La Voz de Galicia

Una pelea en el Pontevedra-Arousana acaba con dos jugadoras en el hospital

Deportes

López Penide Pontevedra / La Voz

El entrenador visitante también tuvo que ser atendido y el partido fue suspendido

14 Mar 2016. Actualizado a las 08:51 h.

El encuentro que disputaban ayer el Atlético Pontevedra Feminas contra el Arousana, correspondiente al grupo segundo de la Segunda División Femenina, terminó antes de tiempo. El árbitro se vio obligado a suspender el partido después de producirse una tangana que terminó con el entrenador del conjunto arousano y dos jugadoras -al parecer, una por cada equipo- en el Hospital Domínguez.

La Policía Nacional ha abierto unas diligencias que, previsiblemente, serán remitidas al juzgado de guardia para que instruya el correspondiente procedimiento judicial para identificar a los agresores. Y es que la patrulla que se desplazó al campo de fútbol de A Xunqueira, en Pontevedra, se encontró versiones totalmente contradictorias de cómo se produjo la reyerta.

Al parecer, todo comenzó cuando el árbitro pitó una falta contra el Arousana que, presumiblemente, provocó el enfado del entrenador de este equipo. Todo parece apuntar en la dirección de que, en un momento dado, invadió el terreno de juego siendo amonestado y expulsado.

Es en este punto donde empiezan a surgir las discrepancias. Desde el Arousana señalaron que su entrenador se disponía a abandonar el campo cuando una jugadora del equipo rival se fue contra él, una acción que, siempre según esta versión, espoleó a otras futbolistas de la ciudad del Lérez.

Añadieron que si bien, su entrenador consiguió zafarse de esta jugadora, no pudo evitar recibir el impacto de una bofetada en su rostro. «No es normal. Todos sus partidos terminan en tanganas», manifestaron, al tiempo que anunciaron que están a la espera de conocer el contenido del acta arbitral para actuar en consecuencia. Por su parte, el adiestrador ha anunciado la interposición de una denuncia ante la Policía Nacional de Pontevedra.

Asimismo, dejaron entrever que la lesión de la integrante del Atlético Pontevedra Féminas pudo ser provocada por las patada de sus propias compañeras.

Este extremo lo rechazan de plano en el seno del club capitalino, desde el que consideran que fue el entrenador rival el que le dio una patada en el estómago a una de sus jugadoras. Señalaron que, si bien fueron tres las jugadoras pontevedresas agredidas, solo una fue al hospital porque recibió un fuerte golpe a la altura del hígado y optaron por una medida preventiva.

Relataron que, tras ser expulsado, el adiestrador del Arousana «se puso como loco. Cruzó el campo, chocó con la chica, la empujó y le dio la patada». Añadieron que el partido se suspendió por el abandono del equipo contrario.


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