221º aniversario de la histórica localidad Antajé  

En coincidencia con la conmemoración patronal en honor a San Roque.

Por Guillermo Sebastián Tagliotti.

Este lunes se conmemoran dos sucesos muy importantes para el interior rural del departamento Banda: el 221º aniversario de la localidad Antajé (declarado Pueblo Histórico en 2013), y la celebración patronal en honor a San Roque; en el marco de las restricciones vigentes a causa de la pandemia del Covid-19.

En este sentido, el comisionado municipal Diego Díaz situó como referencia que “nosotros estamos a 13 kilómetros de la ciudad de La Banda, al norte, por la Ruta 34, camino como viniendo de Salta, doblando cerca de una balanza de camiones que está en la Ruta 176, donde tenemos que doblar a la derecha y de ahí continúar 3 kilómetros”.

“Antajé es una comunidad que en 2013 fue declarado Pueblo Histórico por la Cámara de Diputados porque aquí han vivido gobernadores como Máximo Ruiz y Absalón Rojas y su hijo Ricardo. Tenemos su casa histórica aquí, que hace pocos días en la última visita del gobernador Dr. Gerardo Zamora se anunció que será restaurada, con lo cual vamos a poder cumplir otro anhelo en el marco de la gestión, porque la verdad que viene mucha gente a visitarla, Escuelas, de las Universidades vienen a hacer sus trabajos de historia, y es un proyecto muy importante”, indicó.

Asimismo, destacó: “somos un pueblo que hemos crecido bastante con el apoyo del Gobierno Provincial. Aumentamos las viviendas, hicimos muchas viviendas sociales en la zona, y hasta un barrio también aquí en el casco urbano. Estamos muy contentos con eso, también por toda nuestra historia y por nuestra iglesia que, según se dice es jesuita, tiene muchísimos años y entre todos la mantenemos hermosa”.

“Este año también sumamos pavimento articulado a través del Gobierno Nacional, y con apoyo provincial reconvertimos y ampliamos la iluminación pública a sistema LED”, agregó. “Otras de las concreciones recientemente habilitadas fue el portal de entrada al pueblo. Agradecemos al gobernador Zamora, como así también al compañero y amigo senador nacional José Emilio Neder, que siempre nos apoyan en las gestiones emprendidas”, sostuvo Díaz.

Historia

Sobre la rica historia de Antajé, hay aspectos para muchos desconocidos de este punto del territorio santiagueño que fue la sede del poder político de la provincia en el siglo XIX.

En principio, se trata de un lugar que ya existía como asentamiento poblacional muchos años antes de que el español Francisco de Aguirre haya fundado la ciudad de Santiago del Estero; y también otra de sus particularidades es que es un pueblo desde donde se gobernaba la provincia, por lo cual adquirió una gran importancia política especialmente durante los años 1860 y 1870.

Fue tal la importancia que tuvo políticamente este pueblo para la provincia, que durante el siglo XIX dio cinco gobernadores. Entre ellos Adolfo y Maximio Ruiz y Absalón Rojas (padre del poeta Ricardo Rojas), de quien se sabe fue el que instaló el concepto de los servicios públicos.

Sobre esto, abundan en su infraestructura conceptos de la construcción de la época colonial. Es un pueblo con muchas construcciones que datan de hace cientos de años. Son construcciones de la época colonial con detalles que sorprenden. Por ejemplo, la casa de los Ruiz, uno de los gobernadores, está construida sobre sótanos; y la de Absalón Rojas, tiene túneles que conducen desde la casa hasta las caballerizas y hasta el río. Esas construcciones estaban destinadas a escapar, no de los malones que venían a robar, sino de las fuerzas del ejército. Incluso, tienen miradores desde donde se advertía la llegada de las tropas.

Casona de Ricardo Rojas

Edificaciones que datan de mediados de 1800 y dan cuenta de estilos arquitectónicos exquisitos que simbolizan poder y progreso, evidencian que una parte importante de la historia provincial se desarrolló en Antajé. Entre ellas, envuelta por el monte, la histórica casona del escritor Ricardo Rojas atesora entre sus paredes anécdotas de su infancia y un pasado de grandeza.

