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Edicin Especial N 10
BOSQUES DE VENEZUELA:
UN HOMENAJE A JEAN PIERRE VEILLON
Julio, 2011
ISBN 980-231-131-6
BOSQUES DE VENEZUELA:
UN HOMENAJE A JEAN PIERRE VEILLON
Editado por
Gerardo A.Aymard C.
patrocinado por
UNELLEZ-Guanare
Vicerrectorado de Produccin Agrcola
Coordinacin de Investigacin
EXPRESIN DE GRATITUD
Autoridades Universitarias
UNELLEZ
Rector
Secretaria General
Vicerrector de Servicios
Vicerrector de Planificacin y Desarrollo Social
Vicerrector de Planificacin y Desarrollo Regional
Vicerrector de Produccin Agrcola
Vicerrector de Infraestructura y Procesos Industriales
Secretara Ejecutiva de Investigacin
Secretara Ejecutiva de Postgrado
Coordinacin de Investigacin del Vicerrectorado
del Produccin Agrcola
Plantas vasculares
Mastozoologa
Ornitologa
Herpeteloga
Ictiologa
Invertebrados
Curadores
Ing. Angelina Licata
Prof. Antonio Utrera
Prof. Alexis Araujo
Prof. Juan Elas Garca
Prof. Otto Castillo
Prof. Crspulo Marrero
Edicin Especial N 10
Julio, 2011
ISBN 980-231-131-6
Editor de esta Edicin Especial: Gerardo Aymard
Equipo de Produccin Editorial
Francisco Ortega
Basil Stergios
Gerardo Aymard
Donald C. Taphorn
Crispulo Marrero
Nidia Cuello
Miguel Nio
Editor Fundador
Editor Fundador
Editor Fundador
Editor Adjunto
Editor Ejecutivo
Editor Asociado
Editor Asociado
Alex S. Flecker
Kirk O. Winemiller
Guido Pereira
Klauss Jaffe
Juhuani Ojasti
Roger Carrillo
Jaime E. Thomerson
Lawrence Page
Leo Nico
Richard Schargel
Pedro Urriola
Enrique Lamarca
Bruce K. Holst
Abraham M. Urrutia
Martn Correa Viana
Brian Boom
Salvador Boher
Laurence J. Dorr
Christopher Kossowski
Gustavo Romero Gonzlez
Paul Berry
Nstor Livio Muoz Ora
CONTENIDO
Anibal Luna Lugo y Luis Marcano-Berti
HOMENAJE A JEAN PIERRE VEILLON .
1-3
4-6
Gerardo A. Aymard C.
INTRODUCCIN ..
7-10
Richard Schargel
UNA RESEA DE LA GEOGRAFA FSICA DE VENEZUELA, CON ENFASIS EN LOS SUELOS
11-26
Franco Urbani
UN ESBOZO DE LA GEOLOGA DE VENEZUELA .
27-32
Gerardo A. Aymard C.
BOSQUES HUMEDOS MACROTRMICOS DE VENEZUELA .
33-46
Jos Lozada, Jos R. Guevara, Clemente Hernndez, Pilar Soriano y Manuel Costa
LOS BOSQUES DE LA ZONA CENTRAL DE LA RESERVA FORESTAL IMATACA, ESTADO
BOLVAR, VENEZUELA
47-62
Lionel Hernndez, Elio Sanoja, Cristabel Durn, Jos Ayala, Jacqueline Ortz, Leandro Salazar,
Mayerslin Echagaray, Nelda Dezzeo, Nay Valero, Winfried Meier, Litzinia Aguirre, Patricia Rodrguez, Jagni C. Gonzlez, Luz Delgado, Glenda Rodrguez y Hernn Castellanos
ESTUDIO A LARGO PLAZO DE LA DINMICA DE BOSQUES EN UN GRADIENTE ALTITUDINAL
AL SUDESTE DE LA GUAYANA VENEZOLANA ..
63-73
74-105
Winfred Meier
LOS BOSQUES NUBLADOS DE LA CORDILLERA DE LA COSTA EN VENEZUELA .
106-121
Giuseppe Colonnello, Leyda Rodrguez, Omaira Hokche, Irene C. Fedn y Mara Gonzlez-Azuaje
ESTRUCTURA Y FLORSTICA DE LOS BOSQUES DE LA CUENCA DEL RO CUCURITAL, SECTOR OCCIDENTAL DEL PARQUE NACIONAL CANAIMA, ESTADO BOLVAR, VENEZUELA
Gerardo A. Aymard C., Jos Farreras y Richard Schargel
BOSQUES SECOS MACROTRMICOS DE VENEZUELA .
Jos R. Guevara, Omar Carrero Araque, Manuel Costa y Aurimar Magallanes
LAS SELVAS ALISIAS: HIPTESIS FITOGEOGRFICA PARA EL REA TRANSICIONAL DEL
PIEDEMONTE ANDINO Y LOS ALTOS LLANOS OCCIDENTALES DE VENEZUELA .
122-154
155-177
178-188
Victor Figueroa
LOS BOSQUES SECOS DE LA COSTA ORIENTAL DEL LAGO DE MARACAIBO, ESTADO ZULIA. VENEZUELA
189-196
Valois Gonzlez
LOS BOSQUES DEL DELTA DEL ORINOCO .
197-240
241-249
Crspulo Marrero
LA VEGETACIN DE LOS HUMEDALES DE AGUA DULCE DE VENEZUELA .
250-263
264-280
281-292
Gustavo Romero-Gonzlez
EL ESTADO DE LA CONSERVACIN Y LA BIODIVERSIDAD EN VENEZUELA: DOCE AOS
DESPUS .
293-302
302-324
Jean Pierre Veillon trabajando en su oficina del Instituto de Silvicultura, Facultad de Ciencias Forestales, Universidad de los Andes, Mrida, Venezuela (Fotografa cortesa de Luis Marcano-Berti).
Amrica. Instituto de Silvicultura, Facultad de Ciencias Forestales, Universidad de los Andes, Mrida. Venezuela.
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Integrantes de la Oficina Tcnica Forestal del Ministerio de Agricultura y Cra, Caracas, 1947; de pie de izquierda a derecha: M.M. Groter, Marshall
Turner y Jean Pierre Veillon, juntos a Henri Pittier y M. H. Curran, sentados de izquierda a derecha: (Fotografa cortesa de Giorgio Silvio Tonella
Tognola)
PRLOGO
autores ms citados dentro de las ciencias forestales, porque su extraordinario trabajo abarc diferentes tpicos en el marco del manejo forestal. Su
admirable cantidad de informacin ha servido para
que investigadores y estudiantes de universidades
nacionales y extranjeras cuantifiquen y validen modelos de crecimiento de los bosques tropicales
La herencia de J. P. Veillon es inmensa, y actualmente representa un extraordinario ejemplo para el
mundo de los cientficos interesados en el estudio y
conservacin de los bosques tropicales. Su alta y
enjuta figura, trajeada en caqui, casco de explorador, botas de campo de media caa y morral de
ataque, parece realizar una plasmacin para indicarnos que sin demora, debemos seguir su ejemplo
en la bsqueda de nueva informacin que ayude a
revertir el indetenible proceso que amenaza el equilibrio ambiental de su segunda patria.
Omar Carrero Araque
Mrida (Venezuela), noviembre 2010
INTRODUCCIN
Gerardo A. Aymard C.
UNELLEZ-Guanare, Programa de Ciencias del Agro y del Mar, Herbario Universitario (PORT), Mesa de Cavacas, estado Portuguesa. Venezuela 3350.
Desde 1974 hasta 1982, bajo los auspicios del Instituto Venezolano de Investigaciones Cientficas
(IVIC), se realizaron los primeros estudios de los
bosques de la amazonia venezolana, en las cercanas de San Carlos de Ro Negro, con nfasis en el
anlisis del ciclo de nutrientes y productividad del
bosque (Medina et al., 1977).
Entre los aos 1982, 1983 y 1985, el Ministerio del
Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables
(MARNR), a travs del proyecto Sistemas Ambientales de Venezuela, public dos mapas de la vegetacin actual de Venezuela a escalas 1:250.000 y
1:500.000 respectivamente, as como un Atlas de la
vegetacin de Venezuela; en este ltimo documento
destacan las descripciones de la vegetacin boscosa (Ara C. y Arends, 1985).
A partir de 1985, comienza el Proyecto Inventario
de los Recursos Naturales de la Regin Guayana
(PIRNRG), actividad en la que durante ocho aos
se explor y estudi la regin de la Guayana venezolana, logrando publicar ms de cincuenta memorias descriptivas y mapas a escala 1:500.000.
En 1988 se publica un Mapa de vegetacin de Venezuela (Huber y Alarcn 1988), el cual consider
criterios florsticos, fitogeogrficos y fisiogrficos,
representando un gran esfuerzo en explicar de manera sencilla la gran variedad de comunidades vegetales presentes en Venezuela.
En 1989, J. P. Veillon elabor un mapa de vegetacin con una modificacin al sistema de zonas de
vida propuesto por L. Holdridge, enfatizando que
aparte de la temperatura y la precipitacin media
anual, tambin se deba analizar el nmero de meses ridos o duracin anual del perodo del verano
(Veillon, 1974; 1989). Actualmente, esta observacin de J. P. Veillon, representa una de las principales variables climatolgicas utilizadas para ubicar
regiones con alta densidad y diversidad vegetal en
el Neotropico (ter Steege et al., 2003; 2006).
Desde la publicacin del mapa de Huber y Alarcn,
la informacin sobre del conocimiento florstico y el
estado actual de conservacin de los bosques venezolanos se ha venido actualizando a travs de
mapas de vegetacin elaborados por el MARNR en
1993-96 y 2003, as como por estudios en las diferentes regiones del pas: en los Llanos (Aymard,
2005; Aymard y Gonzlez, 2007); Amazonas (Clark
et al., 2000; Dezzeo et al., 2000; Aymard et al.,
2009); Andes (Bono, 1996; Cuello, 2002; Cuello &
Cleef, 2009; en este volumen) y Cordillera de la
Costa (Meier, 1998; en este volumen). Otros aportes al conocimiento botnico de Venezuela constituyen la publicacin de los nueve volmenes de la
Flora de la Guayana Venezolana (Steyermark et al.,
1985-2005), el Catlogo anotado e ilustrado de la
Flora vascular de los Llanos de Venezuela (Duno
de Stefano et al., 2007), el Nuevo Catlogo de la
flora Vascular de Venezuela (Hokche et al., 2008) y
numerosas exploraciones botnicas en todo el territorio nacional. Esta nueva informacin, en conjunto
con los resultados del Inventario Forestal Nacional
(MARNR-FAO, 2004) y los nuevos mapas de las
formaciones vegetales asociadas a sus grados de
intervencin, proyecto de Sistemas Ecolgicos de
Venezuela (Madi et al., 2008; 2009, en este volumen), ponen de manifiesto como la vegetacin boscosa en Venezuela ha sido modificada drsticamente durante las ltimas cinco dcadas, sin que se
tomara en cuenta los diferentes planes de manejo
propuestos por los tcnicos forestales (Kammesheidt et al., 2003; Lozada, 2007). Como consecuencia, actualmente slo queda menos del 20% de los
bosques llaneros en su estado original (PortilloQuintero & Snchez-Azofeifa, 2010), y otras regiones, como la Guayana (Bevilacqua et al., 2002;
2007), Andes (Gmez y Molina, 2007), Cordillera de
la Costa y Amazona, han perdido considerables
extensiones de vegetacin boscosa (Angulo et al.;
Madi et al., en este volumen).
En un pas como Venezuela, donde la diversidad
fisiogrfica y biolgica es tan diversa, es prcticamente imposible unificar en un solo libro informacin en detalle sobre los diferentes aspectos generales del pas y de la estructura y composicin florstica de todos los ecosistemas de bosques presentes. Sin embargo, en esta oportunidad, fue posible
reunir informacin original con la colaboracin de 51
investigadores de 18 instituciones, que han estudiado la vegetacin boscosa en las cuatro unidades
fisiogrficas de Venezuela (Llanos, Colinas, Litoral y
las Montaas). La informacin contenida en los
diferentes captulos de este libro, pone en evidencia
la diversidad de bosques en Venezuela, esta caracterstica los convierte en un tema de importancia a
nivel poltico y social, especialmente por el uso y
aprovechamiento de la biodiversidad, como una
gran posibilidad de adquirir beneficios en el futuro
inmediato. Sin embargo, el avance cada vez ms
acelerado y descontrolado de la destruccin de los
bosques tropicales pone en serio peligro la capacidad de las comunidades vegetales de proveer sus
servicios al medio ambiente y a la comunidad mundial (Larson et al., 2007; Keesing et al., 2010).
Si se desea proteger y utilizar de manera adecuada
la biodiversidad que albergan nuestros bosques, es
necesario implementar mecanismos para tratar de
detener la deforestaciones, y a la vez adaptar la
legislacin relacionada con el manejo de las zonas
protectoras, de reservas forestales y terrenos del
Estado. Se requiere con urgencia la ejecucin de un
plan nacional de conservacin y restauracin de lo
que todava existe, de lo contrario, dentro de muy
pocos aos la vegetacin boscosa ser muy poca,
tal como lo anticipara J. P. Veillon en 1976, y como
consecuencia de todo lo expuesto, la biodiversidad
se habr reducido demasiado para ser aprovechada
de manera sostenible por las sociedades modernas,
BIBLIOGRAFA.
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10
INTRODUCCIN
Las variaciones del relieve, geologa y clima en el
territorio venezolano, aunado a una compleja historia geolgica, determinan la existencia de una gran
variedad de suelos y de una extraordinaria diversidad de flora y fauna. Con esta breve descripcin de
las caractersticas ms relevantes del medio natural
venezolano, se pretende ilustrar la variabilidad territorial, tomando como marco la sectorizacin del
pas en regiones fisiogrficas propuestas por Zinck
(1981), basado en el libro de Crdenas (1969). Las
regiones fisiogrficas descritas presentan algunas
modificaciones de la denominacin original y ajustes en la delimitacin de subdivisiones, basado en
informacin geolgica, fisiogrfica y de suelos.
Antes de describir cada provincia fisiogrfica se
incluyen aspectos generales sobre la historia geolgica, los paisajes geomorfolgicos, el clima y se
hace nfasis en la informacin de los suelos del
territorio de Venezuela.
Historia geolgica del Cenozoico
Esta descripcin parte del final del Cretcico hace
ms de 65 millones de aos, cuando el mar cubra
la mayor parte del territorio venezolano al norte del
Escudo de Guayana. Hacia fines del perodo comenz una regresin marina debido al levantamiento del Cratn de Guayana y la acumulacin de sedimentos provenientes del mismo. Esta regresin
continu durante el Cenozoico, interrumpida por
transgresiones marinas, en una evolucin geolgica
de gran dinamismo, que culmin con el ascenso de
las cordilleras de Mrida, Perij y del Sistema Montaoso de la Costa, acompaado por el hundimiento
de las cuencas circundantes y su relleno con sedimentos.
Durante el Paleoceno y Eoceno Inferior el mar se
haba retirado de la mayor parte de los Llanos Occidentales, del sector ocupado actualmente por la
Cordillera de Mrida y de la parte sur de los Llanos
Centrales y Orientales. All se encontraban relieves
sometidos a erosin y trnsito fluvial, sin elevaciones pronunciadas. Al oeste y suroeste del lago de
Maracaibo se encontraba una gran planicie deltaica
que progradaba sobre el lago actual, el cual se
encontraba cubierto por el mar, al igual que la regin Falcn - Lara. Al sureste de la provincia deltaica se formaba una planicie fluvial que cubra a la
anterior a medida que sta avanzaba hacia el noreste. Durante el Eoceno Medio temprano continu
Unellez-Guanare. Vicerrectorado de Produccin Agrcola, Programa de Ciencias del Agro y del Mar. Guanare, estado Portuguesa, Venezuela
11
PAISAJES GEOMORFOLGICOS
Se describen basado en el trabajo de Zinck (1981)
modificado por MARNR (1991).
Planicie
Extensiones planas con desniveles inferiores a 10
m y pendientes generales inferiores a 1%. Estn
conformados por sedimentos aluviales, lacustrinos,
marinos y/o transportados por el viento (elicos). En
las planicies elicas con dunas muy altas pueden
aparecer desniveles mayores de 10 m. Las planicies aluviales estn constituidas por llanuras de
desborde o de explayamiento de los diversos ros
que la recorren. Si stos se encuentran levemente
12
entallados se forman vegas con desniveles inferiores a 10 m en relacin con las llanuras. Estas vegas
tambin estn presentes a lo largo de los ros que
entallan a las planicies elicas.
Altiplanicie
Es una extensin plana entallada por valles. Est
conformada por mesas bordeadas por barrancos.
Son planicies antiguas que fueron levantadas por
procesos tectnicos, por lo cual ocurre una marcada
incisin de los cursos fluviales. El tipo de relieve
caracterstico de este paisaje es la mesa, un terreno
elevado y relativamente plano, bordeado por taludes. Puede ser plana o ligeramente ondulada. Es
un paisaje extenso en los llanos orientales.
Montaa
Es un paisaje alto y accidentado. Los desniveles
entre las cimas y los valles vecinos son superiores a
300 m.
Lomero o colinar
Es un paisaje de diseccin, constituido por colinas
y/o lomas, con desniveles entre las cimas y los
valles adyacentes desde 10 hasta 300 m. Las colinas tienen una circunferencia basal aproximadamente circular y las lomas son alargadas.
Valle
Es un terreno alargado, recorrido por un curso de
agua y situado entre paisajes ms altos. Incluye las
unidades geomorfolgicas depositadas por el ro,
tales como la llanura de desborde expuesta a inundaciones ocasionales, generalmente entallada por
una vega con inundacin frecuente y las terrazas
que ocupan niveles altos no expuestos a inundaciones por desborde del ro. Existen valles constituidos
solamente por llanuras de desborde y vegas, mientras que otros tienen varios niveles de terrazas.
Piedemonte
La definicin de Zinck (1981) incluye en el piedemonte todos los relieves bajos de transicin (colinas, lomas, planos inclinados) ubicados entre un
paisaje elevado y uno ms bajo.
La definicin del MARNR (1991), utilizada en este
escrito, incluye en el piedemonte solamente los
planos inclinados de pendiente y gnesis variable,
ubicados entre un paisaje elevado (montaa, altiplanicie, lomero, tepui) y uno ms bajo (valle, planicie, peniplanicie). Las colinas y lomas son incluidas
en el paisaje colinar o de lomero, independientemente de su posicin respecto a paisajes ms elevados.
Los planos inclinados que forman el paisaje de
piedemonte frecuentemente estn constituidos por
conos de deyeccin y abanicos aluviales coalescentes, con pendientes entre 1 y 8%. Alrededor de los
CLIMA
Las estaciones lluviosas y secas que caracterizan al
territorio venezolano son consecuencia del desplazamiento hacia el norte y sur de la zona de calmas
ecuatoriales, denominada convergencia intertropical
(ZCI). Esta zona forma una franja de bajas presiones prxima al ecuador que rodea la tierra y hacia la
cual se dirigen vientos cargados de humedad desde
los hemisferios norte y sur. Cuando la convergencia
intertropical se halla sobre el pas se instalan las
lluvias, las cuales disminuyen a medida que la convergencia intertropical se desplaza hacia el hemisferio sur (Snchez Carillo, 1960).
Otras perturbaciones atmosfricas que peridicamente afectan el territorio provocando lluvias, son
invasiones de aire fro procedente de Amrica del
Norte y el avance de las ondas del este que se
desplazan de este a oeste sobre el norte y centro de
Venezuela. Por otra parte, las sequas son favorecidas por la formacin de zonas de alta presin sobre
el centro del pas.
Los huracanes tropicales en el ocano Atlntico y el
mar Caribe ocurren anualmente entre junio y noviembre. Estos centros de baja presin se desplazan en latitudes mayores de 12 norte y por lo tanto
no inciden directamente sobre el territorio venezolano. Sin embargo, cuando su trayectoria se aproxima
a las costas venezolanas, originan fuertes precipitaciones, vientos y oleaje, especialmente en las islas
y el oriente del pas.
La persistencia ms larga de la convergencia intertropical en el sur del pas, determina el incremento
de las precipitaciones medias anuales y la disminucin en la duracin del perodo lluvioso de norte a
sur. Sin embargo, esta tendencia general es modificada por la orografa del territorio, la cual determina
SUELOS
Se describen los principales rdenes de suelos
presentes en cada provincia fisiogrfica, en base a
la taxonoma del Soil Survey Staff (2003). De los
12 rdenes que agrupan los suelos del mundo, 10
se encuentran en Venezuela. Tambin se sealan
clases de drenaje (excesivo, bueno, imperfecto,
pobre y muy pobre y la suma de bases intercambiables en los horizontes superiores (0-25 cm), como
una medida de la fertilidad de los suelos. Las categoras establecidas para la suma de bases intercambiables son una modificacin de la propuesta
de Sarmiento (1990), con las siguientes categoras:
Histosoles
Los Histosoles corresponden a los suelos con material orgnico en la superficie o a poca profundidad.
Se han formado a partir de la acumulacin de residuos vegetales, generalmente mezclados con materia mineral. El material orgnico debe tener un contenido mnimo de carbono orgnico, que vara de 12
a 18% (21 a 31% de materia orgnica), para contenidos de arcilla en la fraccin mineral entre 0 y 60%
o ms. La capa de material orgnico debe estar a
menos de 40 cm de profundidad y tener un grosor
mnimo de 40 cm, o de 60 cm si la densidad aparente del material orgnico hmedo es menor de 0,1.
Estos suelos son extensos en el delta del Ro Orinoco. En el resto del pas se encuentran localizados
en sitios que favorecen la descomposicin lenta de
los residuos orgnicos acumulados.
Entisoles
Este orden agrupa a los suelos con un escaso desarrollo de los horizontes que se forman por los diversos procesos que convierten el material originario
en suelo. El nico horizonte usualmente presente
13
consiste en una delgada capa superficial de acumulacin de materia orgnica. Las caractersticas fsicas y qumicas de estos suelos reflejan las caractersticas del material originario y de acuerdo a ste
vara de hiperdistrficos a eutrficos. Los principales Entisoles presentes en Venezuela se originan
bajo las siguientes condiciones:
Inceptisoles
Este orden agrupa a los suelos que han sufrido
transformaciones ligeras a moderadas del material
originario y la formacin de horizontes que se desarrollan en pocos siglos. Adems del horizonte superficial con acumulacin de materia orgnica, se
han formado horizontes subyacentes con estructura
blocosa o prismtica, que sustituye la estructura de
la roca madre o sedimento (horizonte cmbico).
Cuando el material originario es calcreo muestran
evidencias de remocin del carbonato de calcio. Los
procesos de meteorizacin han originado colores
rojizos en algunos Inceptisoles bien drenados. En
otros, con drenaje imperfecto o pobre, la alternancia
estacional de condiciones anaerbicas y aerbicas,
han originado la redistribucin del hierro y manganeso, con la formacin de zonas de concentracin
de xidos de estos elementos, para formar manchas, ndulos y concreciones. Varan de distrficos
a eutrficos. Algunos Inceptisoles distrficos y/o
pobremente drenados tienen horizontes superficiales oscuros y gruesos (horizonte mbrico); otros con
drenaje muy pobre tienen una capa superficial dominada por materiales orgnicos con un grosor
entre 20 y 40 cm (horizonte hstico).
Los Inceptisoles se encuentran distribuidos en todo
el territorio nacional, excepto en las regiones ridas
del pas, donde son reemplazados por los Aridisoles. Son comunes en planicies aluviales y fondos de
valle ocupados por aluviones recientes; tambin
sobre superficies de terreno moderadamente estables en montaas y lomeros.
14
Vertisoles
Agrupan suelos con alto contenido de arcillas expansibles, con fuerte agrietamiento cuando secos.
El drenaje vara de bueno a pobre. Varan de hipodistrficos a eutrficos.
Estos suelos son comunes sobre sedimentos arcillosos de planicies aluviales y tambin se han formado por la alteracin de rocas sedimentarias arcillosas (lutitas).
Mollisoles
Agrupan suelos con horizonte superficial de color
oscuro, relativamente rico en materia orgnica,
grueso (generalmente ms de 25 cm) y con alta
saturacin con bases en todo el perfil (horizonte
mlico). Estos suelos son mesotrficos a eutrficos.
Los Mollisoles se encuentran localmente sobre
aluviones ricos en bases y sobre rocas calcreas en
lomeros y montaas.
Spodosoles
Se forman sobre materiales originarios arenosos,
bajo condiciones climticas muy hmedas que favorecen el traslado de compuestos orgnicos coloidales cidos, desde los horizontes superficiales hasta
subyacentes, donde se acumulan para originar
horizontes oscuros, ricos en materia orgnica (horizonte spdico). Entre los horizontes superficiales y
el horizonte de acumulacin, se encuentran horizontes de color gris claro a blanco y bajos en materia
orgnica. Estos suelos son distrficos o hiperdistrficos.
Estos suelos ocupan extensiones importantes en el
sur del estado Amazonas, sobre arenas con drenaje
pobre o muy pobre. Extensiones menores de Spodosoles han sido descritas sobre areniscas en los
pramos hmedos de los Andes (Sociedad Venezolana de la Ciencia del Suelo, 1982).
Oxisoles
Los suelos que integran este orden han estado
expuestos a una meteorizacin intensa que ha eliminado a diversos minerales, persistiendo los ms
resistentes. En la fraccin arena predomina el cuarzo y en la arcilla la caolinita. El limo relativamente
poco abundante en los Oxisoles, contiene cuarzo y
en el limo fino caolinita. Los xidos e hidrxidos de
hierro y aluminio (hematita, goetita, gibsita) abundan en todas las fracciones y dominan la mineraloga en algunos Oxisoles; forman ndulos en la arena
y limo, y revisten a las partculas de arcilla (Schargel, 1977). La mineraloga origina una baja capacidad de intercambio catinico y muy bajas reservas
de nutrimentos para las plantas. En Venezuela estos suelos generalmente son distrficos o hiperdistrficos.
A menos que la textura de los horizontes superficiales sea arcillosa, no se observan en estos suelos
incrementos de arcilla hacia los horizontes subyacentes. Solamente en el escudo de Guayana son
extensos estos suelos.
Alfisoles
Estos suelos tienen debajo de la superficie un horizonte de acumulacin de arcilla, parte de la cual ha
sido trasladada desde los horizontes superficiales
(horizonte arglico o kndico, si la arcilla tiene baja
capacidad de intercambio catinico). Adems, tienen una saturacin con bases intercambiables moderada a alta, por lo menos en la parte inferior del
perfil. Estos suelos generalmente son hipodistrficos o mesotrficos.
Son extensos en el pas, habindose formado a
partir de aluviones o a partir de rocas de litologa
diversa. Ocupan superficies relativamente estables
que no han sido afectados por sedimentacin muy
reciente o por erosin fuerte.
Ultisoles
Al igual que los Alfisoles, estos suelos tienen un
horizonte arglico o kndico. Adems, tiene una baja
saturacin con bases. Generalmente son hiperdistrficos o distrficos. Algunos Ultisoles tienen las
mismas caractersticas mineralgicas de los Oxisoles, de los cuales difieren por presentar un incremento notorio en el contenido de arcilla, desde el
horizonte superficial al subyacente y no tener texturas arcillosas en el horizonte superficial.
Son suelos extensos sobre superficies estables en
el escudo de Guayana, los llanos orientales y en
zonas montaosas hmedas poco afectadas por
erosin reciente.
Aridisoles
Estos suelos estn secos durante la mayor parte del
ao y no estn hmedos en la parte superior del
perfil durante 90 das consecutivos. No tienen las
caractersticas de los Vertisoles, Oxisoles o Mollisoles. Poseen debajo del horizonte superficial algn
horizonte originado por procesos formadores de
suelos, tales como cmbico, arglico, clcico (acumulacin de carbonato de calcio) gpsico (acumulacin de yeso) o slico (muy fuerte acumulacin de
sales solubles). Abundan en las regiones semiridas y ridas de la costa y en el estado Lara.
REGIONES FISIOGRFICAS
La figura 1 muestra un mapa de la distribucin de
las regiones fisiogrficas. Los aspectos concernientes a la vegetacin en las regiones fueron tomados
de los mapas de Hueck (1960) y de Huber &
Alarcn (1988).
Escudo de Guayana (G)
La geologa del escudo de Guayana consiste de un
basamento de rocas gneas y metamrficas del
Precmbrico, constituidas principalmente por rocas
15
Los suelos ms extensos son los Ultisoles, seguidos por Oxisoles e Inceptisoles. Tienen buen drenaje, texturas medias a finas, son hiperdistrficos a
distrficos y algunos son esquelticos. Los Ultisoles
y Oxisoles formados a partir de rocas bsicas son
mesotrficos a eutrficos en el horizonte superficial
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colinas son comunes Ultisoles con horizontes superficiales arenosos y arenas profundas con drenaje
excesivo (Entisoles). Vegas expuestas a inundaciones estn ocupadas por Inceptisoles distrficos, con
texturas medias a finas y drenaje pobre (Blancaneaux et al., 1977; CVG Tcnica Minera C. A., 1989,
1991; Schargel et al., 1980; Schargel y Marvez,
2009).
En la franja norte predominan sabanas arbustivas,
asociadas con bosques semidecduos. Hacia el
extremo este y hacia el sur se encuentran bosques
siempreverdes (Aymard et al., 2009). A lo largo de
ros y caos se encuentran bosques ribereos inundados estacionalmente. Los afloramientos granticos estn ocupados parcialmente por vegetacin
saxcola, sobre suelos con pocos centmetros de
grosor y en grietas (Entisoles muy superficiales).
Esta vegetacin incluye desde pequeos grupos de
hierbas hasta bosques bajos y medios (Grger,
1994).
Tierras bajas del suroeste (G4)
Comprende las peniplanicies y los lomeros bajos
que se extienden a lo largo de los ros Casiquiare,
Guaina - Negro, Ventuari y alto Orinoco. Pocos
terrenos elevados se encuentran incluidos en esta
subregin, destacndose el tepui Yacapana al sureste de la confluencia de los ros Orinoco y Ventuari.
El sustrato geolgico est constituido por rocas
gneo metamrficas con poca cobertura del Grupo
Roraima y muy escasas intrusiones de rocas bsicas.
La precipitacin media anual vara de 2.200 hasta
ms de 3.500 mm.
La mayora de los suelos de los lomeros y sobre las
colinas bajas de las peniplanicies, clasifican segn
las ltimas claves de la taxonoma en el orden de
los Ultisoles; los Oxisoles ocupan una extensin
menor. Son suelos bien drenados, con texturas
medias a finas y mayormente hiperdistrficos. Arenas cuarzosas se encuentran entre las lomas y
tambin ocupan extensas llanuras planas a suavemente onduladas. En el sector sur de esta subregin, desde la cuenca alta del Ro Atabapo hasta el
Ro Negro, estos suelos arenosos clasifican como
Spodosoles, por presentar un horizonte spdico a
menos de 2 m de profundidad. Son suelos con drenaje pobre a muy pobre, distrficos a hiperdistrficos (Schargel et al., 2000, 2001, Schargel y Marvez,
2009).
Los Spodosoles no son frecuentes al norte de la
subregin, donde la mayora de las arenas cuarzosas clasifican como Entisoles. En las zonas de
inundacin de los ros son comunes Inceptisoles,
con texturas medias a finas y Entisoles arenosos;
estos suelos tienen drenaje pobre y son distrficos
Subregin occidental (C1), formada por la Serrana y valle de Aroa, el Macizo de Nirgua y la
depresin de Yaracuy.
Subregin central (C2), formada por la Serrana
del Litoral Central y la Serrana del Interior Central, ambas separadas por una hendidura axial a
lo largo de la falla de La Victoria, fisiogrficamente representada por el curso superior del Ro
Tinaco, la depresin del Lago de Valencia y el
curso medio del Ro Tuy.
Subregin oriental (C3), que comprende la Serrana del Litoral Oriental que forma las pennsulas de Araya y Paria y la Serrana del Interior
Oriental. Ambas estn separadas por la depresin de Campoma-Casanay y los golfos de Cariaco y Paria.
En esta regin fisiogrfica predominan los paisajes
de montaa. Sin embargo, son relativamente extensas y muy importantes para la ocupacin humana,
17
18
En esta regin encontramos diferentes pisos altitudinales; tropical en las faldas inferiores, premontano, montano, pramo y nival. Las precipitaciones
varan de acuerdo a la altitud y orientacin de las
vertientes en relacin a la direccin de los vientos.
Las precipitaciones medias anuales generalmente
superan los 1.000 mm anuales y valores superiores
a 2.000 e incluso 3.000 mm son comunes sobre las
vertientes de ambos flancos. Precipitaciones anuales menores de 1.000 mm se encuentran en la transicin hacia la regin Falcn - Lara y en parte del
valle del Ro Chama y de otros valles andinos.
Las caractersticas de los suelos varan de acuerdo
a las precipitaciones, pisos altitudinales y naturaleza del material originario. En los sectores ms
hmedos se encuentran Ultisoles sobre terrazas y
vertientes estables. Sobre vertientes que han experimentado fuerte erosin o movimientos de masa
recientes y sobre llanuras aluviales en fondos de
valles se encuentran Inceptisoles distrficos y Entisoles superficiales. Sobre calizas son comunes
Alfisoles, Inceptisoles eutrficos y Mollisoles. En los
sectores con menores precipitaciones predominan
Alfisoles, Inceptisoles, Entisoles superficiales y
Aridisoles mesotrficos a eutrficos. En los pramos
se encuentran Inceptisoles hipodistrficos a distrficos, ricos en materia orgnica.
Exceptuando la zona de pramos, esta regin estaba cubierta casi totalmente por bosques. Sabanas
solamente se encontraban sobre suelos distrficos
con baja retencin de humedad de lomeros y terrazas que bordean ambos flancos del tramo norte de
la cordillera. Matorrales y cardonales se encuentran
en las escasas zonas secas. La vegetacin boscosa
ha sido destruida en gran medida para implementar
usos agropecuarios, especialmente en los pisos
tropical, premontano y montano bajo.
Cordillera de Perij (A2)
Esta subregin se caracteriza por un paisaje escarpado de montaa, con valles angostos y una franja
oriental de colinas y lomas altas que bordean la
Depresin de Maracaibo.
El sector meridional de la cordillera de Perij est
constituido por una cadena simple y escarpada,
conocida como Sierra de los Motilones, divisoria
entre el Valle del Csar en Colombia y la cuenca del
Lago de Maracaibo. Las elevaciones de esta divisoria se mantienen entre 2.200 y 2.600 m snm, con
una elevacin mxima de 3.750 m snm en el Pico
Tetaria (Gonzlez de Juana et al., 1980). Al norte de
la Sierra de los Motilones, la cordillera est constituida por filas paralelas originadas por fallas, que
delimitan pilares y fosas tectnicas. Esta estructura
geolgica imparte una direccin SSO - NNE a la red
hidrogrfica principal, la cual logra su salida hacia la
depresin del Lago de Maracaibo, formando caones estrechos que cortan a los bloques levantados.
19
20
Esta regin se caracteriza por la presencia de sierras con elevaciones mximas entre 1.000 y 1.900
m snm, separadas por reas bajas ocupadas por
planicies, lomeros y valles. Predominan rocas sedimentarias del Cenozoico, principalmente lutitas,
areniscas, limonitas y arcillas. En algunos sectores
abundan calizas y localmente se encuentran conglomerados, capas de carbn y calizas fosfticas.
En el sector sur se encuentran las depresiones de
Carora y Barquisimeto ocupadas por planicies con
rellenos Cuaternarios y lomeros. Afloran areniscas
y lutitas que incluyen bloques de rocas ms antiguas (Mesozoico), constituidas principalmente por
calizas. Las dimensiones de estas masas alctonas
alcanzan hasta varios kilmetros y evidencian deslizamientos sedimentarios hacia el Surco de Barquisimeto durante el Cenozoico.
Al norte de estas depresiones se encuentran sierras
con orientacin aproximada este oeste. La Sierra
de Baragua es la ms meridional, separada por el
valle del Ro Tocuyo, de las sierras de Buena Vista
y Churuguara ms al norte. stas a su vez estn
separadas de la Sierra de San Lus, coronada por
potentes calizas de arrecife, por tierras bajas de
colinas y lomas, recorridas por los ros Hueque y
Remedios. Al oeste del Ro Mitare una fila montaosa con elevaciones menores a 1.000 m snm,
constituye la prolongacin occidental de La Sierra
de San Lus.
La Sierra de Zaruma o El Empalado con orientacin
sur - norte, forma el lmite oeste de la regin.
Al norte de las sierras se encuentran paisajes de
lomeros que terminan en una planicie costera constituida principalmente por acumulaciones aluviales
del Cuaternario, encontrndose a lo largo de la
costa cordones litorales, campos de dunas, marismas y la planicie deltaica del Ro Mitare. Esta planicie costera es relativamente amplia desde la Depresin de Maracaibo hasta el Istmo de Paraguan. Al
oeste del istmo los lomeros y superficies de aplanamiento alcanzan la costa, por lo cual la planicie
costera es angosta y discontinua. Localmente se
observan terrazas marinas, cordones litorales, dunas y manglares (COPLANARH, 1975).
En la Pennsula de Paraguan se encuentra una
pequea rea montaosa (Cerro de Santa Ana)
rodeada por colinas y lomas. Una angosta planicie
costera est formada por acumulaciones aluviales,
la mayor parte del territorio. reas con precipitaciones inferiores a 500 mm son extensas en la costa,
Pennsula de Paraguan y en las depresiones del
estado Lara. Las zonas con precipitaciones medias
anuales entre 800 y 1.400 mm se ubican en el lmite
con el sistema montaoso del Caribe, en la Sierra
de San Lus, cuenca del Ro Hueque, cuenca alta y
media del Ro Matcora y cerca de las estribaciones
andinas.
Por las condiciones climticas son extensas las
21
1 Los tatucos son un microrelieve formado por montculos delimitados por una red intrincada de zanjas, con una seccin aproximadamente rectangular y de
30 a 125 cm profundidad, originados por erosin reticular (Stagno y Steegmayer, 1972).
2 Es un microrelieve constituido por lomos con una altura no mayor de 50 cm, generalmente de 2 a 5 m de ancho que siguen aproximadamente la orientacin
de las curvas de nivel. Se encuentran separados desde unos pocos metros, hasta ms de 200 m, cubiertos por una vegetacin de gramneas, ms densa y
alta que en los espacios entre escarceos, donde se acumula agua durante el perodo de lluvias (Goosen, 1964).
22
Ocupan gran parte de los estados Monagas y Anzotegui, constituidos por amplias mesas separadas
por valles, con desniveles que superan los 100 m
hacia el norte y oeste, disminuyendo a medida que
la altiplanicie baja hacia el delta del Ro Orinoco.
La altiplanicie consta de grandes mesas planas, con
pendientes predominantes entre 1 y 3%, las cuales
ocupan ms de 50% del rea. Estas mesas estn
separadas por valles, a lo largo de los cuales la
topografa es irregular, con reas onduladas a escarpadas, con fuerte diseccin. Las escarpas frecuentemente se encuentran estabilizadas por la
presencia de corazas y capas de ndulos ferruginosos.
Los suelos sobre las mesas son principalmente
Ultisoles distrficos a hiperdistrficos, con texturas
arenosas a franco arenosas en los horizontes superficiales y medias en los subyacentes. Tambin
son comunes Entisoles arenosos y en menor proporcin Oxisoles. Predomina la sabana graminosa
(Trachypogon, Axonopus) con una densidad variable de rboles y arbustos (Curatella americana,
Bowdichia virgilioides, Byrsonima crassifolia, Casearia sylvestris var lingua, entre otros). La vegeta-
23
24
importantes son el Ro Grande, que descarga alrededor del 80% del caudal del Orinoco, el cao Macareo y el cao Manamo, este ltimo cerrado a
partir de 1966 por un dique con compuertas, que
restringen marcadamente la descarga fluvial.
