Fiesta de la Flor en Maimará, edición 2024.

Como cada verano desde hace quince años, la Fiesta de la Flor en Maimará se suma a los atractivos festivales quebradeños que tanto locales como turistas pueden disfrutar. Al acercarse, se toma contacto con la floricultura, una de las producciones más características de la Quebrada de Humahuaca. En particular, Maimará cuenta con una larga historia en la producción de flores de corte y, desde hace algún tiempo, la conformación de una cooperativa impulsó a varios de sus productores a unir fuerzas y probar el cultivo de especies novedosas en invernadero.

Históricamente, los productores solían organizar una exposición hacia el 2 de febrero, cuando se celebra a la Virgen de la Candelaria, patrona de Maimará. Más adelante, esa celebración devino en la «Fiesta de la Flor«. Allí se exponen y venden las especies producidas en territorio maimareño, que van desde los emblemáticos claveles, pasando por estatíes o estatices, siemprevivas, margaritas, aster, caspias, gladiolos, dalias, hasta llegar a los mimados lisianthus, producidos principalmente en los invernaderos de la Cooperativa «Flor de la Quebrada». Toda una tradición de la localidad, que se abre al mundo en este festival.

Las vueltas de la vida me posibilitaron conocer a Patricia Cruz, presidenta de la Cooperativa «Flor de la Quebrada», con un pasado infantil de Niña Pintora en Chucalezna, más precisamente, como alumna del profesor Takashi Takahashi. En una encantadora charla, Patricia me relató sus andanzas como coplerita nada menos que en Teatro Colón de Buenos Aires junto a otros niños del mencionado Taller, en el año 1979. Pero eso, será motivo en otra entrada de este Blog…

En su edición 2024, la Fiesta de la Flor se realizará el sábado 20 de enero, en el predio de la Cooperativa «Flor de la Quebrada« (calle costanera Jorge Calvetti, cerca del puente a La Banda). Habrá exposición y venta de flores, matizada con música y comidas regionales en ese entorno paisajístico deslumbrante que es la «Paleta del Pintor«, cerro emblema del lugar.

Hay que destacar que las variedades de flores más resistentes llegan, a través de intermediarios comerciales, hasta Córdoba, Tucumán, Santiago del Estero, La Rioja, Santa Fe, Mendoza. En particular, los estatices llegan hasta Buenos Aires. También abastecen a la provincia de Jujuy con las variedades más etéreas.

Así que al comprar una flor, aún lejos de Jujuy, es posible que traiga enredados en su perfume, los aires maimareños.

(c) veromendo

Más sobre Maimará y la fiestas en el verano quebradeño:

Maimará desde la RN Nº 9 (veromendo, 2015).

En febrero, fiesta y flores en Maimará.

Como cada verano desde hace catorce años, la Fiesta de la Flor en Maimará se suma a los atractivos festivales quebradeños, que tanto locales como turistas pueden disfrutar. Al acercarse, se toma contacto con la floricultura, una de las producciones más características de la Quebrada de Humahuaca. En particular, Maimará cuenta con una larga historia en la producción de flores de corte y, desde hace algún tiempo, la conformación de una cooperativa impulsó a varios de sus productores a unir fuerzas y probar el cultivo de especies novedosas en invernadero.

Históricamente, los productores solían organizar una exposición hacia el 2 de febrero, cuando se celebra a la Virgen de la Candelaria, patrona de Maimará. Más adelante, esa celebración devino en la «Fiesta de la Flor«. Allí se exponen y venden las especies producidas en territorio maimareño, que van desde los emblemáticos claveles, pasando por estatíes o estatices, siemprevivas, margaritas, aster, caspias, gladiolos, dalias, hasta llegar a los mimados lisianthus, producidos principalmente en los invernaderos de la Cooperativa «Flor de la Quebrada». Toda una tradición de la localidad, que se abre al mundo en este festival.