Hijo de quien fuera gobernador de Santiago del Estero (en dos períodos entre 1886-1889 y unos meses en 1892), pasó su infancia en Antajé, la que tuvo que abandonar para seguir sus estudios académicos en Buenos Aires. Se destacó como escritor que defendió la identidad nacional, sin despojarse de su origen y de su tierra trató de mantener vivo el pasado indígena americano en contraposición a la influencia internacionalista de las vanguardias europeas de la primera posguerra.

Revalorizar la riqueza histórica y la vida intensa que tuvo dicho asentamiento, es una sensación que se genera ni bien uno entra a recorrer la ruta que atraviesa el poblado: al observar las fortalezas que se elevan por sobre el resto de las construcciones, se advierte que una porción de la historia se desarrolló intensamente en Antajé.

Maximio Ruiz

Maximio Ruiz (Antajé, Santiago del Estero, mayo de 1837 – Santiago del Estero, 1902); fue un comerciante, hacendado y político argentino que ejerció como gobernador de la provincia de Santiago del Estero entre 1889 y 1892. Hijo de Pastora Alvarado y Manuel J. Ruiz, hacendado de la zona de Antajé.

Se enroló como oficial para la Guerra del Paraguay, y posteriormente se radicó por un tiempo en la provincia de Entre Ríos, donde tuvo negocios con Justo José de Urquiza. Durante unos años se desconoce su paradero, hasta que -tras la caída de los hermanos Taboada- regresó a Santiago del Estero, donde se dedicó al comercio, a la ganadería y a la producción de vides y vinos.​

En 1878 comenzó su actuación política, ejerciendo repetidamente como diputado provincial, y luego senador nacional. En el año 1889 fue elegido gobernador de su provincia, para suceder al caudillo local Absalón Rojas,​ que fue elegido senador nacional.​

Asumió el cargo el 7 de octubre de 1889, llevando como ministro de Gobierno a Octavio Sosa, que luego sería reemplazado por Pablo Lascano; y de Hacienda a Jesús Fernández, que luego sería reemplazado por Gelasio Lagar. Durante su gestión se extendió el riego en la zona de influencia del río Dulce, se cavaron nuevos canales y una compuerta de riego principal, sobre la base de un impuesto particular para este servicio, y se realizaron obras de defensa para los casos de crecientes del río. Se creó un registro de Bienes Raíces y otras medidas tendientes a reorganizar los ingresos públicos. Se dispuso un impuesto particular para la explotación forestal, y otro para el alumbrado eléctrico.

Organizó servicios de mensajería, de recolección de basura, se organizó la compra de medicamentos para el Hospital, el servicio de serenos, y se construyeron varios caminos. En 1890 llegó a La Banda el Ferrocarril Central Argentino, ante lo cual el gobierno mandó construir un puente ferroviario -el llamado Puente Negro- entre esa ciudad y la capital, permitiendo la llegada del primer ferrocarril de trocha ancha a la ciudad. En 1891, a raíz de una epidemia de viruela, se mejoró el sistema sanitario de la ciudad y se inició la instalación de agua corriente en la capital.2​ También se proyectaron dos líneas férreas, para comunicar el centro de la provincia con las localidades de San Pedro de Guasayán y con Lamadrid (Tucumán); ninguno de los dos proyectos se concretaría.​

Se crearon algunos nuevos municipios, y se fundó los pueblos de Atamisqui, Fernández, Herrera, Icaño, Pinto, San Martín (actualmente Loreto) y Suncho Corral. Se construyeron nuevas escuelas, llegando a 201 escuelas en toda la provincia.2

El 23 de junio, las fuerzas policiales se sublevaron, obligando a renunciar al gobernador; el vicegobernador cablegrafió al presidente Carlos Pellegrini, que ordenó al regimiento de infantería acantonado en la ciudad reprimir la sublevación. Casi sin derramamiento de sangre, el gobernador Ruiz reasumió el mando.2

Ese mismo año se fundó el diario El País, dirigido por Mariano Gorostiaga, para oponerse al gobierno, pero la elección de Absalón Rojas pareció terminar con todas las discusiones y conflictos.​ No fue así: Rojas duró apenas 12 días en su cargo, hasta que una revolución lo derrocó y la intervención federal permitió la victoria del jefe del partido adversario, Gelasio Lagar. Tampoco este lograría completar su mandato, que fue interrumpido por una nueva intervención federal. A esta le sucedió Adolfo Ruiz, sobrino del exgobernador.

