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Sor Magdalena de la Cruz ¿Santa o endemoniada?

Repasamos la increible historia de esta monja cordobesa del siglo XVI que pasó de ser considerada "milagrera" a ser condenada por la Inquisición por tener tratos con el demonio

Hoy por Hoy Córdoba. Sección de Historia. Sor Magdalena de la Cruz ¿Santa o endemoniada?

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Córdoba

Una de las mujeres cordobesas que tuvo mayor repercusión popular en el siglo XVI, no solo en la ciudad , sino en toda la España, fue una monja del Convento de Santa Isabel conocida como sor Magdalena de la Cruz.

Su increíble vida la hemos repasado esta semana, en Hoy por Hoy Córdoba, con ayuda del historiador Manuel García Parody, que la ha incluido en su nuevo libro "Mujeres en las calles de Córdoba", de inminente publicación.

De origen humilde

La historia de sor Magdalena de la Cruz comienza en el seno de una humilde familia en la localidad de Aguilar en 1487, "donde desde muy temprana edad se le atribuyen apariciones divinas y episodios aberrantes", señala Parody.

Primero fue un supuesto mandato del Cristo en la Cruz para que clavara sus manos y pies en la pared y sentir el dolor de su Pasión. "Ella afirmó que cumplió tan terrible mandato y que el propio Cristo la liberó aunque con tan poca eficacia que no pudo evitar una caída que le rompió dos costillas que él mismo curó." nos cuenta el historiador. 

Al cumplir los trece años, en 1500, ingresó en el convento de monjas franciscanas de Santa Isabel de los Ángeles que unos años antes, en 1491, había fundado la aristócrata doña Marina de Villaseca. Allí, cuenta Parody "se acrecentó el halo de santidad que envolvía a la joven aguilarense lo que hizo que su noviciado fuera muy breve, solo dos años, y que con solo quince tomara los hábitos perpetuos". Un hecho insólito, según el historiador, que recuerda que se trataba de unconvento "en el que sus prioridades estaban reservadas a jóvenes procedentes de la aristocracia cordobesa".

El historiador Manuel García Parody. Colaborador del programa Hoy por Hoy Córdoba. Radio Córdoba Cadena SER / Cadena SER

Fama de milagrera

Los prodigios atribuidos a sor Magdalena de la Cruz enseguida traspasaron las tapias conventuales. Parody recuerda que lo más llamativo eran los prodigios que se le atribuían, algunos de los cuales se describen en la obra anónima “Casos notables de la ciudad de Córdoba (1618)”: como "una hostia consagrada que volaba de las manos del sacerdote para depositarse en la lengua de la religiosa". Pero tal vez el más llamativo de todos, reconoce el historiador,  "fue que la monja quedó supuestamente preñada el día de la Anunciación, pariendo un niño el día de Navidad, niño que desapareció inmediatamente dejando en la celda unos cabellos rubios como prueba de su existencia: examinada por unas monjas matronas dijeron que habían aparecido signos de la maternidad en sus pechos y que no había perdido la virginidad prometida a Jesucristo en su niñez".

En 1533 sor Magdalena fue elegida abadesa del convento, lo que "provocó envidias y a la postre su caídada en desgracia", según Parody. "Algunos no le perdonaban que hubiera asumido el cargo de abadesa pese a su humilde origen". Finalmente la jerarquía eclesiástica no estuvo dispuesta a permitir que sor Magdalena se considerase capaz de recibir la confesión de sus hermanas, algo que, recuerda Parody, "solo estaba reservado a los sacerdotes y que les daba un innegable poder".

Condenada por la Inquisición

Sor Magdalena de la Cruz acabó siendo juzgada ante el tribunal de la inquisición por mantener, supuestamente, tratos con el demonio pero se salvó de la hoguera por su confesión. "Como castigo fue obligada a salir por las calles de Córdoba en pública procesión sin velo, con un cirio encendido en sus manos, una mordaza en la boca y una soga al cuello" cuenta Parody . Después la recluyeron en un convento de Úbeda "donde todos los días debía postrarse a la entrada del refectorio para ser pisoteada por la comunidad religiosa. Y así permaneció hasta su fallecimiento en 1560."

 
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