Duro Felguera perdió en el primer semestre 11,13 millones de euros, el 90,22% menos que los 113,88 millones que declaró como pérdidas en el mismo periodo del año anterior, y el “ebitda” o resultado bruto de explotación, aunque siguió siendo adverso por un valor de 13,02 millones, mejoró el 87,34% frente a los 102,88 millones negativos de un año antes.
La mejora del resultado se produce pese a que la facturación de grupo entre enero y junio fue 40 millones, el 43,5% inferior a los 70,8 millones que ingresó el grupo por ventas en el mismo semestre de 2020.
Pese a los efectos de la crisis del covid en los mercados internacionales aún durante el semestre y al retraso en la disposición de avales bancarios y en el acceso al rescate público, la compañía contrató obra por valor de 22,14 millones, aunque esta cifra fue 57% inferior a los 52,37 millones que logró en los seis primeros meses del año pasado. Esta menor captación de carga de trabajo y las ventas realizadas por obra ya ejecutada mermaron la cartera de contratos pendientes en 126,13 millones (una caída del 52,85%) y la situaron a finales de junio en 234,21 millones, de los que el 91% corresponde a proyectos en el extranjero. La plantilla se mantiene por encima del millar de personas (1.115 empleados), aunque se ha reducido en 58 trabajadores respecto a doce meses antes.
La deuda neta se acrecentó el 317%, tras pasar de 23,04 millones a 96,17 millones, y la deuda financiera bruta se sitúa en 136,6 millones, con una posición neta de tesorería negativa de 96,17 millones. La compañía está pendiente de recibir los 80 millones del segundo tramo del rescate estatal aprobado en marzo por un importe de 120 millones y del que ya recibió en mayo 40 millones. El segundo desembolso se producirá antes del 30 de noviembre según el nuevo plazo comprometido. Duro Felguera dijo anoche que “la reestructuración financiera global en los términos que se incluyen en su plan de viabilidad” –y que “espera que se concrete de modo inminente”– “permitirá el reequilibrio patrimonial y financiero de la compañía”.
La dirección de Duro Felguera comunicó al mercado que se ha reactivado el proyecto Djelfa, en Argelia (una central térmica de ciclo combinada, adjudicada al grupo asturiano en 2014 por 544 millones), tras varios meses de bloqueo, y sobre el que tienen “expectativas favorables en costes, gestión de reclamaciones y gestión del proyecto”. Duro aseguró anoche que “se ha avanzado favorablemente en la gestión de litigios con clientes” y que tiene “expectativas favorables de resolución de forma positiva” de algunos casos, lo que permitiría obtener “buenos resultados en los próximos meses”. La ingeniería agregó que sus “expectativas comerciales son optimistas” para acceder a nuevos contratos, mejorar sus resultados y cumplir los objetivos de su plan de viabilidad.