Manuel Moreno Torres, miembro de una numerosa familia, nació en Montemayor el día 25 de Octubre de 1909 y falleció el día 13 de Mayo de 1991.
Puede decirse que casi toda su vida transcurrió en el lugar conocido por el “Ventorrillo” con un pequeño bar, situado en la confluencia de la calle La Rambla, carreteras de la estación antigua de Córdoba-Málaga.
Son muchos los recuerdos que tenemos de este lugar y en particular del pequeño y modesto Bar “El Ventorrillo”.
Manuel era hombre sencillo, amable, sevicial y polifacético. Era lo que pdíamos llamar un “manitas”. Lo mismo te arreglaba un reloj, una radio, unventilador, unb brasero eléctrico, que cualquier aparato de mecánica. Pero es que lo hacía por vocación, porque le gustaba … y sin interés de ninguna clase … si acaso, el importe de alguna pieza nueva que había sido necesaria reponer.
¡ Cuantas veces se desplazó hasta la “humilde y birriosa casilla del Cura” para arreglar la bomba del pozo que no funcionaba!
Y subir a la torre de la parroquia haciendo un esfuerzo extraordinario para poner en marcha el antguio y viejo reloj; que dejó de funcionar al estrenarse el nuevo ayuntamiento. Esperamos que algún día funicone y oigamos de nuevo el alegre sonido de su campana …
Este modesto y pequeño Bar, que le servía de entretenimiento a Manuel, tiene para mi entrañables e imborrables recuerdos.
Cuando llegaba el tiempo de Vendimia, allí se reunían los vendimiadores para entregar la uva a la Bodega Cobos que representaba en Montemyoar Juanito Ruiz y era de ver cuando llega el camión con las cestas de Jareta, como se lanzaban los impacientes para hacerse con algunos de ellos, originándose incidentes y discusiones en medio del desespero de Juanito Ruiz que intentaba apaciguarles …
Y como no recordar aquellas tranquilas tardes otoñales en que nos sentábamos en su puerta para tomarnos media botella de vino “Los Manueles” de Cobos en el apertitivo de unos tomates con sla o un plato de patatas fritas Juanito Ruiz “El Compae”, Miguel Antel y un servidor …
O aquellas mañanas para tomar la copita de aguardiente en agradable tertulia “El Cerri”, “Ganeta, “Paquito el del Horno”, Juan Varona y su primo Juan. Ya solo nos queda un recuerdo.
Y aquellos miércoles en los que nos desplazábamos a Córdoba para llevar Manuel a su hija Carmina, el cartón de huevos, tomamos el café en el Bar Lopera en la Corredera, con los “jeringos” de nuestra inolvidable amiga Carmela.
Y un visitante asiduo en “El Ventorrillo” mi buen amigo y paisano Vicente Polo el de las gaseosas de Fernan Núñez.
Es un recuerdo el del Bar “El Ventorrillo” que nos deja un sabor agridulce y que queda como un lugar agradable en la pequeña historia del pueblo…
Y el de Manuel, hombre bueno, entregado a su familia, desinteresado y servicial merecedor de ser recordado en esta revista, como un hombre que deja huella …
Autor: José Jaén Hidalgo
Fuente: Revista las cuatro esquinas. Año IX – Núm. 33 – Marzo 1996