Este es un post para desahogarme, lo considero necesario.
Hace semanas, conversaba con un colega que me decía que mi rol como consultor se iba a beneficiar con el alza de precios del cacao.
Pero yo respondí que veía dos escenarios posibles y que no estaba seguro cual se iba a consolidar:
O productores tendrían más recursos y eso los iba a hacer más dispuestos a invertir en asesoría y mejoras en su cultivo, o todo lo contrario, iba a consolidar la idea de que el cacao es este cultivo mágico que materializa cosechas con la fuerza del pensamiento y cuyo único defecto es el bajo precio.
Ya pueden adivinar cuál escenario se ha manifestado de forma masiva...
Y se manifiesta en que recibo innumerables solicitudes de compra inmediata de plantas de variedades que no existen, recomendaciones de insumos milagrosos y de prácticas universales.
Todo esto se traduce en conversaciones de una hora donde debo resumir 30 años de avances en el cultivo del cacao y al final ni llevan las plantas ni contratan los servicios.
Me llevo como mensaje, que persiste la idea de no invertir, de no pagar asesoría, de comprar las plantas más baratas del mercado, anhelando cosechas generosas. Persiste la idea de la sostenibilidad de facto del cacao agroforestal.
Este boom, no se va a traducir en mayores volúmenes ni en el corto ni en el mediano plazo...