Celebrar el 18 de septiembre en un país tan maravilloso y generoso como es Portugal llena de orgullo patrio. Después de muchos años en que en la Plaza de Chile, y con justicia, se rendían honores al navegante Fernando de Magallanes, y de observar también con alegría en los distintos puntos de Lisboa la presencia de los libertadores latinoamericanos como Bolívar, San Martín o Artigas, tomé el firme compromiso de instalar la figura de nuestro libertador Bernardo O’Higgins.

Después de un año de trabajo intenso, porque no es fácil en ninguna nación del mundo instalar un monumento y más aún hablando de esta Europa milenaria, este 18 de septiembre de 2020 en la avenida más importante de Portugal, la Avenida Libertad, tuve el honor de inaugurar, en representación de Chile, el busto de O’Higgins. Con ello no solo hacemos justicia a la historia, sino que revindicamos el derecho de nuestras figuras que han contribuido a la construcción de nuestra civilización frente a la oleada de revisionismo histórico y de valores que algunos han llevado a cabo en distintas partes del mundo, destruyéndolas y bajándolas de sus pedestales.

Frente a esto me permito compartir con ustedes las palabras que pronuncié el día de su inauguración:

Hoje é um dia muito importante. Estar nesta terra, juntamente com vocês, neste ano tão difícil que atravessa o mundo, gera sentimentos de todo tipo.

Orgulho por representar a minha PÁTRIA nesta terra tão querida para o Chile, tão admirada também pela sua geografia, beleza e gente maravilhosa.

A lingua é a nossa pátria, como diz o poeta.

Verdad, la lengua también es nuestra patria y en el día de mi patria, permítanme expresarme en castellano.

Orgullo por compartir junto a ustedes el 210 aniversario de la independencia de Chile.

Orgullo por inaugurar -en Portugal- esta maravillosa escultura de bronce de Bernardo O’Higgins, nuestro Padre de la Patria. Su base está construida con la exclusiva piedra Lioz Abancado, que es la misma con que se ha construido el Monasterio de Jerónimos y la Torre de Belén.

Pero al igual que la lengua, que es nuestra patria, también es nuestra casa, como la casa es nuestra madre.

PATRIA viene del latín del adjetivo Patrius — a– um (relativo al padre). AMOR A LA PATRIA… AMOR AL PADRE. Respeto, confianza, obligaciones y derechos… la patria emociona, y especial en este día 18 de Septiembre que es nuestro día nacional.

Nuestro padre de la patria, Bernardo O’Higgins, tenía una personalidad fuerte, fue valiente, dejó sus tierras para luchar por la Independencia. Hizo cosas impensadas para su tiempo. La honradez, la probidad, y la integridad fueron sus características más fuertes. Comprendió su tiempo en momentos de cambio y creía en la República, luchó por ella.

Mi reflexión, entonces, es recuperar y rescatar los valores vigentes, como también la capacidad de apreciar lo que tenemos, de luchar por lo que creemos, es decir, la solidaridad, la lealtad, el compromiso, y la inclusión social. Esto no es otra cosa que nuestro amor a la familia, a los vecinos, a los amigos, a nuestro trabajo, a nuestra escuela, a la tierra donde nacimos. Es decir, a la patria.

Y creemos antes que nada en el ser humano y el respeto a su dignidad, creemos en él desde lo más profundo y en cualquier momento y circunstancia, porque en Chile esos son valores absolutos.

Creemos en el respeto a los derechos humanos, en el respeto irrestricto a la democracia, en la libertad, en el respeto al estado de derecho y ciertamente en la libertad de culto y de expresión en todas sus formas.

Este es el ser chileno, conlleva estas cosas en su alma, en su ADN… en su corazón y en su mente.

Por eso hoy, acá, junto a ustedes rendimos tributo al Padre de la Patria que nos abrió el camino y que con su ejemplo nos enseñó los valores, el compromiso y la férrea decisión que conlleva luchar por lo que uno quiere.

Bernardo O´Higgins no solo fue uno de los libertadores de Chile, también colaboró con José de San Martín en la causa libertaria hispanoamericana.

Cuando asumió como Jefe Supremo de la Nación, de las primeras cosas que hizo fue declarar libres a los esclavos y abolir la esclavitud… siendo Chile de los primeros países del orbe en respetar la dignidad de las personas y hacerla libres.

Hoy día, en Europa, en la península Ibérica, con autoridades de Portugal y de España y acompañado de mis colegas embajadores latinoamericanos, quiero aprovechar la oportunidad haciendo honor al legado de O’Higgins y de todos nuestros próceres, el compromiso de mi país y de nuestro gobierno de seguir trabajando sin descanso para generar un progreso sostenido y darle mejores condiciones de vida a nuestros compatriotas para terminar de derrotar la pobreza y hacer una patria feliz donde todos los ciudadanos se sientan protegidos y esperanzados en un futuro cada día mejor.

O´Higgins junto a tantos otros criollos de aquellos años, nos mostró el camino, y además, como era un soñador y visionario, en sus últimas palabras antes de morir exclamó: “¡Magallanes, Magallanes, Magallanes!” intentando explicar cómo este navegante portugués… nos abrió al mundo… para un mundo mejor.

Gracias, señor Presidente y honorables miembros de la Cámara de Lisboa por todo el trabajo y el tiempo dedicado a esta obra.

¡Viva Chile! ¡Viva Portugal!

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