El sector ideológico que se identifica con la etiqueta de constitucionalismo se está moviendo para recomponerse en Catalunya tras los malos resultados electorales de las últimas autonómicas, en las que la irrupción de la ultraderecha y el avance de los socialistas dejó a los dos partidos del centroderecha contrarios al nacionalismo catalán en su mínima expresión, con seis escaños para el antaño arrollador Ciudadanos y tan sólo tres para el Partido Popular.
Según ha adelantado el diario Abc y ha confirmado La Vanguardia en conversación con algunos de los impulsores, varios intelectuales y políticos están ultimando un manifiesto para reivindicar el espacio político que en el momento álgido del procés, de la mano de Societat Civil Catalana, congregó a cientos de miles de personas en las calles de Barcelona para mostrar su oposición a la independencia de Catalunya.
Los firmantes del manifiesto, entre los que se encuentran los escritores Valentí Puig y Ferran Toutain, que estuvo en el grupo fundador de Ciudadanos en el 2006, comparten la preocupación por la situación política de Catalunya, con un gobierno independentista y una oposición socialista poco beligerante e incluso "en connivencia", a su juicio, con los postulados del separatismo. Y temen la posibilidad de que, ante la falta de tirón electoral del centroderecha constitucionalista, se reedite un tripartito de izquierdas en Catalunya con ERC, el PSC y los comunes, a imagen y semejanza del Gobierno español.
Pero no se resignan y, de la misma manera que un manifiesto impulsado por un grupo de intelectuales en el 2005 sirvió de embrión para el nacimiento de Ciudadanos un año más tarde, estos intelectuales y personalidades de la sociedad civil, entre los que también está Joan López, empresario y exdiputado del PP, han iniciado un proceso de captación de figuras públicas para que, con su adhesión, proyecten al máximo el alcance del nuevo manifiesto, que se presentará en los próximos días.
Joan López explica que el movimiento obedece a la "infrarrepresentación" que, en opinión de sus impulsores, padecen los catalanes no independentistas no sólo en el Parlament sino también en el Congreso, donde en tres de las cuatro provincias catalanas (Girona, Lleida y Tarragona) los partidos que los representan no obtuvieron escaño en las últimas generales y "250.000 votos fueron a la basura". Por esta razón, insiste Joan López, es necesario un proyecto que pueda "agrupar" ese electorado y constituirse en "alternativa política en España". "No es un problema de los catalanes, sino nacional", subraya, por lo que llama a "agitar el tronco para que pase algo".
"La política de cesiones, las mesas bilaterales de negociación y posibles amnistías blanquean a los que pretenden que miles de catalanes nos sintamos extranjeros en nuestro propio país. La equidistancia, cuando no apoyo directo al independentismo, de una parte importante de la sociedad civil y empresarial de Catalunya ha hecho posible que el independentismo se mantenga en las instituciones", se lee en el manifiesto, que señala los años del procés como "una década de fractura social".
El documento cuestiona la negociación de los gobiernos central y catalán por entender que este último sólo representa a la mitad de los catalanes: "Los catalanes no independentistas no podemos volver a ser moneda de cambio de intereses políticos a escala nacional", lamentan los firmantes. "Debemos ser políticamente fuertes para que la negociación de la presidencia del Gobierno o los presupuestos no queden en manos de las prioridades políticas de grupos nacionalistas y populistas, sino que podamos influir para que el Gobierno active una agenda reformista", recetan.
"Miramos con enorme respeto las iniciativas de la sociedad civil constitucionalista", han indicado a La Vanguardia fuentes del PP de Catalunya al conocer el anuncio del manifiesto, cuyo contenido, en todo caso, no conocen al completo. Y lo mismo piensan en Ciudadanos sobre una iniciativa "orientada a superar la hegemonía nacionalista que tanto daño está haciendo a Catalunya". "Lo que sucede en Catalunya es cuestión de Estado y afecta al conjunto de españoles. Queremos una Catalunya líder, leal con el conjunto de España, no una Catalunya que se proclame distinta o superior", concluye el manifiesto.