Gastronomía a la llanera: Apure   Leave a comment

Cruzar los Llanos Centrales de nuestro país puede resultar un verdadero disfrute, siempre y cuando se cuente con la guía de algún llanero, que se detenga a revelar los secretos del paisaje.

Vaquita, garcita y palmita se ve por la ventanilla del carro...

La estampa que se observa por la ventanilla del auto siempre es la misma, una vaca,  un caballo, una garza blanca, algunas palmas y un cielo que no parece terminar.  Ir por tierra hacia los Llanos Centrales como Guárico o Cojedes, o a los Occidentales como Apure, es una experiencia digna de vivirse por lo menos una vez, para poder decir que conocemos el corazón  de Venezuela.

Viajar por carretera amerita el uso de un buen vehículo rústico, y disponerse a ver paisajes campestres, grupos de ganado con llaneros a caballo que los arrean, espectaculares atardeceres llenos de arreboles y unos cielos nocturnos que se dejan leer como si fuesen mapas.

Una de las vías principales es la carretera panamericana, también conocida como la Carretera Nacional. Se puede tomar en San Juan de los Morros y lo conducirá hasta San Fernando de Apure, pasando por Calabozo y Camaguán.

La travesía a través de los llanos debe hacerse con calma, observando la avifauna, parando a conversar con los lugareños, que siempre tendrán tiempo para ofertar papelón,  melones, patillas,  miel de abejas,  y el infaltable pan de horno. Este último dulce tradicional está hecho a base de harina de maíz pilado, mezclado con especias como el clavo, la canela y la guayabita dulce, un toque justo de papelón y asado en hornos rudimentarios de tierra para darle un característico sabor a ahumado.

De  Guárico hasta Apure

Al pasar Calabozo, se encuentra Corozo Pando, pequeña población donde se hornean las famosas “quesadillas”. Esta especie de pan relleno de una dulce mezcla de queso, anís dulce y vainilla, hace del lugar una parada necesaria para todos los viajeros.

Según explicó el ingeniero agrónomo Pablo Fernández, desde 1830 nace esta receta, inventada por Santana Delgado, y ha sido trasmitida de familia en familia hasta  hoy día. Sólo en su panadería  “Naycar” se cuecen 900 quesadillas diarias y en épocas festivas como la Semana Santa llegan hasta las cuatro mil unidades vendidas al día.

En el límite exacto entre Apure y Guárico se encuentra el pueblo de Camaguán, donde los residentes sostienen que se hace el mejor cazabe de toda Venezuela, en el sector llamado “La Negra”. Camaguán es conocido por  una planicie inundable, que todos los años durante el período lluvioso es tomada por las corrientes del río Apure, conformando los Esteros de Camaguán.  Son alrededor de 19 mil hectáreas de llanura formando un espejo de agua realmente bello.

El ingenio del llanero no se acaba, y aprovechando el turismo que se hace en la región, se han establecido tenderetes a todo lo largo de la carretera que une Guárico con Apure.

 

Caribes, Búfalos y Picante

La oferta comercial es variopinta, y va desde carne de pescado seca y salada, chigüire y otros animales de cacería,  hasta la harina de Caribe. Este agresivo pez, familia de la piraña, es sacado del río, sometido a un proceso de desecación,  y posterior molienda, para obtener un polvillo al que se le atribuyen virtudes afrodisíacas. Los llaneros usan el polvo de Caribe en sopas y jugos, esperando así reforzar su virilidad.

También puede encontrar en esas tiendas lentejas, frijoles, caraotas y diversidad de granos, producidos en la región. El casabe  es materia prima para otro dulce tradicional, la naiboa, hecho al  rellenar dos tortas de cazabe con una mezcla de queso blanco y papelón líquido aliñado con semillas de anís dulce.  La cercanía de Amazonas hace que en algunos puestos se pueda comprar harina de cazabe, conocida como mañoco.

Los picantes tienen un lugar especial dentro de la mesa llanera por ser adecuados acompañantes de la carne asada y del pescado frito que tanto se consume.  Es recomendable preguntar al vendedor la intensidad del preparado a comprar y sus ingredientes, que van desde ajíes chireles pequeños -pero realmente urticantes-, mangos verdes, leche de vaca,  hasta llegar a los  bachacos llamados “culones”.

La leche es materia prima para una cantidad de alimentos distintivos de la mesa llanera,  entre ellos se cuenta  el queso de mano, torneado en forma de arepas cuando está aún en proceso de cuajar, el queso de año, madurado exactamente durante ese tiempo, la mantequilla llanera y el suero, pensados todos para hacer perfecto maridaje con el maíz y sus derivados como la cachapa y las arepas.

Justo al lado del  peaje de San Fernando se ubica la Casona del Búfalo, dónde puede usted adquirir una variedad de productos derivados de la leche de la búfala. Esta especie vacuna se ha ido aclimatando a los llanos apureños, y se les prefiere por la poca grasa de su carne, y lo productiva de sus reses de ordeño. Así pues, será su oportunidad de degustar el arequipe de leche de búfalo, conocido como “Bufito”, queso para rallar, queso de mano, suero y mantequilla llanera, todos ellos originados en este tipo de animales.

Almorzar a orillas del río

Ya en San Fernando de Apure, uno de los planes turísticos  más usuales es ir a comer a la zona conocida como el Aerorío[W1] , llamado así porque está frente al aeropuerto de la ciudad, y bordeando el río Apure.

Allí   puede degustar  una variedad de peces como el pavón, el dorado, el bagre y coporo, todos ellos fritos. En la mayoría de esos restaurantes es importante informarse de la presentación del plato porque comúnmente le sirven el pescado completo en una bandeja y es necesario tener mucho apetito para comerlo.

Vale la pena visitar Guárico y Apure, disfrutar de sus ríos, paisajes, y comidas tradicionales. La hospitalidad llanera es reconocida, porque el recién llegado siempre es bienvenido en esas soledades, y siempre hay quien desea mostrar con orgullo las bellezas del llano. Así que agarre su maleta, un sombrero y una cámara fotográfica y permítase la oportunidad de llenarse los ojos y el corazón de verde sabanero, azul celeste y horizontes sin obstáculos.

Alba Ysabel Perdomo


Publicado 14 de marzo de 2012 por albaysabel en Crónicas, Viajes

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