Sabagasta, tierra de encantos para conocer y disfrutar
El monte santiagueño, su gente, sus historias y sus modos de vida constituyen verdaderos tesoros escondidos dignos de conocer. A lo largo y ancho de la geografía santiagueña es posible encontrar rincones dueños de gran belleza natural, de gran valor cultural y estilos de vida que llaman la atención.
Andar los caminos de monte adentro del paisaje santiagueño para muchos puede ser rutinario porque la vegetación pareciera ser la misma en cada rincón transitado. Pero no. Hay lugares que esconden tesoros y que obligan a detener la marcha para conocerlos, admirarlos y disfrutarlos a pleno.
El verde paisaje percudido por el salitre del camino, los ranchos y sus cercos construidos de palos, el ganado en precario estado a causa de la falta de agua y forraje anticipan la llegada hasta Sabagasta.
Sabagasta es una población rural ubicada en el departamento Avellaneda. Para llegar hasta este paraje se puede ingresar por Garza, distante a 70 kilómetros, por Villa Mailin a 35 kilómetros o por Salavina a 22 kilómetros con un tramo a bote por el cauce del río Saladillo del Rosario.
Sabagasta proviene del nombre de un cacique sanavirón que habitaba el lugar, Sabas, y como Gasta o Yasta en quechua significa tierra, Sabagasta quiere decir “Tierra de Sabas”.
Es esta localidad el centro de un grupo de casi 12 parajes. Allí, sumando los pobladores de varios parajes cercanos, son alrededor de 1200 familias. Un cartel con una bienvenida en lengua quechua luce orgullo el nombre del paraje y una vez que se ingresa por el camino enripiado se observa el caserío de los vecinos a ambos lados. Luego, el edificio de la comisión municipal, la posta sanitaria, el destacamento policial, un galpón municipal y una vieja capilla frente a la Escuela Nacional N° 338 que cumplirá este año 102 años de creación. Más adelante, un templo evangélico marca la fe de los vecinos.
Esta pequeña porción del terruño santiagueño esconde en su interior hermosos atractivos. Es el brazo del río Dulce, conocido como el Saladillo del Rosario, la principal riqueza del lugar. El rio es vida y todo gira alrededor de este hermoso sitio con sus pronunciadas barrancas, la apacible arboleda que invita al descanso y al disfrute o los pequeños botes que utilizan los lugareños para cruzar el río y acotar camino para llegar a otras poblaciones.
Dorados, bagres, bogas y sábalos conforman un enorme atractivo que a diario convoca a decenas de pescadores tucumanos, chaqueños, santafesinos, cordobeses y santiagueños. Para los habitantes de esta localidad no es extraña la llegada de visitantes, por el contrario se han habituado a recibirlos y por ello naturalmente son gentiles y de brazos abiertos como es característico del santiagueño.
Pero tiene este lugar un pronunciado estero que hace muchos años dejó de recibir agua y que los lugareños lo han transformado en sitio de pastoreo de sus majadas. Parece una postal de otro paisaje pero es de Sabagasta y por eso con orgullo lo muestran a los visitantes.
Pero entre sus habitantes hay hábiles artesanos dedicados al telar, al cuero y la madera. Se trata de vecinos que han heredado de sus mayores estas artes y las siguen cultivando a pesar del paso del tiempo y de la falta de oportunidades para ubicar sus producciones.
El pescado y el cabrito conforman el menú ideal para los viajeros. Estos son los platos principales de la gastronomía de Sabagasta.
“La pesca es una de las principales propuestas que tiene nuestro lugar y la región. Sobre todo los fines de semana llegan muchos visitantes y eso nos da la esperanza de transformar nuestro lugar para hacerlo más atractivo y convertirnos en un pueblo turístico. Pero tenemos nuestras fiestas como por ejemplo el aniversario de nuestra escuela prevista para el 8 de julio o el aniversario del pueblo que se concreta cada mes de septiembre. También esta nuestra fiesta patronal dedicada a la Virgen del Rosario que celebramos cada 12 de octubre. Estamos en ese camino y tenemos mucha esperanza”, contó Héctor Rodríguez, comisionado del lugar.
Creado:
4 julio, 2023