La precipitacin promedio anual vara de alrededor
de 1.500 mm en el pice del delta, hasta ms de
2.000 mm hacia el noroeste y sureste.
En esta planicie se puede distinguir una llanura
aluvial o de desborde donde ha ocurrido una acumulacin importante de sedimentos del Ro Orinoco.
Este sector, denominado delta superior, se caracteriza por la presencia a lo largo de los caos de diques naturales, que encierran zonas bajas con
inundacin prolongada. Los suelos sobre los diques
naturales son Inceptisoles hipodistrficos, con texturas medias y drenaje bueno a imperfecto. En los
bajos adyacentes a los diques naturales se encuentran Inceptisoles con texturas finas y drenaje pobre,
generalmente mesotrficos a hipodistrficos. En el
centro de las islas se encuentran Entisoles e Histosoles permanentemente saturados con agua. La
mayor parte de esta llanura estaba cubierta por
vegetacin boscosa, deforestada en gran medida
para usos agropecuarios.
En el sector denominado delta medio se encuentran
llanuras cenagosas y turberas. Las primeras, sujetas a inundaciones muy largas, estn ocupadas por
Entisoles formados por la lenta acumulacin de
sedimentos minerales finos, de origen marino y/o
fluvial, acompaados por una cantidad importante
de residuos orgnicos aportados por la vegetacin
predominantemente boscosa. Algunos presentan
acumulacin de sulfuro de hierro, por lo cual, al ser
drenados, experimentarn una acidificacin extrema, por la formacin de cido sulfrico.
Las turberas con Histosoles ocupan sectores permanentemente inundados o saturados, con escasa
acumulacin de sedimentos minerales, predominando la acumulacin de residuos orgnicos aportados por la vegetacin de herbazales o bosques.
Algunos Histosoles presentan acumulacin de sulfuro de hierro.
En el sector del delta medio, influenciado por la
descarga del Ro Grande, se han formado bancos e
islas de estuario, constituidos por sedimentos finos
sobre sustratos arenosos, sobre los cuales predominan Entisoles pobremente drenados, cubiertos
por vegetacin boscosa.
A lo largo de la costa, correspondiendo al delta
inferior, predominan marismas cubiertas por manglares. Los suelos de texturas finas clasifican como
Entisoles, con presencia de sulfuros a poca profundidad. Localmente se encuentran cordones litorales
con Entisoles arenosos.
En las planicies costeras adyacentes al delta predominan marismas, llanuras cenagosas y turberas.
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25
26
INTRODUCCIN
La Tierra es un cuerpo planetario dinmico que
evoluciona y cambia continuamente desde el punto
de vista fsico, pero los cambios son muy lentos y
por consiguiente, casi imperceptibles en trminos
de pocos aos de la vida de un ser humano (excepto los producidos por eventos rpidos como terremotos, erupciones volcnicas, inundaciones y movimientos de masas). De hecho, la magnitud del
tiempo geolgico es un concepto difcil de imaginar
dado que tratamos de millones y miles de millones
de aos (Fig. 1), en los que las formas de vida han
evolucionado desde organismos unicelulares, hasta
la compleja red de vida que hoy conocemos. Simultneamente, a lo largo de miles de millones de
aos, la distribucin de las tierras y mares en la
superficie terrestre ha cambiado drsticamente y en
forma muy distinta a la geografa actual. Las ideas
pioneras de la deriva continental comenzaron en
1912 con Alfred Wegener, hasta que la posterior
acumulacin del conocimiento geolgico y geofsico
permiti plantear formalmente la teora de tectnica
de placas. sta comenz a popularizarse a principios de los aos 60 y al presente ha demostrado ser
un instrumento integrador de casi todas las disciplinas geolgicas; permitiendo interpretar la evolucin
del planeta y la distribucin a travs del tiempo de
las masas continentales en la superficie terrestre,
as como hasta aspectos muy prcticos, como predecir los mejores lugares para el hallazgo de recursos minerales y acumulaciones de hidrocarburos, la
definicin de las zonas de riesgo ssmico y volcnico, y muchos otros fenmenos.
Con el estado actual del conocimiento sabemos que
la superficie terrestre est dividida en una docena
de grandes placas tectnicas (Fig. 2), constituidas
tanto por bloques continentales como por zonas
ocenicas. Debido a procesos que se generan en el
manto a cientos de kilmetros de profundidad y en
el ncleo del planeta, a ms de 3.000 km de profundidad. Estas placas superficiales relativamente
rgidas y fras, se mueven y reacomodan entre s de
manera que en sus zonas de contacto o lmites,
ocurren los ms diversos procesos geolgicos. Si
los fenmenos de volcanismo y los sismos se representaran en un mapa, las zonas donde son ms
frecuentes, estn ubicadas en los lmites de las
placas; el mejor ejemplo de lo expuesto, lo constituye el llamado cinturn de fuego alrededor del oca-
Universidad Central de Venezuela. Facultad de Ingeniera. Escuela de Geologa, Minas y Geofsica. Laboratorio de Geologa y Geoqumica (330). Ciudad
Universitaria y Fundacin Venezolana de Investigaciones Sismolgicas, El Llanito. Caracas. Venezuela. Correo-e.: urbanifranco@yahoo.com
27
tos llegan al delta del ro Orinoco. La parte con rocas ms antiguas corresponde al Complejo de Imataca, ubicado al norte de la falla de Gur, hasta el ro
Orinoco y abarcando parte de la sierra de Imataca.
Sus rocas tienen edades mayores a 2.800 Ma, con
algunos sectores cercanos a Gur con edades probablemente mayores a 3.200 Ma, estas antiguas
rocas fueron sometidas a intensos procesos de
metamorfismo y deformacin. Ms al sur se encuentran los cinturones de rocas verdes, de origen
volcano-sedimentario y las extensas intrusiones
granticas de las provincias de Pastora, denominadas Complejo de Supamo, con edades superiores a
2.300 Ma. Posteriormente, hace unos 1.900 a 1.800
Ma atrs, ya entrando en un perodo de relativa
tranquilidad tectnica que contina hasta nuestros
das, ocurri la sedimentacin de las rocas del Grupo Roraima, cuyos remanentes erosionales forman
las tpicas mesetas de las tierras altas de Guayana,
como los conocidos tepuyes de la Gran Sabana en
el estado Bolvar, y las altas montaas de CuaoSipapo, Par, Duida, Marahuaca y Neblina en el
estado Amazonas. Durante el tiempo de la sedimentacin de Roraima hubo volcanismo que dio
Fig. 1. Tabla del tiempo geolgico con los principales eventos en el mbito mundial y de Venezuela. Traducido y modificado de Kulp (1961).
28
Fig. 2. Esquema de las principales placas tectnicas. Traducido de Tilling et al. (1987).
29
proceso de ascenso de los Andes de Mrida y Perij, por lo tanto los mares se van retirando, pero al
mismo tiempo que esas tierras van emergiendo
empiezan a ser erosionadas convirtindose en importantes fuentes de sedimentos para las cuencas
de Maracaibo y Barinas-Apure.
30
Fig. 4. Principales rasgos de la interaccin actual entre las placas Caribe y Suramericana. Traducido y modificado de Levander et al. (2006).
31
32
AGRADECIMIENTOS
Se agradece a Marina Pea (FUNVISIS) por la
impecable preparacin de las figuras.
BIBLIOGRAFA
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UNELLEZ-Guanare, Programa de Ciencias del Agro y el Mar, Herbario Universitario (PORT), Mesa de Cavacas, estado Portuguesa. VENEZUELA 3350.
33
la flora Amaznica y de las tierras bajas de la Guayana venezolana (ej. Licaria armeniaca, Lecythis
corrugata subsp. rosea, Pera bicolor, Sagotia racemosa, Humiriastrum colombianum, Astronium ulei).
En Venezuela no existe otra rea equivalente, sin
embargo la vegetacin original ha sido eliminada en
los ltimos 40 aos. Aunque la regin posee varias
Figura 1.Mapa de vegetacin de Venezuela 2010, resaltando las regiones de bosques hmedos macrotermicos (y mesotermicos de la Guayana).
(Extrado y adaptado por Carlos Pacheco Angulo, Julio-2011 a partir del GlobCover-2009 by ESA & The Universit Catholiqu de Louvain)
Los Llanos
Actualmente son muy escasos los bosques originales hmedos en la regin de los Llanos venezolanos. En el sector de los Llanos Occidentales y Centrales, los bosques han venido desapareciendo
rpidamente, producto de explotaciones madereras
asociada a procesos de invasin, quema y destruccin para fines agropecuarios. El mejor ejemplo de
esta drstica reduccin de la masa boscosa es la
Reserva Forestal de Turn, la cual fue intervenida
durante dos dcadas para dar paso a la implementacin de los grandes planes agrcolas que necesi-
34
taba el pas para desarrollarse. Las reservas forestales de Caparo, Guarapiche, San Camilo y Ticoporo, todava poseen las reas de bosques ms importantes al norte del pas (aproximadamente
20.000 Ha).
Los bosques hmedos que an persisten en la regin de los Llanos Occidentales se encuentran en
las reservas forestales de Ticoporo, Caparo y
San Camilo, as como tambin en pequeos remanentes de bosques de galera de los numerosos
ros que atraviesan la regin (desde el Ro Sarare,
estado Apure, hasta el Ro Cojedes, estado Cojedes). El atlas de vegetacin de Venezuela clasific
dra aristigera, Ecclinusa lanceolata, Pouteria procera y Couepia ulei), esta ltima especie solo conocida en Venezuela de esta regin. Al sureste de Santa Brbara de Barinas, se han observado bosques
con las mismas caractersticas de la Reserva Forestal de San Camilo (altos, siempreverdes y con presencia de especies de afinidad amaznica-
35
36
Figura 2. Bosques hmedos de la regin de Maroa-Yavita, intervenidos por actividades de agricultura de subsistencia (conucos). (Foto: L.
Campbell)
Estado Amazonas
Los bosques hmedos de tierras bajas situados en
el estado Amazonas actualmente cubren ms del
60% de esta entidad y poseen una parte importante
de la diversidad vegetal del pas. La regin presenta
unidades de vegetacin nicas (ej. bosques de
Caatinga Amaznica, bosques mixtos, bosques
dominados por pocas especies y bosques densos
bajos dominados por especies con maderas livianas). De acuerdo con Huber (1982) y Huber &
Alarcn (1988), en la regin comprendida entre la
boca del Ro Meta hasta la boca del Ro Sipapo la
vegetacin boscosa predominante son asociaciones
de bosques tropfilos, semideciduos (alisios) con
bosques ombrfilos basimontanos. Al norte de
Puerto Ayacucho, en la regin del Ro Galipero se
encuentran bosques altos a medianos dominados
por Erisma uncinatum y Parinari excelsa, los cuales
estn situados en las partes altas del glacis residual
(Dezzeo et al., 1980; Flster & Huber, 1984). Cataln (1982) realiz un inventario forestal en los
alrededores de Puerto Ayacucho (sectores Limn
de Parhuea, Galipero y Gaviln), utilizando la
informacin de cuatro hectreas, clasific los bosques de medio-alto y medio-denso, dominados por
Erisma uncinatum y Copaifera sp. Las contribuciones de Castillo (1992, 1994) representan la informacin ms detallada de la flora del Ro Cataniapo.
Dichos trabajos muestran que este sector posee
una flora muy variada, (95 familias y 550 especies),
en donde las familias con el mayor nmero de especies son Leguminosae (sensu lato), Rubiaceae y
Melastomataceae.
Estudios de vegetacin y suelos en la cuenca del
Cao Carinagua (Aymard et al., 2009) muestran
tres tipos de comunidades boscosas en este sector:
1. bosques altos sobre lomeros dominados por
Astrocaryum gynacanthum, Erisma uncinatum,
Trattinnickia glaziovii y Hymenolobium petreum, 2.
bosques medios en la planicie aluvial dominados
por Phenakospermum guyannense, Erisma uncinatum y Eschweilera subglandulosa, y 3. bosques
bajos intervenidos dominados por Apuleia molaris,
Guatteria schomburgkiana, Phenakospermum guyannense y Talisia cerisina. La vegetacin de esta
regin posee un grupo de especies comunes con
los bosques de la regin nordeste del estado Bolvar, sur del estado Delta Amacuro y las Guayanas.
Ejemplos de algunas de estas especies son Qualea
En la regin del Ro Sipapo y sus afluentes, la vegetacin ha sido estudiada en los ltimos 30 aos por
numerosos investigadores, entre los ms importantes estn los trabajos de Cataln (1980), quin elabor inventarios forestales en bosques con dominancia de Swartzia laxiflora, Virola surinamensis y
Goupia glabra. Camaripano-Venero y Castillo
(2003) y Avendao y Castillo (2006) produjeron dos
catlogos acerca de la vegetacin del bosque estacionalmente inundable. Los bosques del bajo Ro
Cuao han sido estudiados por Guevara et al.
(2009), autores que registraron a Arecaceae, Fabaceae, Euphorbiaceae, Mimosaceae, Rubiaceae,
Burseraceae y Annonaceae, como las familias
florsticamente dominantes de este sector.
Desde la desembocadura del ro Atabapo en el ro
Orinoco, hasta el piedemonte del gran basamento
gneo-metamrfico del Escudo de Guayana, se
encuentran una amplia regin conformada por llanuras aluviales, deposicionales y de erosin, con vegetacin compuesta por bosques con dominancia
de palmas de los gneros Attalea, Euterpe, Oenocarpus, y Manicaria, mezclados con bosques inundables y de tierra firme de dos a tres estratos bien
definidos. Esta regin es conocida como la peniplanice del Ventuari-Casiquiare; el grado del conocimiento florstico de esta rea todava es incompleto,
sin embargo, informacin disponible (Aymard et al.,
1989) indica que en el interfluvio Orinoco-Atabapo
se encuentran bosques medios de tierra firme con
dominancia de Diclinannona calycina, Couma utilis,
altura, muy intervenidos sobre Entisoles en sedimentos elicos sobre lomas dominados por Attalea
maripa, Guatteria ovalifolia y Simarouba amara, 3.
bosques altos, en Ultisoles asociados con afloramientos de gneis dominados por Chaetocarpus
schomburgkianus, Ruizterania retusa y Couma utilis
y, 4. bosques mixtos de mediana altura asociados
con afloramientos de arenisca al pie de las vertientes dominados por Oenocarpus bacaba, Rudgea sp
nov., Qualea paraensis y Bocageopsis multiflora.
Berry et al. (1995) ubicaron la regin de la cuenca
del Ventuari como parte de la provincia occidental
de la Guayana, la cual incluye las peniplanicies del
Ventuari-Casiquiare. Estas reas tambin son conocidas por poseer los bosques de Caatinga amazonica, bosques de Yvaro (Eperua purpurea) y una
gran cantidad de especies endmicas slo conocidas de la regin del alto Ro Negro y las cumbres de
los tepuis o montaas de arenisca del Escudo
Guayans. (Huber 1994). Sin embargo, los resultados de Aymard et al. (2005; 2009) demuestran que
el elemento de la provincia florstica del alto Ro
Negro estuvo representado en el bajo y medio Ventuari por muy pocas especies (ej. Amanoa almerin-
37
Eperua purpurea, Minquartia guianensis, Aspidosperma marcgravianum, Pouteria surumensis, P. trilocularis, Eschweilera pedicellata, Iryanthera juruensis,
Inga alba, Micropholis casiquiarensis, M. Licania longistyla y L. sprucei (Aymard et al,. 1998a; 2009;
Schargel et al,. 2000).
38
macrophylla, Chomelia barbellata, Coussarea longiflora, Caryocar microcarpum, Caraipa longipedunculata, C. spuria, Botryarrhena venezuelensis,
Amaioua guianensis, Guatteria multinervia), y por
y Eschweilera pedicellata, y en el rea de San Carlos de Ro Negro los bosques de Yvaro se encuentran acompaados por Iryanthera lancifollia,
Swartzia schomburgkii, Oenocarpus bataua y Mezi-
laurus sprucei.
Handroanthus capitatus, Cathedra acuminata, Rollinia exsucca, Triplaris weigeltiana) y otro grupo de
especies pertenecientes a la provincia florstica
Imataca (ej. Mora excelsa, Duguetia pycnostera,
Licania densiflora, L. alba). Sin embargo, de acuerdo con Gonzlez (1999; este libro), la regin del
Delta Superior presenta una variada y diversa cu-
39
bierta vegetal, en la cual la estructura y la composicin florstica est regulada por la interaccin de los
pulsos peridicos de nutrientes y sedimentos fluviales, aportados por el desborde de los tributarios del
Orinoco durante la poca de lluvia, en combinacin
con gradientes horizontales a partir del sitio de desborde, de textura del suelo, profundidad de la lmina de agua y tiempo de duracin de la inundacin.
Son comunes de estos ambientes las comunidades
de Erythrina fusca, de Macrolobium acaciifolium y
Symmeria paniculata.
Guatteria flexilis, G. rubrinervis, Bauhinia scalasimiae, Couepia comosa, Alexa cowanii, Aniba,
excelsa, Quiina indigofera), caractersticas que
40
1987).
Las penillanuras del Ro Caura se encuentran ubicadas en el centro del estado Bolvar, regin ampliamente conocida por sus bosques ricos en Sarrapia (Dipteryx punctata) denominados Sarrapiales (Williams, 1942), los cuales se desarrollan en
las altiplanicies sobre suelos sin problemas de drenaje superficial. En los ltimos 20 aos los bosques
ribereos y de tierra firme de este sector han sido
ampliamente estudiados; hasta el presente, es la
regin de la Guayana venezolana con la mayor
cantidad de estudios recientes sobre su composicin florstica, estructura y usos de las plantas
(Marn y Chaviel, 1996; Aymard et al., 1997; Briceo
et al., 1997; Dezzeo y Briceo, 1997; Huber et al.,
1997; Salas et al., 1997; Castellanos, 1998; KnabVispo 1998; Knab-Vispo et al., 2003; Rosales et al.,
2003). En la cuenca baja, aproximadamente a 18
km al suroeste de Maripa, se encuentran: bosques
medios sobre ladera de lomeros con dominancia de
Brosimum alicastrum subsp. bolivarense, Attalea
maripa y Protium sagotianum; bosques medios en
los topes del lomero con Licania discolor, Protium
crenatum y Pouteria cayennensis; bosques bajos
sobre afloramientos rocosos de granito con dominancia de Angostura trifoliata, Lecythis corrugata
subsp. corrugata e Isertia parviflora; y bosques
asociados a valles coluvio-aluviales con dominancia
de Sloanea grandiflora, Trichilia septentrionalis y
Xylopia frutescens (Aymard et al., 1997).
En el sector de la boca del Ro Nichare, las especies ms importantes en bosques de tierra firme
son: Gustavia coriacea, Simaba cedron, Dialium
guianense, Protium sagotianum y Alexa confusa; en
bosques peridicamente inundables de esta rea
dominan Alexa confusa, Micrandra minor y Eschweilera subglandulosa. Desde los raudales de La
Mura hasta Salto Para, los bosques inundables
de la cuenca han sido estudiados en detalle por
Rosales et al. (1997; 2001) y Knab-Vispo et al.
(1997; 1999), autores que clasificaron once tipos de
bosques ribereos, las especies ms frecuentes en
estas comunidades fueron: Eschweilera subglandulosa, Brownea coccinea subsp. capitella, Iryanthera
dos a estos bosques se encuentran densas comunidades de palmas de las especies Euterpe precatoria, Socratea exorrhiza, Oenocarpus bacaba y la
hierba gigante Phenakospermum guyannense. En
la cuenca media-alta, en el sector del raudal Arichi
y Araguaa, se encuentran bosques en lomeros
con rboles emergentes (35 m) de Alexa confusa y
Eschweilera coriacea, acompaados por Protium
2004).
En los piedemontes de ambas vertientes de la Sierra de Maigualida, Zent & Zent (2004) establecieron
cuatro parcelas de 1 Ha, en las cuales midieron
todos los individuos mayores de 10 cm DAP. En el
Cao Iguana registraron 133 especies, en el Cao
Majagua 182 especies y en el Cao Mosquito 187;
en el estado Bolvar, reportaron 191 especies en el
Cao Kayam en el medio Ro Cuchivero. Los tres
ltimos registros representan la mayor diversidad
medida en bosques en Venezuela.
Las penillanuras de las cuencas baja y media del
Ro Paragua estn cubiertas por una extensa rea
de bosques mixtos, pantanosos, dominados por
palmas, y al este de la meseta de Guiaquinima se
ha registrado una gran extensin de selvas de bejucos (Hernndez, 1997). La composicin florstica de
estas comunidades es muy variable, y de la escasa
informacin disponible se tiene que especies arbreas comunes en esta rea son Licania alba, Eris-
ma uncinatum, Handroanthus capitatus, H. impetiginosus, Aspidosperma oblongum, Drypetes variabilis, Trichilia mazanensis, Anacardium giganteum,
Erythroxylum kapplerianum, Tachigali chrysophylla,
Elaeodendron xylocarpum y Pouteria egregia (CVGIPETO, 1976; Aymard, datos no publicados).
Finalmente, al noroeste del estado, entre las cuencas de los ros Suapure y Guaniamo, Finol (1975)
estableci siete parcelas de 1 Ha, encontrando
bosques altos, densos, dominados por Eschweilera
subglandulosa, Erisma uncinatum y Licania densi-
flora.
CONSIDERACIONES FINALES
Actualmente, en Venezuela, la mayor parte de la
regiones de piemonte de las Cordilleras de Perij,
Los Andes y La Costa se encuentran parcialmente
deforestadas. Los bosques hmedos al norte del
Ro Orinoco y los decduos y brevidecduos de los
Llanos que cubran ca. 30% del territorio y en cuyo
41
Figura 4. Mapa de vegetacin de Venezuela, resaltado las regiones de bosques hmedos y los diferentes grados de intervencin (GDI). (Elaborado
por Yamil Madi, Julio-2011)
42
AGRADECIMIENTOS
Se agradece a Carlos Pacheco (ULA), Yamil Madi
(MINANB) por la elaboracin de los mapas de vegetacin, a Nidia Cuello (UNELLEZ-Guanare) y Omaira Hoekche (FIV-Caracas) por la revisin del manuscrito.
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45
46
INTRODUCCIN
La Reserva Forestal Imataca (RFI) posee una extensin boscosa de 3.800.000 has, posee ca. 2.292
especies de plantas vasculares, valores que representan el 63,8% de las familias de Venezuela, el
36,4% de los gneros y el 14,9% de las especies
(MARN-CIERFI-ULA, 2000 ). La regin posee una
densidad poblacional extremadamente baja, apenas
26.800 habitantes (MARN-UCV, 2003), por lo que la
mayor parte del territorio est en una situacin de
conservacin bastante aceptable ya que el uso
tradicional ha sido la agricultura de subsistencia de
los indgenas. Sin embargo, existen reas donde se
han otorgado concesiones mineras y forestales, las
cuales en muchos casos se solapan, ocasionando
conflictos de intereses por el control del acceso, uso
de las carreteras y responsabilidad en los impactos
ambientales.
La reserva se ha dividido en unidades de manejo
que llegan hasta 180.000 ha, las cuales se otorgan
en concesin a empresas madereras. En cada unidad se ejecutan estudios para elaborar los Planes
de Ordenacin y Manejo (INTECMACA, 1989; Aserradero Hermanos Hernndez, 1992; COMAFOR;
1995) y se desarrollan algunos proyectos de investigacin. Sin embargo, muy rara vez esta informacin llegan a ser publicaciones cientficas. A travs
del proyecto MARN-CIERFI-ULA (2000) se elabor
una lista compilatoria de las especies vegetales de
la RFI en funcin de los ejemplares depositados en
los principales herbarios de Venezuela, se encontr
que existe una marcada sectorizacin por reas y
formas de vida en los registros de los inventarios
botnicos realizados. Por ello, el sector evaluado en
este trabajo pertenece a una de varias zonas que
representan vacos de informacin florstica.
Estos ecosistemas estn afectados por elementos
naturales y antrpicos que afectan su estabilidad,
Rollet (1971) identific algunas comunidades dominadas por lianas y las relaciona con perturbaciones
Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales, Universidad de Los Andes. Mrida, Venezuela. e-mail: jolozada@ula.ve.
Valencia. Espaa.
47
generadas por huracanes. Ochoa (1998) y Bevilacqua et al. (2002) indican que la sostenibilidad del
manejo forestal es discutible, ya que la mayora de
las especies comerciales tienen una regeneracin
deficiente y por cada rbol tumbado se destruye un
promedio de 10.9 individuos, lo que representan un
30-40% de los rboles vecinos. Mason (1996) y
Ochoa (1997) registran que en los bosques aprovechados se afecta la diversidad de fauna debido a
una disminucin de recursos alimentarios, de los
refugios potenciales, de los estratos de movilidad y
a la aparicin de barreras ecofisiolgicas vinculadas
a los cambios microclimticos. Aymard (1987), Miranda et al. (1998) y Lozada y Arends (2000) sealan que la minera de oro genera graves impactos
como la destruccin del bosque y de los ros, produccin de sedimentos, contaminacin por mercurio
y la fragmentacin de hbitats.
De los argumentos anteriores se desprende que
faltan aspectos fundamentales que garanticen el
MTODOS
rea de Estudio
La RFI cubre una superficie de 3.822.000 ha
(MARN-UCV, 2003) y est ubicada al oeste de Venezuela, entre las coordenadas 06o00 y 08o 30 N y
59o 50 y 62o10 O. Los sitios evaluados pertenecen
a la Unidad C4, ubicada en el sector central de la
reserva (Figura 1).
Figura 1. Ubicacin de la Reserva Forestal Imataca y del rea de estudio (adaptado de MARNR, 1998 y MARN-UCV, 2003).
48
withii, Licania discolor, Loxopterygium sagotii, Pouteria cayennensis, Ocotea schomburgkiana, Alexa
impreratricis, Mora excelsa, M. gongrijpii, Eschweilera alata y E. subglandulosa, coincide con la caracterizacin hecha por Prance (1974; 1882), Mori
(1991) y Berry et al. (1995) para la provincia antes
mencionada.
Tabla 1. Clasificacin de la Reserva Forestal Imataca, segn
algunos sistemas biogeogrficos aplicados en Venezuela.
Sistema
Regin
Provincia
Good (1947)
De Venezuela y de
las Guayanas
Guayana
Guayana
De la Cuenca del
Orinoco
-----------De Guayana
Amaznica
Guayana
Amaznica
Guayana Baja
Guayana
De la Guayana
Oriental
Guyana
Good (1974)
Cabrera & Willink
(1973)
Takthajan (1986)
Huber y Alarcn
(1988)
Berry et al. (1995)
Rivas-Martnez y
Navarro (2001)
Amaznica
49
50
RESULTADOS Y DISCUSIN
Curva especies-rea
Los resultados de los levantamientos realizados
(Figura 4) confirman que 1 ha es un tamao relativamente adecuado para el estudio de vegetacin a
travs de parcelas, ya que un aumento en el 10%
del rea levantada genera un incremento inferior al
10% en el nmero de especies (criterio de Cain,
1938, citado por Muller-Dombois y Ellenberg, 1974).
En total se evaluaron 15 parcelas y para facilitar la
interpretacin, en la figura siguiente, se representa
slo 1 parcela de cada sector. Puede observarse
que en algunos sitios la curva se estabiliza en 5000
u 8000 m2. Pero, se decidi mantener el tamao de
1 ha para todas las parcelas, con el fn de facilitar
las comparaciones respectivas.
Variabilidad de la vegetacin
Los recorridos por las picas de interpretacin ecolgica permitieron separar los tipos de vegetacin que
se sealan en las Figura 5 A y B. Para diferenciar
estos bosques, en el campo, se utiliz la posicin
fisiogrfica, la fisionoma y la altura del dosel. Como
resultado, en la Pica 1 se encontr el Bosque Medio
de Cima (bmc), el Bosque Bajo de Ladera (bbl) y un
Bosque Medio de Valle (bv2). En la Pica 2 se identific el Bosque Medio de Ladera (bml) y un Bosque
Medio de Valle (bv1). Los bosques de valle antes
51
B)
Figura 5. Tipos de Bosque identificados en las Picas de Interpretacin Ecolgica (A) Pica No. 1. (B) Pica No. 2.
Tabla 3. Determinacin de las unidades florsticas de acuerdo a los valores de IIA%.
Especie
Parcelas
bmc1
bmc2
bmc3
bbl1
bbl2
bbl3
bml1
bml2
bml3
bv11
bv12
bv13
bv21
bv22
bv23
12,1
9,6
9,9
15,5
12,7
13,1
3,9
5,4
7,5
0,4
1,4
0,0
13,3
8,9
1,7
Carapa guianensis
2,4
2,5
1,9
1,4
2,2
3,0
2,8
1,3
2,8
4,2
3,4
7,1
8,7
3,2
8,6
Clathrotropis brachypetala
1,2
1,2
1,6
2,7
2,0
1,5
0,3
0,9
1,4
3,1
2,7
4,5
2,0
1,4
2,0
Lecythis chartacea
1,8
0,7
0,5
0,7
0,7
0,8
2,5
1,2
1,3
1,2
0,9
1,3
3,4
3,7
4,4
Sterculia pruriens
1,9
1,3
1,0
1,8
1,7
1,3
1,2
1,3
1,7
0,5
0,6
0,8
1,2
2,4
2,9
Alexa imperatricis
12,7
8,6
15,2
17,0
16,3
17,3
2,2
5,8
9,9
1,1
0,2
0,0
1,6
0,3
0,6
Eschweilera decolorans
7,6
2,9
3,5
0,6
0,1
0,5
8,6
9,9
8,7
2,0
0,7
1,0
0,3
0,4
0,4
Protium decandrum
3,8
7,3
5,1
1,7
2,6
3,5
1,2
0,8
1,8
0,4
0,2
0,4
1,6
7,7
1,3
Protium neglectum
2,4
5,7
3,1
0,9
1,6
2,5
3,1
3,5
2,7
0,6
1,6
0,0
0,1
0,2
0,0
Mabea piriri
3,2
1,4
5,7
2,4
3,0
4,5
1,1
1,2
2,9
0,0
0,0
0,0
0,5
0,7
0,1
Mora excelsa
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
3,2
3,0
33,6
35,4
33,4
0,0
0,0
0,0
Adiantum petiolatum
Brownea coccnea subsp. capitela
0,2
0,0
0,1
0,2
0,0
0,5
0,0
0,2
0,3
1,7
1,7
13,8
0,4
0,0
0,3
0,7
0,7
0,2
0,6
0,7
0,4
0,3
0,4
0,7
3,8
3,2
3,3
1,2
0,9
1,9
Inga umbellifera
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
2,8
3,8
3,4
0,0
0,0
0,0
Eschweilera subglandulosa
0,0
0,0
0,0
0,0
0,3
1,2
0,6
0,0
0,5
0,6
1,5
2,0
0,9
1,4
0,6
Catostemma commune
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
1,3
0,0
0,0
0,1
0,9
0,0
0,4
12,6
18,9
11,3
Pentaclethra macroloba
Pterocarpus officinalis
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
1,2
0,0
0,0
0,0
4,6
3,4
3,5
12,1
4,6
12,3
Calathea sp.
0,4
0,1
0,2
0,3
0,5
0,3
0,0
0,0
0,0
0,9
0,0
0,0
5,0
3,4
4,5
Euterpe oleracea
0,6
0,4
0,9
0,9
1,0
0,1
0,4
0,3
0,1
0,5
0,0
0,0
1,9
1,8
2,3
Tabebuia stenocalyx
0,0
0,0
0,0
0,5
0,1
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
1,2
2,8
52
Cheiloclinium hippocrateoides,
simiae y Machaerium quinatum.
Bauhinia
scala-
Se encontraron 40 especies presentes en la mayora de los sitios, estas tambin se consideran caractersticas en toda la zona de estudio, pero (en general) son poco abundantes o raras. Adems, hay un
grupo de 101 especies accidentales, todo lo cual es
una expresin de la diversidad florstica en el Neotrpico.
Breve descripcin de las comunidades identificadas
Faciacin de Alexa imperatricis
Esta comunidad se presenta en los topes y lados de
las pequeas elevaciones de las reas de estudio.
Se observ que estas zonas corresponden a Penillanuras suave y medianamente onduladas donde
las pendientes mximas alcanzan a 10%. De
acuerdo a la posicin fisiogrfica, en el campo se
consider conveniente separar el Bosque de Cima
(bmc) y el de Ladera (bml). Pero, el anlisis de los
resultados indica que desde el punto de vista florstico ambos sectores corresponden a la misma comunidad. Estos bosques poseen un dosel medio
(15-25 m de altura) y frecuentes individuos mayores
a 25 m de altura, son siempre-verdes y en general
poseen 3-4 estratos. Son abundantes los rboles
con fustes cilndricos cuya ramificacin est cercana
al dosel, como consecuencia de una alta competencia por la luz. Este mismo factor genera, en algunos
casos, un sotobosque ralo y heterogneo dominado
por especies escifitas y donde la regeneracin
arbrea est en latencia.
En estas comunidades, la especie dominante es
Alexa imperatricis. Es un rbol que llega a tamaos
medianos a altos (cercanos a 80 cm dap) y est
presente en toda el rea del estudio, por sus elevados valores de abundancia-dominancia se considera la especie ms caracterstica en esta faciacin.
En el dosel tambin son muy importantes Protium
53
54
no hay condiciones muy favorables para el establecimiento de otras especies, debido a la abundantsima regeneracin de M. excelsa y a la gruesa capa
de hojarasca de esta especie, que impide que otras
semillas lleguen al suelo y puedan germinar. Pero,
existe una considerable cantidad de individuos de
Adiantum petiolatum. Este helecho tambin se presenta en otras parcelas, pero con baja abundancia.
Por lo tanto, parece estar muy bien adaptado a las
condiciones particulares de esta faciacin.
Los bosques dominados por M. excelsa han sido
ampliamente registrados por Fanshawe (1952),
Beard (1946), Finol (1992), ter Steege (1994), Oatham & Jodham (2002) y Huber (2005).
Los valles donde se presenta esta comunidad poseen cauces bien definidos con bordes de hasta 2
m de altura. El nivel fretico es alto, se supone que
hay inundaciones en poca hmeda y hay evidencias de gleizacin. Aqu est la mayor presencia de
limos con un 25-40 % (Lozada et al., 2011).
Faciacin de Catostemma commune
Es un bosque medio (dosel entre 15 y 25 m) que
ocupa valles amplios con muy poca pendiente. La
especie dominante es Catostemma commune, conocida con el nombre comn de Baramn, presenta rboles de gran tamao, se encuentra en todos
los estratos y posee abundante regeneracin. En el
dosel est acompaada por Carapa guianensis y
Lecythis chartacea, taxa caractersticos en toda la
unidad de vegetacin. Debido a sus altos valores de
regeneracin en este sector, se consider conveniente incluir a P. officinalis como diferencial en esta
faciacin, a pesar de que tiene los mismos valores
de importancia en la Faciacin de Mora excelsa.
Los estratos intermedios e inferiores son bastante
heterogneos, destaca la presencia de Euterpe
oleracea. Esta palma es frecuente en toda el rea
de estudio, pero tiene su ptimo en estos sectores
de valle. En el sotobosque es muy resaltante la
presencia de la hierba Calathea sp. Adems de
tener muy alta abundancia, posee una gran cobertura que debe representar una fuerte competencia
para el establecimiento de la regeneracin de otras
especies.
No se han encontrado reportes de bosques con una
clara dominancia de C. commune, Aymard (1987) la
registr como una especie poco frecuente en bosques dominados por Mora gonggrijpii del sector Las
Claritas, al sur del rea del presente estudio, sin
embargo ter Steege et al. (2002) y Arets (2005)
mencionan su alta abundancia en algunos sectores
de Guyana.
Estos valles no poseen cauces bien definidos, sino
encharcamiento (an en poca seca). Se observaron microzuros y gleizacin (en los horizontes ms
profundos). La textura es fundamentalmente arenosa, con un 50-90% (Lozada et al., 2011).
CONCLUSIONES
Los esquemas de ordenamiento territorial que definen las normas para un posible desarrollo sustentable, se deben basar en un conocimiento detallado
de las caractersticas naturales del rea considerada y de su potencial. Por la extensin y la biodiversidad de la Reserva Forestal Imataca estos conocimientos son escasos y puntuales.
En este sentido, el presente trabajo ha permitido
identificar una gran unidad de vegetacin donde las
especies Pentaclethra macroloba y Carapa guianensis son caractersticas-dominantes y los arbustos Rinorea riana y Faramea torquata son los ms
importantes en el sotobosque. En posicin de cima
y ladera se identific una Faciacin de Alexa imperatricis, en comunidades siempreverdes con numerosos individuos de altura media (15-25 m). Existe
un tipo de valle donde se presenta una Faciacin
dominada por Catostemma commune, especie que
sobresale en el dosel, y Calathea sp. en el sotobosque, y hay otro valle con una Faciacin de Mora
excelsa, especie que prevalece desde el sotobosque hasta el dosel.
Finalmente, los datos generados en el presente
estudio demuestran que la metodologa adoptada
fue eficaz para cumplir los objetivos planteados.
AGRADECIMIENTOS
A las Empresas COMAFOR y Aserradero Hermanos Hernndez, por el apoyo logstico prestado
durante la realizacin de las actividades de campo.
Al CDCHT-ULA (Proyecto FO-643-07-01-B) por el
aporte de los recursos financieros necesarios para
la realizacin del presente estudio. A Gerardo Aymard y Nidia Cuello para la revisin del manuscrito
y a Gustavo Romero por la correccin del resumen
en Ingles.
BIBLIOGRAFA
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ABe
Ae%
Dom
De%
Fe%
IVI
ABs
As%
Fs
Fs%
IIA
IIA%
Sup
Alexa imperatricis
97
19,4
5,92
25,9
6,9
52,1
89
9,5
2,0
63,6
12,7
Sup
Pentaclethra macroloba
100
20,0
3,91
17,1
7,3
44,3 134
14,3
2,0
60,6
12,1
Sup
Eschweilera decolorans
61
12,2
3,64
15,9
6,9
34,9
15
1,6
1,5
38,1
7,6
Sup
Protium decandrum
29
5,8
1,05
4,6
5,0
15,4
15
1,6
2,0
19,0
3,8
Sup
Mabea piriri
23
4,6
0,40
1,8
5,9
12,3
18
1,9
2,0
16,2
3,2
Sup
Carapa guianensis
16
3,2
0,94
4,1
3,6
10,9
0,4
0,5
11,8
2,4
Sup
Protium neglectum
14
2,8
0,71
3,1
4,5
10,4
0,4
1,0
11,8
2,4
Sup
Duguetia pycnastera
0,0
0,00
0,0
0,0
0,0
90
9,6
2,0
11,6
2,3
Sup
Sterculia pruriens
1,8
0,50
2,2
3,6
7,6
0,6
1,5
9,7
1,9
Sup
Eschweilera parviflora
13
2,6
0,77
3,4
3,2
9,2
0,0
0,0
9,2
1,8
Sup
Tetragastris panamensis
1,6
0,20
0,9
2,3
4,8
20
2,1
2,0
8,9
1,8
Sup
Neea spruceana
10
2,0
0,21
0,9
3,2
6,1
0,6
1,5
8,3
1,7
Sup
Trichilia lepidota
1,0
0,07
0,3
1,8
3,1
17
1,8
1,5
6,4
1,3
Sup
Clathrotropis brachypetala
1,4
0,11
0,5
2,7
4,6
0,4
1,0
6,0
1,2
Sup
Inga alba
1,0
0,60
2,6
2,3
5,9
0,0
0,0
5,9
1,2
Sot
Rinorea riana
0,0
0,00
0,0
0,0
0,0
80
8,5
2,0
10,5
2,1
Sot
Faramea torquata
0,0
0,00
0,0
0,0
0,0
22
2,3
1,0
3,3
0,7
Sot
Ischnosiphon arouma
0,0
0,00
0,0
0,0
0,0
12
1,3
2,0
3,3
0,7
Sot
Bactris maraja
0,0
0,00
0,0
0,0
0,0
14
1,5
1,5
3,0
0,6
Sot
Calathea sp.
