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La SEPI le prestó a Navantia este año otros 90 millones para salvar las cuentas

Economía

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La firma elevó ventas y pedidos, pero se anotó las mayores pérdidas de su historia

11 Sep 2023. Actualizado a las 19:51 h.

Navantia aumentó el pasado año su cartera de pedidos, sus ventas y su cifra de negocio. Pero no evitó con ello que sus pérdidas se disparasen. Hasta convertirse en las mayores de su historia. En total, sus números rojos alcanzaron los 229,7 millones de euros, 62 más que los registrados solo un año antes, acentuando así su complicada situación financiera.

Ya en el 2015, y para evitar que los astilleros públicos concurrieran en causa de disolución, su único accionista, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), había convertido tres créditos que le habían sido concedidos a la compañía para desarrollos tecnológicos militares en préstamos participativos.

En el 2016, la situación se repitió. Las pérdidas superaban los 229 millones y el patrimonio neto había disminuido hasta los 23 millones, por lo que, para evitar la quiebra, la corporación que preside Pilar Platero le concedió en marzo de este año otro préstamo participativo. Esta vez de 90 millones. Este tipo de créditos computan como patrimonio neto y permiten a la empresa que los recibe devolverlos con un mayor o menor interés dependiendo de si obtiene ganancias o pérdidas. En total, la SEPI tiene firmados por esta vía con Navantia 360,7 millones.

Las cuentas de la empresa que pilota Esteban García Vilasánchez muestran que, tanto en el capítulo de las ventas como en el de la cifra de negocio, Navantia mejoró en el 2016 con respecto al ejercicio anterior, por lo que la rentabilidad de los encargos queda en entredicho. Así, se aproximó a los mil millones de euros en nuevas contrataciones y situó su cartera de pedidos en 2.163 millones, frente a los 1.876 del año anterior. Los ingresos totales alcanzaron los 710 millones, 22 más que en el 2015.

Lejos de la plena ocupación

Pese a la mejoría en la actividad, los contratos con los que cuentan las factorías públicas no son suficientes aún para generar plena ocupación, ya que esta llegó al 77,6 % en la empresa, bajando hasta el 70 % en el ámbito de la construcción naval y superando el 85 % en el de las reparaciones. No obstante, durante el pasado ejercicio, Navantia acusó un gran descenso en la cifra de negocio de la división de reparaciones. Así, si en el 2015 la cartera de pedidos de este segmento -que tiene gran importancia en la ría ferrolana- estaba valorada en 61,2 millones de euros, solo un ejercicio después cayó hasta los 44,6. Especialmente acusado fue el desplome en la reparación de buques gaseros, en los que están especializadas las plantas gallegas. Si bien en el 2015 se efectuaron obras en 138 barcos de transporte de GNL, un ejercicio después esa cifra se rebajó hasta los 98. La tendencia a la reducción continúa este año. En cambio, la fábrica de Turbinas, ubicada en Ferrol, elevó ligeramente su nivel de pedidos.

 


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