Por Luis Felipe Durango
Desde el pasado 13 de marzo la mayoría de las celebraciones y fiestas tradicionales fueron aplazadas o incluso canceladas por la emergencia sanitaria por el Covid-19. Pero si bien no podemos disfrutar de nuestras ‘fiestas de mitad de año’ con sus desfiles, reinados, cabalgatas y corralejas podemos recordar todas las veces que hemos bailado hasta más no poder al ritmo del son tolimense.
Una de las fiestas más importantes para los tolimenses es el San Pedro en el Espinal, una fiesta llena de tradición y alegría que se ha celebrado desde el 29 de junio de 1881, desde que el alcalde de aquel entonces decidió inaugurar las fiestas en nombre del patrono San Pedro, fiesta que reúne 138° versiones hasta el 2019.
Sin embargo, los registros históricos cuentan que esta fiesta tolimense se remonta años atrás.
Fiestas de Santa Bárbara
Donde hoy se encuentra la Catedral Nuestra Señora del Rosario, se encontraba la Capilla Colonial de la Hacienda Espinal construida a tapia pisada, teja de barro y con una torre con solo una campana, donde espinalunos se reunían a celebrar la santa misa.
Desde el 4 de diciembre de 1755, todos en Villa de Llano Grande de Espinal se empezaron a encontrar en la capilla para celebrar el día de Santa Bárbara, la patrona de aquella pequeña parroquia. Desde temprano la campana sonaba despertando al poblado; los cascos de los caballos acompañaban el despertar en una cabalgata que crecía mientras avanzaba por el camino; y el sonido de remos en el río La Magdalena no paran de sonar, todos con afán de llegar puntual.
Pasaron los años y la celebración religiosa perdió un poco su sentido, empezando a ser organizada por el dueño de la hacienda. Se construían enramadas de palmiche donde se vendía aguardiente traído desde Honda y España, se brindaban con totumas y se disfrutaba de los platos típicos que cada familia se encargaba de llevar para compartir.
Algunos jugaban y esperaban que el destino les diera suerte para ganar un par de reses, otros dejaban que la música se apoderará de sus cuerpos bailando y cantando al ritmo de tambores, chirimías, triples y guitarras. Así era el día, la noche se presentaba con pólvora y la vaca loca recorriendo las calles, un toro que perseguía a los que tenían el coraje, un espectáculo de gritos y risas.
San Pedro en el Espinal
Los tres días de fiesta y alegría que eran conocidos por todo el país como las tradicionales de Santa Bárbara en Villa de Llano Grande de Espinal fueron oficializadas y trasladadas al 29 de junio de 1881 por el alcalde Don Timoteo Ricaurte y Lozano, fecha desde la cual se empezó a conocer como las Fiestas Tradicionales de San Pedro en el Espinal.
Las fiestas tradicionales pasaron a ser fiestas nacionales desde el 2006, año en donde la mayoría de los departamentos empezaron a participar enviando una reina y comparsa que representan con trajes y bailes autóctonos a su región.
Fuente: Libro Espinal su Génesis e Historia Documentada, Alcaldía de Espinal y Canal Tr3ce
