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jueves, 9 de junio de 2016

Reseña Histórica

RESEÑA HISTÓRICA

 FUNDACIÓN DE LA I. E. PLAYA RICA


La problemática agraria que azotó a Colombia desde los años 30 y el constante choque entre las élites partidistas (Conservadores- Liberales), ocasionaron grandes movilizaciones de población al interior del país, trayendo consigo la formación de nuevos núcleos poblacionales en terrenos baldíos y selvas vírgenes; es así como a lo largo de la década del 40 se empezaron a dar las primeras exploraciones al interior de lo que hoy se reconoce como el corregimiento de Playa Rica en el Municipio de El Tambo- Cauca, lugar al cual arribaron migrantes de diversos sectores del país, como: Putumayo, Caquetá, Antioquia, Valle del Cauca, Nariño y norte caucanos, principalmente de Corinto, quienes huían de la persecución y el desarraigo, cargados tan solo, con la esperanza latente de encontrar mejores condiciones de vida para sus familias.

Es oportuno mencionar que el primer nombre del corregimiento, se dio gracias a la existencia de dos grandes Ceibas, que se encontraban ubicadas a la orilla de la quebrada La Mina junto al camino que comunica con la vereda de Guayabal y Sabaletas; éstas se convirtieron en refugio de aquellos que llegaban por primera vez sin un techo donde resguardarse de las frías noches y las fuertes lluvias. La Ceiba por su ubicación geográfica (rodeada por las quebradas la mina, tres quebradas y el rio Mechengue), la gran biodiversidad, la existencia de minerales (oro y esmeraldas) y la productividad de sus tierras, pasó a ser claramente lo que hoy se conoce como Playa Rica.

Es así como para el año de 1962, como lo narra el señor Antonio Rojas, sobreviviente de los primeros colonizadores del sector, se empezó a poblar el corregimiento, pese a la escasez de alimento, a la falta de vías de acceso, la falta de servicios públicos (agua potable y energía) y a las enfermedades como la malaria y la tifoidea, que se convirtieron en la principal amenaza para la población.  Dichas condiciones fueron decisivas para que muchos abandonaran el lugar, sin embargo, quienes decidieron continuar, buscaron mecanismos para organizar a través de mingas y festivales su comunidad. El arreglo de los caminos, el trabajo en las fincas, la adecuación de la caseta comunal, la construcción de casas y la organización de una escuela, fueron las primeras obras que dio fruto el trabajo comunitario.

Para el año de 1968, se nombró a la señora Mercedes Vergara de Perdomo como docente del Plateado, por azares de la vida antes de llegar al lugar, la administración le comunicó que debía presentarse ante la comunidad de Playa Rica a fundar la primera escuela del corregimiento; los padres de familia salieron hasta El Asomadero, lugar hasta donde llegaba el carro, para recogerla y a lomo de mula bajarla junto con sus pertenencias. Sin una infraestructura adecuada para sus nuevas labores, la docente, los padres de familia y la comunidad en general, adecuaron una casa en madera para que sirviera de escuela y como residencia de la docente. Es así como la Escuela Rural Mixta Playa Rica abrió sus puertas en el año de 1968, como escuela unitaria atendiendo a todas las veredas del corregimiento, ofreció sus servicios desde grado primero hasta grado quinto, con 30 estudiantes y bajo la modalidad de Escuela Nueva.

La organización CARITAS colombianas auspiciaba el restaurante escolar, ya que la jornada era continua hasta aproximadamente las 4 de la tarde, los niños y la maestra recolectaban la leña y una madre de familia se encargaba de preparar los alimentos; Las escuelas eran visitadas por unos supervisores enviados por la administración, con el fin de corroborar la labor de los docentes, de ello quedó registros de matrículas, listados de estudiantes, actas de las actividades, archivos que ya no existen en la Institución, por el cambio de sede.

La maestra debía traer de sus visitas a la ciudad, el material que requería para orientar sus clases, el cual era comprado de los 200 pesos que recibía por su labor; por las condiciones de los caminos la docente salía cada seis meses, o cuando se requería hacer capacitación, asistir a controles médicos, alguna petición, o movilización de la gente en busca de recursos para la escuela y la comunidad; su sueldo era cobrado por un conocido de El Tambo, el cual distribuía el dinero entre la madre de la docente Mercedes y el restante era enviado a Playa Rica en mercado. 

Para el año de 1969 el señor José Perdomo fue nombrado como seccional de la escuela, el cual laboró aproximadamente 1 año como docente, hasta recibir un mejor ofrecimiento laboral; para el año de 1970 ingresó como seccional la señora Edelmira Quilindo, quien en conjunto con la profesora Mercedes ofrecieron alterno a sus labores en la escuela, un proceso de alfabetización para adultos, enseñándoles a leer y escribir; “los maestros éramos la base primordial de las comunidades”, hacían las veces de enfermeras prestando los primeros auxilios cuando se requería, fueron parteras para lo cual debieron capacitarse en la ciudad de Popayán, eran a quienes la comunidad acudían por consejos y orientación.

Organizaban para los estudiantes las primeras comuniones, celebraban festividades como: fiesta de la madre, del padre y de la familia, entre otras; al finalizar los años lectivos organizaban las clausuras con sainetes, que eran ensayados por los padres quienes se lucían con las presentaciones, “no éramos maestros de tiza y clase… y se fue… éramos comunidad”, gracias al respeto y la colaboración de los padres de familia y la comunidad el proyecto de la escuela pudo surgir como una realidad. 

La vida de estas maestras rurales, transcurría complementando sus labores matutinas con tertulias, paseos al rio y las labores comunitarias, el trabajo en mingas, rifas y festivales era la única vía para conseguir los recursos necesarios para sostener el proyecto de la escuela, “En Playa aprendí que era el trabajo comunitario… y hoy sigo trabajando con y por la comunidad…”. La docente paulatinamente se convirtió en un miembro más de la comunidad, su labor de maestra traspasó las aulas de clase y con entusiasmo emprendió un trabajo social en pro del mejoramiento de la población. Se dieron a la tarea de organizar la primera Junta de Acción Comunal, la cual estuvo integrada por los señores y señoras Antonio Rojas, Ezequiel Ruiz, Justiniano Trochez, Aldemar Marín, Romelía Montenegro, Efraín Troches, Moisés Montenegro y la docente Mercedes Vergara, entre otros, quienes trabajaron conjuntamente por un acueducto, una planta de energía (Dinámos o Pelton), el mejoramiento de las vías, ya que se caminaba por medio de trochas y para el año de 1971 consiguieron acercar la carretera hasta el caserío denominado el 20 de julio, acortando las distancias desde donde les dejaba el carro hasta Playa Rica; construyeron la primera caseta comunal que fue recinto de reuniones y festivales, consiguieron se nombrara el primer Inspector de Policía y con ello las primeras mesas de votación.

Hoy 2015, cuando la Institución cuenta con 8 sedes, 14 docentes entre normalistas, licenciados y profesionales, aproximadamente 267 estudiantes, agradecemos la labor de aquellos miembros de la comunidad que hicieron posible hacer realidad
Semillero de Investigación I.E. Playa Rica                      Coordinadora S. Alejandra Tenorio




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