Ha llegado el momento. Este viernes se estrena por fin Joker, la película de DC protagonizada por Joaquin Phoenix que da vida al popular villano de Batman. Los críticos que ya la han visto han aplaudido unánimamente el resultado y hablan de una actuación legendaria del actor protagonista. Junto a él un maestro, Robert de Niro, con un papel secundario. Un elenco de lujo, pero que trajo algunos dolores de cabeza al director, Todd Philips, por los ‘piques’ entre ambos que derivaron en tensión.
En una entrevista a Vanity Fair, Philips desveló que los problemas surgieron después de que De Niro exigiera reunir a todo el reparto para ensayar el guión en una mesa de lectura a lo que Joaquin Phoenix se negó por alejarse de su método de actuación, basado en “dejar que las cosas sucedan”. “Yo estaba en una posición muy difícil porque Joaquin me decía ‘no voy a hacer una puta lectura, de ninguna manera’ y Bob (Robert) respondía ‘yo hago lecturas antes de empezar a grabar. Eso es lo que hacemos (los actores)’”, desveló el director.
Finalmente Philips logró que ambos acudieran a su oficina en Manhattan con los demás actores para hacer la lectura, pero había tanta tensión que De Niro se llevó a Phoenix a un lugar apartado para hablar a solas tras lo que el veterano actor tranquilizó al intérprete de Joker.
A pesar del acercamiento, en el set de rodaje había nula relación. “El primer día nos dimos los buenos días y más allá de eso, no recuerdo si hablamos más. No me gustaba hablar con él en el set”, reconoció Phoenix a Vaniti Fair sobre el rodaje. “No había necesidad de hablar de nada. Simplemente dijimos, ‘Vamos a hacer el trabajo. Que los personajes se relacionen entre sí’. Esto lo hizo más simple y no hablamos. No había razón para hacerlo”, justificó De Niro.