@flajuquis en Instagram

Curiosamente, las vueltas de la vida me posibilitaron conocer a Patricia Cruz, presidenta de la Cooperativa «Flor de la Quebrada», con un pasado infantil de Niña Pintora en Chucalezna, más precisamente, como alumna del profesor Takashi Takahashi. En una encantadora charla, Patricia me relató sus andanzas como coplerita nada menos que en Teatro Colón de Buenos Aires junto a otros niños del mencionado Taller, en el año 1979. Pero eso, será motivo en otra entrada de este Blog…

En su edición 2023, la Fiesta de la Flor se realizará el sábado 11 de febrero, en el predio de los hermanos Quiquiza, por calle Jorge Calvetti, justito frente a la «Paleta del Pintor«, cerro emblema del lugar. Habrá exposición y venta de flores, matizada con música, baile y comidas regionales.

Cabe destacar, que las variedades de flores más resistentes llegan a través de intermediarios comerciales hasta Córdoba, Tucumán, Santiago del Estero, La Rioja, Santa Fe, Mendoza. En particular, los estatices llegan hasta Buenos Aires. También abastecen a la provincia de Jujuy con las variedades más etéreas.

Así que al comprar una flor, aún lejos de Jujuy, es posible que traiga, enredados en su perfume, los aires maimareños.

(c) veromendo

Más sobre Maimará y la fiestas en el verano quebradeño:

Destacado

Tener identidad te hace única.

Escuela Nº 332 de Jujuy «Los Niños Pintores de Chucalezna«

Chucalezna, 6 de diciembre de 2021

En 2018, luego de investigar sobre la historia de la Escuela Nº 332 de la localidad de Chucalezna –en Humahuaca, Jujuy–, la comunidad educativa local se puso de acuerdo para que llevara un nombre que le otorgara identidad: «Los Niños Pintores de Chucalezna«. El nombre elegido homenajea a aquellos alumnos y alumnas de la escuela, que con su impronta hicieron camino en el mundo de la expresión y del arte, llegando a trascender la tierra que los vio crecer.

Afiche realizado por docentes de la Escuela Nº 332 «Los Niños Pintores de Chucalezna» con motivo del Acto de imposición del nombre.

La docente y directora que llevó adelante la propuesta, Reimunda Lucrecia González, explica que «el nombre está respaldado por una historia a la cual quisimos darle valor puesto que es importante para la Comunidad de Chucalezna, siendo necesario rescatar y dar a conocer al mundo la historia de los Niños Pintores de Chucalezna –los niños, que existieron y que existen–«. (1) Y así, en agosto de 2019, tras numerosos trámites ante el Ministerio de Educación de Jujuy, se promulgó la resolución Nº 13.115 a través de la cual se aprobaba la elección de ese particular nombre para la Escuela. (2)

Un cartel con lema del acto de imposición del nombre de la Escuela Nº 332 de Chucalezna dio la bienvenida a todos los invitados (foto: @silvinadiazmuseóloga)

Para el acto de imposición del nombre de la Escuela Nº 332 de Chucalezna, su directora y docentes acuñaron como lema «Tener identidad te hace única«, para aludir al hecho de que a través del nombre se está rescatando y comunicando su historia, dándole el valor patrimonial histórico y cultural que se merece dentro de la Comunidad de Chucalezna, en Humahuaca. Así se suma de manera explícita al de la Quebrada de Humahuaca como «Patrimonio de la Humanidad» y al de la provincia de Jujuy.

Una escuela rural, una historia real

Inaugurada en 1931 como una escuela dependiente del Consejo Nacional de Educación, fue designada como la Nacional Nº 112. Hacia 1958, el humilde edificio escolar construido en adobe, con techos de madera de cardón torteados con barro y paja, se encontraba en «la Banda» de Chucalezna (que es como se denomina popularmente a la margen Este del río Grande). Hacia 1968, la escuela fue trasladada a un predio situado un poco más al norte y del otro lado del río Grande. Finalmente, a mediados de los años 70, la familia Apaza donó un terreno con el fin de que allí se alzara de manera definitiva la Escuela de Chucalezna. En 1978, se promulgó el decreto ley Nº 21.809, que ordenaba transferir los establecimiento de enseñanza dependientes del Consejo Nacional de Educación a la provincias. De esta manera la escuela pasó a la provincia de Jujuy, nominándose bajo el número 332.

