CARRASCOSA e Isabel de Cervantes Saavedra

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En Cuenca hay un paisaje situado entre la hoz somera, el Muletón, Rocines y la Peña del Águila en Carrascosa y la Herrería de Santa Cristina. Un lugar cada vez más conocido por el hecho de celebrar el «Lanzamiento de jamón», donde se ha llegado a convocar un certamen internacional, como si el jamón llegara a todas las partes del mundo y allí donde llega y con los precios que alcanza, se permitieran el lujo de tirar a lo lejos el jamón. Pero los carrascoseños, lo llevan haciendo 20 años con diferentes categorías. Los hombres lanzan el jamón, las mujeres paletillas y los niños salchichón.

Todo surgió el 15 de agosto de 1997, cuando un grupo de vecinos vieron un reportaje de TV basado en las olimpiadas esquimales y desde entonces culminan la semana cultural de la localidad, en el encuentro con el jamón . En aquel primer encuentro campeón lanzó un jamón de 10 kilogramos de peso a una distancia de 14.35 metros.

Cierto es que todos los caminos conducen a Roma y que en Castilla-La Mancha se respira Quijote. Es rara la provincia donde no encuentres algún resquicio del escritor o de su obra, porque toda nuestra tierra está impregnada de su aroma.

Sin embargo Herrería de Santa Cristina, es un pueblo ubicado cerca del río Guadiela que se encuentra deshabitado en invierno, con la herrería que le dio nombre abandonada y un lavadero en el cauce del arroyo muy cerca de la hoz tragavivos. Herrería en la que vivió Isabel de Cervantes Saavedra y no es casual su apellido.

Miguel de Cervantes tuvo un affaire  con Ana Villafranca de Rojas, tabernera casada en Madrid. Cervantes inicialmente se desentendió de su hija que fue educada por su madre y el marido de esta, mientras Miguel volvió  a Esquivias y se casó años mas tarde con  Catalina.  Pero Isabel quedó huérfana de padre a los cuatro años y de madre a los 14. En aquel momento Magdalena, hermana de Miguel de Cervantes, aviso de la situación en la que se encontraba la niña y el escritor le dio finalmente su apellido.

Dicen… que Miguel de Cervantes visitó con frecuencia la Herrería en Carrascosa para ver a su hija y a su nieta, ya que su yerno había arrendado temporalmente este negocio.

P. Moratilla

 


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