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Corredores y patios contribuyen a la idea del paisaje cultural cafetero

f9911464cd   Manizales, oct. 06 de 2014 - Agencia de Noticias UN– La incorporación del corredor como elemento sobre el que se estructura la arquitectura regional del bahareque proporciona nuevos matices históricos sobre la cultura cafetera.

Una investigación realizada por el arquitecto Jorge Enrique Osorio Velázquez ofrece una mirada a la construcción de la vivienda campesina en torno al patio y el corredor, como espacios influyentes en dicha cultura.

Según Osorio, integrante del Observatorio para la Sostenibilidad del Paisaje Cultural Cafetero de la U.N. Sede Manizales, la conexión emocional y funcional, determinada a partir de múltiples recorridos por el paisaje cafetero, demuestran que su creación no solo obedece a la organización espacial de la estructura de la vivienda, sino también a su incidencia en el funcionamiento de las fincas.

“Los patios y corredores han contribuido a la idea de paisaje en la región como elementos que estructuran una arquitectura que, tanto en los contextos urbanos como rurales, fue clave para el dominio y aprovechamiento del territorio”, indica el investigador.

Gracias a que el paisaje es una construcción que se realiza históricamente, hablar del patio en las casas de bahareque implica revisar detenidamente su funcionalidad, puesto que ha sido parte fundamental en la creación de casas y ciudades, así como para estrechar los lazos familiares en torno al café.

No obstante, como explica el arquitecto, este concepto arquitectónico puede llegar a perderse debido al desconocimiento colectivo de estas obras de antigüedad, que todavía se conservan en muchas fincas de municipios cafeteros.

“Esas ciudades antiguas se difuminan frente a las ciudades cuadriculadas de los conjuntos cerrados, que han crecido y se transforman desde su material de creación”, señala Osorio.

Impactos en futuros desarrollos

La interpretación de este paisaje, más allá de los sentidos, refleja una relación histórica exitosa y armoniosa con el territorio de producción agrícola.

“El entramado de significados, en torno a las viviendas como espacios productivos y culturales, deben conservarse como museos vivientes para el aprendizaje de futuros desarrollos”, enfatiza el experto.

Sin embargo, la situación económica en la región, consecuencia de la última crisis cafetera iniciada en 2011 con el paro agrario, ha generado falta de mantenimiento en este tipo de estructuras que se conservan pero no por mucho tiempo, pues la mayoría están hechas de materiales orgánicos.

El patio y el corredor son conceptos que en el fondo conducen a saberes ancestrales y permiten visualizar un desarrollo cultural diferente para esta arquitectura.

Parte de estos estudios es objetivo del Observatorio para la Sostenibilidad del Paisaje Cultural Cafetero de la Universidad Nacional, en la medida en que, desde miradas particulares, se contribuya a la transformación adecuada del paisaje.

“La pérdida de prácticas tradicionales de la mano de obra, solo empeora la situación, tratándose de un territorio que cuando la gente tenían muchos recursos, quería otro tipo de arquitecturas y viviendas modernas”, complementa el experto.

En el caso de los arquitectos, la invitación de Osorio es la de no solamente valorar los atributos del bahareque y el patrimonio, sino estudiarlo para encontrar nuevas formas de construcción de viviendas y corregir la manera en que se diseñan las ciudades.

En su opinión, existe una subvaloración o desprecio por estas manifestaciones, pero cada vez que la gente conozca más su importancia, comprenderá también su valor. Por eso, la educación juega un gran papel fundamental si se trata de conservar el patrimonio de la región.

(Por:Fin/MLIA/dmh/nh)

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