En 1977, mientras aun era escuela nacional, un moderno edificio fue construído y donado por Ford S.A. En ese entonces, la iniciativa de la empresa y de sus concesionarios respondía a un programa innovador de construcción de escuelas rurales iniciado en 1968, que perseguía tres objetivos esenciales como proveer de agua potable, de energía eléctrica y con un diseño de muy bajo mantenimiento. Estos conceptos que hoy parecen ser básicos, se encontraban ausentes en un gran número de escuelas de nuestro país, especialmente las del interior profundo. En 2010, Ford volvió a la escuela, esta vez con el fin de realizar obras de remodelación y mantenimiento del edificio, reequipando y refuncionalizándolo con tecnologías amigables con el medioambiente, como por ejemplo la instalación de un calefón solar heat pipe importado (3) que permitió que las instalaciones escolares contaran con agua caliente. Esto se enmarcó en el programa “Educación para un nuevo mañana” que era un poco la continuación del primero. De esta manera, la escuela quedó apadrinada por Ford. (4)  

En 1958 llegó a Chucalezna la maestra Nicolasa Nelson de Mendoza para asumir como directora de la escuela. Traía la experiencia de haber ejercido su rol docente en escuelas del paraje Puerta Potrero y Puesto del Marqués, en Cochinoca, y Los Lapachos en el departamento de El Carmen. En 1959, Nicolasa impulsó un taller extracurricular de arte que, más adelante, fue conocido como el «Taller de los Niños Pintores de Chucalezna«. Como ya se contó en numerosas ocasiones en este Blog, los profesores Claudio Samos y Jorge Mendoza, hijo menor de la directora, ambos egresados de las Escuelas de Arte de Buenos Aires y recién llegados a Jujuy, comenzaron a dar clases de dibujo y pintura ad honorem al alumnado de la escuela. (6, 7, 8) Los niños y niñas que concurrían llegaban desde las inmediaciones aunque no por eso era menos sacrificado. Ya desde el otoño las condiciones climáticas en Humahuaca son sumamente crudas y en invierno el clima se poner peor. Algunos tenían que cruzar el río para llegar a la Escuela, mientras que otros se acercaban en burro o tenían que caminar un buen tramo, tal como se ve reflejado en el film que realizó el documentalista Jorge Prelorán (1968, 9). A pesar de estas dificultades, las actividades en el taller de pintura crecieron, sumando escultura y más adelante cerámica y telar. Así, los pequeños del lugar empezaron a expresar sus vivencias, su realidad a través del arte. Para más detalles ver «Niños Pintores de Chucalezna por Jorge Mendoza» (10).

Entre los años 1959 y 1973 pasaron por el aula de la Escuela Nº 112 –y por el Taller– muchos niños y niñas pero cerca de setenta nombres fueron los que quedaron registrados en catálogos de muestras ofrecidas, en listas escolares (Ver entrada «Todos los Nombres…«) y en la tradición oral de los lugareños. Ellos cobraron su real dimensión en diciembre de 2021, cuando el reconocimiento llegó junto con el nombre elegido para la escuela.

El acto de imposición del nombre «Los Niños Pintores de Chucalezna» a la Escuela Nº 332 tuvo lugar el 6 de diciembre de 2021, coincidiendo –por esas casualidades– con la fecha del cumpleaños de la ex- directora Nicolasa. Fue una ceremonia protocolar a la cual asistieron altas funcionarias del área de Educación como la sra. Ministra, lic. María Teresa Bovi, la entonces secretaria de Gestión Educativa, Fabiola Recciutto y la responsable del área de Educación Artística, Paula Cardozo. También se contó con la presencia de la flamante Comisionada de Uquía, Gabriela Flores. Sin embargo, el corazón de la ceremonia fue la presencia de 15 de aquellos niños y niñas pintores –ahora ya mayores– o de sus familias, que participaron con la genuina alegría de volver a la Escuela y reencontrarse.