0,0
0,00
0,0
0,0
0,0
1,0
1,0
2,0
0,4
Tre
Machaerium quinatum
0,8
0,06
0,3
1,4
2,5
13
1,4
2,0
5,8
1,2
Tre
Cheiloclinium hippocrateoides
0,0
0,00
0,0
0,0
0,0
25
2,7
2,0
4,6
0,9
Tre
Mucuna urens
1,0
0,07
0,3
1,4
2,7
0,7
1,0
4,5
0,9
Tre
Bignonia hyacinthina
0,0
0,00
0,0
0,0
0,0
22
2,3
1,5
3,8
0,8
Tre
Coccoloba sp.2
0,2
0,01
0,1
0,4
0,7
0,9
2,0
3,5
0,7
501
100
22,9
100 201
100
500
100
100 99,3
300 940
Leyenda: Sup (especies que aparecen en todos los estratos); Sot (especies exclusivas del sotobosque); Tre (trepadoras); ABe (abundancia
estructural); Ae% (abundancia estructural relativa); Dom (dominancia); De% (dominancia relativa); Fe% (frecuencia estructural relativa);
ABs (abundancia en sotobosque); As% (abundancia en sotobosque relativa); Fs (frecuencia en sotobosque); Fs% (frecuencia en sotobosque relativa); IIA (ndice de Importancia Ampliado), IIA% (ndice de Importancia Ampliado Relativo).
57
Anexo 2. Resultados del ndice de Importancia Ampliado para todas las especies.
Parcelas
bmc1 bmc2 bmc3 bbl1 bbl2 bbl3 bml1 bml2 bml3 bv11 bv12 bv13 bv21 bv22 bv23
Especies Caractersticas de la Unidad de Vegetacin: Pentaclethra macroloba - Carapa guianensis
Pentaclethra macroloba
12,1
9,6
9,9 15,5 12,7 13,1 3,9 5,4 7,5 0,4 1,4 0,0 13,3 8,9 1,7
Carapa guianensis
2,4
2,5
1,9 1,4 2,2 3,0 2,8 1,3 2,8 4,2 3,4 7,1 8,7 3,2 8,6
Clathrotropis brachypetala
1,2
1,2
1,6 2,7 2,0 1,5 0,3 0,9 1,4 3,1 2,7 4,5 2,0 1,4 2,0
Eschweilera parviflora
1,8
0,7
0,5 0,7 0,7 0,8 2,5 1,2 1,3 1,2 0,9 1,3 3,4 3,7 4,4
Sterculia pruriens
1,9
1,3
1,0 1,8 1,7 1,3 1,2 1,3 1,7 0,5 0,6 0,8 1,2 2,4 2,9
Inga punctata
1,5
0,9
0,7 4,1 2,6 2,0 0,5 0,3 0,3 0,5 1,2 0,9 0,6 0,3 1,0
Trichilia lepidota
1,3
0,8
0,4 0,9 0,6 1,8 1,8 0,7 1,1 1,5 1,4 1,1 1,5 0,7 1,5
Neea spruceana
1,7
1,8
1,6 2,2 0,6 1,6 1,5 0,6 1,3 0,2 0,5 0,2 0,5 0,8 0,7
Rinorea riana
2,1
1,4
0,7 1,5 0,4 0,0 2,0 0,8 1,0 1,2 1,7 1,3 0,2 0,7 0,8
Brosimum alicastrum subsp.
0,6
1,8
0,8 1,4 1,6 1,2 0,5 1,5 0,9 1,0 1,1 0,4 0,7 0,7 0,4
bolivarense
Cheiloclinium hippocrateoides
0,9
1,2
1,1 1,9 1,6 1,1 1,3 2,0 0,6 0,4 0,2 0,4 0,3 0,4 0,4
Drypetes variabilis
1,4
0,5
0,6 0,3 0,2 0,6 1,4 1,4 1,4 1,6 0,9 1,5 0,3 0,5 0,0
Unonopsis glaucopetala
0,8
1,2
0,2 1,0 0,6 0,5 0,7 0,9 1,1 0,2 0,4 1,0 1,4 0,7 1,3
Bactris maraja
0,6
0,8
0,7 0,9 1,3 1,0 1,2 1,2 0,8 0,7 0,3 0,4 0,5 0,8 0,8
Peltogyne paniculata subsp.
0,6
1,3
1,4 0,5 1,3 0,8 1,5 0,9 1,0 0,3 0,7 0,6 0,0 0,3 0,8
pubescens
Pouteria egregia
0,6
2,2
1,5 0,0 0,6 0,3 1,9 1,2 1,8 0,5 0,4 0,2 0,0 0,1 0,5
Faramea torquata
0,7
0,6
1,7 0,7 1,3 1,2 0,2 0,4 0,9 0,4 0,8 0,6 0,9 0,6 0,7
Machaerium quinatum
1,2
0,3
0,8 0,6 0,3 0,8 0,6 1,5 0,5 0,9 0,3 0,6 0,9 0,7 1,3
Licania densiflora
0,9
1,2
0,9 0,8 0,9 1,2 0,6 0,3 0,8 0,7 1,0 0,8 0,2 0,4 0,3
Bauhinia scala-simiae
0,7
0,7
1,4 1,2 1,2 0,9 0,4 0,6 0,6 0,3 0,2 0,4 0,7 0,3 0,5
Chaetocarpus schomburgkianus
0,5
0,0
0,0 0,0 0,1 0,3 2,3 2,4 2,2 0,0 0,3 0,4 0,7 0,3 0,0
Eugenia compta
1,1
0,7
0,5 0,1 0,0 0,6 1,3 1,0 0,3 0,5 0,5 0,2 0,3 2,0 0,3
Protium heptaphyllum
1,1
0,5
0,8 0,4 0,7 0,6 0,5 0,6 0,6 0,6 0,2 0,2 0,3 1,3 0,1
Toulicia guianensis
1,0
0,5
0,3 0,4 0,5 0,5 0,3 0,1 0,1 1,3 0,0 0,2 0,5 1,4 1,3
Ischnosiphon arouma
0,7
0,6
0,5 0,3 0,6 0,6 0,2 0,0 0,2 1,0 0,5 0,2 0,7 1,1 0,8
Petrea volubilis
0,2
0,0
0,0 0,0 0,1 0,0 0,2 0,6 0,6 1,2 1,2 0,6 0,5 0,4 1,8
Cordia exaltata
0,6
0,4
0,1 1,4 0,9 0,9 0,4 0,8 0,8 0,0 0,2 0,2 0,3 0,0 0,3
Inga lateriflora
0,3
0,0
0,0 0,0 0,0 0,3 1,6 1,5 0,5 1,8 0,0 0,0 0,0 0,2 0,1
Couratari guianensis
0,4
0,4
0,6 0,0 0,0 0,3 1,3 0,3 0,0 0,6 0,0 0,0 0,7 0,7 0,7
Bravaisia integerrima
0,7
0,5
1,0 0,7 1,2 0,2 0,1 0,0 0,8 0,2 0,4 0,0 0,2 0,0 0,0
Chrysophyllum argenteum subsp.
0,2
0,1
0,3 0,6 0,0 0,0 0,1 0,1 0,5 0,5 1,4 0,7 0,0 0,0 0,8
auratum
Bignonia sordida
0,2
0,3
0,2 1,0 0,7 0,5 0,0 0,0 0,0 0,2 0,2 0,0 0,7 0,8 0,6
Cupania cinrea
0,3
0,3
0,6 0,3 0,2 0,3 1,1 0,8 0,5 0,3 0,3 0,2 0,0 0,1 0,0
Stizophyllum riparium
0,4
0,0
0,4 0,7 0,6 0,4 0,0 0,0 0,0 0,5 0,3 0,5 0,3 0,1 0,3
Tovomita eggersii
0,2
1,9
0,8 0,3 0,0 0,1 0,0 0,0 0,7 0,2 0,0 0,2 0,0 0,3 0,1
Bignonia corymbosa
0,4
0,4
0,3 0,7 0,3 0,6 0,2 0,4 0,4 0,0 0,2 0,0 0,3 0,3 0,1
Duroia eriopila
1,2
0,1
0,2 0,3 0,2 0,4 0,3 0,4 0,4 0,3 0,2 0,4 0,0 0,1 0,3
Hirtella sp.
0,7
0,5
0,5 0,3 0,0 0,3 0,2 0,3 0,1 0,2 0,5 0,6 0,0 0,0 0,5
Maripa paniculata
0,1
0,4
0,5 0,0 0,0 0,2 0,1 0,5 0,2 0,4 0,4 0,2 0,5 0,4 0,1
Garcinia benthamiana
0,2
0,7
0,0 0,3 0,3 0,0 0,0 0,4 0,1 0,3 0,2 0,0 0,0 0,7 1,0
Cecropia sciadophylla
0,0
0,8
0,1 0,8 0,8 0,5 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,4 0,2 0,0
Geonoma deversa
0,1
0,6
0,2 0,2 0,4 0,7 0,1 0,3 0,1 0,2 0,2 0,2 0,0 0,0 0,1
Pera glabrata
0,6
0,4
0,4 0,4 0,0 0,0 0,3 0,4 0,0 0,0 0,2 0,0 0,2 0,1 0,2
Tabernaemontana cymosa
0,3
0,3
0,4 0,3 0,5 0,4 0,0 0,1 0,0 0,2 0,2 0,0 0,3 0,0 0,1
Uncaria guianensis
0,2
0,0
0,0 0,1 0,2 0,6 0,0 0,0 0,0 0,0 0,5 0,0 0,6 0,7 0,2
Piper hostmannianum
0,3
0,1
0,4 0,4 0,5 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,2 0,0 0,7 0,1 0,2
Aspidosperma marcgravianum
0,4
0,3
0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,7 0,0 0,0 0,1 0,9 0,3
Philodendron acutatum
0,2
0,2
0,1 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,3 0,2 0,5 0,3 0,4
Philodendron sp.
0,1
0,1
0,3 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,4 0,0 0,2 0,7 0,1 0,5
Tapura guianensis
0,1
0,1
0,1 0,0 0,1 0,1 0,3 0,4 0,5 0,2 0,0 0,2 0,0 0,2 0,0
Especies
58
Anexo 2. Continuacin.
Especies
Dimerocostus strobilaceus
Mouriri sideroxylon
Bactris x moorei
Mouriri huberi
Parinari excelsa
Machaerium acuminatum
Davilla rugosa var. rugosa
Parcelas
bmc1 bmc2 bmc3 bbl1 bbl2 bbl3 bml1 bml2 bml3 bv11 bv12 bv13 bv21 bv22 bv23
0,1
0,0
0,1 0,8 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,4 0,2 0,0 0,5 0,2 0,1
0,0
0,3
0,3 0,0 0,0 0,0 0,0 0,3 0,1 0,0 0,2 0,4 0,5 0,1 0,1
0,0
0,0
0,1 0,1 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,3 0,2 0,2 0,2 0,1 0,6
0,0
0,1
0,2 0,0 0,2 0,0 0,2 0,0 0,4 0,0 0,2 0,2 0,0 0,4 0,0
0,1
0,0
0,0 0,0 0,4 0,4 0,0 0,3 0,0 0,0 0,3 0,0 0,2 0,1 0,0
0,0
0,0
0,0 0,1 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,2 0,2 0,0 0,3 0,3 0,1
0,0
0,0
0,0 0,1 0,2 0,1 0,0 0,0 0,0 0,2 0,2 0,0 0,2 0,1 0,0
Especies diferenciales de la Faciacin Alexa imperatricis.
Alexa imperatricis
Eschweilera decolorans
Protium decandrum
Protium neglectum
Mabea piriri
Paypayrola longifolia
Duguetia pycnastera
Eschweilera parviflora
Tetragastris panamensis
Inga alba
Inga ingoides
Inga rubiginosa
Clavija imatacae
Bixa urucurana
Inga splendens
Inga edulis
Geonoma baculifera
Curarea candicans
Simarouba amara
Caraipa richardiana
Mucuna urens
Erisma uncinatum
Endlicheria cocuirey
Pradosia cochlearia subsp.
praealta
Parinari rodolphii
Coccoloba sp.2
Oenocarpus bacaba
Pseudopiptadenia suaveolens
Bignonia hyacinthina
Rourea frutescens
Rinorea lindeniana
Apeiba tibourbou
Senegalia tenuifolia
Pouteria venosa
Licania parviflora
Triplaris weigeltiana
Rollinia fendleri
Trattinnickia rhoifolia
Diospyros ierensis
Sloanea guianensis
Miconia sp.
Ocotea glandulosa
Sloanea grandiflora
Ocotea martiniana
Cecropia sp.
12,7
2,2
5,8
9,9
1,1
0,2
0,0
1,6
0,3
0,6
7,6
3,8
2,4
3,2
1,9
2,3
0,5
1,8
1,2
0,6
0,1
0,4
0,0
0,3
0,2
0,3
0,3
0,5
0,4
0,9
0,2
0,1
0,0
2,9
7,3
5,7
1,4
3,8
1,7
1,9
2,1
1,5
0,4
0,5
1,9
0,0
0,4
0,5
0,5
0,7
0,8
0,2
0,5
0,4
0,7
0,6
3,5
5,1
3,1
5,7
1,7
1,2
0,4
1,6
0,5
1,0
1,4
0,6
0,5
0,4
1,7
1,3
0,4
0,2
0,8
0,7
0,9
0,4
0,3
0,6
1,7
0,9
2,4
1,7
2,0
0,1
1,7
1,2
1,7
0,7
0,4
0,7
0,3
0,1
0,7
0,2
0,3
0,0
0,3
0,0
0,4
0,0
0,1
2,6
1,6
3,0
1,8
1,9
0,0
1,8
0,7
1,6
1,2
0,9
3,6
0,6
0,3
1,4
0,2
0,8
0,1
0,1
0,1
0,6
0,2
0,5
3,5
2,5
4,5
2,4
3,8
0,3
1,7
0,7
0,8
0,1
0,5
0,5
1,6
0,0
0,7
0,1
0,8
0,4
0,7
0,1
0,0
0,0
8,6
1,2
3,1
1,1
4,2
1,4
1,9
1,4
1,7
0,7
0,8
0,4
0,0
1,1
0,8
0,0
0,8
0,2
0,8
0,2
0,0
0,8
0,6
9,9
0,8
3,5
1,2
2,6
1,3
8,1
1,5
1,8
0,9
0,7
0,2
0,0
0,3
0,6
0,0
0,5
0,0
0,8
0,3
0,8
0,5
0,7
8,7
1,8
2,7
2,9
1,7
2,7
5,2
1,7
0,2
0,5
0,5
0,5
0,0
0,1
0,8
0,0
0,6
0,4
0,4
0,2
1,3
0,2
0,7
2,0
0,4
0,6
0,0
0,6
0,8
0,4
0,2
0,0
0,0
0,3
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,3
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,7
0,2
1,6
0,0
0,5
0,4
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,4
0,0
0,2
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
1,0
0,4
0,0
0,0
0,6
0,7
0,2
0,2
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,2
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,2
0,3
1,6
0,1
0,5
0,7
0,9
0,3
0,2
0,0
0,5
0,0
0,0
0,0
0,6
0,0
0,0
0,0
0,4
0,0
0,8
0,0
0,0
0,0
0,4
7,7
0,2
0,7
2,0
0,8
0,1
0,3
0,1
0,5
0,3
0,0
0,1
0,4
0,0
0,0
0,0
0,1
0,0
0,1
0,4
0,1
0,1
0,4
1,3
0,0
0,1
0,7
0,9
0,2
0,1
0,0
0,3
0,3
0,0
0,0
0,6
0,0
0,0
0,0
0,0
0,3
0,5
0,0
0,0
0,0
0,3
0,7
0,3
0,1
0,8
0,6
0,7
0,0
0,0
0,0
0,0
0,1
0,0
0,3
0,0
0,0
0,3
0,1
0,0
0,1
0,0
0,3
0,0
0,1
0,3
0,9
0,0
0,3
0,4
0,1
0,5
0,5
0,0
0,3
0,0
0,0
0,4
0,0
0,0
0,0
0,3
0,0
0,7
0,3
0,1
0,0
0,6
0,2
0,0
1,0
0,2
0,6
0,0
0,0
0,2
0,0
0,0
0,0
0,3
0,2
0,6
0,0
0,3
0,0
0,2
0,2
0,0
0,2
0,5
0,0
0,4
0,4
0,0
0,4
0,5
0,7
0,0
0,3
0,2
0,4
0,0
0,3
0,2
0,3
0,0
0,2
1,3
0,4
0,2
0,4
0,2
0,2
0,4
0,0
0,2
0,0
0,3
0,5
0,0
0,4
0,1
0,4
0,3
0,4
0,6
0,1
0,2
0,0
0,3
0,0
0,6
0,3
0,3
0,0
0,0
0,3
0,1
0,1
0,0
0,3
0,0
0,1
0,3
0,0
0,3
0,2
1,0
0,7
0,6
0,8
0,0
0,0
0,4
0,0
0,3
0,1
0,5
0,1
0,0
0,4
0,3
0,3
0,2
0,3
0,0
0,2
0,0
0,4
0,1
0,3
1,1
0,0
0,0
0,3
0,0
0,3
0,3
0,0
0,3
0,1
0,4
0,3
0,3
0,1
0,1
0,2
0,0
0,0
0,4
0,5
0,0
0,0
0,0
0,0
0,2
0,0
0,3
0,6
0,1
0,7
0,1
0,2
0,6
0,3
0,0
0,1
0,1
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,2
0,0
0,2
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,2
0,0
0,2
0,0
0,0
0,0
0,0
0,3
0,0
0,5
0,4
0,3
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,4
0,3
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,2
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,1
0,0
0,0
0,5
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,2
0,0
0,0
0,0
0,0
0,2
0,0
0,0
0,0
0,0
0,3
0,1
0,2
0,0
0,0
0,0
0,0
0,2
0,1
0,0
0,4
0,2
0,1
0,0
0,0
0,0
0,0
0,8
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,3
0,0
0,5
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,1
0,0
0,1
0,0
0,0
0,0
0,0
59
Anexo 2. Continuacin.
Especies
Coccoloba fallax
Talisia reticulata
Tachigali guianense
Forsteronia guyanensis
Gouania lupuloides
Virola sebifera
Aspidosperma lbum
Casearia grandiflora
Sterculia sp.1
Serjania atrolineata
Parcelas
bmc1 bmc2 bmc3 bbl1 bbl2 bbl3 bml1 bml2 bml3 bv11 bv12 bv13 bv21 bv22 bv23
0,4
0,0
0,0 0,5 0,1 0,0 0,0 0,1 0,1 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,4
0,3
0,3
0,1 0,0 0,0 0,3 0,3 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0
0,1
0,0
0,2 0,1 0,1 0,2 0,3 0,0 0,3 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,2 0,3 0,4 0,3 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,1
0,0
0,0 0,1 0,2 0,1 0,0 0,0 0,5 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0
0,2
0,0
0,2 0,1 0,2 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0
0,0
0,4
0,2 0,2 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,1
0,0
0,1
0,0 0,1 0,1 0,0 0,3 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,3
0,2
0,1 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,4 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,1 0,1 0,2 0,1 0,2 0,5 0,0 0,0 0,0 0,0
Especies diferenciales de la Faciacin Mora excelsa.
Mora excelsa
Adiantum petiolatum
Brownea coccnea subsp. capitella
Inga umbellifera
Eschweilera subglandulosa
Trichilia quadrijuga
Hylenaea comosa
Spondias mombin
Mansoa hymenaea
Cipura sp.
Seguieria macrophylla
0,0
0,2
0,7
0,0
0,0
0,7
0,0
0,1
0,2
0,0
0,2
0,6
0,0
0,0
0,7
0,0
0,5
0,4
0,0
0,0
0,3
3,2
0,2
0,4
0,0
0,4
1,2
0,0
0,0
0,9
0,0
0,3
1,9
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,1
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,3
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
1,2
0,0
0,1
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,6
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,5
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,9
1,2
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
1,4
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,6
0,9
0,0
0,0
0,3
0,0
0,0
2,8
0,6
0,5
0,4
0,0
0,2
0,3
0,0
3,8
1,5
0,9
0,7
0,5
0,3
0,3
0,2
3,4
2,0
0,5
0,4
0,5
0,4
0,2
0,2
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
1,3
0,0
0,0
0,1
0,9
0,0
Pterocarpus officinalis
Calathea sp.
Euterpe oleracea
Tabebuia stenocalyx
Virola surinamensis
Hernandia guianensis
Symphonia globulifera
0,0
0,4
0,6
0,0
0,1
0,0
0,0
0,0
0,1
0,4
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,2
0,9
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,3
0,9
0,5
0,0
0,0
0,0
0,0
0,5
1,0
0,1
0,0
0,0
0,0
1,2
0,3
0,1
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,4
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,3
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,1
0,0
0,0
0,0
0,0
4,6
0,9
0,5
0,0
0,0
0,0
0,0
3,4
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
3,5 12,1
0,0 5,0
0,0 1,9
0,0 0,0
0,0 0,8
0,0 0,5
0,0 0,2
4,6 12,3
3,4 4,5
1,8 2,3
1,2 2,8
0,5 0,5
0,3 0,7
0,0 0,6
Acacia articulata
0,0
0,0
0,2
0,1
0,0
0,0
0,0
0,3
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
Amaioua guianensis
Andira inermis
Aniba excelsa
Aspidosperma excelsum
Aspidosperma oblongum
Astronium lecointei
Attalea butyracea
Attalea racemosa
Bactris oligoclada
Bactris simplicifrons
Byrsonima cowanii
Casearia guianensis
Cassia leandrii
Cassia moschata
Cecropia angulata
Celtis iguanea
Chimarrhis microcarpa
0,2
0,0
0,1
0,5
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,1
0,0
0,0
0,4
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,3
0,0
0,0
0,3
0,1
0,0
0,2
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,1
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,1
0,0
0,2
0,0
0,3
0,0
0,3
0,0
0,0
0,0
0,3
0,0
0,0
0,1
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,2
0,0
0,0
0,0
0,0
0,1
0,0
0,2
0,2
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,3
0,4
0,0
0,4
0,0
0,4
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,1
0,0
0,5
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,1
0,0
0,6
0,0
0,0
0,0
0,8
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,2
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,2
0,2
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,2
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,2
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,4
0,0
0,0
0,0
0,0
0,5
0,0
0,0
0,0
0,2
0,0
0,0
0,0
0,0
0,2
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,1
0,0
0,1
0,0
0,0
0,3
0,1
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,1
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
Especies Accidentales.
60
Anexo 2. Continuacin.
Especies
Cissus sicyoides
Clarisia racemosa
Clusia rosea
Coccoloba latifolia
Coccoloba marginata
Combretum fruticosum
Cordia nodosa
Couratari multiflora
Crudia oblonga
Dendropanax arboreum
Desmoncus orthacanthos
Diplotropis purpurea
Ecclinusa sp.
Eperua jenmanii
Eriotheca globosa
Erythrina mitis
Erythrina pallida
Euterpe precatoria
Ficus inspida
Ficus paraensis
Ficus mxima
Forsteronia gracilis
Guadua venezuelae
Guarea guidonia
Helecho Canilln
Helecho Punta de Lanza
Helecho Rastrero
Helecho Trepador
Heliconia sp.
Herrania lemniscata
Heteropsis flexuosa
Hieronyma alchorneoides
Himatanthus articulatus
Hymenaea courbaril
Hymenolobium heterocarpum
Inga fastuosa
Inga heterophylla
Ipomoea alba
Ipomoea phyllomega
Iriartea exorrhiza
Jacaranda copaia
Jacaranda obtusifolia
Laetia procera
Lecythis zabujaca
Licania sp.
Lonchocarpus heptaphyllus
Lonchocarpus domingensis
Dolichandra uncata
Manilkara bidentata
Pachyptera kerere
Mascagnia ovatifolia
Miconia amacurensis
Nectandra grandis
Norantea guianensis
Parcelas
bmc1 bmc2 bmc3 bbl1 bbl2 bbl3 bml1 bml2 bml3 bv11 bv12 bv13 bv21 bv22 bv23
0,0
0,0
0,0 0,3 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,3
0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0
0,3
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,1
0,0
0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,3 0,1
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,1
0,0
0,2
0,4 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1
0,2
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,5 0,9 0,0 0,0 0,0
0,0
0,6
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,8 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,1
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,1
0,0
0,0
0,5 0,0 0,0 0,0 0,3 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,3
0,0
0,0 0,0 0,0 0,4 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 0,3 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 0,3 0,0 0,1 0,0 0,2 0,0 0,0 0,3 0,0
0,0
0,2
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,4 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,3 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,2 0,6 0,0 0,0 0,3
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,1
0,4
0,3
0,3 0,5 0,5 0,5 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,3 0,3
0,0
0,0
0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,1 0,5 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,4
0,3 0,0 0,3 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,1
0,0
0,0
0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,1
0,3 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,1 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,4 0,4 0,0 0,0 0,0 0,0
0,1
0,1
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,2
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,5 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,3
0,0
0,2
0,0 0,4 0,3 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0 0,2
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 1,2 0,6 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0
0,0
0,1
0,0 0,0 0,3 0,1 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,3
0,0
0,0 0,6 0,4 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,2 0,7 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 1,1 0,8 0,1
0,0
0,7
0,3 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,1
0,2 0,0 0,0 0,2 0,2 0,0 0,3 0,0 0,0 0,0 0,5 1,7 0,4
0,1
0,0
0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 3,6 5,3 3,5 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0
0,1
0,0
0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,5 0,0 0,1
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 0,7 1,1 0,5 0,2 0,4 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,3 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,6
0,1
0,2 0,0 0,2 0,4 0,0 0,1 0,2 0,3 0,2 0,6 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,2 0,0 0,0 0,8 0,0 0,0 0,4 0,2 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 0,3 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
61
Anexo 2. Continuacin.
Especies
Ormosia paraensis
Parkia sp.
Parkia pendula
Paullinia pinnata
Abarema jupunba
Balizia pedicelaris
Platymiscium pinnatum
Pouteria caimito
Montricardia sp.
Randia armata
Renealmia orinocensis
Rudgea hostmanniana
Sacoglottis cydonioides
Schefflera morototoni
Scleria latifolia
Tachigali sp.
Senna nitida
Serjania pyramidata
Simaba multiflora
Smilax maypurensis
Stryphnodendron polystachyum
Handroanthus impetiginosus
Handroanthus serratifolius
Tapirira guianensis
Terminalia amazonia
Tetracera volubilis
Thoracocarpus bissectus
Trichilia schomburgkii
Vitex stahelii
62
Parcelas
bmc1 bmc2 bmc3 bbl1 bbl2 bbl3 bml1 bml2 bml3 bv11 bv12 bv13 bv21 bv22 bv23
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 0,6 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,3
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,3
0,0 0,0 0,0 0,0 0,7 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,1 0,3 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,2
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,3 0,0
0,0
0,4
0,3 0,0 0,0 0,0 0,0 0,4 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0 0,9 0,2
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 0,3 0,5 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,2 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,4 0,0 0,2
0,0
0,0
0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,1 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,5 0,0 0,1 0,3 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,2 0,0 0,1 0,6 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,1 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,2 0,0 0,0 0,3 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,2 0,3 0,3 0,0 0,0 0,0 0,0 0,3 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 1,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,1
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,4
1,3
0,5 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,7 0,0
0,1
0,1
0,0 0,4 0,9 0,3 0,5 0,3 0,2 0,0 0,0 0,0 0,2 1,7 0,2
0,0
0,0
0,4 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0 0,2 0,2 0,0 0,0 0,0 1,8 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,3 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,4 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,1
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,3 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
0,0
0,0
0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
Venezolana (Veillon, 1985). El segundo (REDUNEG), es una red de monitoreo forestal establecida
por UNEG y CVG-Electrificacin del Caron C.A
(EDELCA) en el sudeste de la Guayana Venezolana
(Hernndez y Castellanos, 2006), que constituye el
nico estudio a largo plazo sobre la dinmica de
bosques en el Escudo Guayans con PPM localizadas sobre los 500 m s.n.m.
El objetivo del presente artculo es describir los
aspectos conceptuales y metodolgicos planteados
durante el desarrollo del proyecto REDUNEG. La
primera parte comprende un repaso breve sobre el
tema objeto de estudio, la dinmica de comunidades de bosque hmedo tropical. La segunda parte
corresponde a la REDUNEG, presentando sus objetivos, rea de estudio, procedimientos, proyectos
asociados, logros, resultados preliminares y perspectivas.
Dinmica de bosques tropicales y su estudio
El estudio ecolgico del bosque tropical se enfoca
hacia: 1) la enumeracin y comparacin de la riqueza de especies en diferentes reas, 2) el estudio de
los patrones de estructura y composicin florstica
de las comunidades en relacin a variables ambientales (Chazdon & Denslow, 2002), 3) el anlisis de
la distribucin espacial de las especies vegetales y
4) el estudio de procesos involucrados a nivel de
especies y comunidades (Burslem & Swaine, 2002).
La estructura, composicin y funcionamiento de los
ecosistemas forestales mantienen una estrecha
asociacin con la dinmica, la cual comprende diversos procesos de organizacin como la sucesin,
el crecimiento, la regeneracin, la mortalidad y las
interrelaciones bilgicas. Tales procesos son los
principales agentes de cambios temporales en las
comunidades forestales.
La dinmica de comunidades es un componente
esencial para el estudio de bosques tropicales y ha
sido definida como los cambios temporales de la
estructura de la vegetacin, la composicin de especies y su regeneracin (Primack, 1992; Burslem
& Swaine, 2002). Tales cambios forman parte del
proceso de sucesin o silvignesis y se diferencian
de las fluctuaciones menores usuales en los sistemas vegetales naturales (Bakker et al., 1996) y de
la dinmica de las poblaciones de especies arbreas tropicales per se (Burslem & Swaine, 2002). Los
Centro de Investigaciones Ecolgicas de Guayana, UNEG, Calle Chile, Urb. Chilemex, Puerto Ordaz, Estado Bolvar, Venezuela. Institute of Silviculture. Faculty
of Forest and Environmental Sciences. University of Freiburg. Germany. Instituto Venezolano de Investigaciones Cientficas, Altos de Pipe. Estado Miranda,
Venezuela. 4Fundacin Instituto Botnico de Venezuela, Herbario Nacional de Venezuela, Apartado 2156. Caracas. 1010-A. Venezuela. Direccin actual:
Instituto de Silvicultura, Universidad de Freiburg, Tennenbacher Strasse 4, 79106 Freiburg, Alemania
63
64
REDUNEG
La REDUNEG fue establecida en el ao 2000 mediante providencia del Ministerio del Poder Popular
para el Ambiente con motivo de la construccin de
la lnea de transmisin elctrica Las Claritas- Santa
Elena de Uairn, que insta a EDELCA la ejecucin
de una investigacin sobre biodiversidad regional.
El objetivo de este proyecto (Proyecto PP) fue desarrollar una base de datos para registrar, analizar y
modelar a largo plazo los cambios temporales de
especies arbreas y comunidades boscosas y su
relacin con suelo y clima a lo largo de un gradiente
altitudinal entre la Sierra de Lema y la Gran Sabana
(Hernndez y Castellanos, 2006).
Con la informacin que se obtenga se busca responder interrogantes que usualmente se plantean al
estudiar la dinmica boscosa tropical (Swaine et al.,
1987), tales como Cules son los procesos de
equilibrio importantes en la dinmica del bosque?,
Existir un equilibrio entre mortalidad y reclutamiento arbreos?, Cul es la contribucin de las
perturbaciones, a diferentes escalas, en el mantenimiento de la estructura, composicin y riqueza de
especies en los bosques?, Cun rpidas son la
respuesta y la recuperacin (o degradacin) de las
comunidades ante perturbaciones externas?, Cun
importante es el proceso de silvignesis para la
regeneracin del bosque?, En qu medida la autoecologa de las especies de rboles tropicales reflejan sus requerimientos de regeneracin en claros?,
Se relacionan los rasgos de historia de vida de las
especies con sus caractersticas demogrficas?,
Existen factores que resisten el cambio en las
comunidades o mecanismos de amortiguacin ante
las perturbaciones causadas por el cambio climtico
u otras actividades humanas? (Condit et al., 1992;
Nascimento et al., 2005). Estas preguntas son dficiles de responder, por tratarse de comunidades
complejas de bosque tropical con composicin
florstica variable y con muchas especies arbreas,
varias de ellas difciles de identificar y muchas especies con pocos individuos (Condit et al., 1992;
Vsquez & Phillips, 2000; Pitman et al., 2008; Aymard et al., 2009). Tal situacin conlleva a no concentrar el anlisis a nivel de especie sino ms bien
a nivel de grupos o gremios de especies (Hartshorn,
1990). Esta estrategia facilita la identificacin de
senderos, causas y mecanismos de la dinmica
forestal.
Los senderos se definen como los patrones temporales del cambio vegetal. Las causas se entienden
como los agentes, circunstancias o acciones responsables de los patrones serales y los mecanismos como interacciones que contribuyen al cambio
seral (Pickett et al., 1987). Asimismo, por tratarse
de un estudio de la dinmica a lo largo de un gradiente altitudinal, se incorpora un componente de
variacin espacial de climas y suelos que permitir
REA DE ESTUDIO
El rea de estudio, ubicada al sudeste de Venezuela, es un transecto de 188 Km de longitud, paralelo
a la carretera El Dorado - Santa Elena de Uairen,
que atraviesa dos regiones, la Sierra de Lema (SL)
y la Gran Sabana (GS) (Figura 1). SL es un sistema
montaoso irregular con altitudes entre 150 y 1490
m. La GS es una altiplanicie con altitud descendiente en direccin norte-sur desde 1400 a 800-900
msnm, sobre la altiplanicie emergen mesetas (tepuyes) con elevaciones de hasta 2.800 m snm. Ambas
regiones estn conformadas por rocas sedimentarias del grupo Roraima de edad Precmbrica y algunas intrusiones de diabasa de edad Mesozoica
(Schubert et al., 1986; Huber & Febres, 2000; Urbani, este libro). En las dos regiones predominan suelos fuertemente metorizados y cidos, caracterizados por deficiencia en cationes bsicos y acumulacin de cationes cidos (Dezzeo, 1994; Dezzeo et
al., 2004). En el nivel altitudinal de 150 a 500-600 m
s.n.m de SL, predomina un clima clido macrotrmico hmedo con una cobertura bosques basimontanos macrotrmicos (BB). De 500-600 a 1200/1400
m s.n.m. en SL, se presenta un clima muy hmedo
submesotrmico con bosques premontanos (BP).
Sobre los 1400 m snm predomina un clima submesotrmico perhmedo con bosques montanos (BM)
nublados en SL. En la GS prevalecen climas submesotrmico perhmedo en el Norte y hmedo
submesotrmico en el sur (Hernndez 1994; Huber
1995). Por su clima hmedo en la regin de la GS,
se esperara que la vegetacin natural fuese bosque. Sin embargo, hoy da predomina un mosaico
vegetal con una matriz de sabana y fragmentos
dispersos de BM al norte y BP al sur. La ocurrencia
de incendios en las sabanas es frecuente.
PROCEDIMIENTOS
REDUNEG contempla tres fases: caracterizacin
bsica, monitoreo y simulacin. La primera fase
65
66
perhmedo submesotrmico. Los criterios de seleccin de sitios en ambos enfoques fueron el nivel
altitudinal, la fcil accesibilidad, los suelos bien
drenados y no inundables, los bosques aparentemente maduros con poca o ninguna perturbacin
antrpica, el bajo riesgo de intervencin humana, la
homogeneidad fisiogrfica y la continuidad fisionmico-estructural del bosque. En el proyecto Fragmento se agreg la distincin entre zona borde (0-
Localidad
Parcela
Tipo
bosque1
Bosque extenso en La Escalera, Sierra de Lema
Piedra La Virgen este
PN1
BBM
Piedra La Virgen oeste
PN2
BBM
Torre 44
PN3
BPB
Torre 40
PP4
BPB
Torre 66
PP5
BPA
Torre 75
PN6
BPA
Fragmentos de bosque en la Gran Sabana
Luepa
PIVIC
BPA-F
Kamoirn
PP7
BPA-F
Yuruan Km
PN9
BPB-F
Yuruan Km
PP9
BPB-F
Mapaur
PP10
BPB-F
Altitud
m snm
Precipitacin
(mm)
Lapso
monitoreo
Area
(ha)
220
225
780
760
1.320
1.400
2.974
2.974
3.000
3.000
3.954
3.954
2.003 - 2.011
2.003 - 2.011
2.003 - 2.011
2.000 - 2.011
2.000 - 2.011
2.003 - 2.011
0,2
1,0
0,4
0,1
0,1
0,4
1.375
1.307
995
990
1.000
2.215
2.053
1.880
1.880
1.858
1.999 - 2.011
2.000 - 2.011
2.003 - 2.008
2.000 - 2.008
2.000 - 2.011
0,5
0,3
0,3
0,1
0,2
1b: Fragmentos de bosque en el Norte de Gran Sabana, PPM-Fragmentos del proyecto Riesgo
Localidad
Parcela
Fragmento F1
Fragmento F1
Fragmento F2
Fragmento F2
Fragmento F5
Fragmento F5
Fragmento F3
Fragmento F3
Fragmento F4
Fragmento F6
F1-borde2
F1-ncleo3
2
F2-borde
F2-ncleo3
F5-borde2
F5-ncleo3
2
F3-borde
F3-ncleo3
F4-borde2
F6borde2
Tipo
1
bosque
BPA
BPA
BPA
BPA
BPA
BPA
BPA
BPA
BPA
BPA
Altitud
m snm
1.420
1.420
1.410
1.410
1.380
1.380
1.447
1.447
1.307
1.420
Precipitacin
(mm)
2.215
2.215
2.215
2.215
2.053
2.053
2.215
2.215
2.215
2.215
Lapso
monitoreo
2.007 - 2.009
2.007 - 2.009
2.007 - 2.009
2.007 - 2.009
2.003 - 2.009
2.003 - 2.009
2.006 - 2.009
2.006 - 2.009
2.007 - 2.011
2.007 - 2.009
Area
(ha)
0,3
0,3
0,3
0,3
0,3
0,3
0,3
0,3
0,3
0,3
1 BBM= Bosque basimontano en SL, BPB= Bosque premontano bajo en SL, BPA= Bosque premontano alto en SL, BPA-F= Fragmentos de
Bosque premontano alto en GS, BPB-F= Fragmentos de Bosque premontano bajo en GS
2 zona borde del fragmento (0-100 m del borde del bosque), 3 Ncleo=Ncleo del fragmento (> 100 m del lmite de bosque ms cercano)
Se espera que el perodo de monitoreo en REDUNEG llegue a ser lo suficientemente largo (dcadas?), como para cubrir la ocurrencia de ciclos lluviosos y secos, as como de posibles eventos catastrficos (incendios, vientos huracanados) y sus
efectos sobre los bosques monitoreados. En
ecosistemas templados se asume un perodo
mnimo de 10 aos como criterio para que un
proyecto pueda ser calificado como un estudio a
largo plazo (Bakker et al., 1996). En bosques
tropicales frecuentemente se considera a una
parcela como permanente cuando cumple un
perodo de 5 aos (Del Valle-Arango, 1995) y al
menos 3 censos (Gadow et al., 2001).
