HISTORIA DE POZUELO DE ALARCÓN

Pozuelo ayer y hoy

Pozuelo de Alarcón ayer y hoy

Nos adentramos en la historia de Pozuelo de Alarcón, para que conozcas como ha sido desde sus orígenes hasta nuestros días.

Desde sus orígenes

Pozuelo de Alarcón debe su nombre, por una parte a la existencia de pozos y manantiales en su territorio y por otra, al apellido del que compró el municipio, pasando de ser Pozuelo de Aravaca a Pozuelo de Alarcón.

Tuvo su origen en 1208, cuando el rey Alfonso VIII estableció los límites de Segovia con Toledo, Madrid y Alamín, que es cuando aparece por primera vez el nombre de Pozuelo: «et Pozolos remanet de parte de Madrid».

Los territorios del actual municipio pasaron a pertenecer a Madrid, dentro del sexmo de Aravaca, por lo que adoptó el nombre de Pozuelo de Aravaca. En los primeros años de su fundación, la entidad comprendía las aldeas de Pozuelo y Húmera y los caseríos de San Juan de Somosaguas y San Pedro de Meaque (estos dos últimos se despoblaron durante las luchas fratricidas entre Pedro I el Cruel y su hermanastro Enrique II).

Hasta el siglo XVIII, Pozuelo aparece como villa de Madrid, manteniendo una población de unos 210 vecinos. Paralelamente se desarrolló la villa de Húmera, la cual en el mismo siglo conoció un gran retroceso, hasta quedarse con seis vecinos.

En 1733, Gabriel Acuña de Alarcón adquirió de la Corona los derechos sobre Pozuelo, con la condición de que cambie su antiguo nombre por el de Pozuelo de Alarcón. Ese mismo año se le concedió a Pozuelo la categoría de villa.

La principal actividad económica de la villa de Pozuelo fue la agricultura -trigo, cebada, avena y legumbres- y el ganado lanar. También se tiene noticia del cultivo de uvas de moscatel y de la elaboración de vinos, actividades que desaparecieron más tarde en favor de la caza mayor y menor en el Monte de El Pardo. Existió una fábrica de curtidos y un pozo de nieve, que funcionó hasta finales del siglo XVIII. El término disponía de dos fuentes de aguas ferruginosas: la de Somosaguas, que perteneció al general Leopoldo O’Donnell, y La Escorzonera, construida en 1735 por Ventura Rodríguez.

Siglo XIX

El siglo XIX supuso un decidido progreso para el municipio, gracias, principalmente a la llegada del ferrocarril del norte. En 1860 la Reina Isabel II inauguró la estación de Pozuelo, en torno a la cual se formó pronto el núcleo de población denominado Pozuelo-Estación. Al principio eran viviendas de temporada, pero luego fueron haciéndose definitivas y extendiéndose a lo largo del camino que unía la estación con el núcleo urbano, que fue ocupado por villas-jardín hasta llegar a formar, prácticamente, una sola población. Y es que, si hay algún hecho que haya marcado el destino de Pozuelo es precisamente el haberse constituido en lugar de veraneo de la burguesía. Los primeros testimonios se remontan a finales del siglo XVIII, con el conde de Campomanes, o el general Castaños (1756-1852). A ello ayudó, como hemos dicho, la línea del ferrocarril de la Compañía de Hierro del Norte de España.

Antiguas calles de Pozuelo

Antiguas calles de Pozuelo

Esta afluencia de nuevos moradores favoreció la aparición de zonas residenciales más o menos alejadas del núcleo, como la Colonia de la Paz, o la de Somosaguas.

Otro de los datos de progreso fue el resurgir de las fábricas de curtidos.

Pozuelo tenía a mediados del siglo XIX, unas 200 viviendas y dos casas de baños. En 1860 ya se había reedificado la iglesia de la Asunción.

Vistas del antiguo Pozuelo

Vistas del antiguo Pozuelo

Pero el siglo XIX estuvo también marcado por la desamortización, que en Pozuelo afectó no sólo a los bienes de la Iglesia, sino también a los bienes comunales, como el monte de Pozuelo, que pasó a propiedad del marqués de Remisa, uno de los principales banqueros de la época.

Siglo XX

A principios del siglo XX, Pozuelo contaba con teatro, mercado y matadero, casa del Ayuntamiento y varias escuelas públicas. Para estas fechas, el municipio de Húmera, que contaba con la iglesia de Santa María Magdalena y con un sanatorio antituberculoso, ya había sido anexionado por Pozuelo.

En 1914 se fundó, cerca de Aravaca, la Colonia de San José, donde se instaló el casino Corral de la Pacheca. Hacia 1920 se levantó todo un conjunto de viviendas unifamiliares en la zona de la estación. En 1926, se fundó y parceló por su propietario, la colonia de los Ángeles, a la que siguieron luego otras muchas, como la parcelación de la antigua Quinta del Carmen, que originó La Cabaña, etc.

Durante la Guerra Civil (1936-1939), ambos poblados sufrieron grandes destrozos, por lo que ambas fueron acogidas por el programa de Regiones Devastadas, que reconstruyó la iglesia, el ayuntamiento y los colegios municipales.

En los años de la posguerra y hasta mediados de siglo XX, Pozuelo fue lugar de residencia de temporada, y contaba con un pequeño parque industrial cerca de la estación. En Húmera se estableció por esta época el coto forestal Hermanos García-Noblejas.

Autobús en Pozuelo

Autobús en Pozuelo. Segunda mitad del s.XX

A partir de los años cincuenta, Pozuelo experimentó el gran auge urbanístico. La zona en que más prosperan las urbanizaciones era la colindante con la Casa de Campo, especializándose en parcelas de gran tamaño y residencias de lujo. Así, aparecen urbanizaciones como Prado Longo, Los Álamos y La Cabaña, o la promoción americana Monteclaro.

Por otro lado se construían viviendas unifamiliares en hilera y viviendas colectivas en bloque. Todo ello llevó a caracterizar al municipio de Pozuelo por el uso residencial de su suelo, característica que lo ha marcado de forma definitiva.

A finales de los años ochenta y principios de los noventa se levantan los edificios de ampliación de la Casa de Campo (Avenida de Europa), lo que supuso doblar prácticamente la población.

Avenida de Europa en Pozuelo

Avenida de Europa en Pozuelo