El acto tuvo repercusión en medios locales y nacionales, quizás por el significado que tiene esta historia para el patrimonio cultural de la localidad de Chucalezna, de la provincia y de nuestro país. (1, 11, 12, 13, 14) Por su parte, la ministra de Educación se comprometió con la Comunidad «para trabajar en el proyecto de un museo escuela y que el taller de Jorge Mendoza vuelva a funcionar para todos los niños«,(12) puesto que la escuela no cuenta con la enseñanza de artes plásticas en su currícula.

El acto en primera persona.

Nos tocó un día fresco pero con el sol de la Quebrada asomando entre nubes pomposas. Llegamos muy temprano pues gracias al apoyo de la profe Alicia Faltracco, íbamos a montar una pequeña muestra con obras pictóricas realizadas por los alumnos del taller de la época 1959-1973. La ceremonia se inició con la entrada de la bandera de ceremonias para luego entonar el himno nacional. La emoción de cantar el himno bajo el cielo de Chucalezna, en ese entorno natural monumental, rodeada de las frescas y enérgicas voces infantiles hizo que brotaran las lágrimas y que no cesaran de caer. Luego, junto a la ministra Bovi y, en representación de los Niños y Niñas Pintores, Lidia María Ríos, fuimos invitadas a acompañar a un alumno para izar la bandera nacional en el mástil central de la escuela.

Mientras sonaba Aurora la bandera se deslizó suavemente hacia arriba y a punto de alcanzar el tope, se empezó escuchar un murmullo creciente entre los presentes. Varios señalaban con sus dedos hacia el cielo. En ese momento observé que un ave de inmensas alas sobrevolaba con elegancia nuestro acto escolar y que después de dar dos vueltas por encima del mástil, se retiró. Algunos dijeron que era un cóndor, otros que se trataba de un águila. Fuera la especie que fuera, yo sentí que era la presencia de los altos espíritus que nos daban su bendición. Y por supuesto, brotaron más lágrimas.

Niños Pintores y la ministra Bovi durante el Acto (foto: prensa.jujuy.gob.ar, 5).

El acto continuó con palabras de la directora González, de la ministra Teresa Bovi. También tuve que dirigir unas palabras yo misma, como hija del profesor Mendoza y nieta de Nicolasa. Finalmente, con las sentidas historias y vivencias de los Niños y Niñas Pintores que se animaron a hablar, el acto tuvo un final emocionante.

Estudiantina. De pie, de izquierda a derecha: Lidia María Ríos, Miguel Martínez, Rosaura Liquín, Luis Chauque, Patricia Cruz, Andrea Garnica, Felipa Saiquita, Enrique Mamani y Zoilo Gaspar. Sentadas: Leonor Saiquita, la sra. Gladys -esposa de Miguel- y Bartola Garnica, esposa del Niño Pintor Roberto Martínez (foto: Diario El Tribuno de Jujuy, Ref. 6).

Luego de la «sesión de fotos«, nos dirigimos al edificio escolar para apreciar la muestra de obras montada gracias a la inestimable ayuda de la profe Faltracco y de la museóloga Silvina Díaz .

Los Niños y las Niñas aprovecharon para reunirse, departir y entonar una coplas como antaño. Cabe mencionar que la última reunión de Niños Pintores en la Escuela había tenido lugar en 2009, con motivo de cumplirse el 50º aniversario de la creación del Taller de pintura y en homenaje a mi padre.