En cada censo, se aplic el protocolo de Hernndez
y Ayala (2003). En todas las parcelas se midieron
67
68
69
70
AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen a Angela Torres, Haiddye
Durn, Jess Salazar, Moiss Salazar, Anselmo
Ortega y Orlando Martnez por su participacin en
los trabajos de campo, a EDELCA el apoyo financiero y logstico, a FONACYT el apoyo financiero, a
INPARQUES el apoyo logstico, a Juan Lpez la
elaboracin del mapa y a Gerardo Aymard y Nidia
Cuello por los comentarios al manuscrito.
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Pivinen R., H. Lund., S. Poso, & T. Zawila-Niedzwiecki. (Eds.).
1994. IUFRO International Guidelines for Forest Monitoring.
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Phillips O., L. Lewis, T. R. Baker, K. J. Chao & N. Higuchi. 2008.
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Philos. Trans. R. Soc. London Ser. B 359: 381-347
Pitman, N. C., H. Mogolln, N. Dvila, M. Ros, R. GarcaVillacorta, J. Guevara, T. Baker, A. Monteagudo, O. Phillips,
73
INTRODUCCIN
El estudio de la vegetacin de los Andes de Venezuela es muy importante para la conservacin de la
biodiversidad, ya que los ecosistemas all presentes
se encuentran dentro de la bioregin de los Andes
del norte de Suramrica, la cual es catalogada globalmente de alta prioridad de conservacin (Dinerstein et al., 1995; Mittermeier et al., 1999; Myers et
al., 2000).
Los Andes de Venezuela, son una continuacin de
la Cordillera Oriental colombiana que termina en la
depresin de Tchira en la frontera ColomboVenezolana. La extensin nortea corresponde a
una cordillera pequea, la Serrana de Perij. Mientras que la extensin del noreste es la Cordillera de
Mrida, la cual es referida principalmente como los
Andes venezolanos, sta incluye al Pramo de
Tam, que es en s parte de la Cordillera Oriental.
El otro sistema de montaa, la Cordillera de la Costa de Venezuela, se considera como sistema separado de los Andes (Schubert ,1980; Gonzlez de
Juana et al., 1980; Pouyllau, 1989; Vivas, 1992;
Urbani, en este libro).
La Cordillera de Mrida se compone de varios sistemas montaosos que incluyen la Sierra Nevada
de Mrida, Sierra de la Culata, Sierra de Santo
Domingo, Sierra de Tovar, Sierra de Uribante, y la
Sierra de Trujillo. Este complejo de ramales tiene
cerca de 100 kilmetros de ancho y se extiende en
la direccin del noreste sobre 450 kilmetros. La
altitud mayor se alcanza en el Pico Bolvar (5007 m)
en el Sierra Nevada de Mrida. La mayor parte de la
Cordillera de Mrida est cubierta por bosques
montanos, mientras que por encima de 3000 m, y
en algunos lugares incluso sobre 2500 m, es cubierta por pramo.
Los bosques montanos de los Andes del Norte son
ecosistemas frgiles con una diversidad biolgica y
ecolgica significativa, una historia biogeogrfica
compleja y con un papel importante en el equilibrio
hidrolgico regional (Gentry, 1995; Cavalier &
Goldstein, 1989; Cavelier et al., 1996; Kappelle &
Brown, 2001; Holder, 2006).
A pesar de la creciente atencin e inters por la
conservacin de los ecosistemas de bosques de los
Andes del Norte en las ltimas tres dcadas (Van
der Hammen et al., 1983, Henderson et al., 1991;
Churchill et al., 1995; Gentry, 1995; Luteyn & Chur-
1Universidad
Nacional Experimental de los Llanos Ezequiel Zamora (UNELLEZ-Guanare) Programa de Ciencias del Agro y del Mar, Herbario Universitario (PORT),
Mesa de Cavacas, Estado Portuguesa 3323, Venezuela. E-mail: ncuello@cantv.net. 2 Institute for Biodiversity and Ecosystem Dynamics (IBED), Universiteit van
Amsterdam, 1098 XH Sciencepark 904, Amsterdam, The Netherlands. E-mail: cleef@uva.nl
74
75
hmedos montanos que se extienden desde el lmite inferior de la cota de Parque Nacional a unos
1.800 aproximadamente en la vertiente norte, y
desde 1.350-1.600 en la vertiente sur. La densidad,
estatura y diversidad de especies que componen
estos bosques es variable en funcin de la altitud
(Cuello, 2002; Cuello & Cleef 2009). A partir de
2700 m, se encuentra vegetacin de subpramo y
pramo, sin embargo, se puede observar la presencia de bosques cohabitando con vegetacin de
pramo a altitudes hasta de 2.900-3.000 m en la
zona de cumbres.
76
Tabla 1. Tabla fitosociolgica de los bosques montanos del Ramal de Guaramacal, Venezuela. Comunidades de bosques subandinos y bosques andinos. 1:
Simiro erythroxylonisQuararibeetum magnificae; 1.1: typicum; 1.2: bunchosietosum armeniaceae. 2: Conchocarpo larensis Coussaretum moritzianae. 3:
Croizatio brevipetiolatae Wettinietum praemorsae; 3.1: hedyosmetosum cuatrecazanum; 3.2: var. Protium tovarense. 4: Schefflero ferrugineae Cybianthetum laurifolii; 4.1: typicum; 4.2: miconietosum suaveolentis
Parcela No. 13 28 29 5
21
22 11 14
Area 1x10 (m2) 100 100 100 100 100 100 100 100
No. Especies (DAP 2,5 cm) 47
40
45
36
43
55
42
53
A 1
1
1
1
1
2
1
1
L 4
3
4
8
8
1
8
6
T 5
3
5
5
8
0
0
5
(m) 0
0
0
0
0
0
0
0
Vertiente S
S
S N NO NO S
N
Sector del Parque B
B
B A
C
C
B
B
Orden
Alianza
Geonomo undatae -Posoq. coriaceae
Asociaci n
1
2
Subasociacion
1.1
1.2
Variante
Bosques Subandinos (LMRF)
Asoc. 1. Simiro erythroxyli - Quararibeetum magnificae
5
3
1
3
.
.
.
1
Simira erythroxylon
3
1
2
1
.
.
.
1
Parathesis venezuelana
1
1
4
.
.
.
.
2
Urera caracasana
4
3
.
4
1
.
.
.
Quararibea magnifica
1
3
.
3
.
.
.
.
Cuatresia riparia
1
1
.
1
1
.
.
.
Picramnia sp.
.
1
2
.
.
.
.
1
Aegiphila floribunda
.
.
.
3
.
.
.
1
Diplazium hians
1
.
1
.
.
.
.
.
Inga edulis
1
.
1
.
.
.
.
.
Vasconcella microcarpa
.
.
.
1
.
.
.
1
Ocotea cernua
.
.
1
.
.
.
.
1
Huertea glandulosa
Subasoc. 1.1. typicum
1
2
.
.
.
.
.
3
Aphelandra macrophylla
2
1
.
.
.
.
.
3
Psychotria trichotoma
1
1
.
.
.
.
.
1
Alchornea glandulosa
.
1
.
.
.
.
.
3
Cecropia sararensis
3
2
.
.
.
.
.
.
Ocotea sp. C
2
3
.
.
.
.
.
.
Stylogyne longifolia
.
2
.
.
.
.
1
2
Hippotis albiflora
1
1
.
.
.
.
.
.
Matisia sp.
1
Nectandra aff.
1
.
.
.
.
.
.
membranacea
1
1
.
.
.
.
.
.
Trichilia pallida
.
.
.
.
.
.
.
2
Zygia bisingula
.
.
.
.
.
.
.
2
Ficus sp.
.
.
.
.
.
.
.
2
Paullinia capreolata
2
.
.
.
.
.
.
.
Tammsia anomala
2
.
.
.
.
.
.
.
Trichilia hirta
.
2
.
.
.
.
.
.
Piper hispidum
Subasoc. 1.2. bunchosietosum armeniaceae
.
.
4
.
.
.
.
.
Acalypha macrostachya
.
.
4
1
2
.
.
.
Psychotria fortuita
.
.
2
1
.
.
.
.
Bunchosia armeniaca
.
1
1
4
.
.
.
.
Pleurothyrium costanense
.
1
1
1
.
.
.
.
Ficus tonduzii
.
.
3
.
.
.
.
.
Saurauia tomentosa
.
.
.
2
.
.
.
.
Diplazium celtidifolium
.
.
.
2
2
.
.
.
Piper s p. (Liana)
.
.
2
.
.
.
.
.
Hydrangea aff. peruviana
.
.
.
1
1
.
.
.
Cestrum bigibbosum
.
.
.
1
1
.
.
.
Solanum nudum
Asoc. 2. Conchocarpo larensis - Coussaretum moritzianae
.
.
.
.
2
1
1
.
Coussarea moritziana
.
.
.
.
.
5
1
4
Conchocarpus larensis
.
.
.
.
1
.
4
.
Alsophila erinacea
.
.
.
1
1
1
1
.
Sloanea guianensis
.
.
.
.
1
1
1
.
Miconia lonchophylla
.
.
.
.
.
1
1
.
Meliosma pittieriana
.
.
.
.
1
.
2
.
Cyathea kalbreyeri
.
.
.
.
.
1
.
.
Eschweilera perumbonata
.
.
.
.
.
1
.
1
Chrysophyllum cf. cainito
.
.
.
1
1
.
.
.
Sloanea rufa
.
.
.
.
2
.
.
1
Mouriri barinensis
.
.
.
.
.
.
3
.
Asplundia vagans
.
.
.
.
.
.
1
.
Pseudolmedia rigida
.
.
.
1
1
1
.
.
Dussia coriacea
.
.
.
.
.
1
.
.
Eugenia grandiflora
.
.
.
.
.
1
.
.
Eugenia sp. 1
.
.
.
.
1
1
.
.
Inga aff. densiflora
.
.
.
.
.
.
1
.
Machaerium cf. floribundum
.
.
.
.
.
.
1
1
Picramnia sp. A
.
.
.
.
.
1
.
.
Ocotea rubrinervis
.
.
.
.
1
.
.
.
Stylogyne sp. A
.
.
.
1
3
.
.
.
Eugenia sp. 3
.
.
.
.
2
.
.
.
Chionanthus sp.
.
.
.
.
.
.
2
.
Tocoyena costanensis
.
.
.
.
.
.
.
.
Petrea pubescens
.
.
.
.
.
2
.
.
Piper arboreum
.
.
.
.
.
.
2
.
Eugenia sp.
.
.
.
.
.
.
1
.
Salacia aff. cordata
.
.
.
.
.
.
.
.
Clusia sp. 1
.
.
2
.
.
.
1
.
Cecropia telenitida
.
.
.
.
1
.
.
.
Eugenia sp. 2
.
.
.
.
.
1
.
.
Prunus cf. skutchii
.
.
.
.
.
.
.
.
Simira lezamae
Alianza 1. Geonomo undatae - Posoquerion coriaceae
1
3
2
2
2
.
1
1
Guarea kunthiana
.
.
.
1
1
2
1
5
Pouteria baehniana
1
4
.
1
.
1
4
1
Geonoma undata
.
1
.
3
5
1
2
.
Calatola venezuelana
.
2
1
2
2
.
2
1
Posoqueria coriacea
.
1
.
2
.
.
2
.
Rudgea nebulicola
10
25
18
12
19
26
32
15
30
31
17
20
23
27
16
33
24
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
30
100
100
100
100
52
60
35
50
41
41
36
42
46
44
42
43
38
45
59
36
60
35
61
33
29
31
29
34
31
1
6
0
0
S
B
1
9
0
0
N
B
2
2
6
0
N
B
2
5
8
0
N
A
2
4
7
4
N
B
2
4
7
0
S
A
2
1
0
0
S
A
2
5
8
0
S
A
2
3
0
0
S
A
2
2
2
1
1
1
2
2
2
1
1
1
2
2
2
2
1
3
1
9
9
9
0
1
1
8
8
7
4
4
3
2
0
0
7
6
5
5
7
0
2
8
7
7
5
8
5
5
0
0
0
0
0
0
0
0
5
0
5
0
0
0
0
0
N N
N
N S
S
N
N
S
S
S
S N
N
N NO
A A
A
A A
B
A
B
B
B
B
B A
A
A
C
Meliosma tachirensis - Alchornea grandiflora montane forest order group
Farameo killipii - Prunion moritzianae
3
4.1
3.1
3.2
4.2
.
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1
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1
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77
Parcela No. 13
28
29 5 21
1
Matayba camptoneura
1
1
.
1
.
.
.
.
3
Mabea occidentalis
.
1
.
1
.
Persea peruviana
1
1
2
.
.
Eugenia moritziana
.
1
.
1
.
Marcgravia brownei
.
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.
1
Tapirira guianensis
.
.
1
.
.
Gordonia fruticosa
.
.
1
.
.
Psychotria longirostris
.
1
.
.
.
Rollinia mucosa
1
.
.
.
.
Trigynaea duckei
1
.
.
.
.
Hydrangea cf. preslii
1
.
.
.
.
Ficus nymphaeifolia
1
.
.
.
.
Nectandra aff. purpurea
.
1
.
.
.
Paullinia cf. latifolia
Assoc. 3. Croizatio brevipetiolatae - Wettinietum praemorsae
.
.
.
.
.
Croizatia brevipetiolata
.
.
.
.
.
Wettinia praemorsa
.
.
.
.
.
Meriania grandidens
.
.
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.
.
Aniba cf. cinnamomiflora
.
.
.
.
.
Cybianthus cuspidatus
.
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.
Miconia cf. minutiflora
.
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.
Elaeagia ruiz-teranii
.
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.
Ocotea sp. A
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Miconia lucida
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.
Hedyosmum cf. gentryi
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.
Faramea guaramacalensis
.
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.
.
Maytenus sp. A
.
.
.
.
.
Ocotea aff. puberula
.
.
.
.
.
Myrcia acuminata
3.2. var. Protium tovarense
.
.
.
.
.
Protium tovarense
.
.
.
.
.
Coccoloba cf. llewelynii
.
.
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.
.
Aiphanes stergiosii
.
.
.
.
.
Persea meridensis
.
.
.
.
.
Miconia sp. B
.
.
.
.
.
Myrcia sp.1
Subasoc. 3.1. hedyosmetosum cuatrecazanum
.
Hedyosmum cuatrecazanum
.
.
.
.
.
.
1
.
.
Palicourea demissa
.
.
.
.
.
Sapium stylare
.
.
1
.
.
Aegiphila ternifolia
.
.
.
2
.
Casearia tachirensis
.
.
.
.
.
Palicourea puberulenta
.
.
.
2
.
Meriania macrophylla
.
.
.
.
.
Perrottetia quinduensis
.
.
.
.
.
Guettarda crispiflora
.
.
.
.
.
Turpinia occidentalis
.
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.
Cestrum darcyanum
.
.
1
.
.
Miconia amilcariana
Bosques Andinos (UMRF)
Asoc. 4. Schefflero ferrugineae - Cybianthetum laurifolii
.
.
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.
Cybianthus laurifolius
.
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.
Myrsine coriacea
.
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.
.
Schefflera ferruginea
.
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.
Hedyosmum crenatum
.
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.
Miconia ulmarioides
.
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.
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.
Ilex laurina
.
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.
Drimys granadensis
.
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.
Prestoea acuminata
.
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.
Palicourea apicata
.
.
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.
Miconia tinifolia
.
.
.
.
.
Weinmannia glabra
.
.
.
.
.
Rhipidocladum geminatum
.
.
.
.
.
Podocarpus oleifolius
.
.
.
.
.
Ilex myricoides
.
.
.
.
.
Persea aff. mutisii
.
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.
.
Weinmannia fagaroides
.
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.
Byrsonima sp.
.
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.
Ocotea jelski
.
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.
Ilex sp.2
.
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.
Persea sp.1
.
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.
Byrsonima karstenii
.
.
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.
.
Meliosma venezuelensis
.
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.
Viburnum tinoides
.
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.
Arthrostylidium venezuelae
.
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.
Palicourea jahnii
.
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.
Pentacalia vicelliptica
.
.
.
.
.
Cybianthus marginatus
.
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.
.
Pentacalia cachacoensis
Subasoc. 4.1. typicum
.
.
.
.
.
Calyptranthes cf. meridensis
.
.
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.
.
Brunellia cf. integrifolia
.
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.
Panopsis suaveolens
.
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Symplocos tamana
.
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.
Themistoclesia dependens
.
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.
Myrcia aff. guianensis
.
.
.
.
.
Dioicodendron dioicum
.
.
.
.
.
Gaiadendron punctatum
.
Ilex truxillensis var. bullatissima
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Symplocos bogotensis
.
.
.
.
.
Ocotea sericea
Subasoc. 4.2. miconietosum suaveolentis
.
.
.
.
.
Critoniopsis paradoxa
.
.
.
.
.
Hedyosmum sp. A
.
.
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.
.
Miconia suaveolens
.
.
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.
Hyeronima scabrida
.
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Aegiphila moldenkeana
78
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1
2
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5
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2
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3
1
3
1
2
4
2
1
1
1
2
2
3
1
.
4
4
.
2
.
Parcela No. 13
28
29 5 21
22
11
Hedyosmum translucidum
.
.
.
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.
.
Chusquea purdieana
.
.
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.
Ocotea sp. B
.
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.
Monnina meridensis
.
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.
Freziera serrata
.
.
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.
.
Macrocarpaea bracteata
.
.
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.
Ocotea calophylla
.
Alianza 2. Farameo killipii - Prunion moritzianae
.
.
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.
Faramea killipii
.
.
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.
.
.
Clethra fagifolia
.
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.
Anaectocalyx bracteosa
.
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.
Cyathea pauciflora
.
.
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.
Prunus moritziana
.
.
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.
.
.
.
Zanthoxylum melanostictum
.
.
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.
.
.
.
Cyathea caracasana
1
.
.
.
.
.
.
Cybianthus iteoides
.
.
.
.
.
2
.
Eugenia cf. tamaensis
.
Weinmannia aff. balbisiana
.
.
.
.
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.
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.
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.
.
.
Rudgea tayloriae
.
.
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.
.
1
.
Aiouea dubia
.
.
.
.
.
.
.
Miconia mesmeana
.
.
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.
.
Miconia tovarensis
.
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.
Myrcia cf. sanisidrensis
.
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.
Ocotea vaginans
.
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.
Hieronyma moritziana
.
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.
Symbolanthus vasculosus
.
.
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.
cf. Elaeoluma nuda
.
.
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.
Ocotea leucoxylon
.
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.
Mikania banisteriae
.
.
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.
.
Citronella costaricensis
.
.
.
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.
.
.
Geonoma jussieuana
.
.
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.
.
.
Diogenesia tetrandra
.
.
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.
.
Ocotea cf. hexanthera
.
.
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.
.
Saurauia yasicae
.
.
.
.
.
.
.
Dicksonia sellowiana
.
.
.
.
.
.
.
Mikania nigropunctulata
.
.
.
.
.
.
.
Eugenia albida
.
Montane forest order group of Meliosma tachirensis and Alchornea grandiflora
1
.
.
.
1
.
Clusia trochiformis
.
1
.
2
1
2
1
Alchornea grandiflora
.
.
.
1
1
3
1
Piper longispicum
.
.
.
1
.
.
1
Clusia alata
.
.
.
1
.
.
1
Miconia theaezans
.
2
2
.
.
.
.
Ruagea pubescens
.
.
2
2
.
1
1
Geissanthus fragrans
.
.
1
.
.
.
1
Besleria pendula
.
.
.
.
.
.
.
Cyathea fulva
.
.
.
.
.
1
1
Beilschmiedia tovarensis
.
.
.
.
1
1
1
Billia rosea
1
.
.
.
.
1
1
Hieronyma cf. oblonga
.
.
.
1
.
.
.
.
Psammisia hookeriana
.
1
.
.
1
1
Blakea schlimii
.
.
.
.
.
2
.
Meliosma tachirensis
.
.
1
.
1
.
.
Sphaeradenia laucheana
.
.
.
1
1
.
.
Tetrorchidium rubrivenium
1
.
.
.
.
1
.
Palicourea angustifolia
.
.
.
.
.
.
.
Dendropanax arboreus
1
.
.
1
.
.
.
Ocotea karsteniana
.
.
.
.
.
.
.
Eugenia cf. oerstediana
1
1
1
1
.
.
.
Miconia cf. dolichopoda
1
.
.
.
1
1
.
Trichilia septentrionalis
.
.
.
.
.
.
.
Ocotea floribunda
.
.
.
1
.
.
.
Weinmannia sorbifolia
.
.
.
.
.
.
.
Ocotea macropoda
.
.
.
.
.
.
1
Elaeagia karstenii
.
.
.
.
.
.
.
Handroanthus guayacan
1
.
.
.
.
.
.
Clusia sp. A
1
.
.
.
.
.
.
Sloanea brevispina
.
.
.
.
.
.
1
Macleania rupestris
.
.
.
.
.
.
.
Mikania stuebelii
.
.
.
.
.
1
.
Celastrus liebmannii
.
.
1
.
.
.
.
Cyathea pungens
.
.
.
.
.
1
.
Geonoma orbignyana
.
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0
0
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0
0
0
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0
0
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0
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0
0
0
1
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0
0
0
1
1
0
1
0
Ageratina neriifolia 20(1)
Allophylus cf. glabratus 18(1)
Alsophila angelii 27(1)
Anthurium eminens 29(1)
Anthurium ginesii 24(1)
Anthurium humboldtianum 27(1)
Anthurium nymphaeifolium 15(1)
Anthurium smaragdinum 21(1)
Bredemeyera sp. 25(1)
Brunellia acutangula 6(1)
Calyptranthes sp. 27(1)
Cecropia sp. 25(1)
Cestrum buxifolium 24(1)
cf. Escallonia hispida 27(1)
Chrysophyllum sp. 22(1)
Cissus trianae 15(1)
Citharexylum venezuelense 13(1)
Coccoloba sp. 28(1)
14
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10
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25
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2
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3
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1
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7
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DE
M E LI OS MA
B OS Q UE S M O NTA NOS
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FLO RA .
DE L OR DE N DE
A LCHO R NE A
G RA N D I-
Fisionoma: Este orden de bosques agrupa las comunidades de bosques nublados hmedos de montaa correspondientes a bosques subandinos y
andinos. Estos bosques son densos, con gran
nmero de individuos de tallos delgados y un dosel
de altura media a alta (25-30 m) en los bosques
subandinos y de altura media a baja (15-20 m) en
los bosques andinos. La presencia de una alta cobertura de brifitas epfitas sobre los troncos de los
rboles es caracterstica de estos bosques.
Composicin y sintaxonoma: Entre las especies de
rboles grandes caractersticas del dosel de este
grupo de bosques se encuentran: Alchornea grandi-
flora, Beilschmiedia tovarensis, Billia rosea, Elaeagia karstenii, Hieronyma cf. oblonga, Miconia cf.
dolichopoda, Ruagea pubescens, Tetrorchidium
rubrivenium. Son comunes los rboles hemiepfitos:
Clusia trochiformis y Clusia alata. Tambin son
frecuentes las lianas y bejucos como Blakea schlimii, Celastrus liebmannii, Macleania rupestris, Mikania stuebelii y Psammisia hookeriana. Entre los
arbolitos ms pequeos, de hasta 6 m de altura, son
comunes Besleria pendula y los helechos arborescentes Cyathea fulva y C. pungens. Las especies
diagnsticas del subdosel son Geissanthus fragans,
Meliosma tachirensis, Miconia theaezans y Piper
longispicum var. glabratum.
El grupo de bosques de Meliosma tachirensis y
Alchornea grandiflora podra ser considerado como
un orden provisional, en el que se reconocen las
siguientes dos alianzas: Geonomo undatae Posoquerion coriaceae y Farameo killipii - Prunion
moritzianae.
Ecologa y distribucin: Las comunidades de bosques pertenecientes al orden de Meliosma tachirensis - Alchornea grandiflora se localizan desde 1.350
m en la vertiente Sur y desde 1.650 m en la vertiente Norte, hasta alrededor de los 2.600 m de altitud a
todo lo largo del Ramal de Guaramacal.
A. V EG ET A C I N
D E BO SQ U E S S U B AN D I N O S D EL
G R U PO D E C O M U N I D AD ES D E L A A L I AN Z A G EO N O MO
U N D AT AE - P O SO Q U E R I O N C O R I AC EA E C U E LLO &
C LE EF 2009. (Tabla 1)
necienetes a las familias de las Rubiaceae, Euphorbiaceae, Lauraceae, Sapotaceae, Melastomataceae, Moraceae, Bombacaceae (Sensu lato), Meliaceae y Rutaceae, los cuales presentan altos valores
de importancia de acuerdo a su abundancia, frecuencia y rea basal. Siendo las familias ms diversas en especies las Rubiaceae, Lauraceae, Melastomataceae, Myrtaceae, Euphorbiaceae y Meliaceae. Entre las especies del dosel se pueden encontrar Calatola venezuelana, Ficus nymphaeifolia,
Gordonia fruticosa, Matayba camptoneura, aff. Mouriri barinensis, Nectandra aff. purpurea, Persea
peruviana, Posoqueria coriacea, Pouteria baehniana, Tapirira guianensis y Trigynaea duckei. En el
subdosel, son comunes: Eugenia moritziana, Geonoma undata, Guarea kunthiana, Mabea occidentalis, Psychotria longirostris, Rollinia mucosa y Rudgea nebulicola. En estos bosques tambin se pueden encontrar algunas lianas, tales como: Hydrangea cf. preslii, Marcgravia brownei, Paullinia cf.
latifolia y Salacia aff. cordata.
Sintaxonoma: Esta alianza fue definida en base a
diez levantamientos de 0,1-Ha que incluyen 211
especies con DAP 2,5 cm, pertenecientes a 123
gneros y 60 familias de plantas vasculares. Las
especies diagnsticas en el dosel son Posoqueria
coriacea y Pouteria baehniana. Tambin son diagnsticas los arbolitos del subdosel Matayba camptoneura y Guarea kunthiana, y la palma Geonoma
undata.
Esta alianza incluye dos asociaciones: Simiro erythroxylonis Quararibeetum magnificae y Conchocarpo larensis - Coussareetum moritzianae.
Ecologa y distribucin: Las comunidades de bosques subandinos de la alianza Geonoma undata Posoqueria coriacea se localizan en las vertientes
bajas del Ramal de Guaramacal, particularmente en
reas de bosques remanentes cercanos a los lmites del rea de Parque Nacional.
1. Bosques subandinos de la asociacin Simiro
erythroxylonis Quararibeetum magnificae Cuello
& Cleef 2009
(Bosques subandinos de Simira erythroxylon y Quararibea
magnifica).
lia pallida.
81
Eschweilera sp. nov. (Cuello 1832), Heisteria acuminata, Ladenbergia cf. buntingii, Nectandra sp.
(Cuello 1838), Neea sp. (Cuello 1851), Morus insignis, Miconia donaeana y Talauma sp. (Cuello 1745).
Ecologa y distribucin: Los bosques de Simiro
erythroxylonis Quararibeetum magnificae subasociacin typicum se localizan entre 1.300 y 1.500 m,
en la vertiente Sur, cerca del lmite de los estados
Portuguesa-Trujillo y tambin en los alrededores del
Ro Fro (sector Agua Fra). Estos bosques representan las pocas extensiones de bosque maduro no
intervenido aun existentes en este piso altitudinal.
Simiro erythroxylonis Quararibeetum magnificae
1.2. Subasociacin bunchosietosum armeniacae
(Subasociacin de Bunchosia armeniaca). Fig. 2
Figura 2. Derecha: Aspecto del bosque subandino en la vertiente Norte del Ramal de Guaramacal. Se observan los bosques con las copas blancas
de los arboles de Cecropia telenitida, justo arriba del rea recreativa Laguna de los Cedros a aprox. 1850 m. Izquierda: Bosques Subandinos de la
asociacin Simiro erythroxylonisQuararibeetum magnifcae subassoc. Bunchosietum armeniacae. Parcela 5: 1850 m, vertiente Norte. Af: Aegiphila
fl oribunda; Ba: Bunchosia armeniaca; Ct: Cecropia telenitida; Em: Eugenia moritziana; Gk: Guarea kunthiana; Hp: Hydrangea peruviana; Md: Miconia cf. dolichopoda; Pc: Pleurothyrium costanense; Pf: Psychotria fortuita; Poc: Posoqueria coriacea; Pv: Parathesis venezuelana; Se: Simira erythroxylon; Uc: Urera caracasana
82
se.
Fisionoma y composicin: Estos bosques presentan un dosel que alcanza entre 10 y 25 m, con
emergentes que pueden llegar a medir unos 30 m
de alto, y una composicin de especies como la
descrita para la alianza.
Algunas de las especies ms abundantes del dosel
son Coussarea moritziana, Miconia lonchophylla,
Aniba cf. cinnamomiflora, Protium tovarense, Eschweilera perumbonata, Chrysophyllum cf. cainito,
Tocoyena costanensis subsp. andina y Sloanea
guianensis. Entre los arboles del subdosel (3-10 m
de altura), se encuentran Piper longispicum var.
Asplenium radicans.
glabratum, Mabea occidentalis, Croizatia brevipetiolata, Hedyosmum cf. gentryi, Conchocarpus larensis, Meliosma pittieriana, Handroanthus guayacan,
Rudgea nebulicola, Faramea guaramacalensis,
Petrea pubescens, Eugenia cf. tamaensis, y las
palmas Geonoma undata y Wettinia praemorsa.
Las lianas tambin son abundantes en esta comunidad. Entre ellas se destacan Clusia sp.1, Dichapetalum pedunculatum, Hydrangea sp. 1 (Cuello
2211), Machaerium cf. floribundum, Mascagnia sp.
A, Mendoncia tovarensis, Mikania houstonians,
Salacia aff. cordata, Schlegelia spruceana, la trepadora Asplundia vagans y los arboles hemiepfitos
Figura 3. Bosques subandinos de la asociacin Conchocarpo larensisCoussaretum moritzianae. Parcela 10: 1650 m, vertiente Sur. Cc:
Chrysophyllum caimito; Ccu: Cybianthus cuspidatus; Cm: Coussarea
moritziana; Cl: Conchocarpus larensis; Da: Dendropanax arboreus;
Gu: Geonoma undata; Ho: Hyeronima oblonga; Mo: Mabea occidentalis; Mb: Eugenia sp.; Mp: Meliosma pittierana; Pp: Petrea pubescens;
Pl: Psychotria cf. lindenii; Wp: Wettinia praemorsa.
83
asociacin, estn ausentes tambin en la asociacin previa, pero son muy comunes en los bosques
de la siguiente asociacin Croizatio brevipetiolatae
Wettinietum praemorsae de la alianza Farameo
killipii Prunion moritzianae.
Ecologa y distribucin: Los bosques de la asociacin Conchocarpo larensis - Coussareetum moritzianae se localizan principalemnete en el extremo
nor-oriental del Ramal de Guaramacal (sectores
Laguna Negra, El Mogote, El Alto) a altitudes entre
1.600 y 1.900 m en ambas vertientes Norte y Sur,
as como tambin alrededor de 2.100 m en el sector
nor-occidental en Quebrada Honda.
B. V E GE TA CI ON DE B OS QUE S S UB A ND I NOS Y
A ND I NOS DE L G RUP O DE CO M U N IDA DE S DE LA
A LIA NZA F A RA M E O K I LL IP II P R U NI O N M O RI TZ IA NA E C UE LL O & C LE E F 2009 (Tabla 1).
(Bosques subandinos y Andinos de Faramea killipii y Prunus
moritziana)
84
Para esta alianza tambin se consideran diagnsticas a Miconia tovarensis, Rudgea tayloriae, a los
helechos arborescentes Cyathea caracasana y C.
pauciflora y a los arbolitos Anaectocalyx bracteosa
y Cybianthus iteoides.
Esta alianza contiene la asociacin de bosque subandino Croizatio brevipetiolatae - Wettinietum
praemorsae, y la asociacin de bosque Andino
Schefflero ferrugineae - Cybianthetum laurifolii.
Ecologa y distribucin: La alianza de Faramea
killipii y Prunus moritziana incluye las comunidades
de bosque subandino y Andino presentes a altitudes
entre 1770 y 2600 m en la vertiente Sur, y desde
alrededor de 1950 hasta cerca de 2600 m en la
vertiente Norte.
3. Bosques subandinos de la asociacin Croizatio brevipetiolatae Wettinietum praemorsae
Cuello & Cleef 2009
(Bosques subandinos de Croizatia brevipetiolata y Wettinia
praemorsa) Fig. 4
Figura 4. Bosque subandino de la asociacin Croizatio brevipetiolataeWettinietum praemorsae. Parcela 1: 1960 m, Vertiente Norte.
Ac: Aniba cinnamomiflora; Ag: Alchornea grandiflora; Bp: Besleria
pendula; Br: Billia rosea; Cb: Croizatia brevipetiolata; Cc: Cybianthus
cuspidatus; Er: Elaeagia ruiz-teranii; Gf: Geissanthus fragrans; Mth:
Miconia theaezans; Op: Ocotea puberula; Pa: Palicourea angustifolia;
Pp: Palicourea puberulenta; Pm: Persea meridensis; Pl: Piper longispicum var. glabratum; Pb: Pouteria baheniana; Sc: Symbolanthus
calygonus; Sg: Sloanea guianensis; Wp: Wettinia praemorsa.
Perrottetia quinduensis, Meriania macrophylla, Miconia theaezans var. longifolia, Sapium stylare y
Turpinia occidentalis. Otras especies que algunas
veces forman parte tambin del dosel son: Aegiphila
ternifolia, Hedyosmum cuatrecazanum, Trichilia
septentrionalis y Wettinia praemorsa. Entre los
rboles de 5 a 10 m de alto, se encuentran: Croizatia brevipetiolata, Eugenia cf. tamaensis, Geissanthus fragrans, Hedyosmum cuatrecazanum, Meriania
grandidens, Palicourea demissa, P. puberulenta,
Piper longispicum var. glabratum y Prunus moritziana. En el estrato de 2 a 5 m de alto se registraron
los helechos arbreos Cyathea fulva y Sphaeropteris sp., asi como arbolitos de Cestrum darcyanum,
Gordonia fruticosa, Guarea kunthiana, Miconia
amilcariana, M. mesmeana subsp. longipetiolata,
Persea peruviana, Saurauia yasicae, Solanum confine y Trichilia hirta; los arbustos Cybianthus cuspidatus y Ruellia tubiflora var. tetrastichantha y las
palmitas Geonoma orbigniana y G. jussieuana.
Sintaxonoma: La subasociacin de hedyosmetosum cuatrecazanum se defini en base a tres levantamientos de 0,1-ha en los que se registr un total
de 72 especies con DAP 2,5 cm.
Las especies diagnsticas del dosel son Casearia
tachirensis, Hedyosmum cuatrecazanum, Palicourea demissa y Sapium stylare. En el subdosel las
especies diagnsticas son: Aegiphila ternifolia, Cestrum darcyanum, Croizatia brevipetiolata y Trichilia
septentrionalis.
Ecologa y distribucin: La subasociacin de bosque
subandino de hedyosmetosum cuatrecazanum se
localiza entre 2.100 y 2.300 m de altitud en la vertiente norte del Ramal de Guaramacal, especficamente se pueden observar a lo largo de la via que
conduce a las antenas. Estos bosques (por ej. a
2.300 m) se encuentran sobre terrenos con pendientes de 20-25%, y sobre suelos de profundidad
variable (0 - 100 cm), con texturas arenosas, con
20-50% de fragmentos gruesos, de colores marron
rojizo en las capas superficiales (0 - 20 cm) rojo
amarillento en las capas ms profundas (20-100
cm). El pH aumenta con la profundidad, desde 4 a
4,4; mientras que el porcentaje de materia organica
disminuye de 7.5 a 3% (Marvz & Schargel, 1999).
3.2. Variante de Protium tovarense
85
sis, Clethra fagifolia, Critoniopsis paradoxa, Cybianthus laurifolius, Eugenia cf. tamaensis, Faramea killipii, Hedyosmum crenatum, Ilex laurina,
Miconia ulmarioides, Myrsine coriacea, Palicourea
apicata, Schefflera ferruginea y Weinmannia glabra.
Los hemiepfitos como Clusia alata y C. trochiformis
tambin son muy comunes en el dosel. Las epfitas
son muy abundantes, se destacan: Pecluma divaricata, Peperomia peltoidea, Racinaea sp., varias
especies de orqudeas de los gneros Pleurothallis
(P. semiscabra, P. archidiaconi, P. siphoglossa, P.
bivalvis, entre otras), y Stelis. Tambin estn presentes la parsita Aetanthus nodosus y la trepadora
Sphaeradenia laucheana, as como varias especies
de bejucos y lianas pertenecientes a las familias
Ericaceae y Asteraceae, tales como Diogenesia
tetrandra, Macleania rupestris, Mikania nigropunctulata, M. stuebelii, Pentacalia vicelliptica y Themistoclesia dependens.
86
Sintaxonoma: Los bosques de la asociacin Schefflero ferrugineae Cybianthetum laurifolii estn representados por once levantamientos (diez de 0,1Ha y uno de 0,03-Ha) en los que se registraron un
total de 158 especies con DAP 2,5 cm. Las especies diagnsticas son: Cybianthus laurifolius, Hed-
doxa, Cybianthus laurifolius, Hedyosmum translucidum, Hedyosmum sp. A, H. crenatum, Ilex laurina,
Weinmannia lechleriana y W. fagaroides. La pre-
sencia de helechos arborescentes es muy caracterstica en estos bosques, siendo Cyathea pauciflora la especie ms abundante. El sotobosque est
dominado por pequeos arbolitos de las Melastomataceae, como: Miconia suaveolens, M. mesmeana subsp. longipetiolata, M. theaezans y Anaectocalyx bracteosa; algunos arbustos como Symbolanthus vasculosus, el bamb Chusquea purdieana y la
palma Geonoma jussieuana, entre otros.
Sintaxonoma: Los bosques de la subasociacin
miconietosum suaveolentis estn representados en
cuatro levantamientos de 0,1-Ha, con un total de 73
especies con DAP 2,5 cm. Estos bosques difieren
a los de la subasociacin typicum por la presencia
de especies diagnsticas de Critoniopsis paradoxa,
Hedyosmum sp. A, Hyeronima scabrida y Miconia
suaveolens, las cuales, con la excepcin de Critoniopsis paradoxa, estn ausentes en esa subasociacin.
nopsis suaveolens.
87
Ecologa y distribucin: Los bosques de la subasociacin Miconia suaveolens se localizan entre 2.100
y 2.600 m en la vertiente sur del sector Guaramacal.
Estos bosques hmedos se localizan sobre laderas
muy inclinadas y afectadas por deslizamientos de
tierra. Los movimientos en masa son frecuentes y
ampliamente observados en las partes ms altas de
la vertiente sur, los cuales son generados por las
altas precipitaciones que ocurren all.
En general, estos bosques tienen una diversidad de
especies baja, algunos taxa que son comunes a la
misma altitud en la vertiente norte, en sitios estables
y menos pendientes, estn ausentes en estos bosques. Aqu se aprecia una mayor abundancia de
individuos con races fulcreas, indicadoras de adaptacion a superficies pendientes en un regimen muy
hmedo (Cleef et al., 1984).
C. V EGETACIN DE BOSQUES ALTOANDINOS DEL
GRUPO DE COMUNIDADES DE LA A LIANZA R UILOPEZIO
PALTONIOIDES CYBIANTHION MARGINATI C UELLO &
CLEEF 2009. (Tabla 2)
88
Cybianthus marginatus, Myrsine dependens, Miconia jahnii, Geissanthus andinus, Ilex guaramacalensis, Diplostephium obtusum, Vaccinium corymbodendron, Drimys granadensis y Oreopanax discolor,
entre otras.
En estos bosques es muy comn la presencia de
lianas y bejucos, tales como: Fuchsia membrana-
Tabla 2. Tabla fitosociolgica de los bosques montanos del Ramal de Guaramacal, Venezuela. Comunidades de bosques andinos/altoandinos. 5: Geissantho andiniMiconietum jahnii; 5.1: Subcommunity of Freziera serrata. 6: Libanothamnetum griffinii. 7:
Gaultherio anastomosantisHesperomeletum obtusifoliae.