Maximio Ruiz pasó sus últimos años alejado del poder, y falleció en el año 1902.2

Adolfo Ruiz

Adoldo Ruiz (Antajé, 1855 – Santiago del Estero, 23 de septiembre de 1906), fue un hacendado y político que ejerció como gobernador de la provincia de Santiago del Estero entre 1895 y 1898.

Hijo ilegítimo de Hilarión Iramain y Luisa Ruiz, era sobrino de Maximio Ruiz, que llegaría a ser gobernador entre 1889 y 1892. Ejerció como profesor en su juventud.

Inició su carrera política durante la década de 1880, y ocupó distintos cargos públicos, entre ellos el de diputado provincial, convencional constituyente, jefe de Policía durante la gestión de su tío Adolfo Ruiz, y diputado al Congreso de la Nación Argentina.

Tras la crisis política que sobrevino al derrocamiento y fallecimiento del caudillo local Absalón Rojas, que le costó el cargo al médico Gelasio Lagar y a la provincia una nueva intervención federal, triunfó en las elecciones del año 1895. Asumió su gobierno el 19 de enero de 1896, acompañado por Melitón Bruchmann como vicegobernador, con Pablo Lascano como ministro de Gobierno.

Su principal preocupación era promover el riego, de modo que contrató al ingeniero Carlos Cassaffousth para la construcción de grandes canales que permitieron extender la superficie regada en 26.500 hectáreas, y varias obras de defensa contra las crecientes del río Dulce. Para sufragar estos gastos se vendieron enormes superficies de campos de la provincia -unos 2 000 000 de hectáreas-, pero debido a la urgencia debió venderlas a precios irrisorios, fomentando la creación de enormes latifundios, como los que crearon Luis E. Zuberbuhler, Ramón Santamarina y Leonardo Pereyra Iraola.

Durante su gestión se fijaron definitivamente las fronteras de la provincia con el Territorio Nacional del Chaco. Se reorganizaron las fuerzas militares en previsión de un posible conflicto limítrofe con Chile. Se creó el Consejo Provincial de Higiene Pública y se aprobó un Código Rural.

La situación política no mejoró respecto de las crisis sucesivas que se venían gestando: el senador y luego diputado nacional Pedro García y el senador nacional Pedro Barraza conspiraban públicamente y, aunque fracasaron en sucesivos intentos de tomar el poder por la fuerza, amenazaban continuamente la tranquilidad pública.

El jefe de policía, José Silvetti, decidió resolver la situación por la fuerza, y mandó arrestar a los periodistas de la oposición. Acto seguido ordenó el arresto del diputado García, pero considerando que -debido a sus fueros parlamentarios- quedaría en libertad, ordenó su asesinato; el 27 de agosto de 1898, García moría de un balazo por la espalda, en su propio dormitorio.2

El gobernador Ruiz era perfectamente ajeno a esta situación, y respondió rápidamente haciendo arrestar y procesar a Silvetti y a los autores materiales del crimen. Pero el escándalo sacudió a la opinión pública nacional, la Cámara de Diputados envió a la provincia una comisión investigadora, y -sin esperar los informes de la misma- el Congreso sancionó la intervención federal. El 6 de septiembre, Ruiz debió entregar el mando al interventor Benjamín Figueroa. Este clausuró la Legislatura y produjo una cesantía masiva de empleados públicos.3

Ruiz se retiró a sus actividades privadas, confiando en que -al menos- el juicio a Silvetti lo vindicaría; no obstante, el ex comisario se fugó del Hospital en 1903, el mismo día en que debía comunicársele la sentencia, y nunca más se supo de él.

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