El encuentro con los Niños y Niñas otrora alumnos de mi padre, estuvo colmado de emoción y de bendiciones. No hubo barbijos, por entonces obligatorios por los casos del virus COVID-19, que pudieran contener los besos y los abrazos ante el reconocimiento y el encuentro. Los nombres, sus nombres, que tanto había repasado en listas y que en mi mente se asociaban a creaciones pictóricas, comenzaron a descubrir sus rostros. Ahora esos nombres también tenían rostros. Y me manifestaban el cariño que le profesaban a mi padre así como me hicieron saber de la gran dedicación que mi padre tenía hacia ellos, hacia la tarea docente, hacia el Taller, hacia Chucalezna. Me contaron tantas anécdotas que se han ido fragmentando: que subían a aquel cerro, que salían a pintar en las noches de luna, que armaron una pequeña represa en el río grande para tener peces, que les enseñó a hacer unos pinceles que llamaban «sacachispas«, que hacían cerámicas con un torno enorme también construído por mi padre, que les daba los materiales para pintar pero también ropa que lograba de donaciones desde Buenos Aires… En todas destacaban la bondad, la generosidad de mi viejo y su don de gente. Incluso, pude enterarme de que varios de los Niños y Niñas eran ahijados de mi padre o de Nicolasa. Ese día, recibí una masiva e inesperada cantidad de cariño. Una avalancha. Esa mañana comprendí que esa ola de amor no era otra cosa que un círculo virtuoso que mi padre había iniciado 60 años atrás y ahora me abrazaba a través de esos Niños y Niñas que destilaban cariño y respeto. Y yo comencé a sanar una herida que me había acompañado por 50 años.

No quiero dejar de mencionar a Félix B. Saiquita, Luisa D. Saiquita, Victoria Quintanilla y Eugenio Vilca, que no nos pudieron acompañar en la ceremonia por encontrarse viviendo lejos, por razones laborales o de salud. También quiero homenajear a Juan Humberto Aracena y a Roberto Martínez, en nombre de todos los Niños y Niñas que ya no están en este plano físico, pero que confío pudieron recibir este inmenso reconocimiento in memoriam.

En Chucalezna, el arte está en el aire

Quien visite Chucalezna y la recorra palmo a palmo, impregnará las células con su aire puro y las retinas con su paisaje. Ahora, además, se podrá llevar esta bella historia que la Comunidad ha puesto en valor; la de la Escuela de los Niños y Niñas Pintores: los legendarios que crecieron y abrieron el camino para desarrollar su arte allí y los que hoy en día, con el esfuerzo de la comunidad educativa, continúan con la tradición de dibujar y pintar.

© veromendo

La antigua Escuela de Chucalezna en la Banda, en la mirada de la Niña Pintora Andrea Garnica (témpera, 96 x 71 cm). Esta obra se encuentra expuesta en el Museo Municipal de Bellas Artes de San Salvador de Jujuy (ref. 15)

Final de acto. Acompañando a la direc. R. Lucrecia González. A su izq.: mga. Silvina Díaz y veromendo. A su derecha: la Niña Pintora Rosaura Liquín y la profe Alicia Faltracco.

Agradecimientos

  • A Reimunda Lucrecia González, directora de la Escuela Nº 332 «Los Niños Pintores de Chucalezna«.
  • A la profe Alicia Faltracco.
  • A la mga. Silvina A. Díaz.
  • A la Comunidad de Chucalezna.

Referencias

Más sobre Chucalezna, su escuela y su arte en:

Rodero, Juiri, Ronque… En busca de la quinoa agroecológica.

Un poco más al norte de Coctaca y de su fabulosa y patrimonial andenería de cultivos, es posible disfrutar de otro circuito humahuaqueño de belleza singular: es el que une los pueblos de Rodero, Juiri y Ronque, con posibilidades de ascender a la laguna de Leandro. También constituye una zona donde sus particulares condiciones edafoclimáticas posibilitan el cultivo de la quinoa, mítico y ancestral cultivo andino.