Parcela No.
39
35
36
37
38
43
44
PL3
rea 1x10 (m2)
100
100
40
100
20
5
10
10
No. de Especies (DAP 2,5 cm)
41
27
21
18
17
9
10
10
A
2
2
2
2
2
3
3
2
l
7
8
8
8
8
0
0
8
t
5
9
7
7
1
6
5
3
(m)
0
0
0
0
0
0
0
0
Vertiente
N
N
N
N
N
S
N
N
Alianza
Ruilopezio paltonioides - Cybianthion marginati
Asociacin
5
6
Subasociacin
5.1
Asoc. 5. Geissantho andini - Miconietum jahnii
Weinmannia lechleriana
5
2
1
.
1
.
.
.
Geissanthus andinus
2
1
4
2
.
.
.
.
Miconia jahnii
1
2
3
4
1
.
.
.
Drimys granadensis
1
1
2
1
.
.
.
.
Oreopanax discolor
2
2
2
.
.
.
.
.
Disterigma alaternoides
1
2
1
.
.
.
.
.
Thibaudia floribunda
.
1
1
2
.
.
.
.
Pentacalia theifolia
.
1
.
2
.
.
.
.
Mikania stuebelii
1
.
.
1
.
.
.
.
Subcomunidad 5.1. Freziera serrata
Hedyosmum translucidum
3
.
1
.
.
.
.
.
Freziera serrata
3
.
.
.
.
.
.
.
Weinmannia auriculata
3
.
.
.
1
.
.
2
Weinmannia karsteniana
2
.
.
.
1
.
.
.
Rhipidocladum geminatum
2
.
.
.
.
.
.
.
Podocarpus oleifolius
2
.
.
.
.
.
.
.
Asoc. 6. Libanothamnetum griffinii
Libanothamnus griffinii
.
.
.
.
5
5
5
5
Asoc. 7. Gaultherio anastomosantis - Hesperomeletum obtusifoliae
Hesperomeles obtusifolia
.
1
1
1
.
2
3
.
Diplostephium obtusum
.
2
4
.
.
1
.
.
Gaultheria anastomosans
.
.
.
.
.
.
1
.
Pentacalia greenmanniana
.
.
.
.
.
.
.
.
Ageratina theifolia
.
.
.
.
.
1
.
.
Alianza Ruilopezio paltonioides - Cybianthion
marginati
Miconia tinifolia
3
5
4
5
1
2
1
2
Cybianthus marginatus
1
4
4
2
3
2
4
5
Myrsine dependens
3
4
3
3
1
2
1
.
Vaccinium corymbodendron
1
1
2
2
1
1
.
3
Pentacalia cachacoensis
1
1
1
2
1
.
1
.
Ruilopezia paltonioides
.
1
1
.
1
.
1
2
Blechnum schomburgkii
.
1
.
1
1
1
1
4
Monochaetum discolor
1
1
.
.
2
.
.
2
Symplocos tamana
3
5
3
3
1
.
.
.
Ilex guaramacalensis
1
2
2
3
1
.
.
2
Themistoclesia dependens
1
1
1
.
.
.
.
2
Monnina sp.
.
1
1
.
1
.
.
.
Chusquea angustifolia
.
1
.
2
.
.
.
.
Chaetolepis lindeniana
.
1
.
.
.
.
.
.
Palicourea jahnii
.
.
.
.
1
.
.
.
Weinmannia fagaroides
1
.
.
.
.
.
1
.
Pentacalia vicelliptica
.
1
.
.
.
.
.
.
Gaiadendron punctatum
1
.
.
.
.
.
.
.
Clethra fagifolia
2
1
.
.
1
.
.
.
Miconia mesmeana
1
.
.
.
.
.
.
.
Clusia alata
1
.
.
.
.
.
.
.
Cyathea fulva
1
1
.
.
.
.
.
.
1
1
1
1
1
1
1
1
0
0
0
0
1
1
1
1
0
1
1
1
0
0
0
0
0
1
1
1
34
20
18
3
0
5
0
N
40
20
19
2
9
5
0
S
41
40
22
2
9
5
0
S
7
.
.
.
.
1
1
.
.
.
.
1
.
.
1
.
1
.
.
1
1
.
.
1
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
3
4
3
.
.
4
2
3
1
1
4
1
1
2
.
1
5
2
3
1
1
3
1
1
1
.
1
.
1
.
.
.
.
.
.
.
.
1
1
1
2
5
3
3
2
1
4
.
1
1
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
1
1
1
3
5
4
4
2
3
.
.
1
1
2
1
1
.
.
.
.
.
.
.
.
.
1
1
1
Otras especies: Macrocarpaea bracteata 39 (1), Ocotea calophylla 39 (1), Cestrum darcyanum 39(1), Cybianthus laurifolius 39 (1), Myrsine
coriacea 39 (1), Ilex myricoides 39 (1), Persea aff. mutisii 39 (1), Psammisia hookeriana 41(1).
89
Sintaxonoma: La asociacin de Geissantho andini Miconietum jahnii se defini en base a cuatro levantamientos (tres de 0,1 Ha y uno de 0.04 Ha) en los
cuales se registraron un total de 53 especies de
plantas vasculares con DAP 2,5 cm.
Esta comunidad se distingue por las especies diagnosticas del dosel Miconia jahnii, Geissanthus andinus, Weinmannia lechleriana y por la gran abundancia de la especie Miconia tinifolia. Tambin se
consideran diagnsticas Disterigma alaternoides,
Oreopanax discolor, Pentacalia theaefolia y Thi-
baudia floribunda.
serrata, Myrsine dependens, Hedyosmum translucidum, Weinmannia auriculata, Clethra fagifolia var.
fagifolia, Symplocos tamana, Miconia tinifolia, Clusia alata, Gaiadendron punctatum, Weinmannia
karsteniana, Oreopanax discolor, Geissanthus andinus, Ilex myricoides, Drimys granadensis, Miconia
90
charis brachylaenoides, Cestrum darcyanum, Oreopanax discolor, helechos arbreos de Cyathea fulva, y arbustos de Macrocarpaea bracteata. Tambin
estn presentes las lianas y bejucos: Themistoclesia dependens, Disterigma alaternoides, Mikania
stuebelii y Passiflora truxillensis, y el helecho epfito
Terpsichore xanthotrichia. En el sotobosque se
encuentran colonias densas de la gramnea bambusoide Chusquea steyermarkii as como individuos
de Rhynchospora guaramacalensis.
Sintaxonoma: Esta subcomunidad de Bosque Andino de Freziera serrata fue descrita basada en un
solo levantamiento de 0,1 ha en el cual se registraron 40 especies leosas con DAP
2,5 cm. Las
especies diagnsticas del dosel son: Paragynoxys
cuatrecasasii, Freziera serrata, Hedyosmum translucidum, Ocotea calophylla, Weinmannia auriculata,
W. karsteniana y W. lechleriana.
Ecologa y Distribucin: La subcomunidad de Freziera serrata se conoce solamente de un pequeo
lote de bosque remanente de Bosque Andino ubicado a 2.750 m en un rea de vertientes muy pendientes y de difcil acceso en la vertiente Norte del
Ramal de Guaramacal. Este remanente de bosque
est bordeado por un lado por la carretera que conduce al pramo y el rea de las antenas, y por el
otro lado por el rea de clareado de mantenimiento
de los cables de electricidad que llegan a las antenas. Esta comunidad se incluy en este estudio, por
representar un remanente de bosque andino que se
encuentra justo en el lmite del rea ocupada por
vegetacin paramera.
6. Bosque altoandino de la Asociacin Libanothamnetum griffinii Cuello & Cleef 2009.
(Bosque altoandino de Libanothamnus griffinii)
Figura 8. Izquierda: Aspecto exterior (manchas grisceas) de extensiones de bosque enano altoandino de la asociacin Libanothamnetum griffinii en
el lmite superior de la lnea de bosques (~28002900 m) en la vertiente Norte del Ramal de Guaramacal, la flecha indica la ubicacin de la Parcela
38 a 2810 m. Derecha: Interior de la Parcela 38 del bosque de la asociacin Libanothamnetum griffinii
91
giochila.
pilifer, C. nivalis, Dicranum frigidum, Herbertus juniperoideus, Leptodontium longicaule, Plagiochila cf.
aerea, Plagiochila sp., Scapania portoricensis,
Sphagnum meridense y Tetraplodon mnioides,
entre otros.
92
CONSIDERACIONES FINALES
Clasificacin fitosociolgica
La clasificacin a nivel de orden y clase no ha sido
definida, debido al poco nmero de levantamientos
existentes y a la falta de datos de otros bosques de
montaa en la regin de los Andes de Venezuela y
partes adyacentes en Colombia.
Es de esperarse que los bosques subandinos
(BHMB) y los bosques Andinos (BHMA), respectivamente, pertenecieran a rdenes y clases separadas de bosque hmedo ecuatorial montano. El
grupo mayor aqu reconocido de Meliosma tachirensis Alchornea grandiflora podra ser considerado equivalente a orden. Sin embargo, las especies
en comn en ese grupo podran tambin pertenecer
a una unidad superior clase la cual abarca una
formacin, de distribucin amplia, de bosque montano ecuatorial de los Andes. Esta es la razn principal por la cual todava aqu no se presenta un
sintaxon propiamente dicho a nivel de orden. Es
sorprendente que la alianza Farameo killipii
Prunion moritzianae, incluye asociaciones tanto de
bosque subandino (BHMB) y bosque andino
(BHMA). Esta es la primera vez que el BHMB, en su
parte superior, y el BHMA, en su parte inferior, quedan incluidos en una misma alianza fitosociolgica.
En estudios previos del Programa ECOANDES en
Colombia, las alianzas solamente han contenido
levantamientos bien sea de BHMB o BHMA. Hay
dos razones que pueden explicar esto: (1) las altas
pendientes de Guaramacal, con pramo hmedo en
el tope a 3.120 m, resulta en un tipo de zonacin de
bosques comprimida. En un intervalo altitudinal
relativamente corto y de baja altitud, con una
humedad ambiental alta y casi permanente, y con
solo cambios leves de temperatura, los lmites
abruptos de vegetacin pueden enmascararse. Lo
cual podra ser la explicacin ms probable. (2) La
otra posibilidad es que la alianza sea un artefacto
de la falta de resolucin fitosociolgica; en este
caso, ms levantamientos en este intervalo altitudinal podran proporcionar ms informacin para la
clasificacin de los bosques y la zonacin altitudinal.
Hay que reconocer algunas limitaciones metodolgicas para la descripcin de la vegetacin de bosque del Ramal de Guaramacal. Adems del nmero
relativamente bajo de levantamientos, hay que destacar la baja accesibilidad al rea, por lo que en el
sector central del Ramal de Guaramacal (a lo largo
de la carretera que conduce al poblado de Guaramacal), es donde las parcelas fueron ms numerosas y distribuidas ms homogneamente a lo largo
del gradiente altitudinal. Aunque la mayora de las
parcelas fueron de 1.000 m2, algunas parcelas entre
2.800-3.000 m fueron ms pequeas (100-400 m2).
En los bosques hmedos tropicales de montaa la
diversidad disminuye con la altitud, por lo que las
parcelas de 0,1 ha utilizadas en este estudio, probablemente no representan el rea mnima para los
BHMB, pero aparentemente, seran suficientemente
representativas para los muestreos del BHMA (ver
tambin Westhoff & Van der Maarel, 1973). En los
bosques enanos altoandinos, se usaron parcelas
ms pequeas debido a las condiciones de cobertura y altas pendientes del terreno. La metodologa
usada incluy solo el censo de especies leosas
con DAP 2,5 cm. De tal manera, que las comunidades de bosques estn definidas principalmente
en base a especies de rboles diagnsticas del
dosel y subdosel, ms que de otras formas de crecimiento.
A pesar de las limitaciones metodolgicas, se considera que la clasificacin resultante de los bosques
es claramente visible para los bosques del Ramal
de Guaramacal. Este constituye el primer intento de
clasificacin fitosociolgico de bosques montanos
en los Andes de Venezuela, basado en datos cuantitativos de un ramal montaoso completo.
Zonacin altitudinal
El resultado de la clasificacin de los levantamientos de bosques de Guaramacal mediante TWINSPAN orden los tipos de bosque de acuerdo a un
gradiente altitudinal (Tabla 1 y 2). Basado en la
fisionoma y composicin florstica, estos tipos de
bosque pueden ser fcilmente agrupados en zonas
que se corresponden con las clases de Grubb
(1977) de BHMB, BHMA y BHSA, o en las respectivas zonas de Bosque subandino, Andino y altoandino de acuerdo a Cuatrecasas (1934, 1958); tal como ha sido aplicada tambin por Cleef et al. (1984,
2003) y Rangel-Ch. et al. (2003, 2005, 2008) para
los estudios de ECOANDES. En los Andes de Colombia, Rangel-Ch. & Franco-R. (1985), Rangel-Ch.
& Lozano (1989) y Rangel-Ch. (1994) han publicado
estudios en bosques montanos. Para Ecuador, los
estudios de referencia de bosques montanos son
los de Bussmann (2002), Lauer et al. (2001) y Moscol & Cleef (2009).
La primera divisin en la clasificacin de TWINSPAN de los bosques de Guaramacal, separa a las
93
(Van Steenis, 1961, 1972) o como el efecto Massenerhebung (Schrter, 1926). En comparacin con
los Andes de Mrida, el lmite superior del bosque
se sita a una altitud promedio alrededor de 3.400
m (Monasterio, 1980a; Schneider, 2001), existiendo
una diferencia vertical de unos 350 m en comparacin con el LSB en Guaramacal. Considerando un
gradiente adiabtico de 0,6C por cada 100 m, esto
indicara una temperatura media anual de aproximadamente 2C ms fra en la zona de cima del
Ramal de Guaramacal.
Las diferencias en humedad entre la vertiente norte
ms seca y la sur, ms hmeda, afecta tambin la
posicin altitudinal de las zonas de vegetacin entre
vertientes. Una consecuencia de la baja posicin
altitudinal del LSB es la compresin de las zonas de
bosque montano, las cuales se sitan en distancias
verticales cortas, tal como se observa a lo largo de
Figura 9. Perfil esquemtico del Ramal de Guaramacal, Andes, Venezuela. Se muestra la zonacin altitudinal de los bosques montanos y pramos
hmedos de bambes a lo largo de las vertientes Norte y Sur, con sus respectivos nmeros de las parcelas. Exageracin vertical de 5.0 x.
94
Familias
LAURACEAE
RUBIACEAE
MELASTOMATACEAE
MYRTACEAE
ASTERACEAE
MYRSINACEAE
ERICACEAE
EUPHORBIACEAE
No.
Spp.
34
30
27
24
20
12
12
10
Gnero
Ocotea
Miconia
Eugenia
Piper
Persea
Palicourea
Psychotria
Cybianthus
No.
Spp.
21
19
13
8
7
6
6
5
Tabla 4. Familias con mayor riqueza de especies por zona de vegetacin (Cuello & Cleef 2009).
BHMB
(1300~2300 m)
Familia
# spp.
BHMA
~2350 ~2900 m
Familia
# spp.
BHSA
(2800 3060 m)
Familia
# spp.
Rubiaceae
29
Lauraceae
19
Asteraceae
11
Lauraceae
24
Melastomataceae
13
Ericaceae
Melastomataceae
22
Myrtaceae
13
Myrsinaceae
Myrtaceae
17
Asteraceae
11
Melastomataceae
Euphorbiaceae
10
Rubiaceae
Cunoniaceae
Piperaceae
Ericaceae
Araliaceae
Myrsinaceae
Myrsinaceae
Polygalaceae
Cyatheaceae
Cyatheaceae
Rosaceae
Meliaceae
Euphorbiaceae
Arecaceae
Cunoniaceae
Moraceae
Aquifoliaceae
Sapindaceae
6
20 familias
50
Solanaceae
67 familias
266
51 familias
169
95
El BHMA est representado por la asociacin Schefflero ferrugineae Cybianthetum laurifolii y la subcomunidad de Freziera serrata de la asociacin
Geissantho andini Miconietum jahnii. En La vertiente sur el lmite inferior del BHMA se observ a
2.100 m, representado por la subasociacin miconietosum suaveolentis de la asociacin Schefflero
ferrugineae Cybianthetum laurifolii; mientras que
en la vertiente norte, a 2.350 m por las subasociacin tpica de esta asociacin, la cual tambin se
encuentra a 2.250 m en la vertiente noroccidental.
Los bosques de la subasociacin tpica en la vertiente norte, presentan una composicin con una
mezcla de especies de ambos BHMB y BHMA que
convergen en este tipo de bosque. El bosque de la
subcomunidad de Freziera serrata, perteneciente a
la asociacin Geissantho Miconietum presente a
2.750 m, representa el lmite superior del BHMA en
la vertiente Norte. La asociacin de bosque montano alto de Geissantho Miconietum puede encontrarse en altitudes hasta 2.890 m, como se ha ob-
servado en el Pramo El Pumar en el sector centrooccidental de las cumbres del Ramal de Guaramacal.
Una composicin diferente de los bosques se puede notar en la zona de bosques altoandinos
(BHSA o SARF, 2.800-3.050 m) en el piso montano
alto, en donde se encuentran las dos asociaciones
de bosques enanos poco diversos en especies: una
dominada por Libanothamnus griffinii y otra por
Gaultheria anastomosans y Hesperomeles obtusifolia con alta densidad de Cybianthus marginatus.
Estos bosques, combinados con la vegetacin de
pramo de bambes, caracterizan la zona de lmite
superior de bosques. Estos bosques enanos altoandinos se consideran que pertenecen a una subzona del dominio del Bosque montano alto, ya que
comparten con ste caractersticas no solo en su
ecologa, sino tambin en florstica y suelos, tal
como se ha demostrado en los estudios de ECOANDES (Van der Hammen et al., 1983-2008).
Tabla 5. Resumen de datos estructurales de los bosques estudiados en las diferentes altitudes y sectores del Ramal de Guaramacal. (A).Parcelas
de 0,1 Ha, (B) Parcelas menores de 0,1 Ha (Cuello & Cleef, 2009).
Tabla 5 (a)
Vertiente
Sector
Alt. m
Num Ind
rea Basal
Guaramacal
1850
1960
2070
2100
2170
2300
2350
2400
2480
2580
2750
2870
2890
1830
1900
2100
2260
1880
2100
2250
1950
2100
2300
2470
2580
1330
1450
1550
1600
1770
1800
1875
1880
1950
2125
5
1
19
2
18
3
20
4
17
16
39
37
35
14
25
26
27
21
22
23
7
9
8
6
24
28
29
13
10
31
11
30
15
12
32
182
358
446
401
316
377
479
547
602
413
458
231
423
390
320
492
438
227
324
257
500
301
306
378
309
154
191
265
328
376
482
342
472
506
420
371.74
4.57
2.66
6.64
3.31
5.00
8.57
5.19
6.91
4.59
5.67
5.2
4.35
3.65
4.94
7.08
5.15
5.43
4.65
5.35
4.03
4.62
2.82
2.98
2.98
3.78
3.76
3.63
5.44
4.95
4.37
5.96
3.73
4.01
5.96
5.37
4.78
Norte
Agua Fra
Nor-Oeste
(Qda. Honda)
Guaramacal
Sur
Agua Fra
Promedio
96
36
41
46
35
41
50
60
59
36
33
41
18
27
53
60
44
61
43
55
35
36
29
31
31
34
40
45
47
52
45
42
38
43
42
42
Altura arboles
Max. Med.
24
7.3
20
8.0
24
7.6
18
6.5
26
9.4
21
7.1
22
8.1
19
6.5
23
7.0
19
8.6
17
9.8
16
8.2
12
6.7
24
7.3
28
10.8
26
9.4
24
9.1
32
11.6
30
10.4
18
8.6
22
8.9
20
7.7
21
7.9
13
6.5
18
8.6
28
10.4
27
8.8
24
11.7
25
7.3
28
11.5
26
7.2
26
11.5
25
7.2
18
6.7
24
9.9
Dosel
10-20
10-15
10-18
10-15
10-20
8-15
8-15
6-15
6-14
6-14
7-14
6-12
5-10
10-20
8-24
9-23
7-18
14-29
13-26
7-14
9-18
9-13
9-16
8-11
8-14
10-24
10-24
13-22
12-20
11-24
12-20
11-22
15-22
9-13
9-18
Dimetro
Max. Med.
64.0 9.2
38.2 7.2
114.6 7.9
62.1 7.1
90.0 9.3
111.4 10.5
60.0 7.9
108.2 8.3
127.3 6.3
69.0 9.4
42.7 8.6
44
10.1
40
8
64.0 9.2
116.5 7.8
61.0 6.9
105
8.2
83
9.9
70
8.5
50
9.5
76
6.32
76
7.84
41.4 8.3
50
7.7
56
8.0
69
11.7
82
8.6
123
8.68
105
7.93
34
9.1
90
6.73
61
8.9
66
6.82
85
7.28
56
6.5
8.29
Vertiente
Sector
Total
Alt. m
Num Ind
13011
rea Basal
167.3
Altura arboles
Dimetro
Tabla 5(b).
Vertiente
Sector
Norte
Guaramacal
Sur
Guaramacal
Alt. m
No.
Parc.
rea
Parc.
Num.
Spp.
Num
rea
Num prom. Basal
Total
Ind/parc Ind/100m2
2474
2810
2830
2870
3050
3050
2950
2950
3060
33
38
PL3
36
34
44
41
40
43
300
200
100
500
200
100
400
200
50
29
21
10
21
18
12
22
19
14
175
407
41
172
263
131
272
277
92
58.3
203.5
41.0
34.4
131.5
131
68.0
138.5
184
Altura arboles
0.97
0.91
0.19
1.71
0.81
0.26
1.77
1.1
0.25
Diametro
Max. Med.
12
8.3
4.3
12
6.5
6
10
6
5
27
13
16
41.5
21
17
25
27.5
12.8
6.1
4.5
2.8
5.8
4.1
3.5
6.2
3.6
3.1
6-10
3-6
2-4
5-10
3-5
3-4
5-8
3-5
3-5
6.8
4.7
6.8
7.7
5.3
4.1
6.9
5.6
5.2
Tabla 6. Nmero de especies e individuos de diferentes formas de crecimiento inventariados en cada zona altitudinal del Ramal de
Guaramacal. BHMB: Bosque Hmedo Montano Bajo, BHMA: Bosque Hmedo Montano Alto, BHSA: Bosque Hmedo Subalpino.
*porcentaje del total de arboles con DAP 2,5 cm; ** arbustos presentes BHMB y BHSA fueron < 2,5 cm dimetro (Cuello & Cleef,
2009).
BHMB
Formas de crecimiento
Spp.
Total arboles 2,5 cm
Arboles 10 cm
BHMA
Indiv.
Spp.
BHSA
Indiv.
Spp.
Indiv.
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
215
(77,9)
5615
(72,0)
145
(77,5)
3876
(81,8)
37
(75,5)
2128
(92,2)
168*
78,1*
1430
25,5*
94
64,8*
833
21,5*
27
73,0*
316
14,8*
Helechos arbreos
(2,5)
325
(4,2)
(4,3)
216
(4,6)
(4,1)
63
(2,7)
(1,1)
113
(1,4)
(1,6)
339
(7,2)
(1,4)
149
(1,9)
(1,1)
33
(0,7)
Bambes
(0,4)
(0,0)
(1,6)
136
(2,9)
(2,0)
(0,3)
Trepadoras
(1,1)
39
(0,5)
(1,1)
(0,1)
37
(13,4)
223
(2,9)
19
(10,2)
88
(1,9)
(16,3)
67
(2,9)
Palmas
(2,2)
1338
(17,1)
(2,1)
44
(0,9)
Arbustos
**
**
**
(0,5)
(0,1)
**
**
**
**
(2,0)
44
(1,9)
Lianas
276
**
-
7803
2,2
187
4739
1,13
49
2309
0,36
97
98
99
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170. En: La selva nublada de Rancho Grande Parque Nacional Henri Pittier, el ambiente fsico, vegetal y anatoma vegetal, O. Huber (Ed.), Fondo Editorial Acta Cientfica Venezolana, Seguros Anauco, C.A., Caracas.
Instituto de Ciencias Ambientales y Ecolgicas, Centro de Investigacin de la Vivienda, Departamento de Medicina Preventiva
y Social & Universidad de Los Andes. 2004. Plan de accin
para la conservacin del Pramo de Gavidia, Mrida, Venezuela.
ICAE 2005. 35 Aos de estudios ecolgicos: Pramo, agroecologa, sabanas, ecofisiologa, selvas nubladas. Universidad de
los Andes, Mrida-Venezuela. CD-Rom.
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APNDICE 1.
LISTADO DE TODAS LAS ESPECIES REGISTRADAS EN LOS BOSQUES Y SUS ESPECMENES DEPOSITADOS EN PORT, RECOLECTADOS POR NIDIA CUELLO ET AL.
(NC) O ANGELINA LICATA (AL).
LYCOPODIOPSIDA: LYCOPODIACEAE: Huperzia sp. * NC 2822; H. sp. * NC 2268; H. mollicoma (Spring) Holub. * NC 1471; Lycopodium contiguum Kl. * NC
2696; L. jussiaei Desv. ex Peir * NC 1075; SELAGINELLACEAE: Selaginella difussa (C. Presl) Spring * NC 1452; S. producta Baker. * NC 1472; S. substipitata
Spring * NC 1298. FILICOPSIDA: ASPLENIACEAE: Asplenium sp. * NC 2814; A. alatum Alvaro Cogollo * NC 2150; A. auriculatum Sw. * AL 220, 235, 260; A.
cirrhatum Rich. ex Willd * NC 2385; A. cristatum Lam. * NC 1860, 1862; A. cuspidatum Lam. * AL 221; A. flabellulatum Kunze * AL 222; A. harpeodes Kunze
* AL 228, 251; A. raddianum Gaudich. * NC 1247, 1523; A. radicans L. * NC 1631, 2014; A. uniseriale Raddi * NC 1719. BLECHNACEAE: Blechnum ensiforme (Liebm.) C. Chr. * NC 1305; B. schomburgkii (Klotzsch) C. Chr. CYATHEACEAE: Alsophila angelii Tryon NC 2432; A. erinacea (Karst.) Conant. NC 1765,
2209, 2224, 2302; Cyathea aff. straminea H. Karst NC 2394; C. caracasana (Klotzsch) Domin NC 1101, 1226, 1276, 1857, 1875, 1938, 2391, 2473, 2482,
2483; C. fulva (Mart. & Gal.) Fe NC 1032, 1701, 1887, 2011, 2041, 2096, 2365, 2396, 2461, 2582,2286,2295, 2301; C. kalbreyeri (Baker) Domin NC
1512, 1763, 2206, 2603, 2624; C. pauciflora (Kuhn) Lellinger NC 1157, 1971, 2353, 2392, 2633; C. pungens (Willd.) Domin NC 1324; Sphaeropteris sp. NC
1051. DENNSTAEDTIACEAE: Dennstaedtia sp. * NC 1473. DICKSONIACEAE: Dicksonia sellowiana Hook. NC 1873, 1921, 2429. DRYOPTERIDACEAE: Arachniodes denticulata (Sw) Ching * NC 1246, 1477, 1628; Didymochlaena truncatula J. Smith * NC 2151; Diplazium celtidifolium Kunze NC 2154; D. hians Kunze
ex Klotzsch. NC 1841, 2136; Elaphoglossum cuspidatum (Will.) Moore * AL 266; E. eximium (Mett.) H. Christ * AL 245; Polystichum muricatum (L.) Fe * NC
2181; P. platyphyllum (Will.) C. Presl * NC 1863. GRAMMITIDACEAE: Melpomene flabelliformis (Poir.) A.R. Sm. & R.C. Moran * NC 2877; M. xiphopteroides
(Liebm.) A.R. Sm. & R.C. Moran * AL 270; Micropolypodium truncicola (Klotzsch) A.R. Sm. * AL 275; Terpsichore asplenifolia (L.) A. R. Sm. * NC 1499, 2427; T.
subtilis (Kunze ex Klozsch) A. R. Smith, vel aff * AL 271; T. taxifolia (L.) A. R. Sm. * NC 1302; T. xanthotrichia (Klotzsch) A. R. Smith * AL 244. HYMENOPHYLLACEAE: Hymenophyllum fucoides (Sw.) Sw. * NC 1317; H. microcarpum Desv. * NC 1492; H. myriocapum Hook. * NC 1465; H. polyanthos (Sw.) Sw. * AL
248; H. trichomanoides Bosch * NC 1489, 1491; Trichomanes capillaceum L. * NC 1490; T. radicans Sw. * NC 2152. MARATTIACEAE: Danaea moritziana C.
Presl. * NC 1533. POLYPODIACEAE :Campyloneurum ophiocaulon (Klotzsch) Fe * NC 2153; C. serpentinum (H. Christ) Ching. * NC 1846; Microgramma
percussa (Cav.) de la Sota * NC 1630; Pecluma divaricata (E. Fourn.) Mickel & Beitel * NC 2089; Polypodium sp.* NC 2809; P. buchtienii H. Christ. & Rosenst.
* AL 287; P. fraxinifolium Jacq. * NC 1248. PTERIDACEAE: Eriosorus flexuosus (Kunth) Copel. * NC 2824. THELYPTERIDACEAE: Thelypteris concinna (Will.)
Ching * AL 337; T. dentata (Forssk.) E.P. St. John * AL 338. VITTARIACEAE Polytaenium lineatum (Sw.) J. Sm. * NC 1203; Vittaria graminifolia Kaulf. * AL 274.
PINOPSIDA: PODOCARPACEAE: Podocarpus oleifolius D. Don ex Lambert var. macrostachyus (Parl.) J. Bunchholz & N. E. Gray NC 1126, 2410, 2647. MAGNOLIOPSIDA: ACANTHACEAE: Aphelandra macrophylla Leonard NC 1736, 2535, 2557; Mendoncia tovarensis (Klotzsch & Karsten ex Nees) Leonard NC 1800;
Ruellia tuberosa L. * NC 2499; R. tubiflora Kunth var. tetrastichantha (Lindau) Leon NC 1038. ACTINIDIACEAE: Saurauia tomentosa (Kunth) Spreng. NC 1190;
S. yasicae Loes NC 1026, 1143. ANACARDIACEAE: Tapirira guianensis Aubl. NC 1546, 1854, 2281. ANNONACEAE: Rollinia mucosa (Jacq.) Baill. NC 1814,
2558; Trigynaea duckei (R.E. Fr.) R.E. Fr. NC 1526, 2512. AQUIFOLIACEAE: Ilex guaramacalensis Cuello & Aymard, sp. nov. NC 2853; I. laurina Kunth NC 1147,
1338, 1920, 1961, 2599, 2693; I. myricoides Kunth NC 1140; I. sp.1 NC 1189; I. sp.2 NC 1333, 2462, 2470; I. truxillensis Turcz. subsp. bullatissima Cuatrec. NC 1120, 2412, 2471. ARALIACEAE: Dendropanax arboreus (L.) Dcne. & Planch. NC 1503, 1787, 2297; Oreopanax discolor (Kunth) Decne. & Planch. NC
1257, 2448; O. sp. NC 2768, 2826; Schefflera ferruginea (Willd. ex Roem. & Schult.) Harms NC 1083, 1328, 1966, 2393. ASTERACEAE: Ageratina neriifolia
(B.L. Rob.) R.M. King & H. Rob. NC 2079; A. theifolia (Benth.) R. M. King & H. Rob. NC 2881; Baccharis brachylaenoides DC. NC 2869; Critoniopsis paradoxa
(Sch. Bip.) V.M. Badillo NC 1110, 1253, 1291, 1318, 1935, 2625 Diplostephium obtusum S.F. Blake NC 2678; Fleischmannia pratensis (Klatt) R.M. King & H.
Rob. * NC 1548; Libanothamnus griffinii (Ruz-Tern & Lop. Fig.) Cuatr. NC 2704; Mikania banisteriae DC. NC 1004, 2010, 2379; M. bogotensis Benth. * NC
1355; M. houstonians (L.) B.L. Rob. NC 2232; M. nigropunctulata Hieron NC 2068; M. sp.1 NC 2082; M. stuebelii Hieron NC 2075, 2316, 2363, 2852; Paragynoxys cuatrecasasii Ruz-Tern & Lpez Figueiras NC 1217; P. venezuelae (V.M. Badillo) Cuatrec. NC 1238; Pentacalia cachacoensis (Cuatrec.) Cuatrec. NC
1242; P. greenmanniana (Hieron.) Cuatr. NC 2879; P. theifolia (Benth.) Cuatrec. NC 2838; P. vicelliptica (Cuatrec.) Cuatrec. NC 2085; Ruilopezia paltonioides
(Standl.) Cuatrec. NC 2616. BEGONIACEAE: Begonia sp.* NC 2182; B. trispathulata (A. DC.) Warb. in Engler & Prantl * NC 2553; B. vareschii Irmscher * NC
1464. BIGNONIACEAE: Schlegelia spruceana K. Schum. NC 1816; Tabebuia guayacan (Seem.) Hemsl. NC 1609, 1790. BOMBACACEAE: Matisia sp. NC 2508;
Quararibea magnifica Pittier NC 2133, 2225, 2505. BORAGINACEAE: Cordia cylindrostachya (Ruz & Pav.) Roem. & Schult. * AL 283. BRASSICACEAE: Cardamine fulcrata Greene * AL 272. BRUNELLIACEAE: Brunellia acutangula Humb. & Bonpl. NC 1241; B. cf. integrifolia Szyszyll. NC 1105, 1864, 1936, 2104,
2600. BURSERACEAE: Protium tovarense Pittier NC 1283, 1558, 1778, 2257. CAESALPINIACEAE: Senna pendula (Humb. & Bonpl. ex Willd.) H. Irwin & Barneby * AL 333. CAMPANULACEAE Centropogon cornutus (L.) Druce * AL 309; C. elmanus Wimm. * NC 1420; C. solanifolius Benth. * NC 1479. CAPRIFOLIACEAE:
Viburnum tinoides L.f. var. venezuelensis (Killip & A. C. Smith) Steyerm. NC 1258, 1919. CARICACEAE: Vasconcella microcarpa (Jacq.) A. DC. NC 1201, 2526.
CARYOPHYLLACEAE: Drymaria cordata (L.) Willd. ex Roem. & Schult. * NC 1457; D. ovata willd. ex Roem & Schult * NC 1439; Stellaria ovata Willd. * NC 2810;
Stellaria sp. * NC 2763. CELASTRACEAE: Celastrus liebmanii Standl. NC 1011, 2241, 2357; Maytenus sp. A NC 1293, 1582, 1659, 2626; Perrottetia quinduensis Kunth NC 2030, 1003, 1068. CHLORANTHACEAE: Hedyosmum cf. gentryii D'Arcy & Liesner NC 1518, 1593, 1813, 1870, 2008, 2283, 2380, 2604; H.
crenatum Occhioni NC 1115, 1933, 1949, 2101, 2254; H. cuatrecazanum Occhioni NC 989, 1025, 2047; H. goudotianum Solms-Laubach * NC 1441; H.
racemosum (Ruz & Pav.) G. Don NC s/n; H. sp. A NC 1232, 1323, 2450, 2629; H. translucidum Cuatrec. NC 1223, 1326, 2799. CLETHRACEAE: Clethra
fagifolia Kunth var. fagifolia NC 1059, 1148, 1330, 1931, 1959, 2356. CLUSIACEAE Clusia alata Triana & Planch. NC 1215, 1219, 1356, 1578, 1883, 1942,
1967, 2001, 2051, 2445, 2617, 2250, 2453; C. sp. 1 NC 2270, 2360; C. sp. A? (C. multiflora group) NC 1676, 1748, 1970; C. trochiformis Vesque NC 1017,
1113, 1255, 1288, 1357, 1674, 1934, 1968, 2120, 2219, 2467, 2251, 2408, 2510; Hypericum paramitanum N. Robson NC 2831; H. thesiifolium Kunth *
AL 319; Vismia baccifera (L.) Triana & Planch subsp. dealbata (Kunth) Ewan NC 1274. CUCURBITACEAE: Elateriopsis oerstedii (Cogn.) Pittier NC 2514. CUNONIACEAE: Weinmannia aff. balbisiana Kunth NC 1648, 1877, 2106, 2451, 2638, W. auriculata D. Don NC 2849; W. fagaroides Kunth NC 2252, 2850; W.
glabra L.f. NC 1116, 1929, 1964, 2109, 2398; W. karsteniana Szyszyll. NC 2848; W. lechleriana Engl. NC 1351; W. sorbifolia Kunth NC 1195, 2586. DICHAPETALACEAE: Dichapetalum pedunculatum (DC.) Baill. NC 2263. ELAEOCARPACEAE: Sloanea brevispina F. Sm. NC 2265; S. guianensis Aubl. NC 919, 1541,
1775, 1995, 2170, 2231, 2271; S. laurifolia (Benth.) Benth. NC 937; S. rufa Planch. ex Benth. NC 1070, 1513, 2003, 2140, 2276, 2287. EREMOLEPIDACEAE: Antidaphne viscoidea Poepp. & Endl. * NC 1014. ERICACEAE: Diogenesia tetrandra (A. C. Jm.) Sleumer NC 2118, 2589; Disterigma alaternoides (Kunth)
Nied. NC 2861; D. sp. NC 2437; Indet. Eric-1 NC 2417; Gaultheria anastomosans (L.f.) Kunth NC 2680; G. erecta Vent. 2827; G. myrsinoides Kunth [Pernettya prostrata (Cav.) DC. NC 2706]; Macleania rupestris (Kunth) A.C. Sm. NC 1575; Psammisia hookeriana Klotzsch. NC 1125, 1637, 1896, 2063, 2334,
2338, 2498; P. penduliflora Klotzsch * NC 1717; Themistoclesia dependens (Benth.) A. C. Smith NC 1974; Thibaudia floribunda Kunth. NC 2693; Vaccinium
corymbodendron Dunal NC 2687. ESCALLONIACEAE: cf. Escallonia hispida (Vell.) Sleumer NC 2431. EUPHORBIACEAE: Acalypha macrostachya Jacq. NC 1177;
Alchornea glandulosa Poepp. & Endl. NC 1855, 2536; A. grandiflora Muell. Arg. NC 927, 1186, 1273, 1565, 1584, 1667, 1806, 2129, 2326, 2354, 2415;
Croizatia brevipetiolata (Secco) Dorr NC 1703; Hyeronima cf. oblonga (Tul.) Mull. Arg. NC 953, 1309, 1655, 1999, 2035, 2073, 2291, 2628; H. moritziana (M.
