Guerra del agua: Mendoza avanza con una megrepresa y La Pampa presiona para frenarla

Es una nueva guerra por el agua entre Mendoza y La Pampa. Luego del histórico e inconcluso conflicto por el río Atuel, ahora en el medio de la puja ha quedado el río Colorado, a causa de la anunciada y mentada "obra del siglo": la megarepresa hidroeléctrica Portezuelo del Viento, en Malargüe, en el sur mendocino, que se asentará sobre el río Grande, principal afluente del Colorado.

Mientras Mendoza avanza con el megaproyecto y recibe los millonarios fondos de Nación, defendiendo todo lo actuado, bajo proceso legal, ya que la obra fue transferida a tierra cuyana, desde la vecina provincia intentan frenar las incipientes tareas por considerar que "no se realizaron estudios integrales sobre la cuenca con el aval del Congreso y que peligra el caudal del río Colorado", ante la crisis hídrica que azota a la región. La presión crece con el correr de los días, pero los cuyanos consideran que se cumplió con todo el procedimiento legislativo provincial y con los estudios técnicos y ambientales pertinentes, con el aval no sólo del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco), con 4 votos contra 1, sino de Nación.

Se trata de una megaobra que se pensó a mitad del siglo pasado y que se acordó recién en 2006 con Mendoza durante el primer gobierno kirchnerista por los perjuicios provocados por la Promoción Industrial. Pero hubo muchas idas y vueltas, y no se logró avanzar. Finalmente, en 2016, la gestión de Mauricio Macri avaló el proyecto y permitió que Mendoza, durante el gobierno de Alfredo Cornejo, llamara luego a licitación, ya que le garantizó el financiamiento, por un total de 1.023 millones de dólares en Letras del Tesoro, con vencimiento trimestral. Además, le permitió traspasar toda la obra a su jurisdicción.

Cuotas

Luego de depositar la primera cuota el año pasado, a comienzos de este 2020, con Alberto Fernández en el poder, se otorgó el segundo desembolso, desterrando los miedos de que se frenara o dilataran los pagos. Pero por estas horas hay ciertos resquemores y preocupación por la reciente designación nacional del pampeano Javier Schlegel como presidente del Coirco, integrado por los gobernadores de las provincias de La Pampa, Mendoza, Neuquén, Río Negro y Buenos Aires. Schlegel es un histórico funcionario que defendió a su provincia en la puja por el agua.

De igual forma, la megaobra parece seguir su curso y hay grandes expectativas económicas y laborales en tierra cuyana, con la promesa de dar empleo a más de 10.000 personas. Tiene un plazo de ejecución de cinco años y apuesta a lograr una potencia instalada de 210 MW, capaz de abastecer de energía a 130.000 usuarios, cuatro veces más de lo que genera el dique Potrerillos. Así, por estos días se alistan motores, con el objetivo de empezar la construcción a fines de este año.

En diálogo con LA NACION, el ministro de Economía y Energía de Mendoza, Enrique Vaquié dejó en claro la posición de la provincia. "Es una esperada obra que se aprobó en el seno de Coirco, donde se cumplió con todo el proceso. Es más, resolverá los problemas de falta de agua hacia abajo, como en el dique Casa de Piedra, en La Pampa. De hecho, provincias como Buenos Aires o Neuquén, también se verán beneficiadas. Todos, excepto La Pampa, estuvieron de acuerdo que es una buena obra para la administración de los ríos Grande y Colorado", expresó el funcionario, y agregó: "En La Pampa pueden pretender lo que sea, pero la obra se traspasó a la provincia y se cumplieron con todos los estudios ambientales, bajo la legislación provincial, y no se dejará sin agua a nadie. Por el contrario, la presa servirá para afrontar problemas de sequía, porque en definitiva será un gran reservorio de agua".

El funcionario detalló los pasos formales que se siguieron desde 2016 para lograr la aprobación final. Se presentó el proyecto ejecutivo, se acordó normas de llenado del embalse con todas las provincias y se establecieron normas de manejo del dique, se presentó el estudio de impacto ambiental que realizó Mendoza sobre la presa y la central y luego la aprobación provincial. También se avaló en el seno del Comité Ejecutivo del Coirco el estudio de impacto ambiental regional de toda la cuenca del río Colorado realizado por las universidades del Litoral y La Plata, donde se analiza la operación de Portezuelo del Viento y del embalse Casa de Piedra, en La Pampa. Por último, las autoridades mendocinas indicaron que el Coirco descargó conforme todo el pliego oficial de llamado a licitación.

Proyecto

El proyecto Portezuelo del Viento fue tratado en el seno del Coirco en el año 2016. En ese momento, la votación terminó 4 a 1, ya que La Pampa expuso su rechazo. De esta manera, al no ser unánime la decisión, el entonces presidente Mauricio Macri intervino con un "laudo" y finalmente aprobó la obra. En tanto, los pampeanos elevaron un recurso de queja ante la Corte Suprema, cuestionando la "parcialidad" del ex mandatario. También, de forma simultánea, presentaron un amparo ante el máximo organismo judicial para frenar la obra, con una serie de objeciones, sobre las normas de llenado de la presa, la decisión del traspaso de la obra a Mendoza, la falta de un estudio de impacto ambiental integral y una audiencia pública en el Congreso.

Desde La Pampa, la visión se contrapone con Mendoza y el reclamo no cesa. El secretario de Recursos Hídricos de esa provincia, Néstor Pedro Lastiri, explicó a LA NACION que se está avanzando con una obra "donde no hay agua", en referencia a la "crítica" situación del río Colorado, compuesto en un 65% por el Grande y en un 35% por el Barrancas.

Según el funcionario, los últimos reportes oficiales dan cuenta de que el río Colorado ha disminuido su caudal, después de más de 10 años de crisis climática, a los valores más bajos de su historia de 100 años de mediciones. El funcionario indicó que la escorrentía pasó de 147 metros cúbicos por segundo a menos de 100 m3/s. "Nadie puede asegurar cuánto tiempo va a seguir la crisis climática. Si Portezuelo hubiera estado hecha hace 10 años, hoy no tendría agua, como sucede actualmente con el Dique Casa de Piedra. Y otra cosa: hoy, el río Grande está casi seco", agregó Lastiri.

Otro argumento que ponen sobre la mesa los pampeanos es que "no hay un estudio de impacto ambiental regional (es decir en toda la cuenca) con posterior aprobación en Audiencia Pública en el Congreso Nacional, como lo establece la Ley de Obras Hidráulicas".

También, en La Pampa esperan que avancen los reclamos, sobre todo luego de la reciente designación de Schlegel al frente del Coirco. "Es un acto de elemental justicia a nuestros reclamos en soledad. Nos hace pensar que podemos revalorizar nuestros reclamos y hay un reconocimiento a La Pampa", completó Lastiri.