La quinoa, quinua o kinwa —en lengua quechua— era considerada “la madre de todos los granos” por los pueblos incas. Creían que su fortaleza y temperamento combativo provenían de las virtudes divinas y nutritivas de estos granos que se daban naturalmente en la zona altiplánica. Este cultivo resiste a la sequía, a la altura y su consecuente amplitud térmica, y crece en suelos pobres en materia orgánica. Los procedimientos de siembra y cosecha de la quinoa estaban asociados a festividades incaicas y, la planta misma era venerada y protagonizaba los ritos en honor a la Pachamama. Siendo tan identitaria de la cultura ancestral andina, la dominación española decidió poner fin a su cultivo, precisamente por las implicancias culturales y religiosas y por ser considerada un alimento sagrado para esos dioses paganos. Se ordenó quemar las plantaciones y se prohibió su consumo bajo el rótulo de “alimento para salvajes”.

En la cultura occidental, la quinoa está clasificada dentro de la familia de las chenopodiáceas y su semilla, considerada técnicamente como un pseudocereal. Por sus características nutricionales distintivas, como ser su alto valor proteico y bajo gluten, su consumo ha entrado en auge en las grandes orbes, siendo ofrecida por cocineros famosos, fusionándose en platos gourmet con la cocina de otras latitudes o formando parte de la dieta vegetariana y vegana. Lo más usual es consumir la quinoa procedente de Bolivia o de Perú, que son los principales productores. Ellos recuperaron hace tiempo la tradición de su cultivo y desarrollaron el agregado de valor como estrategia económica de las poblaciones locales. Así, poseen una extensa tradición en su producción, aunque no necesariamente en modo orgánico o agroecológico. Estos últimos 20 años, tras su «redescubrimiento» por parte de los organismos oficiales de nuestro país, su cultivo ha recibido un incentivo en zonas de la Quebrada de Humahuaca y la Puna, donde las condiciones edafoclimáticas lo favorecen. En este sentido, el rescate y la revaloración de la quinoa no sólo tiene importantes connotaciones culturales y alimenticias, sino también económicas para los pequeños productores familiares jujeños.

En mi último viaje a Humahuaca, tuve oportunidad de probar la quinoa agroecológica del grupo de productores «Tierra de Quinua«, de la comunidad de Rodero, que había sido comprada en una feria campesina y nos fue imposible volver a conseguirla. Luego de degustarla en un delicioso y sencillísimo pastel de zapallo y quinoa (receta de la profe Faltracco), emprendimos una recorrida por la zona para tratar de encontrar a los productores.

«Semillas producidas por productores familiares en Rodero, a 2936 msnm, con respeto hacia el ambiente utilizando técnicas ancestrales y agroecológicas.«

Salimos desde Humahuaca por la ruta provincial 14 que enfila hacia el NE. El camino de ripio, bastante «serruchado«, asciende suavemente posibilitando que una cresta del Hornocal se asome por el sureste, tentándonos a virar el rumbo y visitarlo una vez más.

El Hornocal desde el camino a Coctaca y Rodero (veromendo)

En las inmediaciones de Coctaca tomamos un camino que pasa por el costado del pueblo, que continúa ascendiendo de manera suave hasta llegar a un cruce de caminos donde la cartelería nos indica cómo seguir.

Un antiguo y artesanal cartel grafica los caminos dentro del circuito.

Así llegamos al pueblo de la Calendaria con su entrada arbolada, su Club Atlético Independiente de Rodero, su puesto sanitario y por supuesto, a falta de una, sus dos iglesias.

La más antigua muestra su estructura de adobe y parte su techo guayado.

Es la hora de la siesta y todo está muy tranquilo. Sólo unos niños juegan en la canchita de la plaza central. Me acerco a la única casa que, con su puerta abierta, muestra que hay alguien trabajando en su interior. Es una mujer. Le consulto por el tema de la quinoa y me manda a preguntarle a Don Aurelio, que al parecer perteneció a la cooperativa, y me da las indicaciones para llegar. Lo de don Aurelio es cerquita, pero como la altura comienza ya se hace sentir debo caminar con cierta serenidad. Es una mini finca primorosa con corrales y algunas plantaciones. Su señora me explica que don Aurelio no está más en el tema de la quinoa, que los productores están más arriba, en Juiri, quizás... Me despido y continuamos por el camino, que sigue subiendo…

Se ven fincas por aquí y por allá, con pequeños sembradíos, corrales pircados y árboles añosos. Llegando a un punto, el camino se desdobla: una de las sendas empieza a trepar sinuosamente por la montaña —es el que va hacia la laguna de altura de Leandro—, el otro —el que tomamos— nos deposita en el «centro» de Juiri, donde la iglesia engalanada con flores da testimonio de que hubo alguna celebración cercana en el tiempo.