Arg.) Pax & Hoffmann NC 948, 1081, 1292, 1339, 1773, 1988, 2036, 2601; H. scabrida (Tul.) Mull. Arg. NC 1231, 1352, 2447, 2618; Mabea occidentalis
Benth. NC 1519; Phyllanthus niruri L. * AL 325; Sapium stylare Mull. Arg. NC 2029; Tetrorchidium rubrivenium Poepp. NC 1196, 1812, 2022. FABACEAE:
Desmodium intortum (Mill.) Urb. * AL 300; D. molliculum (Kunth) DC. * NC 1400, 1438; Dussia coriacea (Sw.) Roem. & Schult. NC 1607, 1977, 2053, 2138;
Machaerium cf. floribundum Benth. NC 1807, 2277. FLACOURTIACEAE: Casearia tachirensis Sleumer NC 2032, 2165, 207. GENTIANIACEAE: Macrocarpea
bracteata Ewan NC 2806; Symbolanthus vasculosus (Griseb.) Gilg. NC 1329, 1649, 1891, 2122, 2474. GESNERIACEAE: Alloplectus aff. chrysantha Planch. &
Linden * NC 1424; Besleria pendula Hanst. NC 942, 1930; Columnea sanguinea (Pers.) Hanst. * AL 307; Drymonia crassa C. V. Morton * NC 2492; D. crassa
C.V. Morton NC 2048; Heppiella viscida (Lindl. & Paxt.) Fritzsch * NC 1622, 1724; Kohleria hirsuta (Kunth) Regel * NC 1716. HIPPOCRATEACEAE: Salacia aff.
cordata (Miers.) Mennega NC 1786, 2259. HYDRANGEACEAE: Hydrangea aff. peruviana Moricard NC 1180; H. cf. preslii Briq. NC 2238, 2525; H. sp.1 NC
2211. ICACINACEAE: Calatola venezuelana Pittier NC 1005, 2135, 2221, 2282, 2564; Citronella costaricensis (Donn. Sm.) R.A. Howard NC 1165, 1914,
2033. LAMIACEAE: Hyptis vilis Kunth & Bouch * AL 331. LAURACEAE: Aiouea dubia (Kunth) Mez NC 926, 1916, 1998, 2092, 2208, 2444, 2640; Aniba cf.
cinnamomiflora C. K. Allen NC 1514, 1596, 1780, 1902, 1992, 2262; Beilschmiedia tovarensis (Meissn.) Sa. Nishida NC 1313, 1587, 1888, 1987, 2023,
2245, 2266; Endlicheria sp. NC 2285, 2330; Nectandra aff. membranacea (Sw.) Griseb. NC 1835, 2532; N. aff. purpurea (Ruz & Pav.) Mez NC 1536, 2520;
N. sp. NC 1838; Ocotea aff. puberula (Rich.) Nees NC 922, 1991; O. aff. tarapotana (Meissn.) Mez NC 1799; O. auriculata Lasser NC 1178; O. calophylla Mez
NC 2460; O. cernua (Nees) Mez, vel aff. NC 1828, 2162; O. cf. hexanthera Kopp. NC 2369, 2397; O. floribunda (Sw.) Mez NC 1010, 1037, 1539, 2099, 2351;
O. jelski Mez NC 1137, 1962; O. karsteniana Mez NC 1123, 1197, 1307, 1707, 1912, 1996, 2121, 2414; O. leucoxylon (Sw.) de Lanessen, s.l. NC 1664,
103
1893, 2110, 2366, 2438; O. macropoda (Kunth) Mez NC 1084, 1791, 1880, 1960, 2115, 2318, 2475; O. rubrinervis Mez NC 1563, 2000; O. sericea Kunth
NC 2076, 2479; O. sp. s/n; O. sp. A NC 1044, 1295, 1660, 1867, 2290; O. sp. C NC 2518, 2569, 2574; O. terciopelo C. K. Allen NC 2086; O. vaginans
(Meissn.) Mez NC 1045, 1290, 1989, 2037, 2641; Persea aff. mutisii Kunth NC 1928, 1954, 1975, 2449, 2464; P. ferruginea Kunth. NC 2480; P. meridensis Kopp. NC 943, 1985, 1897, 1885; P. peruviana Nees NC 976, 1569, 1817, 2142, 2223, 2575; P. sp.1 NC 1953, 1963, 2472; P. sp.2 NC 2434; P. sp.3
NC 1770; Pleurothyrium costanense van der Werff NC 1188, 2128. LECYTHIDACEAE: Eschweilera perumbonata Pittier NC 1521, 1646, 2260, 2278; E. sp.
nov NC 1832. LORANTHACEAE: Aetanthus nodosus (Desr.) Engl. * NC 1066, 1345, 2401; Dendrophtora sp. * NC 2795; Gaiadendron punctatum (R. & P.) G.
Don NC 1121, 2084, 2847; Struthanthus dichotrianthus Eichl. * AL 320. LYTHRACEAE: Cuphea denticulata Kunth * NC 1401. MAGNOLIACEAE: Talauma sp.
NC 1745. MALPIGHIACEAE: Bunchosia armeniaca (Cav.) DC. NC 1181, 2126; Byrsonima karstenii W. R. Anderson NC 1131; B. sp. NC 2439, 2481, 2642;
Mascagnia sp. A NC 1552. MARCGRAVIACEAE: Marcgravia brownei (Tr. & Pl.) Krug & Urb. NC 2176, 2578. MELASTOMATACEAE: Anaectocalyx bracteosa
(Naud.) Triana NC 1112, 1254, 1285, 1685, 1907, 1941, 2078, 2341, 2477; Blakea schlimii (Naud.) Triana NC 944, 1277, 1571; Chaetolepis lindeniana
(Naudin) Triana NC 2691; Henriettella cf. verrucosa Triana NC 1769; H. sp. NC 2303; H. tovarensis Cogn. NC 1550; Meriania grandidens Triana NC 2002,
2046, 2648; M. macrophylla (Benth.) Triana NC 1997, 2141; Miconia aeruginosa Naud. * NC 1549; M. amilcariana Almeda & Dorr NC 999, 1185, 1327; M.
cf. dolichopoda Naud. NC 1174, 1836, 2025, 2098, 2299, 2442, 2534; M. donaeana Naud. NC 2577; M. elvirae Wurdack NC 1362; M. cf. minutiflora
(Bonpl.) DC. NC 960, 1598, 1662, 2045, 2594; M. jahnii Pittier NC 2828; M. lonchophylla Naud. NC 1043, 1555, 1577, 1771, 1886, 207, 2215, 2300,
2346; M. lucida Naud. NC 932, 941, 1657, 1900, 1978, 2333, 2342; M. mesmeana Gleason subsp. longipetiolata Wurdack NC 1948; M. sp. C (hibrido) NC
1028; M. sp.B NC 2644; M. spinulosa Naudin * NC 1460; M. suaveolens Wurdack NC 1222; M. theaezans (Bonpl.) Cogn., s.l. NC 1151, 1237, 1271, 1349,
1540, 2637; M. tinifolia Naud. NC 1106, 1325, 1336, 2062, 2436, 2631; M. tovarensis Cogn. NC 1278, 1231, 2621; M. tuberculata (Naud.) Triana * AL
315; M. ulmarioides Naud. NC 1119, 1225, 1320, 1939, 2097, 2390; Monochaetum discolor H. Karst. NC 2710; Mouriri barinensis (Morley) Morley NC 1504,
1830, 2205; Ossaea micrantha (Sw.) Macfad. NC 2168. MELIACEAE: Guarea kunthiana A. Juss. NC 1171, 1525, 1810, 2210,2555, 2568; Ruagea glabra
Triana & Planch. NC 928; R. pubescens H. Karst. NC 1270, 1642, 1801, 1881, 2361, 2523; Trichilia hirta L. NC 2517; T. pallida Sw. NC 1545; T. septentrionalis C. DC. NC 1909, 2043, 2164, 2213. MIMOSACEAE: Inga aff. densiflora Benth. NC 1595, 2226, 2605; Inga edulis Mart. NC 1179, 2524; Zygia bisingula
L. Rico NC 1737. MORACEAE: Cecropia sararensis Cuatrec. NC 1746; C. sp. NC 2311; C. telenitida Cuatrec. NC 1826; Ficus nymphaefolia P. Miller NC 1793,
2538; F. sp. NC 1843; F. tonduzii Standl. NC 1198, 2145, 2570; F. tovarensis Pittier NC 2294; Morus insignis Bureau NC 2527; Pseudolmedia rigida (Planch.
& Karst.) Cuatrec. subsp. rigida NC 1537, 2273.MYRICACEAE: Myrica pubescens Willd. * AL 314; MYRSINACEAE Cybianthus cuspidatus Miq. NC 1652, 1895;
Cybianthus iteoides (Benth.) Agost. NC 1141, 2403; C. laurifolius (Mez) Agost. NC 1153, 1926, 2409; C. marginatus (Benth.) Pipoly NC 2679; C. stapfii (Mez)
Agostini NC 2832; Geissanthus fragans Mez NC 1199, 2620; Myrsine dependens (Ruz & Pav.) Spreng NC 2792; M. coriacea (Sw.) R. Br. ex Roem & Schult. NC
1107, 2117; Parathesis venezuelana Mez NC 1744, 2173, 2506; Stylogyne longifolia (Mart. ex Miq.) Mez NC 2530, 2559; S. sp. A NC 2236, 2645; Geissanthus andinus Mez NC 2863. MYRTACEAE: Calyptranthes cf. meridensis Steyerm. NC 1104, 1951, 1965, 2343, 2359, 2646; Calyptranthes sp. NC 2446;
Eugenia albida Humb. & Bonpl. NC 1951, 1980; E. cf. oerstediana O. Berg. NC 1560, 1739, 1788,2264, 2264, 2298, 2584; E. cf. patens Poir. NC 1337,
1766, 1792, 1798,1815; E. cf. tamaensis Steyerm. NC 951, 954,1021, 1142, 1133, 1127,1874, 2114, 2220, 2348, 2340, 2345, 2406,2430; E. grandiflora O. Berg. NC 1535, 1625, 1591, 1603; E. moritziana H. Karst. NC 1173, 2519; E. sp. 1 NC 1567, 1617, 2292, 2350, 2350; E. sp. 2 NC 1889, 1905, 2222;
E. sp. 3 NC 2161, 2166, 2218; E. triquetra Berg NC 2804; Myrcia acuminata (Kunth) DC. NC 1616, 1670, 1673, 1680, 2595, 2608, 2650; M. aff. guianensis
(Aubl.) DC. NC 1130, 1144, 1280, 2413; M. cf. sanisidrensis Steyerm. NC 1272, 1649, 1709, 1876, 2202, 2368, 24692, 2399, 2404, 2443; M. sp.1 NC
1866, 1899, 1903, 2615; Myrcianthes sp. NC 1023; Myrtaceae sp 2 p14 NC 1510, 1774, 1840, 2513, 265; Myrtaceae-indet. hojita chiquita NC 2854.
NYCTAGINACAE: Neea sp. NC 1851; OLACACEAE: Heisteria acuminata (Humb. & Bonpl.) Engler NC 2511. OLEACEAE: Chionanthus sp. NC 2230. ONAGRACEAE:
Fuchsia nigricans Linden * NC 1493; Ludwigia peruviana (L.) H.Hara * AL 316. PICRAMNIACEAE: Picramnia sp. A NC 1802, 1839, 2314; Picramnia sp. C NC
2137, 228, 2515, 2579. PIPERACEAE: Peperomia * NC 1391; Peperomia acuminata Ruz & Pav. * NC 2204; P. ouabianae C. DC. * NC 1202; P. peltoidea H.
B. K. * NC 2489; P. portuguesensis Steyerm. * NC 2187; P. rotundata Kunth * NC 1861; P. tetraphylla (G. Frost.) Hook. & Arn. * NC 1467; Piper aduncum L.
var. cordulatum (C. DC.) Yunck. NC 1183; P. aequale Vahl * NC 1450; P. dilatatum L. C. Rich. * AL 334; P. hispidum Sw. NC 2567; P. longispicum C. DC. var.
glabratum (Yunck.) Steyerm. NC 1538, 2174; P. phytolaccifolium Opiz NC 1735; P. sp. NC 2019; P. sp. Liana NC 2144, 2214; P. veraguense C. DC. NC 2242.
PLANTAGINACEAE: Plantago australis Lam * NC 1402. POLYGALECEAE: Bredemeyera sp. NC 2267; Monnina meridensis Planch. & Lindl. ex Wedd. NC 1221;
M. smithii Chodat * AL 282; M. sp. NC 2825. POLYGONACEAE: Coccoloba cf. llewelynii R.A. Howard NC 1906, 2344, 2623; Coccoloba sp. NC 2516. PROTEACAE: Panopsis sp. NC 2616; Panopsis suaveolens (H. Karst.) Pittier NC 1911, 2081; Roupala barnettiae Dorr NC 2637. RANUNCULACEAE Clematis guadeloupae Pers * NC 1757. RHAMNACEAE: Rhamnus sphaerosperma Sw. var. polymorpha (Reiss.) M.C. Johnst NC 2441, 2395. ROSACEAE: Hesperomeles obtusifolia (Pers.) Lindl. NC 2685; Hesperomeles sp. NC 3080; Prunus moritziana Koehne NC 1245,1314, 1650, 1915, 1990, 2031, 2100, 2352, 2485, 2597, 2619,
2639. RUBIACEAE: Arachnothrix reflexa (Benth.) Planchon * AL 301; Borreria laevis (Lam.) Griseb. * AL 332; Coffea arabica L. NC 1561; Coussarea moritziana
(Benth.) Standl. NC 935, 1574, 1767, 1986; Dioicodendron dioicum (K. Schum. & Krause) Steyerm. NC 1135, 2095, 2418; Elaeagia karstenii Standl. NC
1590, 2362; E. myriantha (Standl.) Hammel & C. M. Taylor NC 1192; E. ruiz-teranii Steyerm. NC 921, 991, 1644, 1918, 2009, 2237; Faramea guaramacalensis Taylor NC 1297, 1623, 1699, 2364, 2607, 2635; F. killipii Standl. NC 938, 1030; Guettarda crispiflora Vahl subsp. discolor (Rusby) Steyerm. NC 1007,
2055, 2216; Hillia parasitica Jacq. * NC 1389; Hippotis albiflora H. Karst. NC 1733, 2554; Hoffmannia pauciflora Standl. NC 2167; Ladenbergia cf. buntingii
Steyerm. NC 1842; Manettia moritziana (Schum.) Wernham * NC 2491; Notopleura patria (Standl. & Steyerm.) C.M. Taylor * NC 1462; N. steyermarkiana C.M.
Taylor * NC 1094; Palicourea angustifolia Kunth NC 1239, 2240, 2602; P. apicata Kunth NC 1894, 2339, 2609; P. demissa Standl. NC 994, 1109, 1184,
2049; P. jahnii Standl. NC 2830; P. petiolaris Kunth * NC 2549; P. puberulenta Steyerm. NC 917; Posoqueria coriacea M. Mart. & Galeotti subsp. formosa NC
1187, 1559, 1740, 2132; Psychotria amita Stand. NC 2217; P. aubletiana Steyerm. * NC 1095; P. dunstervilleorum Steyerm. * NC 2807; P. fortuita Standl.
NC 1172, 2160, 2235; P. lindenii Standley * NC 1448; NC 1554; P. longirostris (Rusby) Standl. NC 1200, 1794; P. macrophylla Ruz & Pav. * NC 1483; P.
molliramis (Schum. & Kr.) Steyerm. * NC 1403; P. trichotoma Mart. & Gal. NC 1849, 2560; Randia cf. dioica H. Karst. NC 1782; Rudgea nebulicola Steyerm.
NC 1794, 2177, 2556; R. tayloriae Aymard, Dorr & Cuello NC 1331, 2332, 2347, 2358, 2630; Simira erythroxylon (Willd.) Brem. var. meridensis Steyerm. NC
1176, 1833, 2507; S. lezamae Steyerm. NC 1979, 2312; Tammsia anomala Karst. NC 2533; Tocoyena costanensis Steyerm. subsp. andina Steyerm. NC
1777,1827. RUTACEAE: Conchocarpus larensis (Tamayo & Croizat) Kallunki & Pirani NC 1451; Zanthoxylum acuminatum (Sw.) Sw subsp. juniperinum (Poepp.)
Reynel NC 1230; Z. melanostictum Schltdl. & Cham. NC 1687, 2411. SABIACEAE: Meliosma meridensis Lasser NC 1086; Meliosma pittierana Steyerm. NC
1562, 1804, 2052; M. tachirensis Steyerm. & Gentry NC 1080, 1250, 2243, 2591; M. venezuelensis Steyerm. NC 1354, 2112. SAPINDACEAE: Allophylus cf.
glabratus (Kunth) Radlk NC 2018; Billia columbiana Planch. & Lindl. ex Triana & Planch. NC 1583, 2172; Cupania cf. scrobiculata Rich. NC 1829; Matayba
camptoneura Radlk. NC 1544, 2566, 2593; Paullinia capreolata (Aubl.) Radlk. NC 1856; P. cf. latifolia Benth. ex Radlk NC 1823, 2563. SAPOTACEAE: cf.
Elaeoluma nuda (Baehni) Aubr. NC 1087, 1671; Chrysophyllum cf. cainito L. NC 939, 950, 1542, 2258, 2337; C. sp. NC 2239; Pouteria baehniana Monachino
NC 1501, 2146. SCROPHULARIACEAE: Sibthorpia repens (Mutis ex L.) Kuntze * NC 2801. SMILACACEAE: Smilax kunthii Killip & C. V. Morton NC 2071. SOLANACEAE: Browallia americana L. * NC 1434; Cestrum bigibbosum Pittier NC 2163, 2233; C. buxifolium Kunth NC 2457; C. darcyanum Benitez & N.W. Sawyer
NC 1053, 2056; Cuatresia riparia (Kunth.) Hunz NC 2149, 2158, 2529, 2562; Deprea paneroi Benitez & Martinez * NC 1218; Lycianthes radiata (Sendtn.)
Bitter * NC 1212; Markea sp. NC 2057; Solanum acerifolium Dunal * AL 330; S. aturense Humb. & Bonpl. ex Dunal NC 2034; S. confine Dunal NC 995,
1024,1411; S. nudum Dunal NC 2130, 2249, 2234; S. pentaphyllum Bitter * NC 2496; S. torvun Sw. * AL 322. STAPHYLEACEAE: Huertea glandulosa Ruz &
Pav. NC 1194, 1837; Turpinia occidentalis (Sw.) G. Don. NC 2024, 2246. SYMPLOCACEAE: Symplocos bogotensis Brand. NC 1129, 2059; Symplocos tamana
Steyerm. NC 1957. THEACEAE: Freziera serrata A. L. Weitzman, ined. NC 2459; Gordonia fruticosa (Schrader) H. Keng NC 1191, 1576; Ternstroemia acrodantha Kobuski & Steyerm. NC 1154; T. sp. A NC 1917; T. sp.B NC 1973. THYMELAEACEAE: Daphnopsis sp.* NC 1714; Schoenobiblus suffruticosa Barringer
& Nevling, vel aff. * NC 1484. URTICACEAE: Pilea A * NC 1470; Pilea B * NC 1399; P. C * NC 1408; P. rhombea (L.f.) Liebm. * NC 1436; Urera caracasana
(Jacq.) Griseb. NC 1175, 2531. VERBENACEAE: Aegiphila floribunda Moritz & Moldenke NC 1170, 1853, 2576; Aegiphila moldenkeana Lpez-Pal. NC 1243; A.
ternifolia (Kunth) Moldenke NC 1214, 2028; Citharexylum venezuelense Mol. NC 2539; Petrea pubescens Turcz. NC 1502; Verbenaceae indet. NC 1532.
VITACEAE: Cissus trianae Planch NC 1872. WINTERACEAE: Drimys granadensis L.f. NC 1118, 1947, 2484. LILIOPSIDA: ARACEAE: Anthurium bernardii Croat. *
AL 688; Anthurium eminens Schott NC 2580; A. gehrigeri Croat. * NC 1469, 1606; A. ginesii Croat NC 2465; A. humboldtianum Kunth NC 2435; A. nymphaeifolium K. Koch & Bouche NC 1890; A. scandens (Aubl.) Engl. * NC 1469, 2307; A. smargdianum Bunting NC 2159; Philodendron fraternum Schott * AL 238.
ARECACEAE: Aiphanes stergiosii Nio, Dorr & Stauffer NC 1868, 2592; Chamaedorea pinnatifrons (Jacq.) Oersted * AL 288; Geonoma jussieuana Mart. NC
1651, 1901, 2105; G. orbigniana Mart. NC 1950, 2244; G. undata Klotzsch NC 1613, 1731, 2193, 2509; Prestoea acuminata (Willd.) H.E. Moore var.
acuminata NC 1282, 2428; Wettinia praemorsa (Willd.) Wess. Boer NC 1275. BROMELIACEAE: Greigia albo-rosea (Griseb) Mez NC 2080; Pitcairnia
104
brevicalycina Mez. * NC 1359; Racinaea sp.* NC 2425. COMMELINACEAE: Tradescantia zanonia (L.) Sw. * AL 292. CYCLANTHACEAE: Asplundia vagans
Harling NC 1803; Sphaeradenia laucheana (Mast.) Harling NC 1509, 1898, 2192, 2416, 2561. CYPERACEAE: Carex jamesonii Boot, s.l. * NC 2819; Rhynchospora immensa Kk. * NC 1159; R. tuerckheimii * NC 1160;Uncinia hamata * NC 2845. DIOSCOREACEAE: Dioscorea lisae Dorr & Stergios * NC 2433.
HELICONIACEAE: E Heliconia hirsuta L. F. * NC 1747, 2548; H. meridensis Klotzsch * NC 1481. ORCHIDACEAE: Anathallis sclerophylla (Lindl.) Pridgeen & M.
W. Chase * NC 2306. Brachionidium tuberculatum Lindl. * NC 2823; Cirtochilum megalophium (Lind.) Knzl. * NC 2794; Corymborkis flava (Sw.) Kuntze * NC
2155; Dichaea camaridioides Schlechter * NC 1466; Elleanthus flavescens (Lindl.) Rchb.f. * NC 1430; Epidendrum cereiflorum Garay & Dunst. * AL 689; E.
unguiculatum (C. Schweinf.) Garay & Dunst. * NC 2185; Gomphichis costaricensis (Schltr). Ames, F. T. Hubbard & C. Schweinf. * NC 2754; Jacquiniella teretifolia (Sw.) Britton & P. Wilson * NC 1732; Malaxis licatae Carnevali & Ramirez * AL 218; M. nidiae Carnevali & Ramirez * NC 2372; Maxillaria nigrescens Lindl.
* NC 2184; Odontoglossum crocidipterum (Rchb. f.) * AL 230; O. schillerianum Rchb.f. * NC 2817; Ornithidium ruberrimum Reichb. F. * NC 2322; Pachyphyllum sp. * NC 2760; Platystele pisifera (Lindl.) Luer. * NC 2374; Pleurothallis biserrula Rchb.f. * NC 2279; P. bivalvis Lindl. * NC 1413; P. calamifolia Luer y R.
Escobar R. * NC 2327; P. semiscabra Lindl. * NC 2308, 2328; Scaphyglottis summersii L.O. Williams * NC 2269; Scelochilus ottonis Kl. * AL 231; Sobralia
sp.* NC 2310; Stelis chamaestelis (Rchb.f.) Garay & Dunst. * NC 1604; S. oblonga Willd. * AL 329; S. vulcanii Rchb.f. * AL 327; Trichocentrum pulchrum
Poepp. & Endl. * NC 1528. POACEAE: Arthrostylidium venezuelae (Steud.) McClure * NC 2426; 2426; Chusquea angustifolia (Soderstr. & C.E. Calderon) L. G.
Clark NC 2757, 2884; Ch. purdieana Munro NC 1240; Ichnanthus nemorosus (Sw.) Doll * NC 2503; Muhlenbergia diversiglumis Trin. * NC 2551; Rhipidocladum geminatum (McClure) McClure 2466. INDETS. bejuco NC 2178; Indet. Liana NC s/n.
105
Fundacin Instituto Botnico de Venezuela, Direccin de Investigacin y Desarrollo, Herbario Nacional de Venezuela, Apartado 2156. Caracas. 1010-A.
Venezuela. Direccin actual: Instituto de Silvicultura, Universidad de Freiburg, Tennenbacher Strasse 4, 79106 Freiburg, Alemania; e-mail: winfried.meier@waldbau.uni-freiburg.de
106
107
108
sula de Paria (Cotton & Meier, 2003), Croton domatifer de los estados Aragua, Sucre y Yaracuy (Riina
et al., 2010) y Caryodaphnopsis fieldii, gnero de
origen Paleotropical, nuevo para Venezuela, al
presente conocido del Parque Nacional Henri Pittier
(Aymard & Romero-Gonzlez, 2009).
Existen pocos trabajos relacionados con el estudio
de la vegetacin de los bosques nublados de la
Cordillera de la Costa y pocos comparables por la
variabilidad de mtodos aplicados y los diferentes
enfoques de investigacin. Meier (1998) aplic el
mtodo fitosociolgico para clasificar los bosques
nublados de la Cordillera de la Costa, utilizando
diferentes tamaos de parcelas para los diferentes
tipos de bosques, dependiendo de la altura del dosel (200 hasta 1500 m2). An cuando no se utiliz la
terminologa fitosociolgica clsica para describir la
sintaxonoma de las comunidades vegetales, ste
trabajo demostr que es factible la aplicacin del
mtodo fitosociolgico en bosques nublado de zonas superiores, lo que ha sido ampliamente demostrado en trabajos recientes de la regin andina
(Cuello & Cleef, 2009).
qea fendleri, Aulonemia subpectinata Arthrostylidium longiflorum. Algunas especies de Arthrostylidum (A. venezuelae, A. pubescens y A. sarmentosum) dominan los bosques por debajo de los 2000
msnm. En el lmite inferior de ste bosque (bordeando con el bosque transicional) Chusquea pallida
forma bambusales casi impenetrables. Rhipidocladum ampliflorum (especie endmica de la Colonia
109
110
nublados del Parque Nacional Henri Pittier, distinguiendo tres tipos de bosque nublados: la selva
nublada de transicin, la selva nublada propiamente
dicha y la selva nublada superior.
La selva nublada de transicin (entre la selva nublada y la selva semidecidua) se ubica entre 950 y
1300/1400 msnm, este autor fundamenta este nombre por la alta presencia de nubes y sus efectos
sobre la vegetacin (sin atenuar totalmente los efectos de la estacin de sequa), la composicin florstica y estructura entre un bosque deciduo y un bosque nublado. En este sector el bosque posee tres
estratos arbreos; uno superior, conformado por un
piso irregular de rboles emergentes de Gyranthera
caribensis que alcanza alturas entre 30 y 50 m,
cuyas races tabulares pueden alcanzar alturas de
hasta 8 m. El segundo estrato forma el dosel propiamente dicho, con una altura entre 10-20/25 m. El
tercer estrato se encuentra entre 3-7/8 m de altura y
est constituido principalmente por la regeneracin
de palmas. Entre 0,5 hasta 2/3 m existe estrato de
hierbas y arbustos y abundan las palmas Geonoma
simplicifrons, Bactris setulosa y Chamaedorea pinnatifrons. Lianas y trepadoras pueden abundar localmente. Sobre los troncos prevalecen abundantes
epfitas y trepadoras de las familias de las Araceae
y Cyclanthaceae. En el estrato de las hierbas altas
abundan hojas macro- y megaflicas, de un metro y
ms de largo de diferentes especies de Heliconiaceae, Marantaceae, Cyclanthaceae, Araceae y
Zingiberaceae. Estos bosques contienen hasta 600
individuos de arboles por hectrea constituidos por
60 especies en 25 familias. G. caribensis posee
caractersticas de una especie sucesional tarda, se
encuentra en pequeos grupos indicando perturbaciones ms grandes. Smith & Field (2001) reportan
estructuras poligonales de agrupaciones de Gyranthera y lo interpretan como antiguos conucos de los
indgenas. Los mismos autores indican que G. caribensis no se desarrolla en reas sobre suelos cidos con pluviometra superiores a 1500 mm anuales, razones por la cual este taxn es un indicativo
del lmite inferior de esta formacin vegetal.
La selva nublada propiamente dicha se distribuye
entre los 1100 y 1600 (1800) msnm. Se han registraron 500 rboles por hectrea y ca. 50 especies,
en estos bosques, distinguindose dos estratos
arbreos. El primero, muy irregular y abierto, con
rboles emergentes, cuyas copas generalmente
alcanzan entre 20 y 30 m de altura, y en pocos casos una altura mxima de 35/40 m. Los rboles ms
altos son Chrysophyllum scalare (nombrado en este
trabajo Ecclinusa abbreviata), Sloanea spp., Guapira olfersiana y Chimarrhis microcarpa, esta tima
especie en algunos casos forma races tabulares de
grandes tamaos. Las hojas en su mayora son
simples, de tamao mediano hasta grandes (entre
10-25 cm de largo) de consistencia coricea. Las
epifitas muestran aqui su desarrollo mximo (Medi-
na & Huber, 1998), especialmente las Bromeliaceae, Orchidaceae y las Hymenophyllaceae. Se estima que 1-2% de la biomasa de este bosque est
constituida por epifitas. El segundo estrato arbreo
se encuentra entre 8 y 15 m. El tamao foliar generalmente est entre los 5-30 cm de largo, la consistencia foliar es herbcea, las hojas coriceas parecen ser mucho ms escasas y la caducifola no es
frecuente. El estrato arbustivo y herbceo generalmente son muy densos, abundan los helechos arborescentes. El elemento florstico ms importante
para la selva nublada propiamente dicha, es el gran
nmero (hasta 10 especies) de palmas en todos los
estratos de la selva, destacando Dictyocaryum fuscum, Socratea sp., Hyospathe elegans y Geonoma
simplicifrons, caracterstica tambin registrada por
Vareschi (1986b; 1992).
Sin embargo, Cardozo (1999; 2006) diferencia dos
tipos de selva nublada en el P. N. Henri Pittier: una
selva nublada baja (inferior), incluyendo la selva
nublada transicional y selva nublada propiamente
dicha en el sentido de Huber, y una selva nublada
superior. Este autor registra para la selva nublada
baja 1040 especies en 108 familias y 370 especies
en 78 familias para la selva nublada superior.
La selva nublada superior se encuentra entre los
(1480) 1600 y 1850 (2400?) msnm, el estrato arbreo est constituido solamente por un piso bastante
irregular, cuyo dosel se desarrolla entre los 8 y 20
m., se encuentran individuos de Pseudolmedia
Biomasa
Los estudios sobre biomasa de los bosques nublados de la Cordillera de la Costa son escasos. En
Loma de Hierro, Monedero & Gonzlez (1995c)
reportan una hojarasca cada calculada de 10,7
t/ha/ao, valor encontrado en el rango de otros
estudios para diversas comunidades tropicales y la
fitomasa por encima del suelo de 393 t/ha. En Rancho Grande se midi para la biomasa area de
rboles 343 t/ha (leo 337,8 y foliar 4,68), la biomasa de epfitas de 3,8 t/ha (leo 1,1 y foliar 2,74), la
biomasa de hierbas 0,89 t/ha, los troncos muertos
en pie 24 t/ha y la biomasa de races 73,3 t/ha (Medina ,1986).
Nmero de fustes
Los nmeros de fustes (dap > 10 cm) de la comunidades de Myrcianthes karsteniana (512 fustes/ha),
Micropholis crotonoides (856 fustes/ha) y de la Loma de Hierro (721 fustes/ha), concuerdan con en el
rango de los valores reportados para un bosque
nublado (entre 711-1076 fustes/ha) ubicado de San
Eusebio en los Andes de Venezuela (Hoheisel,
1976). Mientras que el nmero de fustes registrado
en el bosque de Clusia multiflora (1380 rboles/ha)
se encuentra por arriba de los indicados en Hoheisel (1976). Por su parte Huber (1986, com. pers.),
registra 1400 rboles/ha con un dap > 10 cm para
111
rior de los bosques nublados son extraordinariamente ricos en nmero de fustes (Veillon, 1965).
Tabla 1: Parmetros estructurales de diferentes bosques nublados de la Cordillera de la Costa. s. i. = sin informacin, * valores para dap >=10 cm,
s. n. = selva nublada, M. & G.= Monedero y Gonzlez (1994).
Localidad
Literatura
Huber 1986
rea
medida
(ha)
0,25
Diametro
medido
(cm)
10
Tipo de
vegetacin
Altitud
(m)
Rancho
Grande
Rancho
Grande
Rancho
Grande
Rancho
Grande
Rancho
Grande
Loma de
Hierro
Pico
Codazzi
vila
Huber 1986
0,25
10
Huber 1986
0,05
Cardozo 1999
rea
basal
(m2/ha)
s. i.
Altura del
dosel (m)
1150
Nm. de
fustes
(ind/ha)
600
10
S.n. de transicin
S.n. propiamente dicho
S.n. superior
1160-1170
500
s. i.
20-30 (35)
1670-1680
980
s. i.
8-20
0,1
2,5
S. n. baja
1350-1450
108,5
18-22 (-25)
S. n. superior
1700-1800
120
18-20 (-22)
1350
4400
(1550*)
6330
(1580*)
2457
Cardozo 1999
0,1
2,5
M. & G. 1994
1,6
3,18
46,2
21-27
Howorth &
Pendry 2006
Meier 1998
0,12
>5
B. maduro
1800-1930
2542
56,76
11,3 (27)
0,1
10
B. de Clusia
2115-2195
1380
48
11
vila
Meier 1998
0,25
10
1860-1970
856
58
22,2
vila
Meier 1998
0,25
10
1820-1930
512
64
30,2
multiflora
B. de Micropholis crot.
B. de Myrcianthes karst.
112
30-50
Igualmente el establecimiento masivo, y posiblemente al mismo tiempo, permite inferir que se trata
de una especie pionera, aunque tambin se observ regeneracin relativamente baja.
Sucesin
Pocos estudios han examinados la sucesin de las
plantas en los bosques nublados Venezolanos (Silva, 1994, Cardozo, 2003a; Howorth & Pendry, 2006;
Meier, 1998; 2005c). Por ejemplo, Howorth & Pendry (2006) sugieren cuatro fases de sucesin, cada
una con un conjunto propio de especies: una fase
inicial colonizadora herbcea, una fase con especies arbreas de semillas pequeas de vida corta y,
una fase con especies arbreas de vida ms larga y
finalmente la fase con especies propias de semillas
grandes del bosque maduro. Oyedaea verbesinoides, Citharexlyum sp. nov. y Miconia theaezans
(Melastomataceae) dominaron en las tres primeras
fases de la sucesin. Cardozo (2003b) en un levantamiento (0,1 ha) de un rea afectada por incendios
en El Topo y El Guayabo en el P. N. Henri Pittier (a
2085 msnm), reporta las especies Myrcia fallax y
Viburnum tinoides como las ms frecuentes y abundantes, aunque para Clusia sp. se report el mayor
dimetro. En los bosques nublados de la zona superior, algunas de las especies secundarias ms
destacadas son las palmas de Ceroxylon, presente
en todos los rodales. Humboldt (1804) hizo especial
mencin a esta especie durante su visita al vila,
posteriormente, Vareschi (1955) en su trabajo sobre
la vegetacin de Pico Naiguat, diferenci los rodales de Ceroxylon como un tipo de vegetacin aparte
("colonias de Klopstockia"). Parece que los rodales
de Ceroxylon spp. son la consecuencia de perturbaciones naturales como derrumbes, como fue
evidenciado en la catastrofe de Vargas de 1999
(Meier, 2005c) y de perturbaciones antropognicas
como los incendios ocurridos en los rodales de
entre El Junquito y La Colonia Tovar (Smith et al.,
1991). Los bosques de Myrcianthes karsteniana en
el vila son el producto de perturbaciones humanas, muy probablemente de incendios recurrentes
(Meier, 1998).
En la Cordillera de la Costa, Oyedaea verbesinoides
domina en arbustales y en bosques secundarios
llegando hasta una altura de 12-15 m. Crece en
cultivos abandonados (conucos) y en zonas afectadas por incendios. sta especie fue tambin la
ms comn en la repoblacin de los derrumbes en
el estado Vargas, ocasionados por las fuertes lluvias en diciembre de 1999 (Meier, 2005c). Otras
espe-cies pioneras importantes del bosque nublado
son: Heliocarpus americanus, Montanoa quadrangularis, Escallonia paniculata, Croton huberi y Myrcia fallax. Se puede concluir que hay una diversidad
de especies pioneras adaptadas a los diferentes
patrones de perturbacin, y que slo es posible
113
114
Elementos andinos
El elemento andino disminuye paulatinamente hacia
el oriente del pas, y en el vila termina bruscamente la distribucin de varias especies (Manara, 1996;
Meier, 1998). Ejemplos de esto lo representan Ce-
taxa andinos para migrar hacia el macizo de Turimiquire. Campyloneurum ophiocaulon, una especie de
los Andes entre Per y Bolivia fue recientemente
encontrada en los alrededores de la Colonia Tovar y
en el macizo del vila. Polybotrya altescandens
anteriormente conocida del sur de Colombia, Ecuador y Per, se encontr en el macizo de Nirgua;
ambas especies representan nuevos registros de
especies andinas sin haber sido reportadas previamente para los Andes venezolanos. Ilex yurumanguinis distribuida en Costa Rica, Panam, Colombia
y Ecuador se ha encontrado en Venezuela solamente en el estado Yaracuy. La exploracin del
Cerro Platilln (1930 msnm), result en un gran
nmero de reportes nuevos de especies de origen
andino para el ramal interior de la Cordillera de la
Costa, como por ejemplo: Lepechina bullata y Minthostachys mollis (Meier, 2005a). Tambin existe el
caso de especies anteriormente conocidas solamente en la Cordillera de la Costa y luego halladas
en los Andes, como el gnero Croizatia (C. brevipetiolata), Dussia coriacea, Byrsonima karstenii (Aymard, 1999; Cuello, 2002; Cuello & Cleef, 2009) y
Ladenbergia buntingii (Cuello & Cleef, 2009 como
L.cf. buntingii).
Los elementos antillanos son muy raros en la Cordillera de la Costa y los Andes. Cabe destacar la
presencia del helecho Lellingeria pendula (Macizo
del vila, montaas del estado Carabobo, Guaramacal, estado Trujillo - Jamaica, Cuba, La Espaola, Guadalupe), los cuales representan los nicos
reportes para el continente Suramericano (Meier,
1998; Tropicos.org. Missouri Botanical Garden, 01,
Abril, 2011, /www.tropicos.org).
Amenazas de los bosques nublados
La amenaza principal de los bosques nublados de
la Cordillera de la Costa es la introduccin, reproduccin y diseminacin de especies exticas forrajeras (especialmente la Urochloa decumbens) efectuada por gente ajena de la zona (colonos y/o migrantes), la quema indiscriminada y la cultura de
establecimiento de los conucos utilizando la
prctica de quema y roza (Meier, 2002, 2004). Muy
preocupante es el incremento de los conucos, una
tcnica originalmente de subsistencia, que no abastece las necesidades de las ciudades. Los bosques
nublados son ecosistemas hmedos siempreverdes, pero en condiciones climticas excepcionales
(como sequas prolongadas y fuertes) pueden ser
muy susceptibles a los incendios. Un ejemplo es la
quema de la vertiente sur del vila en 1960, cuando
un incendio que comenz en Caracas eliminando el
bosque hasta la cumbre de la Silla (Meier, 1998).
No menos devastador es la destruccin paulatina
de las sabanas adyacentes a los bosques nublados.
Entre las ms peligrosas esta la gramnea Melinis
minutiflora (Capin melado), una invasora cuyas
poblaciones suelen adentrarse algunos metros
115
116
CONSIDERACIONES FINALES
En orden de prioridad, lo ms importante es extender la proteccin a los bosques nublados que estn
fuera de las reas protegidas a la brevedad posible.
La ubicacin y extensin de muchos de estos bosques son conocidas. Ente ellos estn los del Cerro
La Chapa y sus alrededores (Yaracuy), las cabeceras de los valles altos de Carabobo, el Macizo del
Golfo Triste (lmite Aragua/Miranda), el macizo de
Turimiquire (Anzotegui/ Sucre/ Monagas), y la
parte oriental del macizo del vila en el estado Miranda (Figura 3).
Figura 3: Extremo sureste del macizo del vila, carretera SalmernVenado, estado Miranda. 13 Octubre-2008. Foto W. Meier
117
AGRADECIMIENTOS
Mis ms sinceros agradecimientos a David A. Espinosa G. (Elzach, Alemania), Osvaldo Vidal (Freiburg), Glen Forbes (Caracas), Cristabel Durn
(Freiburg), Nestor Gutierrez (Mrida), Rodrigo Duno
de Stefano (CICY), Nidia Cuello (UNELLEZGuanare) y Gerardo Aymard (UNELLEZ-Guanare)
por mejorar el espaol y sus sugerencias en diferentes etapas del manuscrito.
