después los mismos agricultores ya han alertado que el clima y la falta de agua podría empezar a provocar un estrés en las plantas que traería muy malas consecuencias a las futuras cosechas.

Los efectos del volcán, además, ya se han empezado a notar directamente al haber destrozado varias tuberías que transportaban agua para el cultivo. Así las cosas, los daños en los productores ya se han cifrado en más de 30 millones de perdidas y se desconoce a cuanto podría llegar en un futuro.

Tras tres semanas desde el inicio de la erupción el volcán ya ha arrasado directamente con las lenguas de lava a más de 300 hectáreas de plantaciones, un 10% de la producción. Los expertos, además, aseguran que se trata de las zonas más rentables de la isla. Otro de los problemas a los que tendrán que hacer frente los productores será el de la infertilidad de la zona en las décadas venideras.

Ahora, a la espera del desarrollo de los efectos derivados por la erupción, las exportaciones podrían sufrir ralentizaciones. Además, esto puede favorecer al principal enemigo en el mercado al plátano de Canarias, la banana procedente de otros lugares del mundo.

Diferencias entre el plátano y la banana

Como ya se ha repasado el plátano de Canarias posee cualidades que lo hacen un alimento único. Aún así, a lo largo de las últimas décadas, los productores han tenido que hacer frente a la llegada de las bananas en nuestro país que han conseguido entrar con fuerza.

Este, a diferencia de los procedentes de algunos puntos como Ecuador, Colombia o Camerún, tarda 6 meses en alcanzar su punto de madurez. Un tiempo que lastra su abastecimiento a favor de las variedades extranjeras que necesitan la mitad de tiempo para llegar a las tiendas.

Además, al ser de producción europea a diferencia de la banana, el plátano de Canarias consigue superar todos los estándares de control fitosanitarios, de medio ambiente y seguridad alimentaria. Estos, mucho más exigentes que las otras variedades, le otorga un mayor prestigio en el mercado.

Producción de cada isla

Aunque con distintos tamaños y poblaciones todas las islas que conforman el archipiélago canario producen la variedad. Aun así, su distribución es desigual entre ellas. La líder de 2020 fue la Isla de Tenerife con más de 180.000.000 toneladas lo que representó un 42,50% del total. Por detrás estuvo, como se ha explicado anteriormente, La Palma y en tercera posición se encontraba Gran Canaria con 90.000.000 de toneladas, un 21%.

En menor medida se encuentran La Gomera y El Hierro con 5 y 3 millones respectivamente. Por último, la lista la cerraron el año pasado Fuerteventura y Lanzarote. Todas ellas, eso sí, distribuyeron tanto a la península como al resto de islas.