Pueblos Vivos Cuenca denuncia el nuevo vertido de purines en Carboneras de Guadazaón

La Asociación Pueblos Vivos Cuencaa denuncia que el pasado 26 de noviembre se produjo un nuevo vertido de purines en el término municipal de Carboneras de Guadazaón. Esto provocó que se encharcara la parcela y los purines se rebosaran hacia un barranco calificado como corriente de agua, lo cual incumple la ordenanza municipal reguladora de vertido de residuos de origen animal y ganadero aprobada por el Ayuntamiento de Carboneras de Guadazaón en 2018.

Toni Jorge, coportavoz de Pueblos Vivos Cuenca recuerda que el Ayuntamiento ya tuvo que dictar su primera normativa de purines en 2018 debido a alto nivel de nitratos en su agua. A pesar de intentar proteger sus aguas, Jorge destaca que los pequeños municipios no tienen medios para poder controlar y velar por estas normativas. Según dicta el propio comunicado, Carboneras de Guadazaón cuenta con 794 habitantes y 19.475 cabezas de cerdo, lo que implica 25 cerdos por habitante. Jorge lo tiene claro y responsabiliza de todo ello a la "industria del porcino".

La situación en este municipio conquense es muy complicada. Según los datos de las últimas analíticas recogidos por el SINAC, organismo del Ministerio de Sanidad, el nivel de nitratos del agua de consumo es de 43 mg/l, muy cercano al límite establecido por la UE y la OMS de 50 mg/l. Además, Jorge recuerda que los acuíferos que superen los 37.5 mg/l se declaran como zona vulnerable y los datos indican que la Fuente de Villar de Cañas cuenta con 62 mg/ y otros como Fuente del Villar (37 mg/l) , Fuente de la Malena (40 mg/l) o Fuente de la Aguanfría (45 mg/l) también superan ese límite. Por ello, el coportavoz espera que se declare cuanto antes esta zona como vulnerable a nitratos y se proteja correctamente o será demasiado tarde.

Desde la asociación destacan que este nuevo vertido se comunicó al Ayuntamiento del municipio y a la Consejería de Desarrollo sostenible. Desde la asociación mencionan que se han aumentado las quejas por parte de vecinos y vecinas, tanto por las molestias de olores que se producen en el momento de dispersión de los purines como por la proliferación de moscas e insectos.