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121
INTRODUCCIN
La regin Guayana cuenta con exploraciones y
colecciones botnicas desde 1754 cuando Pehr
Loefling realiz las primeras colecciones en el bajo
ro Caron. Posteriormente, numerosas exploraciones enriquecieron en primera instancia, el conocimiento de las tierras bajas siguiendo los cursos de
los ros, quedando las regiones altas y mesetas
poco estudiadas por su inaccesibilidad; no obstante,
se realizaron algunas exploraciones entre las que
destacan las de F. Cardona, J. Steyermark, B. Maguire, J.J. Wurdack y R. Cowan (Huber, 1995a). Sin
embargo, a partir de 1969 con el empleo intensivo
de los helicpteros, las expediciones se centraron
en las zonas ms interesantes de la regin, las
cimas de los tepuyes (Huber, 1995a). Si bien en la
cuenca del ro Caron se han realizado numerosas
investigaciones botnicas, existen zonas poco conocidas, en particular, las laderas y piedemontes no
cuentan con estudios detallados (Huber, 1986,
1995c). De las pocas exploraciones pueden citarse
las realizadas por A.L. Bernardi en el sector del ro
Urimn y el Cerro Aprada (Bernardi et al., 1955) y la
de Steyermark (1966) quien analiz el gradiente
altitudinal entre 1220 y 1285 m en la vertiente sur
del Ptari-tepui. En particular, el gradiente entre las
tierras bajas y la cima del Auyn-tepui slo cuenta
con pocas colecciones realizadas por Steyermark
en 1964, en su ascenso a la cima por la parte sur.
Este mismo autor recalca la necesidad de exploraciones ms intensivas en dichas vertientes (Steyermark, 1967).
El ro Cucurital forma parte de la cuenca del ro
Caron y constituye una de las zonas poco exploradas. Los estudios de vegetacin ms relacionados
con esta rea son el de Steyermak (1967), quien
realiz colecciones ascendiendo por la ruta Guayaraca-El Libertador, en el extremo sur del Auyntepui y el anlisis estructural y florstico preliminar
de la vegetacin de la cuenca del ro Urimn realizado por Dezzeo et al. (1997), con la finalidad de
evaluar la presencia de parches de bosque con
altas tasas de rboles muertos.
Tambin muy relacionados dentro del marco regional del Escudo Guayans, se pueden citar los anlisis florstico-estructurales llevados a cabo por
Museo de Historia Natural La Salle, Apartado Postal 1930. Caracas 1010-A. Venezuela, 2Fundacin Instituto Botnico de Venezuela Dr. Tobas Lasser,
Apartado Postal 2156, Caracas 1010-A. Venezuela, 3Centro de Ecologa, Instituto Venezolano de Investigaciones Cientficas, Caracas. Venezuela
122
Caron y la confluencia del cauce con el ro Purumay, la cuenca del ro Cucurital puede dividirse en
tres sectores: a) alto, por encima de los 500 m de
elevacin, b) medio, entre 380 y 400 m, y c) bajo,
por debajo de 380 m.
continuar por un curso rectilneo y lento determinado por la escasa pendiente general donde predominan las sabanas laterales. El ro ha adaptado su
curso a partir de los raudales de Wareipa a la estructura geolgica del sector.
Siguiendo la clasificacin de Sioli (1965), las aguas
que drenan la cuenca son negras, como en el ro
Cucurital y el Purumay, por la gran cantidad de
cidos hmicos y taninos (escasos sedimentos
disueltos) que han recogido en su recorrido desde
su nacimiento, mientras que en ros pequeos como
el Wareipita, que confluye en el Cucurital, las aguas
podran catalogarse como claras pues, debido a su
corto recorrido, contienen escasos cidos disueltos.
Caractersticas y ubicacin de las parcelas
La ubicacin de las parcelas estudiadas en los diferentes sectores de la cuenca se presenta en la
Figura 1.
Fisiogrficamente el sector alto consiste en las escarpas y los diferentes planos de erosin del Auyntepui, cuyas pendientes pueden ser mayores de
60% las cuales frecuentemente presentan conos de
derrubios sueltos o fosilizados por la vegetacin,
que se alterna con arbustales y sabanas. El cauce
del ro en este sector tiene una alta capacidad de
transporte, acarreando bloques y guijarros.
El sector medio, ampliamente dominado por bosques, se caracteriza por un cauce de caractersticas
totalmente distintas ya que, debido a la escasa
pendiente, el ro ha construido una planicie de inundacin con sedimentos ms finos acarreados desde
las cimas y taludes del Auyn-tepui, situacin que
ha permitido migrar lateralmente y formar un sistema de meandros. El desarrollo lateral de la planicie
se halla controlado por la peniplanicie que la enmarca, la cual presenta un relieve desde abrupto
hasta moderado ya que desciende de las escarpas
del tepui por el este y por la penillanura que confluye en el ro Caron por el oeste. El desarrollo longitudinal est limitado por la presencia de los raudales de Wareipa, que separan el sector bajo y medio
del ro.
El sector bajo comienza en los raudales de Wareipa. En primera instancia el cauce serpentea entallado entre lomas de la penillanura circundante,
cubierta mayormente de vegetacin boscosa, para
123
METODOLOGA
Tipologa de la vegetacin y seleccin de las parcelas
Se realiz un anlisis general de la vegetacin de la
cuenca con base en los mapas previos elaborados
por CVG-Tecmn (1989b), sobrevuelos preliminares,
recorridos por tierra y en bote y al anlisis de las
fotografas areas N 1171 y 1275 de la misin
050172 a escala 1:250.000, de los sectores Wareipa y Purumay, y la fotografa N 119 de la misin
0501118 del sector Ataper, escala 1:50000, suministradas por la Direccin de Cartografa Nacional.
Con esta informacin y las disponibilidades de acceso se seleccionaron los tipos de bosque a estudiar.
Se realizaron mapas a escala 1:25000 de la zona
en la que se ubic cada grupo de parcelas. En Wareipa y Purumay se realizaron perfiles topogrficos
gracias a la disponibilidad de planos a escala
1:25000 del Catastro Minero, suministrados por la
Direccin de Cartografa Nacional. En Ataper el
perfil se realiz con estimaciones de campo y las
fotografas areas.
La forma de las parcelas se defini siguiendo el
modelo de Boyle (1997, citado en Aymard, 1997),
quien establece modificaciones al modelo de Gentry
(1982). En cada parcela se marcaron cinco franjas
paralelas de muestreo de 100 m de largo x 2 m de
ancho. Dichas lneas estuvieron separadas entre s
por pasillos de 10 m de ancho. Las cinco lneas
conforman un rea de muestreo efectivo de 0,1 ha,
pero considerando los pasillos entre cada lnea el
rea total representada fue de 0,5 ha en cada parcela.
Para rboles, palmas, herbceas gigantes (Phenakospermum guyannense) y lianas cuyo dimetro
fuese mayor o igual a 2,5 cm (dap) se llevaron a
cabo los siguientes registros en cada franja de
muestreo:
1) Localizacin a lo largo de los 100 m y dimetro
del tallo (dap) a 1,3 m del suelo
2) Altura total, estimada por medio de una vara de
tamao conocido y con mediciones directas (longitud de las cuerdas de escalada empleadas)
3) Presencia de exudados y olores (al cortar el tallo)
y observaciones referentes a la morfologa y fenologa del rbol que ayudara a la identificacin del
individuo
Se realizaron perfiles estructurales de las parcelas
(100 x 10 m) utilizando la metodologa (modificada)
de Richards (1983) para analizar la estructura vertical de la vegetacin. Para ubicar las especies componentes dentro del perfil del bosque, se establecieron estratos tratando de diferenciar aquellas especies con hbito de crecimiento bajo (propias del
sotobosque), medio, y de aquellas mayores que
pueden ocupar todo el perfil de la comunidad. Como
124
lo establece Hernndez (1994), el uso de los trminos estratificacin y estratos es subjetivo y problemtico en los bosques hmedos tropicales, sin
embargo, se usa en este trabajo con el objeto de
facilitar la interpretacin de los perfiles de vegetacin.
Aymard et al. (2009) discuten ampliamente el mtodo de las cinco franjas separadas por pasillos y
empleado en este estudio y plantean que tiene ventajas sobre otras propuestas metodolgicas por
varias razones, entre las cuales destacan: 1) reduccin del error sistemtico en la seleccin de cada
sub-parcela (en el mtodo de Boyle (1997, citado en
Aymard, 1997) el nico error se produce al establecer la primera lnea, pues las restantes son paralelas a sta); 2) es ms apropiado para medir la diversidad alpha que para medir la diversidad beta
(para esta ltima el mtodo de Gentry (1982) resulta
ms adecuado); 3) asegura la posibilidad de la repeticin y comparacin entre las cinco submuestras
(un requisito para llevar a cabo comparaciones
estadsticas).
Otros mtodos comnmente empleados para anlisis estructurales y florsticos delimitan parcelas
rectangulares de 20 x 500 m (1 ha) (DAmico y Gautier 2000) o cuadradas de 100 x 100 m (1 ha) (Faber-Langendoen y Gentry 1991; Duivenvoorden
1996). En relacin con ambos, el mtodo propuesto
por Boyle (op. cit.) permite analizar un rea de 0,5
ha (franjas y pasillos), mediante la prospeccin de
0,1 ha (franjas), con la consecuente y muy relevante
reduccin del tiempo requerido para la toma de
datos.
Comparacin del mtodo utilizado con parcelas
continuas de 10 x 100 m
Con el fin de comparar los muestreos realizados
con el formato frecuentemente usado en estudios
de vegetacin (parcelas de 10 x 100 m), se compar la densidad, el dimetro y la altura de los individuos mayores o iguales a 10 cm dap en las dos
parcelas de Wareipa en la cuenca baja y en las dos
de Purumay en la cuenca media. Los resultados
indican que en tres de las cuatro parcelas estudiadas, el mtodo de Boyle (1997, citado en Aymard,
1997) subestima ligeramente la densidad de rboles
con relacin al mtodo comparativo rectangular. Las
diferencias estn en el orden del 10% (8,7%). La
excepcin ocurre en la parcela del sector bajo
(WAR 2) que posee individuos de gran porte. En
dicho caso, el mtodo de los pasillos contabiliz
17,72% ms individuos con respecto al mtodo
rectangular de 10 x 100 m. Una de las suposiciones
previas era que por estar las franjas de medicin
separadas por pasillos de 10 m se podran capturar ms rboles medianos entre aquellos de gran
tamao, porque se minimiza el efecto de sombreo y
la reduccin del espacio que estos rboles muy
grandes generan para el crecimiento. Correspon-
dientemente, las menores diferencias entre los resultados de ambos mtodos se observan en la parcela PUR 1 del sector medio (Purumay) en donde
un porcentaje importante del total de individuos
(cerca del 40%) est constituido por la hierba gigante Phenakospermum guyannense.
Se encontraron pocas diferencias respecto al nmero y composicin de especies entre ambos tipos de
muestreo realizados. Solamente en la parcela PUR
2 de Purumay se hallaron lnga pilosula, Chrysobalanus venezuelanus y Votomita roraimensis en la
parcela 10 x 10 m. Cabe destacar que Chrysobalanus venezuelanus es endmica del pas (estados
Amazonas y Bolvar) y V. roraimensis result ser un
nuevo registro para la flora de Venezuela.
Coleccin de muestras de plantas
De los individuos marcados en cada franja se colectaron muestras con la ayuda de varas descopadoras y un escalador profesional. Un nmero pequeo
de muestras, cerca del 8%, no pudo ser alcanzado.
El material colectado fue prensado y preservado en
alcohol isoproplico 60% y trasladado al Herbario
Nacional de Venezuela (VEN). Las muestras fueron
etiquetadas e identificadas mediante la bibliografa y
comparacin con especmenes de herbario, y depositadas en los herbarios VEN, CAR y GUYN. Duplicados de las familias Myrtaceae y Lauraceae fueron
enviados a especialistas (MO, SEL) para confirmar
la identificacin.
Coleccin de muestras de suelo
Se tomaron dos muestras de suelo en las localidades WAR 1, WAR 2, PUR 1, PUR 2, ATA 1 y ATA 3.
Las muestras (compuestas) se colectaron al comienzo, centro y final de estas parcelas, tanto en
superficie (0-50 cm) como en profundidad (50-100
cm) y se enviaron al Instituto Nacional de Investigaciones Agrcolas (INIA) para ser analizadas. Los
parmetros medidos fueron: clase textural; proporcin de arcilla, limo y arena; % C orgnico; % materia orgnica; contenido en me/100 g de Ca, Mg, K,
Al, Acidez total, Fe, Mn; adems, se determin el
contenido de N y P total y la capacidad de intercambio catinico. Se tomaron adicionalmente datos
de la pendiente, ubicacin geomorfolgica y otras
caractersticas geogrficas importantes.
Procesamiento de los datos
Se determin el ndice de Valor de Importancia de
las especies (Mueller-Dombois y Ellenberg, 1974),
por parcelas y por estrato dentro de cada parcela.
La determinacin de los estratos se bas, adems
de la observacin de campo y el anlisis de los
perfiles realizados, en las discontinuidades que se
encontraron en la distribucin de la altura de los
rboles, en un grfico de altura contra dimetro de
cada parcela. Las especies del sotobosque menores de 2 m de alto evaluadas dentro de las cuadra-
RESULTADOS
Topografa y mapas de vegetacin de los sectores
estudiados
En los perfiles topogrficos se observan las formas
predominantes en el sector Wareipa (Figura 2), la
penillanura en la que discurre el ro Cucurital, flanqueada por sinclinales paralelos a los taludes occidentales del Auyn-tepui, que forman colinas de
unos 80 m de altitud de pendientes suaves o crestas muy inclinadas de cerca de 220 m que constituyen los frentes de cuesta de cara al cauce del ro y
los correspondientes reversos de cuesta.
Figura 2. Perfiles del sector de los raudales de Wareipa del ro Cucurital, en el que se ubican las parcelas WAR 1 y WAR 2 (Rodrguez y
Colonnello, 2009). El cauce desciende cerca de 20 m en un trayecto
de un kilmetro. Escala vertical aumentada seis veces con respecto
de la horizontal.
125
126
127
Tabla 1. Diversidad (H ShannonWiener, equitabilidad E), y nmero de especies e individuos de las parcelas estudiadas.
Parcela
WAR 1
WAR 2
PUR 1
PUR 2
ATA 1
ATA 2
ATA 3
ATA 4
Cuesta
Peniplan.
Penill.
Lla. Alu.
Penill.
Cuesta
Penill.
Cuesta
N Especies
101
105
92
69
104
77
104
21
N Individuos
315
375
337
385
366
386
480
176
H Shannon
4,212
4,186
3,701
3,707
4,195
3,886
4,233
2,746
0,913
0,818
0,818
0,879
0,901
0,889
0,908
0,902
Fisher ()
41
48
37
24
48
28
45
Especies
WAR 1
WAR 2
PUR 1
PUR 2
ATA 1
Astrocaryum gynacanthum
1,05
0,31
1,16
0,26
0,27
Attalea maripa
0,52
1,23
6,10
1,79
2,44
Bactris hirta
ATA 3
0,80
3,83
ATA 4
0,27
Bactris simplicifrons
1,02
Desmoncus mitis
0,21
0,31
0,27
Euterpe precatoria
1,84
2,81
Iriartella setigera
1,83
0,61
0,29
Oenocarpus bacaba
2,62
0,31
0,29
Socratea exhorrhiza
0,26
2,15
24
21
128
ATA 2
26
24
0.27
2,91
2,71
1,59
5,74
22
13
46
WAR 1
WAR 2
PUR 1
PUR 2
ATA 1
ATA 2
ATA 3
ATA 4
I (2,0-5)
19,34
26,81
25,00
15,05
29,97
20,99
28,74
12,72
II (5,5-10)
46,56
50,00
48,54
49,19
38,42
51,60
42,51
64,74
III (10,5-15)
23,93
11,96
15,69
22,84
9,26
10,20
15,99
21,97
0,58
de altura (m)
IV (15,5-20)
8,20
6,16
9,59
11,55
13,08
11,37
9,51
V (20,5-25)
1,64
1,81
1,16
1,34
4,63
2,92
1,42
VI (25,5-30)
0,33
3,26
3,54
2,62
1,42
VII (30,5-35)
0,27
0,29
0,40
VIII (35,5-40)
0,82
Tabla 4. Clases diamtricas para los individuos de la parcelas estudiadas y rea basal total (m2).
Parcelas
Clases diamtricas
PUR 1
PUR 2
ATA 1
ATA 2
ATA 3
dap (cm)
WAR 1
%
WAR 2
%
ATA 4
%
I (2,5-5)
55,92
56,27
32,04
49,73
53,02
56,73
50,97
30,18
II (5,1-10)
22,51
21,86
33,43
28,46
22,57
21,20
29,89
43,79
III (10,1-15)
11,14
9,65
20,99
11,70
10,76
8,31
5,81
15,98
IV (15,1-20)
4,03
3,54
7,46
5,05
5,51
3,72
4,95
6,51
V (20,1-25)
2,61
1,93
4,70
2,66
4,20
2,87
2,15
1,18
VI (25,1-30)
1,18
1,61
0,55
1,06
1,05
2,29
3,01
1,78
VII (30,1-35)
1,18
2,57
0,28
1,33
1,05
2,87
1,51
0,59
VIII (35,1-40)
0,71
0,64
0,52
0,57
0,65
IX (40,1-45)
0,24
0,96
0,28
0,26
0,57
0,65
X (45,1-50)
0,24
0,64
0,28
0,29
0,22
0,26
XI (50,1-55)
XII (55,1-60)
XIII (60,1-65)
0,24
0,52
XIV (65,1-70)
0,22
0,26
0,57
4,74
3,77
XV (70,1-75)
XVI (75,1-80)
XVII (80,1-85)
0,32
2
Area basal (m )
3,28
7,26
3,78
3,67
4,89
1,35
129
en ATA 1 y el 50% en ATA 3, indicando por el contrario que tienen valores bajos de densidad, frecuencia y rea basal.
Las especies dominantes en cada parcela son en
WAR 1 Ochthocosmus roraimae, Talisia chartacea,
Caraipa tereticaulis y la liana Arrabidaea nigrescens. En WAR 2 Eperua jenmanii, Diplasia karataefolia, Ocotea aff. cernua y Osteoploemun platyspermum. En PUR 1 Phenakospermum guyannense,
Attalea maripa, Swartzia laevicarpa y Endlicheria
sp. En PUR 2 Penthaclethra macroloba, Iryanthera
hostamanii, Escheweilera subglandulosa y Alexa
cowanii. En ATA 1 Endlicheria sp., Caraipa punctulata, Iriartella setigera y Mollineadia ovata. En ATA 2
Protium spruceanum, Anaxagorea petiolulata, Elaeagia maguirei y Cupania scorbiculata. En ATA 3
Sextonia rubra, Attalea maripa, Tapura guianensis y
Licania leucosepala y en ATA 4 Graffenrieda caryophyllea, Clusia huberi, Aldina sp. y Landenbergia
lambertiana.
Figura 8. Perfiles de vegetacin del sector Wareipa. Parcela WAR 1. (A) De 0-50 m, mostrando individuos menores de 10 cm dap (clases de altura I
a III). Las lianas que alcanzan el dosel superior se representan como lneas ondulantes. (B) De 52-100 m, mostrando individuos mayores de 10 cm
(dap) que conforman el estrato superior (clases de altura IV a VI).
Parcela WAR 1
Estructuralmente los rboles ms altos de esta
parcela se desarrollan en la zona de menor pendiente (<30%) hacia la cima de la loma, mientras
que en las reas de mayor inclinacin (60%) hacia
la base de la pendiente, los rboles alcanzan alturas inferiores a los 20 m. La parcela presenta un
sotobosque y dos estratos de plantas. El inferior
est formado por plntulas, especies herbceas y
sufrtices (cerca de 2 m de alto), entre las que destacan Aphelandra pulcherrima, varias especies del
130
gnero Psychotria y algunas herbceas como Diplasia karatifolia, Olyra micrantha, Heliconia acuminata, Bactris simplicifrons, Calathea acuminata e
Ischnosiphion longiflorus; estas dos ltimas especies son ms abundantes en las partes bajas del
bosque que estn cercanas al ro. En poca de
lluvias es comn observar en la hojarasca especies
saprfitas como Gymnosiphon cymosus y G. divaricatus, as como Voyria acuminata y V. amphylla. El
estrato medio (de 2 a 10,5 m) se halla dominado por
Ochthocosmus roraimae, Phenakospermum guyannense y la palma Oenocarpus bacaba.
El estrato alto (de 11 a 25 m) se encuentra dominado por Macoubea guianensis seguido por las lianas
Figura 9. Perfiles de vegetacin del Sector Wareipa. Parcela WAR 2 (0-50 m. (A) Individuos menores de 10 cm dap y generalmente menores de 10
m de altura (clases I a III). Se representan los meandros del cauce que cruza la parte ms baja de la parcela. (B) Individuos mayores o iguales a 10
cm dap.
Parcela WAR 2
La parcela WAR 2 representa un bosque ms alto
que WAR 1 con tres estratos de plantas, adems
del sotobosque (Figura 9 A y B). El estrato herbceo
est formado por plntulas, algunas hierbas y arbustos entre los cuales destacan Calathea acuminata, Psychotria variegata y Maieta guianensis; el
inferior (de 2 a 9,5 m) se halla dominado por Pourouma guianense seguido por Ocotea cernua, Mabea subsessilis, Eperua jenmanii y las palmas Attalea maripa y Astrocaryum gynacanthum. Estos tallos conforman un dosel denso y continuo, solamente interrumpido por el cauce del ro que atraviesa la
parcela. En este sector se observaron varios rboles recientemente cados, que generaron claros de
luz en el sotobosque y propiciaron una proliferacin
de arbustos y plntulas.
El estrato medio (de 10 a 20 m) est dominado por
Eperua jenmanii, Micrandra rossiana, Eschweilera
coriacea, Pouteria guianensis y las lianas Bauhinia
guianensis y Arrabidaea nigrescens.
131
Figura 10. Perfiles de la vegetacin del sector Purumay. Parcela PUR 1. (A) De 0-50 m, mostrando individuos menores de 10 cm dap. (B) De 50-100
m, mostrando individuos mayores o iguales de 10 cm dap.
Parcela PUR 1
La parcela PUR 1, ubicada en un bosque medioalto, presenta adems del sotobosque, tres estratos
de plantas y elementos emergentes (Figura 10 A y
B). El estrato herbceo (sotobosque) est formado
por plntulas y algunas hierbas (hasta unos 2 m de
alto) entre las que abundan juveniles de Phenakospermum guyannense, Bauhinia guianensis, Attalea
maripa, y el bamb herbceo Olyra ecaudata; el
inferior (de 2 a 9,5 m) se halla dominado por P.
guyannense, con casi un tercio del valor mximo del
ndice, Attalea maripa, Virola elongata, Trattinnickia
lawrencei, Brosimum utile y Discophora guianensis.
En el estrato intermedio (de 10 a 16 m) predominan
A. maripa, Virola elongata, Endlicheria sp., D. guianensis, y las trepadoras Bauhinia guianensis y Pinzona coriacea.
En el estrato alto (de 16,5 a 24 m) tambin predominan la palma A. maripa, la trepadora Bauhinia
guianensis y los rboles Endlicheria sp., Inga thibaudiana y Licania octandra. Algunos individuos no
presentes en los estratos inferiores emergen sobre
el dosel hasta alcanzar 28 m de altura, tales como
Swartzia laevicarpa, Goupia glabra, Hirtella bicornis
y una especie solo identificada por tener la corteza
que se desprende en tiras (Figura 10B).
La parcela PUR 1 representa un bosque de penillanura aislado de los efectos de desborde del ro Cucurital. Uno de los aspectos caractersticos de esta
comunidad son las poblaciones -en algunos casos
muy densas- de Phenakospermum guyannense,
especie ampliamente distribuida en la regin, que
ha sido asociada a ambientes de transicin y vegetacin secundaria del Neotrpico, en comunidades
de bosque pluvial y sabanas abiertas (Kress, 1993;
Prance, 1989). Las referencias sobre los condicionamientos ecolgicos de esta especie tan abundante son escasas. En el sector medio de la cuenca del
132
Parcela PUR 2
La parcela PUR 2 presenta, adems del sotobosque, dos estratos de plantas (Figura 11 A y B). La
franja herbcea est formada por plntulas y algunas hierbas (hasta unos 2 m de alto) entre las cuales destacan Calyptrocarya glomerulata, Hypolytrum
pulchrum, Panicum stoloniferum y varias especies
de helechos; el inferior (de 2 a 8,5 m) se halla dominado por Pentaclethra macroloba, Iryanthera hostmannii, Rinorea flavescens, Attalea maripa, individuos jvenes de Conceveiba guianensis y Caraipa
densiflora. Plantas que en general son de poco
tamao, como las especies Miconia tomentosa, M.
splendens y M. impetiolaris, son caractersticas del
estrato inferior (clases de altura I, II, III).
Figura 11. Perfil de la vegetacin del sector Purumay. Parcela PUR 2 (50-100 m). (A) mostrando individuos menores de 10 cm dap. (B) mostrando
individuos mayores o iguales a 10 cm dap y huecos de sufusin en el terreno.
Parcela ATA 1
La parcela ATA 1 se ubica en un bosque alto y
muestra, adems del sotobosque, tres estratos de
plantas e individuos emergentes (Figura 13 A y B).
El estrato herbceo est constituido por plntulas y
algunas hierbas (hasta unos 2 m de alto) entre las
133
cuales destacan Hypolytrum pulchrum, Rhynchospora holoschoenoides, Leandra aristigera, L. chaetodon, Psychotria iodotricha, y el sufrtice Palicourea nitidella; el estrato inferior (de 2 a 11,5 m) con
Ocotea sp. 8, Pouteria guianensis, Euterpe precatoria, Eperua jenmanii y Byrsonima stipulacea. Un
solo individuo emerge sobre el dosel, Byrsonima
aerugo, alcanzando unos 38 m de altura. En este
Figura 13. Perfil de la vegetacin del sector Ataper. Parcela ATA 1 (0-50 m). (A) mostrando individuos menores de 10 cm dap. (B) mostrando
individuos mayores o iguales de 10 cm dap.
Parcela ATA 2
La parcela ATA 2 se ubica en un bosque medioalto, y muestra adems del sotobosque, tres estratos de plantas e individuos emergentes (Figura 14 A
y B). El estrato herbceo (hasta unos 2 m de alto)
est formado por algunas plntulas, la pocea Ichnanthus pallens, los arbustos Piper demeraranum,
Psychotria platypoda, P. poeppigiana, Clidemia
involucrata, Besleria parviflora y Notopleura uliginosa. Es importante destacar la presencia de helechos
herbceos como Cyclodium guianense, Thelypteris
leprrieurii y Triplophyllum funestum, arborescentes
como Cyathea cyatheoides y C. pungens y algunas
epfitas como Peperomia ovabianae, Pleurothallis
ruscifolia, Dichaea latifolia y Guzmania retusa. El
estrato inferior (de 2 a 11 m) est constituido por 58
especies y dominando por gran nmero de juveniles
de Protium spruceanum, Elaeagia maguirei, Iriartella setigera, Clidemia bernardii, Guarea kunthiana y
Anaxagorea petiolata.
134
Parcela ATA 3
La parcela ATA 3 se ubica en un bosque alto similar
a ATA 1; esta comunidad muestra tres estratos de
plantas adems del sotobosque e individuos emergentes (Figura 15 A y B). El estrato herbceo est
constituido por plntulas (hasta unos 2 m de alto)
entre las cuales destacan Swartzia panacoco,
Bauhinia guianensis, Mollinedia ovata y juveniles de
Psychotria iodotricha, hierbas y sufrtices de Psychotria poeppigiana, Ronabea latifolia y Bactris
Parcela ATA 4
La parcela ATA 4 se ubica en un bosque bajo de
dos estratos de plantas, adems del sotobosque
(Figura 16 A y B). El estrato herbceo (hasta unos
0,6 m de alto) est constituido por Anthurium guayanum, Sobralia valida y Maxillaria auyantepuiensis
y plntulas de Pagamea capitata; el inferior (de 2 a
11 m) se halla conformado por 20 especies y dominado por juveniles de Graffenrieda caryophyllea,
Aldina sp., Pagamea capitata, Stenopadus talaumifolius, Ilex paujiensis y Clusia huberi.
En el estrato superior (de 11,5 a 16 m) se inventariaron 10 especies con dominancia de Ladenbergia
lambertiana, Ruitzerania ferruginea, Stenopadus
talaumifolius, Graffenrieda caryophyllea, Clusia
huberi, Digomorphia densicoma y Aldina sp.
Tipos de suelo en las parcelas
En las Tablas 5 y 6 se muestran los resultados de
los anlisis de suelos para cinco de las parcelas
estudiadas. Los suelos tienen texturas bsicamente
arcillosas en la parcela WAR 1 tanto en superficie
como en profundidad, y franco-arenosas en WAR 2
en todo el perfil, correspondindose con la ubicacin geomorfolgica de pendiente y penillanura de
cada uno. El anlisis detallado de la muestra de
WAR 2 seala que tiene texturas algo ms arcillosas hacia la porcin ms alta de la parcela, mientras que en la ms baja, cercana a una estrecha
135
Figura 15. Perfil de la vegetacin del sector Ataper. Parcela ATA 3 (0-50 m). (A) mostrando individuos menores de 10 cm dap.(B) mostrando individuos mayores o iguales a 10 cm dap
Figura 16. Perfil de la vegetacin del sector Ataper. Parcela ATA 4. (A) mostrando individuos menores de 10 cm dap. (B) mostrando individuos mayores o iguales de 10 cm dap.
136
Parcela
Arena
Limo
Arcilla
C. orgnico
Mat. Org.
Al
Acidez T.
me/100g
me/100g
me/100g
WAR 1
42,80
15,80
41,40
9,38
16,23
2,71
0,23
2,93
WAR 2
53,47
14,47
32,07
2,52
4,35
2,25
0,12
2,37
PUR 1
40,80
17,80
41,40
8,51
14,72
3,04
0,09
3,13
PUR 2
48,80
31,80
19,40
2,63
4,56
3,58
0,25
3,83
ATA 1
39,33
26,00
34,67
2,98
5,17
2,54
0,02
2,56
ATA 3
58,67
20,67
20,67
2,06
3,57
2,50
0,00
2,50
Parcela
Ca
Mg
CICE
Fe
Mn
N total
P total
me/100g
me/100g
me/100g
me/100g
ppm
ppm
WAR 1
0,36
0,32
0,54
4,16
14,56
2,60
0,65
0,05
WAR 2
0,49
0,17
0,30
3,25
26,56
1,08
0,17
0,01
16,92
1,83
0,58
0,05
PUR 1
PUR 2
10,04
1,52
0,42
0,03
ATA 1
0,32
0,18
0,12
18,06
46,00
2,80
0,21
0,01
ATA 3
0,13
0,09
0,05
12,5
13,73
0,43
0,12
0,01
Arena
Limo
Arcilla
C. orgnico
Mat. Org.
Al
Acidez T.
me/100g
me/100g
me/100g
WAR 1
36,13
15,8
48,07
6,25
10,81
1,55
0,08
1,63
WAR 2
49,47
19,8
30,73
2,78
4,81
1,85
0,10
1,95
PUR 1
27,80
12,8
59,4
5,04
8,72
2,28
0,44
2,72
PUR 2
48,80
29,13
22,07
2,69
4,65
2,33
0,21
2,53
ATA 1
26,00
19,00
55,00
1,31
2,27
1,24
0,01
1,25
ATA 3
48,67
22,33
29,00
0,41
0,71
1,39
0,00
1,39
Parcela
Ca
Mg
CICe
Fe
Mn
N total
P total
me/100g
me/100g
me/100g
me/100g
ppm
ppm
WAR 1
0,41
0,22
0,50
2,76
16,11
2,13
0,38
0,03
WAR 2
0,37
0,13
0,27
2,72
22,25
1,19
0,11
0,01
PUR 1
19,16
1,63
0,35
0,03
PUR 2
7,46
0,73
0,20
0,03
ATA 1
0,27
0,12
0,05
8,73
51,79
1,96
0,16
0,01
ATA 3
0,17
0,07
0,03
4,51
27,43
0,31
0,04
0,01
Los valores de materia orgnica y C orgnico disponible son relativamente altos en la parcela en
pendiente WAR 1 (cuenca baja) y en PUR 1 (cuenca media) donde se observ mayor cantidad de
137
Las parcelas de Ataper tienen valores bajos particularmente en profundidad, probablemente asociados a la presencia de bloques grandes y vacos en
el perfil del suelo, especialmente en ATA 1.
La acidez total, expresada como la suma de los
valores de Al e H, es mayor en las parcelas de la
cuenca media. En cuanto a los macroelementos
(Ca, Mg y K), el Ca se encuentra en valores relativamente altos. Igualmente se tienen elevados valores de Al que conduce a una reduccin de la capacidad de intercambio catinico. Estos macroelementos se encuentran en mayor proporcin en las parcelas de Wareipa (cuenca baja) que en Ataper
(cuenca alta).
La capacidad de intercambio catinico de las parcelas es, en general, baja y vara entre 2,72 y 18,6,
siendo mayor en las de Ataper, particularmente en
la superficie. En general, los mayores valores estn
asociados a las texturas ms arcillosas dentro del
perfil del suelo. Por otra parte, la relacin C/N que
vara entre 14 y 18 en el perfil superficial del suelo,
indicara una deficiencia de nitrgeno disponible
para el crecimiento de las plantas.
Los valores de Fe y Mn son particularmente altos en
las parcelas WAR 2, ATA 1 y ATA 3, y pueden ser
ms altos en profundidad que en la superficie del
perfil. Los valores y gradientes, tanto fsicos como
qumicos, son similares a los obtenidos para diferentes tipos de vegetacin leosa, bosques altos a
bajos y matorrales, primarios o secundarios, en la
regin de la Gran Sabana (Dezzeo y Folster, 1994).
DISCUSIN
La vegetacin de la cuenca del ro Cucurital ha sido
descrita cronolgicamente por Huber y Alarcn
(1988) a una escala 1:2.000.000, quienes la ubican
dentro de la formacin bosques ombrfilos submontanos siempreverdes, medio-altos (20 a 30 m).
Igualmente, en el mapa de vegetacin de la Guayana venezolana (Huber, 1995a) se seala que los
bosques de la cuenca baja y media del Cucurital se
hallaran entre dos zonas climticas, i) bosques
macrotrmicos de tierras bajas por debajo de los
500 m snm (>24C), y ii) bosques submesotmicos
de tierras intermedias (18 - 24 C). Orogrficamente
las parcelas de Wareipa y Purumay en la porcin
baja y media del curso del ro se ubicaran entre
bosques basi y submontanos, medios a altos, siempreverdes (50-800 m) y las parcelas de Ataper en
las nacientes, en la categora de bosques montanos
medios a altos, siempreverdes (800-1500 m). A una
escala mayor 1:250.000, CVG-Tecmn (1989a, b)
establece para la ubicacin de Wareipa, una vegetacin de bosque ombrfilo medio denso en valle,
mientras que para Purumay un bosque ombrfilo,
macrotrmico medio denso en peniplanicie, y Ataper en bosque ombrfilo submesotrmico medio
denso en altiplanicie o en piedemonte. De acuerdo
138
guianensis, Abarema jupunba, Cassipourea guianensis, Virola elongata, Alexa confusa y Eschweilera subglandulosa. A Ochthocosmus roraimae y
Caraipa tereticaulis en los bosques submesotrmicos de la Gran Sabana (Hernndez, op. cit.); y a
Anaxagorea petiolata, Alexa confusa y Byrsonima
stipulacea en los bosques del Ptari-tepui (Steyer-
mark, 1966), las cuales parecieran ser caractersticas de la regin de las tierras bajas localizadas al
SE del estado Bolvar.
Aunque existen afinidades a nivel de familias y
gneros con otros bosques del Escudo Guayans,
las comunidades estudiadas se caracterizan por
poseer una composicin particular de especies,
muy probablemente influenciada por la topografa
del terreno, por el rgimen hdrico y el tipo de sustrato (Colonnello et al., 2001, 2003, 2006; Rodrguez
et al., 2005; Rodrguez y Colonnello, 2009). Como
ejemplo se puede sealar la ausencia de Dimorphandra macrostachya, especie abundante en los
bosques submesotrmicos de la Gran Sabana
(Hernndez, 1999) y de Brosimun alicastrum subsp.
bolivarense, Licania discolor, Pouteria cayenensis y
Angostura trifoliolata sealadas por Aymard et al.
(1997) para bosques de la cuenca baja del ro Caura. En sectores altos de la cuenca aparecen en los
bosques elementos florsticos caractersticos como
especies del gnero Ilex, Cybianthus, Sextonia
rubra y helechos arborescentes del gnero Cyathea, lo que coincide con lo encontrado por Hernndez (op. cit.) as como abundancias de epfitas vasculares y brifitas como lo seala Sanoja (2009) en
Sierra de Lema.
Tapirira guianensis, Alchornea discolor, Ocotea aff.
cernua, Miconia argyrophylla, Virola elongata e Inga
capitata, entre otras, tienen amplia distribucin en el
139
Tabla 7. Nmero de especies compartidas para cada localidad y % de similitud segn ndice de Srensen (entre parntesis).
ATA 1
ATA 2
ATA 3
ATA 4
PUR 1
PUR 2
WAR 1
WAR 2
ATA 1
31
ATA 2
29 (50)
26
ATA 3
36 (48)
23 (39)
44
ATA 4
19
PUR 1
25 (44)
23 (38)
31
PUR 2
11 (28)
13
24 (46)
25
WAR 1
21 (37)
15 (31)
22
24
7 (17)
39
WAR 2
23
12
16
29 (49)
25
32 (46)
35
TOTAL
105
75
110
22
86
68
98
98
140
Autor
ndice
Hernndez
(1999)
Margalef
ndice media
Odum
B. altos
14,1
14,3
B.medio-alto
11,0
11,2
B. medio
Delgado et
al. (2009)
9,8
10,0
Aymard
(1997)
Mnmx
Riqueza
Media
13,5
H Shannon
2,95
(2,25-3,24)
0,88
(0,77-0,94)
3,76
(3,67-4,04)
H(Pielou)
0,89
(0,857-0,94)
H Shannon
1,48
(1,02-1,94)
0,93
(0,71-0,94)
Fisher ()
33,81
(6,64-83,67)
26-29
141
Estructura
Comparando las clases diamtricas de las parcelas
analizadas con las de bosques de la Gran Sabana
(Hernndez, 1999a), se puede sealar que las parcelas de Ataper (1, 2 y 3) son consideradas bosques altos, las de Wareipa, bosques medios altos
(con individuos de 30 m, aunque no se registraron
en la parcela) y bosques medios los de Purumay.
Al confrontar el nmero de individuos de cada clase
diamtrica (Tabla 9) obtenido para las parcelas de
este estudio con comunidades en la Gran Sabana
(Hernndez, 1994a) se encontraron valores por ha
mayores para los bosques altos, en las clases diamtricas inferiores (II a V) y equiparables con las
clases mayores (VI a XVII). Para los bosques medios de la Gran Sabana los valores de las clases
inferiores son mayores en relacin con las parcelas
de Purumay, especficamente PUR 2 pero, por el
contrario, las clases mayores tienen menos individuos. Se necesitara analizar muy detalladamente
los condicionantes ecolgicos de ambas regiones y
de cada parcela para poder dar una explicacin a
Tabla 9. Distribucin del nmero de individuos por clases diamtricas para las parcelas y comparacin con comunidades de la Gran Sabana
(Hernndez, 1999a).