Sin embargo no encontramos habitantes para preguntarles por la quinoa. Continuamos la marcha. A partir de allí, el camino, ascendente, pega la vuelta hacia el sur, continuando el circuito. De pronto, un churqui primorosamente enflorado, resabio de los festejos de Carnaval, llama la atención en nuestra marcha con sus coloridas flores de lana.

La vista hacia la quebrada del río Grande empieza a ser fastuosa. Se divisa el «gran cañón» que irrumpe en la pendiente que también presenta vestigios de continuidad de los andenes utilizados extensamente en esta región, para cultivar .

Capilla de Ronque (veromendo 2019)

Al llegar a Ronque, que también cuenta con su capilla, varios docentes de la Escuela itinerante nos solicitan que los acerquemos a la ciudad de Humahuaca. Nos presentamos, charlamos brevemente y ellos nos indican que conocen a los productores de quinoa: la familia Paredes. Su finca está de camino así que hacia allá vamos. Por suerte encontramos a Javier, quien generosamente me cuenta que la producción está en la etapa previa al lavado. El lavado de los granos es esencial para su digestibilidad, pues retira un compuesto —una saponina— que está depositado en su corteza y que es responsable de la gran cantidad de espuma que se observa cuando el lavado de la quinoa ha sido insuficiente. Javier me aclara que ese lavado debe ser realizado con extremo cuidado pues hay que asegurarse de retirar la máxima cantidad de saponina, pero sin demorar demasiado el proceso pues la humedad favorece la germinación. Si este paso de lavado y secado toma demasiado tiempo se puede arruinar la producción. Al momento de la visita aún no tenían los granos listos para la venta, así que nos invitó con unas manzanas lugareñas de calidad y sabor increíbles.

Para el regreso nos recomienda tomar el camino por Chorrillos, que cruza derecho, derechito toda la explanada en bajada hasta el río Grande.

El río Grande desde Rodero (veromendo, 2019)

Una vez allí hay que vadear el río que, por suerte, viene liviano de aguas. Una vez resuelto este cruce, el camino va a la par de la viejas vías del Ferrocarril General Belgrano, por unos bellos paisajes de arenales y árboles añosos. Los docentes estaban urgidos por llegar, así que no seguí demorándolos parando para tomar más fotos. En un momento se abre un corto tramo que sube abruptamente hacia la RN9. Lo tomamos y ya volvemos al asfalto conocido. La tarde es diáfana y vamos descendiendo hacia Humahuaca desde el Norte, disfrutando de la vista panorámica de las Peñas Blancas y de la ciudad y sus barriadas.

© veromendo, 2019.

Algunos circuitos posibles en #Humahuaca.

Jujuy en mapas: Cochinoca

En Entradas sucesivas se ponen a disposición de l@s lector@s algunos mapas de la provincia de Jujuy o sus regiones. Luego de cuatro años llevando adelante este blog, he podido percibir una gran avidez por mapas, tanto por parte de viajeros y turistas como con fines escolares. He obtenido los más antiguos de viejas cartillas turísticas (se indicará la fecha estimada de publicación) mientras que otros han sido realizados artesanalmente con fines didácticos y, finalmente, los tan útiles de la DPV (Dirección Provincial de Vialidad) que en la actualidad no se encuentran disponibles en su WEB. De todos modos, siempre se recomienda chequear la cartografía a través de Google Maps o Google Earth, para corroborrar que no haya sido cambiada la traza caminera.

