GUĂ€RICO / Vivir con cortes de agua se está convirtiendo en algo normal para los distintos Guariqueños que habitan en esta entidad llanera en plena cuarentena de la Pandemia de Coronavirus CONVID-19, mientras el gobierno Regional del señor JosĂ© Vázquez prosigue con su campaña de proselitismo polĂtico de engaño y falta de atenciĂłn al pueblo.
Familias enteras en la capital y los principales municipios del estado GuĂ rico aseguran que llevan pasado hasta dos y tres meses sin agua y, ante la incertidumbre de si volverá -o si será suficiente-, y aseguran que se las han arreglado para bañarse, lavar los trastes, la ropa y cocinar con apenas unos litros al dĂa que logran adquirir a punta de tobos o cisternas.
El gobierno de Nicolás Maduro y JosĂ© Vázquez asegura que la escasez se debe a una prolongada sequĂa y “saboteos” en el suministro. Para la oposiciĂłn y algunos expertos, el problema radica en la falta de mantenimiento acumulada por años en las instalaciones elĂ©ctricas y en las del suministro de la principal empresa de distribuciĂłn de agua en Guárico Hidro Páez la cual segĂşn,no puede bobear el agua por la falta de motores en la planta central ubicada en Puerta Negra.
Desde los barrios más pobres en San Juan de los Morros hasta los más adinerados, los dramas son compartidos.
“Tratamos de economizar el agua fregando (lavando) en poncheritas (…) Nos bañamos en poncheras para reciclar el agua para la poceta (retrete)”, confesĂł Carmen Contreras habitante de la populosa barriada la Morera en el municipio Juan German Roscio Nieves, abogada y ama de casa de 49 años, en su roĂdo apartamento en los bloque de este sector señala que escasea el agua desde hace meses y son muchos las zonas donde no llega el vital lĂquido.
Les digo a ustedes, integrantes de este medio comunicacional como lo es el diarioelnacionalista.com , que toda la franja que comprende la Fermin Toro desde el Jobo, Camoruquito, 14 de Marzo, Los Aguacates, toda la Morera, 1 de Mayo, Pariapan, Bicentenario, las Palmas, 5 de Julio entre otros son los afectados , conozco muchas familias que se han visto en la necesidad de recurrir a los camiones cisternas que por cierto cobran un dineral y en DĂłlares. Un cisterna de 3000 mil litros requieres de 50 dĂłlares afectando notablemente el bolsillo de las familias. Â Â
“Es difĂcil, hay que tratar de acostumbrarse a paliar la situaciĂłn a como dĂ© lugar”, agregĂł. “Hay que ahorrar agua porque no sabemos hasta cuándo va a durar esta situaciĂłn (…) todos los venezolanos creo que estamos asĂ”.
En su cocina y baño, Contreras guarda recipientes llenos de agua que sube con su esposo, a pie, por los tres pisos de su edificio. En dĂas recientes, el mandatario regional anuncio un plan llamado “Tanque Azul” algo similar, el cual segĂşn era de aplicarse por todos los alcaldes del estado en  busca segĂşn de  dotar “a todos los hogares” El anuncio fue hecho poco despuĂ©s de que la naciĂłn, que sufre una crisis econĂłmica sin precedentes, que es golpeada por un apagones y bajones de luz a cada rato que tiene a muchos estados en crisis. La falla agravĂł el ya de por sĂ intermitente servicio de agua.
“EL AGUA ES ORO”
En las Ăşltimas semanas, las filas para surtirse del agua que son más frecuentes en las pocas tomas de agua que existen el San Juan de los morros, se han multiplicado, y el desespero es mayor producto de que no existe un verdadero plan de contingencia a pesar de las advertencias de los expertos de que la situaciĂłn se agravara aĂşn más con la sequĂa que vive el Guárico.
Íngrid Flores, un ama de casa de 31 años, lava sus platos en envases, cuela esa agua para quitarle los restos de alimentos y la usa para bajar el excusado. A su hija, de tres años, la baña en una batea para luego reutilizar el agua.
En medio de su sala ya es común, resaltar tanques y varios recipientes donde recolecta el agua que llega a su casa de manera intermitente. Con uno de los envases, que almacena unos 18 litros, intentan bañarse tres de las cuatro personas que viven en su casa, en la misma residencia de Flores.
“(Vivir sin agua) es difĂcil, demasiado difĂcil. ImagĂnate, se puede morir uno sin agua”, dijo Flores, quien vive junto a su esposo y dos pequeños hijos. “No estábamos conscientes de eso antes, el agua ahora es oro”.
Mientras esto ocurre se une ahora el grave problema con la Pandemia del Coronavirus, que ubica la situaciĂłn aĂşn más delicada producto de la falta de higiene que necesitan las personas para poder combatir esta epidemia mundial. Â