FUENTEALBILLA una aldea romana

Fuentealbilla (Albacete) con 1.831 vecinos comprende además dos núcleos de población. Bormete ,con 176 habitantes, y Campoalbillo.

El pueblo hoy es bien conocido, porque de ello se ha encargado el futbolista Andrés Iniesta, pero fue un lugar destacado ya desde tiempos de los romanos gracias a la existencia de unas salinas, probablemente origen de la localidad, que han estado funcionando hasta la década de los 90 del siglo XX. Incluso aún se conserva desde sus inicios una cisterna datada en el siglo III que hoy llaman “La fuente grande”.

En 1492 estas minas eran propiedad de Pedro de Verasteguyn, criado y caballero del Marqués de Villena. Un siglo después, en 1564, todas las salinas pasaron a manos de la corona, excepto las andaluzas.

Así hemos llegado a saber que durante el último cuarto del siglo XVIII, las salinas de Fuentealbilla, le producían al rey al menos 126.000 reales, según relata José Manuel Almendros Toledo, historiador y gran conocedor de las tierras albacetenses.

Del paso de los romanos por el lugar sigue habiendo, con toda probabilidad, vestigios aún no encontrados. Recientemente (en 2008) Julián Hernández Belencoso, un agricultor de la localidad, encontró mientras araba sus tierras, una figura tallada en piedra. Se trataba de una cabeza humana de la época romana que fue entregada al Museo Arqueológico de Albacete, dónde aún se está estudiando, para determinar su origen que inicialmente se ha datado en el siglo III.

No es el único resto hallado y con toda probabilidad tampoco será el último, hasta la fecha se han encontrado en el término municipal vajillas, ánforas y restos de cerámica romana.

Una de las peculiaridades del lugar es su gastronomía, donde se utiliza con frecuencia la calabaza y se degusta el gazpacho manchego, pero además utiliza algunos elementos desconocidos para las habitantes de las grandes ciudades como pueden las collejas. Esa Hierba que busca el frescor de la sombra de un olivo o el borde de un camino, conocida también como farolillo, conejitos de campo, jarrabuey, farifuelles o tirabeques.

También se utilizan los retallos de las escarcileras, o lo que es lo mismo de las alcachofas y su dulce típico y tradicional son los minchos.

P. Moratilla


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