@veromendo

El departamento de Cochinoca comprende las localidades de Cochinoca, Miraflores, Candelaria, Abra Pampa, Puerta Potreros, Cerro Blanco, Santuario, Chipayte, Llamerías, Puesto del Marquez, Cocoraite, Pueblo Viejo, Tinte, Redonda, Llulluchayoc, Potreros, Rumi Cruz, Huichaira, Lumará, Agua Chica, Sayate, Aguas Calientes, Quera, Queta, Abralaite, Quebradeña, Rinconadilla, Barrancas (Abdón Castro Tolay), Tusaquillas, Casabindo, Tambillos, Doncellas, Tinate, Casa Colorada, Muñayoc, Quichagua.

Cochinoca Mapa
Mapa del departamento de Cochinoca (provincia de Jujuy), sobre mapa de la DPV 2015.
Referencias mapa Cochinoca

Abra Pampa, la localidad cabecera del departamento de Cochinoca, dista a 214 km de la ciudad de San Salvador de Jujuy y está a una altura de 3400 m.s.n.m. Sus edificaciones han sido realizadas en construcción tradicional de adobe y paja, de manera similar a los demás pueblos de la Puna. En la actualidad (1991), como puerta al progreso, se han levantado algunos modernos edificios donde funcionan oficinas públicas y sus calles han sido pavimentadas.

Breve reseña de la fundación de Abra Pampa.

El pueblo de Abra Pampa, hoy ciudad, fue fundado en el año 1883 por decreto del entonces gobernador de la provincia, señor Eugenio Tello. Esta ciudad, se llamó en un principio «La Siberia Argentina» por su ubicación geográfica y su clima. Posteriormente, la llegada del servicio ferroviario en el año 1906 dio gran impulso económico a la zona. La iglesia donde se venera a su patrona, la santísima Virgen del Rosario, fue construída en el año 1911.

Enfoque económico.

La ganadería es una importante fuente de recursos económicos produciendo ovinos, vacunos, llamas y asnales. En las serranías habita su fauna nativa: vicuñas, vizcachas, suris y chinchillas aunque no en gran escala puesto que son perseguidas por cazadores furtivos. La agricultura es también un factor de progreso; sus cosechas de habas, papa, trigo, cebada, lechuga, ajo y cebolla son comercializadas con gran aceptación en el Norte de la provincia. En minería, son extraídos de sus yacimientos cobre, níquel, plomo, baritina, manganeso y piedra caliza.

Fuente: «JUJUY En Síntesis – Pequeña Enciclopedia para Jujeños y Visitantes«. Director: E. Justo Argañaraz, XXV. (Año 1991-2)

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Otros mapas

Otros sitios que ofrecen mapas

Dirección Provincial de Estadísticas y Censos de la Provincia de Jujuy (DIPEC Jujuy) en https://dipec.jujuy.gob.ar/cartografia-provincial/ que ofrece:

  • Mapa físico,
  • Mapa topográfico;
  • Mapa de ecorregiones,
  • Mapa de Municipios;
  • Mapa de Infraestructura censal.

Datos geográficos sobre Jujuy en https://dipec.jujuy.gob.ar/aspectos-generales/datos-geograficos/#11-11-datos-geograficos-de-jujuy-p1 que ofrece:

  • Superficie en Km2 según departamento y porcentaje sobre la Superficie Nacional según departamento;
  • Puntos extremos de la Provincia de Jujuy;
  • Principales alturas de la Provincia de Jujuy;
  • Principales cadenas montañosas de Jujuy, según ubicación y altura;
  • Principales lagunas de la provincia de Jujuy, según características;
  • Aspecto hidrográfico de la provincia de Jujuy. Análisis de cuenca del Río Grande;
  • Principales diques de la provincia de Jujuy;
  • Ecorregiones (describe las ecorregiones ambientales y cuerpos de aguas, o sea los diques, lagos, lagunas);
  • Mapa de superficie en km2. Provincia de Jujuy;
  • Mapa físico de la provincia de Jujuy;
  • Mapa de la provincia de Jujuy.