Clases diamtricas
PUR 2
ATA 1
ATA 2
ATA 3 Media
Ind/ha
dap (cm)
altos
Bosques
medios
altos
Bosques
medios
I (2,5-5)
236
175
100
187
202
198
237
206,0
2060
II (5,1-10)
95
68
120
107
86
74
139
101,5
1015
500-890
1.130
1.175
III(10,1-15)
47
30
163
44
41
29
27
35,3
353
210-300
396
700
IV(15,1-20)
17
11
35
19
21
13
23
19,0
190
90-220
236
340
V(20,1-25)
11
11
10
16
10
10
11,5
115
70-124
156
120
VI(25,1-30)
14
7,5
75
100-84
80
20
16
11
17
15
11
111
170-100
80
40
VII-XVII (30,1-85) 11
142
dap 2,5
cm
dap 2,5
cm
dap 10
cm
dap 10
cm
Bosque
Ind/0,1 ha
Ind/ha
Ind/0,1 ha
Ind/ha
WAR 1
422
4220
94
940
WAR 2
311
3110
77
770
1420
PUR 1
339
3390
142
PUR 2
376
3760
96
960
ATA 1
381
3810
76
760
ATA 2
349
3490
85
850
ATA 3
465
4650
108
1080
ATA 4
175*
4375
57*
1425
Localidad
Densidad
Ind/ha
Referencia
395 - 529
Lieberman y Lieberman
(1987)
Balslev et al. (1987)
790
1100
417
440
473
484
491 - 504
512
546
602
649
649
728
789
272-362
CVG-Tecmn (1989a)
246-512
CVG-Tecmn (1989a)
880
Hernndez (1999a)
1205
Hernndez (1999a)
490-940
810-1040
590
770-940
este estudio
960-1420
760-1080
1425
este estudio
este estudio
este estudio
Parcela
Sector
WAR1
WAR 2
Pendiente
mayor
Pendiente
menor
Alto
Planicie
aluvial
0-50 m
50-100 m
0-35 m
36-100 m
67,2
rboles<10m
de alto
62,8
51,1
50,6
rboles>10m
de alto
30,5
38,7
33,8
22,3
No medidos
6,67
10,1
15,5
10,6
En la parcela WAR 2 se encontr una relacin similar entre las proporciones de rboles menores y
mayores de 10 m de altura (Tabla 7) asociadas al
tipo de sustrato presente. Esta parcela tena un
sector ms alto, con suelo arcilloso (unos 35 m
desde el origen) y otro correspondiente a una planicie de inundacin de suelo arenoso (ver Figuras 11
y 12). El porcentaje de rboles menores de 10 m es
superior en el sector de la planicie de inundacin y
los individuos mayores de 10 m de altura tienen
mayor cobertura en el sector no anegable. Esto
puede relacionarse con la alta dinmica fluvial que
establece el cauce en el sector inferior, al recorrer el
fondo-valle. Igualmente, los suelos arenosos brindan menor soporte a los rboles de mayor porte.
Ambos factores explicaran los frecuentes claros
observados, producto del colapso de grandes rboles.
La proporcin del tipo de races de las parcelas
WAR 1 y WAR 2 tambin pone en evidencia la estructura de la vegetacin y el sustrato correspon-
143
144
AGRADECIMIENTOS
A FONACIT por financiar el Proyecto interinstitucional: Caracterizacin de la biodiversidad de la cuenca del ro Cucurital, afluente del ro Caron, estado
145
BIBLIOGRAFA
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Parcelas
WWP P A A A A
12121234
ACANTHACEAE (ACA)
Aphelandra pulcherrima (Jacq.) Kunth
X
X X
X X X X
X
X
X
X X X
X X X
X X
X
X X X
X
ANN Indet
X X
X X X X X X X
X X
X X
X
X X
AQUIFOLIACEAE (AQF)
X
X
X
X
?
APO Indet
X X
X X X X X
Bactris sp.
Aspidosperma sp.
APOCYNACEAE (APO)
Aspidosperma excelsum Benth.
ARECACEAE (ARC)
X
X
X X X
X
X
ARALIACEAE (ARL)
X
148
X X
X
ANNONACEAE (ANN)
X
X
ARACEAE (ARA)
ANACARDIACEAE (ANA)
X X X
X X X
X X X
X X
ASTERACEAE
Stenopadus talaumifolius S.F. Blake
BIGNONIACEAE (BIG)
X X X
Arrabidaea sp.
X X
BIG Indet
BONNETIACEAE
Bonnetia sessilis Benth.
BORAGINACEAE (BOR)
X
X X X X X
BURMANNIACEAE (BMN)
Dictyostega orobanchoides (Hook.) Miers
X
X
Dacryodes sp.
X
X X X
X
X
X
X
X
X X
X
X
X X
X X
X
X
X X
X
Symphonia globulifera L. f.
X X X
X
X
X X
Tovomita sp.
X X X
CONNARACEAE (CNN)
Clusia sp.
CAESALPINIACEAE (CSL)
CARYOCARACEAE (CCR)
X
X
X X X X
Senna sp.
Tachigali guianensis (Benth.) Zarucchi & Herend.
CECROPIACEAE (CEC)
CLUSIACEAE (CLU)
X
X X X X X
X X
Protium sp. 2
X
X
Hirtella sp.
X X
Trattinnickia sp.
X X X
X X X
Protium sp. 1
BURSERACEAE (BRS)
X X
CHRYSOBALANACEAE (CHB)
X X X
X
X
BROMELIACEAE (BML)
X X
CELASTRACEAE (CEL)
X X
Pourouma sp.
BOMBACACEAE (BOM)
X X X
X
X
149
Tachigali sp.
CYCLANTHACEAE (CYC)
Asplundia venezuelensis Harling
X
X
X
X X
X
X
DICHAPETALACEAE (DCH)
Tapura guianensis Aubl.
DILLENIACEAE (DLL)
X
X
X
X
ERYTHOXYLACEAE (ERX)
X
X X X X X
150
FAB Indet 4
X
X
X X
X
X
X
X
X X
X
X
X
X X
HELICONIACEAE (HEL)
Heliconia acuminata Rich.
X X
HUMIRIACEAE (HOU)
X
X X
HOU Indet
HIPPOCRATEACEAE (HPC)
X X
FABACEAE (FAB)
Aldina sp.
FAB Indet 3
X X
X X
GNETACEAE (GNE)
FAB Indet 2
X X
X
GESNERIACEAE (GES)
X X X X
Mabea sp.
X
X X X X X
FLC Indet
X X X X
GENTIANACEAE (GEN)
X X X
X X
Casearia sp.
EUPHORBIACEAE (EUP)
Alchornea discolor Poepp.
Machaerium sp. 2
FLACOURTIACEAE (FLC)
ERI Indet
X
X
Machaerium sp. 1
FAB Indet 1
ERICACEAE (ERI)
X X X
X X
X
X
ELAEOCARPACEAE (ELC)
X
X
X X
X
X
Diplotropis sp.
CYPERACEAE (CYP)
Calyptrocarya glomerulata (Brongn.) Urb.
X
X
COSTACEAE (COS)
X X
CONVOLVULACEAE (CNV)
X
X X
X X X
Eschweilera sp.
HUGONIACEAE (HUG)
Hebepetalum sp.
ICACINACEAE (ICC)
Dendrobangia boliviana Rusby
Discophora guianensis Miers
X
X X X X X
Discophora sp.
X
X
IXONANTHACEAE (IXO)
X
LAURACEAE (LAU)
X X
X
X
X X
X
Endlicheria sp.
X X X X X
X
X
X
X X
X X
Ocotea sp. 1
X
X X X
X X
Ocotea sp. 4
X X X
X X X
Ocotea sp. 6
X
X
X
X X
Ocotea sp. 8
X X
X
X
X
X
LAU Indet 12
LAU Indet 16
X X
LAU Indet 17
X X
LAU Indet 18
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
Miconia sp. 8
Miconia sp. 11
Miconia sp. 12
X
X
Miconia sp.
X
X X X X
LAU Indet 24
X
X
LAU Indet 19
X X X X
LECYTHIDACEAE (LCY)
X X
LAU Indet 15
X
X
X X
X
X
X
X X
X
X
Ocotea sp. 7
LAU Indet 10
Ocotea sp. 3
Ocotea sp. 2
LAU Indet 8
MELASTOMATACEAE (MLS)
X X
Trichilia sp.
LAU Indet 14
X X
MELIACEAE (MEL)
MARANTACEAE (MRN)
LACISTEMATACEAE (LCS)
X X X
LOGANIACEAE (LOG)
X
X
X X
X
151
Mouriri sp.
X X X
X X
X
X X
X
X
X
X X
X X
X
X
X
X
X
X
X
POLYGALACEAE (PGL)
Bredemeyera sp.
PGL Indet 1
PIPERACEAE (PIP)
X
X
152
MYRISTICACEAE (MYS)
Iryanthera hostmannii (Benth.) Warb.
X
X
X
X
Ficus sp.
X
X
X X X
OCHNACEAE (OCH)
X
X
MORACEAE (MOR)
Brosimum alicastrum Sw.
X
X X
MRT Indet 1
MENIPERMACEAE (MNS)
Abuta imene (Mart.) Eichler
X X
ORCHIDACEAE (ORC)
Eugenia sp.1
X X
Mollinedia sp.
X X
OLACACEAE (OLC)
MONIMIACEAE (MNM)
Mollinedia ovata Ruiz & Pav.
X
X
X
X
MRS Indet 1
Eugenia sp. 2
MYRTACEAE (MRT)
X X
X
X
MIMOSACEAE (MIM)
Enterolobium schomburgkii (Benth.) Benth.
X
X
MYRSINACEAE (MRS)
MENDONCIACEAE (MND)
MLS Indet 3
X X X
MLS Indet 2
X
X
SIMAROUBACEAE (SMR)
X X
X X
RHIZOPHORACEAE (RHZ)
X X
X X
X X X
RUBIACEAE (RUB)
X X
SPT Indet 3
X X
X
X
X
STRELITZIACEAE (STZ)
Phenakospermum guyannense (Rich.) Endl.
Phoradendron sp.
X
X
X X
Psychotria sp.
X
X
X
X
FAMILIAS INDETERMINADAS
SABIACEAE (SAB)
Flia Indet 1
SAPINDACEAE (SAP)
Cupania scrobiculata Rich.
X X X
Flia Indet 3
X X
X
Flia Indet 5
Flia Indet 6
X
X X
Flia Indet 2
Flia Indet 4
X
X
X
X
X
Toulicia sp.
X X
X X X X
ASPLENIACEAE (ASL)
X X
Talisia sp.
VISCACEAE (VIS)
X X
X
X X
VOCHYSIACEAE (VOC)
X
X
VIOLACEAE (VIO)
X X X X
THEACEAE (TEA)
X X
SPT Indet 1
SYMPLOCACEAE (SYM)
SPT Indet 2
STERCULIACEAE
X
X
X
X X
QUIINACEAE (QII)
SAPOTACEAE (SPT)
Asplenium serratum L.
X
X
CYATHEACEAE (CTH)
SAP Indet 1
X X
SAP Indet 2
X X
X
153
DAVALLIACEAE (DAV)
Nephrolepis rivularis (Vahl) Mett. ex Krug
DENNSTAEDTIACEAE (DST)
Lindsaea sp.
THELYPTERIDACEAE (THL)
Thelypteris leprieuri (Hook.) R.M. Tryon
X
GRAMMITIDACEAE (GMM)
154
SELAGINELLACEAE (SEL)
Selaginella sp.
HYMENOPHYLLACEAE (HMP)
POLYPODIACEAE (PLP)
DRYOPTERIDACEAE (DRY)
MARATTIACEAE (MTT)
VITTARIACEAE (VITT)
Polytaenium cajenense (Desv.) Benedict
TOTALES
X
11181112
33324014
629 712
INTRODUCCIN
Los bosques secos neotropicales representan unos
de los ecosistemas ms interesantes del planeta
(Janzen, 1988a,b; Pennington et al., 2006, 2009),
bien sea por sus numerosas unidades de vegetacin (Bullock et al., 1995; Linares-Palomino et al.,
2011), diversidad de formas de vida (Medina, 1995),
valores bajos/medios de diversidad alpha (Gentry,
1995; Phillips & Miller, 2002) y su alta resiliencia. A
pesar de su importancia biolgica, esta zona de
vida ha estado sometida a una intensa tasa de deforestacin, durante las ltimas seis dcadas (Trejo &
Dirzo, 2000; Gillespie et al., 2000; 2004; Miles et al.,
2006; Portillo-Quintero & Snchez-Azofeifa, 2010).
Como consecuencia, las regiones que tenian extensos bosques secos, en la actualidad solamente
poseen numerosos fragmentos de vegetacin original, mezclados con vegetacin secundaria, tierras
agrcolas, pastizales, matorales y sabanas (Harvey
et al., 2007; Vzquez et al., 2008; Gardner et al.,
2009). En Venezuela, al presente las grandes reas
de bosques secos han desaparecido, principalmente las situadas en la regin norte del ro Orinoco
(Veillon, 1976; Aymard, 2005; Fajardo et al., 2005;
Huber et al., 2006; Aymard & Gonzlez, 2007. Madi
et al., en este libro), debido al poco consenso de
integrar los ambientes modificados por el hombre
con la conservacin de la biodiversidad, y al escaso
inters en utilizar los planes de manejo forestal
diseados para lograr un equlibrio en la explotacin
y conservacin del bosque natural.
Las actividades humanas han modificado en gran
escala la estructura y la composicin florstica de los
bosques tropicales secos, actualmente, considerados como el ecosistema con las mayores tasas de
intervencin y perdida de biodiversidad en el mundo
(Prance, 2006; Pennington et al., 2006; CastilloCampos et al., 2008; Portillo-Quintero & SnchezAzofeifa, 2010). Por lo que se requieren esfuerzos
urgentes para dvaluar los cambios de la vegetacin
a travs del tiempo en los remanentes boscosos y
nuevos planes de conservacin, que involucren los
servicios que prestan estos ecosistemas intensamente alterados con la valoracin de la biodiversidad (Dos Santos et al., 2007; Padilla-Gil & Halffter,
2007; Chazdon et al., 2009).
Se utiliz el nombre de bosques secos basndose
en los conceptos de Veillon (1989), Murphy & Lugo
(1986; 1995) y Pennington et al. (2000; 2006), autores que consideran que bosques secos tropicales
los representan las comunidades vegetales situadas
UNELLEZ-Guanare, Programa de Ciencias del Agro y el Mar, Herbario Universitario (PORT), Mesa de Cavacas, estado Portuguesa. VENEZUELA 3350
155
te observadas y documentadas para la regin llanera (Jahn, 1921; Pittier, 1937, 1942, 1948; Pittier &
Williams, 1945; Beard, 1946, 1955; Hueck, 1959,
1960, 1978; Tamayo, 1958; Veillon, 1989; Vareschi,
1992; Gonzlez et al., 2008).
Adicionalmente, este captulo contiene una gran
cantidad de referencias bibliogrficas de trabajos
realizados en bosques secos venezolanos, los
nombres cientficos de la gran mayora de estos
Figura 1. Mapa de vegetacin de Venezuela 2010, resaltando las regiones de bosques secos. (Extrado y adaptado por Carlos Pacheco Angulo, Julio2011 a partir del GlobCover-2009 by ESA & The Universit Catholiqu de Louvain)
SECTOR NORTE
Llanos Occidentales (Planicies aluviales recientes y
actuales, Planicies aluviales del Pleistoceno, Planicies Elicas con Mdanos, Planicies Elicas limosas)
El gran sector de los Llanos Occidentales, comprende la amplia llanura aluvial de la cuenca sedimentaria de Barinas-Apure, la cual comienza en la
156
Ro
EL SOMBRERO
Ro
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LEYENDA
A1:Altiplanicies de los Llanos Orientales
A2: Altiplanicies de los Llanos Centrales
50
50
100 Kilometers
Autor: R. Schargel
157
158
159
Figura 3. Explotacin madedera en la regin de los Llanos Ocidentales, sur del estado Portuguesa (Foto cortesa de T. Parcesepe).
160
pus pictus (Jebe), Inga nobilis (Guamo), y Alchornea schomburgkii y Myrcia subsessilis para los
bosques siempreverdes.
161
162
Los Llanos orientales estn separados de los Llanos centrales por las cuencas de los ros Manapire
al sur y Unare al norte. Este sector est constituido
por la depresin de Unare, los sistemas de planicies
y altiplanicies del centro-norte del estado Anzotegui, oeste y centro de Monagas, por la planicie
cenagosa noreste del estado Monagas y las llanuras coluvio-aluviales del sureste de Anzotegui y
suroeste de Monagas, hasta el gran valle aluvial de
desborde de la mrgen izquierda del ro Orinoco al
sur de Anzotegui y Monagas en los lmites con el
Delta del ro Orinoco. El paisaje dominante es el de
altiplanicie, las cuales se conocen en la regin con
el nombre de mesas. Las mesas, se encuentran
separadas entre s por sistemas de valles internos
(vegas y terrazas) formando farallones o una serie
de glacs coluviales (Schargel, 2007). Los suelos
por lo general son arenosos, profundos, con baja
retencin de humedad y de muy pobre fertilidad
natural, condiciones que determinan que las mesas
se encuentran cubiertas por grandes extensiones
de sabanas dominadas por Tracypogon (Montes y
San Jos, 1995), elementos arbreos dispersos y
Morichales (Pittier, 1942; Gonzlez, 1987).
La vegetacin boscosa en los Llanos orientales est
constituida por diferentes transiciones de bosques
hmedos, secos a muy secos y Morichales situados
en las terrazas y vegas de los valles, por donde
corren los principales ros de la regin (ros Zuata,
Pao, Chivata, Caris, Amana, Tigre, Morichal largo,
Uraco) y por los extensos bosques de rebalse a lo
largo del ro Orinoco.
En el sector de la cuenca baja del ro Unare, en los
predios de la extinta Misin Franciscana de Pirit,
se realizaron las primeras colecciones botnicas del
pas por Pehr Lefling y Benito Paltor en 1755 (Lucena-Giraldo, 1990; Lucena-Giraldo y de Pedro,
1992). En este sector la vegetacin se encuentra
sobre colinas y altiplanicies de denudacin en rocas
del Terciario, observandose una mezcla de bosques
bajos y matorrales xerfilos con presencia de Bonellia loeflingii (Trompilllo), especie endmica de
Venezuela. Informacin previa hace referencia que
no se conocen aspectos en detalle acerca de la
estructura y composicin florstica en los sectores
medios y bajos de esta interesante cuenca (Huber &
Alarcn; Aymard, 2005; Aymard y Gonzlez, 2007),
lo cual no es cierto. En 1960, J. P. Veillon, estableci tres parcelas al oeste de Clarines, una de 10 Ha
(Cerro Macuare), otra de 4 Ha (Sabana Redonda) y
una de 6.25 Ha situada en el Cerro El Coco (Veillon,
1995). Utilizando un DAP 10 cm, se identificaron
62 especies, se midieron 6.227 rboles con una
rea basal de 234,75 m. Estos bosques estaban
dominados por numerosos individuos de Handroanthus serratifolius (Puy o Curarire) Bourreria
esxucca (Guatacaro), Gyrocarpus americanus
(Mara o Volador), Pereskia guamacho (Guamacho), Simira klugei (Paraguatn), Machaerium
163
Al norte de la ciudad de Maturn, se distinguen varias comunidades boscosas, destacan bosques con
presencia de Duguetia lucida, Casearia zizyphoides
y Albizia niopoides var. niopoides. Al norte de Jusepn, se reconocen bosques dominados por Calliandra cruegeri, C. laxa var. laxa (Clavellinos ),
mezclados con Lonchocarpus hedyosmus (Mahomo negro), Strychnos fendleri (Cruceto real),
Pradosia caracasana (Trompillo), Ximeria americana (Limncillo ) y Zanthoxylum syncarpum (Paneque blanco ). En 1952, V. Vareschi estudo cerca
de la poblacin de Quiriquire, bosques de baja altura dominados por Luehea candida (Guacim cimarrn), Spondias mombin (Jobo), Astronium
graveolens, Chloroleucon mangense var. vincentis
(Vareschi, 1992).
En el sector noroccidental del Estado Monagas, en
paisajes de colinas altas de la formacin Las Piedras, los bosques presentan tres estratos arbreos,
las especies de mayor abundancia son Bursera
simaruba, Lonchocarpus fendleri, Bulnesia arborea
y Handroanthus chrysanthus. Al norte de Cacara de
Maturn, en colinas sobre suelos calcreos se estudiaron dos comunidades compuestas por una mezcla de rboles no mayores de 15 m de altura (Aymard y Farreras, 2009a). La primera est constituida por bosques dominados por Bourreria exsucca
(Guatacare), Croton niveus (Carcanapire), Erythroxylum gracilipes, Anadenanthera peregrina y colonias de los cactus Subpilocereus repandus y
Opuntia caracasana. La otra comunidad estuv
representada por bosques bajos muy intervenidos
de galera, dominados por Pisonia macranthocarpa,
Abutilon giganteum (Escoba), Senna atomaria,
Maclura tinctoria (Mora), Lonchocarps pictus y L.
fendleri. Al oeste de Maturn, en la cuenca del ro
Aragua, Calzadilla y Lrez (2008) han registrado
bosques situados en llanuras y colinas, uno de galera, cuyas especies dominantes son Brownea
coccinea subsp. capitella, Siphoneugena dussii,
Mouriri rhizophoraefolia y Lonchocarpus hedyosmus. La otra comunidad esta compuesta por bosques decduos situados en colinas y zonas planas
donde predominan Bourreria exsucca, Vachellia
164
165
166
tal).
Al norte de la fila La Enjalma, sur de Chivacoa,
estado Yaracuy, existan bosques de mediana altura
sobre suelos arcillosos, datos de una parcela de 3.5
Ha, muestran 937 individuos con un DAP 10 cm
en 108 especies (Veillon, 1997). Esta comunidad
estaba dominada por Psidium sartorianum (Guayabito), Hura crepitans (Jabillo), Brownea grandiceps
(Rosa de montaa), Coursetia ferruginea (Lubira)
y Coccoloba sp. (Quisanda).
La regin central posea una cantidad considerable
de bosques secos, destacan las comunidades situadas en el eje San Carlos-Tinaquillo-Valencia, los
bosques de los valles del Tuy en el estado Miranda
y los localizados al norte de la Cordillera del Interior
en el estado Aragua. Al noreste del estado Miranda,
cerca de la poblacin del Guapo, Gonzalez (2003a)
localiz dos tipos de comunidades boscosas, una
dominada por Trichilia pallida, Bathysa pittieri, Melicoccus oliviformis, Bursera simarouba y Lonchocarpus dipteroneurus, la otra estaba constituida por
Pseudopiptadenia pittieri, Senegalia polyphylla y la
endmica Machaerium grandifolium.
En la regin Oriental los bosques secos de tierras
bajas se encuentran mezclados con bosques muy
bajos, matorrales espinosos y cardonales. Destacan
las comunidades localizadas en la regin litoral, al
norte de los estados Anzoategui, Monagas y sureste de Sucre; aparte del sector de la cuenca del ro
Unare (el cual fue tratado en la seccin de los Llanos), no se conocen estudios detallados acerca de
la estructura y composicin florstica de estas regiones. El estado Nueva Esparta posee una apreciable
extensin de bosques secos, Gonzlez (2007)
describe un bosque bajo con matorral armado y
cardonales situados en el sector noreste de la
pennsula de Macanao, la cual se encuentra consti-
SECTOR SUR
Los bosques secos de la Guayana venezolana
estn compuestos por un mosaico de vegetacin
situada en lomeros, valles y en las planicies aluvionales de los principales ros que desembocan en la
mrgen derecha del ro Ornoco (Daz & Rosales,
2005, 2006; Daz, 2009), los cuales han sido objeto
de numerosos estudios por encontrarse en este
sector el proyecto hidroelctrico del bajo ro Caron,
el cual provee la mayor fuente de energa elctrica
del pas. Los estudios en detalle de los bosques
secos guayaneses comenzaron a travs de las
numerosas colecciones botnicas realizadas por Ll.
Williams (Imataca, bajo y medio ro Caura) de 19391944, J. J. Wurdack (medio ro Orinoco, Hato La
Vergarea, Imataca y Cerro Bolvar) de 19551956, L. Aristeguieta (sector Ciudad Bolvar-Puerto
Ordaz) en 1961, L. Marcano-Berti (Imataca) de
1964-1965, los proyectos Reconocimiento Agropecuario-Forestal del Oriente de la Guayana Venezolana (Santaromita, 1961), el inventario forestal e
investigacin dendrolgica realizado en 25.000 km
de la Reserva Forestal Imataca durante los aos
1964-67 (FAO, 1970), y la instalacin de una parcela de 10 Ha en el mismo sector en 1976 (Veillon et
al., 1976). Los resultados de estas colecciones y
proyectos permitieron conocer que esta regin posea numerosos tipos de bosques con abundantes
maderas valiosas, una flora con numerosos endemsmos (ej. Calycorectes enormis, Paullinia nuriensis, Picramnia nuriensis Piptadenia imatacae,
para los mltiples estudios que se realizaron posteriormente en este importante sector del pas.
Al noroeste de la Reserva Forestal Imataca, en el
sector del ro San Jos, estado Bolvar, Daz et al.
(2010) estudiaron bosques altos sobre vegas peridicamente inundables con abundancia de Croton
megalodendron (Canelo), Carapa guianensis (Carapa), Pentaclethra macroloba (Clavellino),
Eschweilera decolorans (Cacao), Licania densiflora (Hierrito) y Neea bernardii, esta ltima especie
es endmica de Venezuela (Aymard, 2003).
En el sector comprendido de Puerto Ordaz hasta el
norte de El Dorado, se encuentran grandes porciones de bosques secos mezclados con bosques
hmedos. Al noroeste de Upata, sobre suelos laterticos, J. P. Veillon instal tres parcelas de 2 Ha
cada una en 1959; utilizando un DAP 20 cm midi
1133 individuos e identific 86 especies (Veillon,
1997). Estos bosques no presentaban individuos
mayores de los 30 m de altura, y estaban dominandos por siete especies: Macrolobium bifolium (Za-
167
En el raudal Arata (aprox. 03 - 03-17 N; 64 25-29 O), en el medio ro Ocamo, en alto Orinoco,
se encuentran las nicas comunidades de bosques
secos rodeadas por una regin con altas precipitaciones en el Amazonas venezolano. Entre 1990 y
1991 personal del proyecto Inventario de R.N. R. de
la CVG-TECMIN estudiaron estas comunidades
encontrando numerosos elementos comunes en
bosques secos, en los que destacan: Adelia ricine-
168
El elemento llanero-caribeo est bien representado en todos los sectores que componen el bosque
seco venezolano; innumerables son las especies
que pertenecen a esta provincia fitogeogrfica
(Takhtajan, 1986), algunos ejemplos importantes
son: Cordia alliodora, Pithecellobium lanceolatum,
Prionostemma aspera, Roupala montana, Calliandra laxa var. laxa, Samanea saman, Enterolobium
cyclocarpum, Beurreria exsucca, Byrsonima crassifolia, Gouania polygama, Ormosia macrocalyx,
Arrabidaea mollissima, Pachira quinata, Melicoccus
bijugus, Adelia ricinella, Senegalia hayesii, Machaerium biovolatum, Myrospermum frutescens, Pterocarpus acapulcensis, Guettarda divaricata, Hirtella
americana, Licania apetala var. aperta, Apeiba tiborbou, Genipa americana var. caruto, Platymiscium pinnatum, Zanthoxylum caribaeum y Crateva
tapia.
Los bosques secos decduos de los Llanos Orientales, tienen como caracterstica florstica la presencia
de varias especies del gnero Lonchocarpus (L.
fendleri, L. hedyosmus, L. pictus y L.punctatus),
tambin son comunes Piscidia carthaginensis
(Barbasco), Bourreria exssuca (Guatacare), Bulnesia arborea (Vera), Quadrella odoratissima
(Olivo), Gyrocarpus americanus (Mara o Volador), Simira klugei (Paraguatn) y Molinocarpa
tenuis.
Los bosques de los Llanos Centrales tienen como
elementos florsticos tpicos a Copernicia tectorum
(Palma llanera), Caesalpinia mollis, Copaifera
pubiflora (Aceite), Senegalia polyphylla (Tiamo) y
Handroanthus serratifolius (Curarire). En los bosques de los Llanos Occidentales son comunes Anacardium excelsum (Mijao), Samanea saman
(Samn), Ormosia macrocalyx (Peoni), Astronium graveolens (Gateado), Pradosia caracasana
(Chupn), Piptadenia robusta, Cupania america-
na, Platymicium pinnatum, Lonchocarpus hedyosmus, Cordia coloccoca y las palmas Acrocomia
aculeata, Syagrus sancona y Attalea butyracea.
docordia punctata, Tournefortia candidula, Platypodium elegans, Geoffroea spinosa, Dasiphyllum vepreculatum y Fissicalyx fendleri. Otro interesante
169
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LEYENDA
Ciudades
Hidrografa
Vialidad
Bosques
Bosques y Sabanas
Sabanas eutrficas
Sabanas oligotrficas
E
S
100
0
Kilometros
100
Figura 4. Estimacin de la distribucin de los tres grandes sectores de bosques de lo Llanos Venezolanos a principios de 1950 (Schargel, 2007).
170
Figura 5. Mapa de vegetacin de Venezuela, resaltado las regiones de bosques secos y los diferentes grados de intervencin (GDI). (Elaborado por
Yamil Madi, Julio-2011)
171
AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen a Carlos Pacheco (ULA),
Yamil Madi (MINANB) por la elaboracion de los
mapas de vegetacin, a R. Linares-Palomino y T.
Pennington por suministrar informacin no publicada, y a Nidia Cuello (UNELLEZ-Guanare) por la
revisin del manuscrito.
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INTRODUCCIN
Las plantas, por su papel fundamental en los ecosistemas, representan uno de los elementos ms
importantes para caracterizar las unidades de distribucin geogrfica. Humboldt en 1805, propuso un
sistema de distribucin de las especies, al cual
llam Geografa Botnica, donde estableci las
distribuciones altitudinales de las formaciones vegetales con ciertos taxa dominantes. Desde 1823,
cuando J. F. Schouw propuso su modelo inicial de
ordenacin de las especies en la biota, se han formulado diferentes modelos encaminados a explicar
la distribucin de las plantas en la tierra.
Algunos de estos modelos han tomado como elementos
discriminantes,
diferentes
unidades
taxonmicas (especies, gneros, familias), los cuales se denominan sistemas corolgicos (Good,
1964; Emberger, 1942; Meusel, 1965; Takhtajan,
1986). Otros autores han asignado una mayor importancia a los datos de la vegetacin (comunidades vegetales) y al clima, informacin utilizada para
el establecimiento de unidades tipolgicas de distribucin, llamados sistemas vegetacionales o geobotnicos (Engler, 1896; Schimper, 1898; BraunBlanquet, 1964; Gaussen, 1955; Schmithsen,
1959; Rivas-Martnez, 2005a,b). La importancia y
solidez de los sistemas biogeogrficos a travs del
estudio de la distribucin de los seres vivos y sus
cambios en el tiempo a distintas escalas, es lo que
se conoce como Biogeografa, la cual se apoya, no
solo en la flora y fauna, sino en otros campos cientficos como la geografa, edafologa, bioclimatologa,
fitosociologa, ecologa y la paleontologa. No obstante, las unidades que establecen ambos sistemas,
son coincidentes en las de rango superior (reino,
regin, provincia, sector, distrito), lo que hace que
los sistemas corolgicos y geobotnicos, en algunos aspectos sean superponibles.
De acuerdo a Schmithsen (1959), Bols (1963) y
Rivas-Martnez (2005a,b), las unidades de la biogeografa en orden jerrquico decreciente son: 1.
Reino biogeogrfico, 2. Regin biogeogrfica, 3.
Provincia Biogeogrfica, 4. Sector biogeogrfico, 5.
Distrito biogeogrfico, 6. Comarca biogeogrfica, 7.
Elemento de paisaje y 8. Tesela. Entre estas, la
fundamental es la Tesela, definida como un espacio
geogrfico de extensin variable, homognea
Grupo GIMEFOR, y Herbario MER Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales, Universidad de Los Andes, Mrida, Venezuela, email: cocoguevaragonzalez@yahoo.com, remigio@ula.ve. Jardn Botnico, Universidad de Valencia, Valencia Espaa. Centro de Conservacin de Recursos Fitogenticos, Ministerio
del Poder Popular para el Ambiente, Maracay, estado Aragua. Venezuela
178
ANTECEDENTES
A la llegada de los espaoles, los bosques que
ocupaban el territorio de la actual Venezuela, supuestamente estaban ligeramente impactados por
las actividades de los aborgenes, quienes utilizaban sus recursos con un cierto sentido sustentable
de manejo, lo que permita la recuperacin de stos
en poco tiempo. El nuevo modelo de explotacin
aplicado por los europeos, inicia daos considerables a los bosques, en virtud que las nuevas especies introducidas necesitaban grandes reas despejadas para su cultivo, parte de las cuales se lograban a expensas de los bosques naturales. Para
Veillon (1976), el rea de los bosques situados al
norte del ro Orinoco haba sido reducida a su mnimo (por lo menos en el Llano venezolano) a principios del siglo XIX. El mismo autor considera que
hubo una recuperacin de la superficie ocupada por
el bosque, entre 1920-1950, lapso coincidente con
el abandono de los campos ocasionado por el xodo de la poblacin rural hacia los centros de actividad petrolera y por la prdida del valor de los productos agrcolas de exportacin. Est visin deja en
claro, que el avance o retroceso de las reas boscosas est relacionada al dinamismo de la actividad
humana. Rojas-Lpez (1993) indica que la poblacin de los llanos occidentales pas de 214.000
179
Tabla N. 1. Tipos de Vegetacin descritos por diferentes autores para el rea de estudio.
Holdridge Fide; Ewel y Madriz (1968),
Ewel et al. (1976), Veillon, (1985)
Bosque Seco Tropical/Bosque Hmedo
Tropical
Hueck (1960)
180
181
del ro y en el dique o albardn; un poco ms alejado se depositan los limos y, al final, cuando las
aguas se estancan, se depositan las arcillas. Estos
depsitos conforman un microrelieve particular en
los llanos occidentales, que los llaneros identifican
con nombres locales de banco, bajo y estero, los
cuales concuerdan con los trminos geomorfolgicos de dique, napas de explayamiento y cubetas de
Decantacin. Estas unidades representan posiciones geomorfolgicas con caractersticas particulares que las diferencian claramente.
Clima
La regin presenta un clima que va de subhmedo
a hmedo, las isotermas que contienen el rea son
las de 24 C y 27 C de temperatura promedio
anual, mientras que las precipitaciones oscilan entre 1.300 y 2.400 mm, con 4 5 meses secos al
ao. Utilizando la clasificacin de Rivas-Martnez
(2008), se pueden ubicar estas reas en los bioclimas Pluviestacional Infratropical Subhmedo
Pluviestacional Infratropical Hmedo (Lew, 2001).
Es evidente una diferencia en los datos de precipitacin presentados en las ltimas dcadas, por
diversos estudios y mapas, en el caso de los llanos
del Orinoco. Para el caso del rea que nos ocupa, al
analizar el mapa de isoyetas que aparece en el
Atlas de Vegetacin del MARNR (1985), se observa
que la curva de precipitacin 1.500 mm corre paralela y ligeramente inclinada entre los 7 y 8 grados
de latitud norte, desde el este de Apure hasta doblar
ca. 50 km de la cordillera en direccin noreste, en
los estados Barinas y Portuguesa (corriendo paralela a los Andes). Mientras que las curvas de 2.000 y
2.500 mm, forman una faja muy estrecha en el piedemonte andino y en el suroeste llanero entre los 6
y 7 grados, al oeste de Apure, este de Tchira y
suroeste de Barinas. Segn este mapa la curva de
los 2.000 mm (que viene a travs del estado Bolvar, al norte del paralelo 5) no alcanza el sur del
estado Apure, a pesar de que se incrementa en este
estado, como en toda el rea, de sur a norte a partir
de los 1.500 mm.
Un aspecto muy diferente presenta el mapa ms
reciente presentado por Duno et al., (2007) en el
Catlogo de la Flora de los Llanos, basado en registros de Hidrologa del MARNR (2004), en el cual se
observan una curva de 1.400 mm que desde los
estados Cojedes y Portuguesa ondula por Gurico
hacia el este, y una curva cerrada de 1.600 mm que
ondula a travs de Barinas, sur de Portuguesa y
Cojedes, hasta tocar el SO de Gurico y ligeramente la costa del Apure. Hacia el centro de Cojedes,
una pequea curva de 1.600 mm circunscribe la
parte media de la cuenca del ro homnimo.
La curva de los 1.800 mm va paralela a los Andes,
desde Portuguesa, a lo largo de Barinas, y oeste de
Apure, finalmente toma rumbo este, por la mitad del
estado Apure. Muy unidas al piedemonte se des-
182
arrollan curvas de 2.000, 2.200 y 2.400 mm en Barinas y Portuguesa, extraamente este mapa no
presenta el este de Tchira y el oeste de Apure con
precipitaciones mayores a los 2.000 mm, a pesar de
que el autor citando a Bono (1996), seala en el
texto la existencia de este ncleo de precipitaciones
por encima de los 2.500 mm (con un mximo de
3.363 mm).
En cualquiera de los casos, se hace evidente que la
regin que nos ocupa presenta sectores climticos
bien definidos uno hacia el noreste, que va de seco
a subhmedo, incrementndose la precipitacin y
disminuyendo los meses secos hacia el sur y el
oeste, las curvas de precipitacin 1.500 en uno de
los mapas y 1.600 en el otro dividiran estos dos
sectores.
De acuerdo al mapa bioclimtico presentado por
Rivas-Martnez et al. (2008), el noreste de la zona
de estudio corresponde a un bioclima Pluviestacional Infratropical Subhmedo, mientras que el centro
y suroeste a uno Pluviestacional Infratropical
Hmedo.
RESULTADOS Y DISCUSIN
En el mapa de Hueck (1960) (Figura 1), se resalta
en una lnea negra los lmites del bloque selvtico
en su contacto con otras formaciones boscosas de
los Andes, la Cordillera de la Costa y otros sectores
del propio llano. Hacia el este se marca en lneas
punteadas, la posible frontera entre el bloque de
selvas del distrito con los bosques secos del norte
de Cojedes, Gurico y Anzotegui; los mismos fueron ubicados por Hueck en la misma formacin (3).
Dentro del rea boscosa estudiada, coexistan otras
formaciones de vegetacin herbcea en ``calcetas
dentro del bosque, clasificadas por Hueck como 13
y 17 (estepas de gramneas). En los piedemontes,
las quemas frecuentes contribuyeron al incremento
de los chaparrales, los cuales formaron extensas
manchas de vegetacin (12).
Las selvas de San Camilo, Caparo, Ticoporo, y
Turn, formaban los ncleos mayores de esta gran
rea boscosa, la cual se completaba con los sectores de``montaas nombradas en la introduccin.
Otras ``selvas que aparecen en levantamientos
cartogrficos, forman parte de otras mayores, como
Cutuf, dentro de San Camilo, Canagu en Ticoporo, o colindan con bosques del piedemonte como
las de Tucupido y Masparro.
Estos lmites coinciden con los propuestos por
Schargel (2007), en su mapa de la vegetacin original para los llanos de Venezuela, regin que va
desde San Camilo en la frontera con Colombia,
hasta los alrededores de San Carlos, sector que
contiene las formaciones marcadas con los nmeros 11, 12, 14, 21 y 26 en color verde oscuro (Bosques), y verde agua, respectivamente. El bloque
marcado con el nmero 21 de color verde agua al
183
pueden presentar para distintas series de vegetacin del rea estudiada desde el piedemonte hasta
las cercanas de la cota 100 m., donde comienzan
las sabanas eutrficas y se inicia otro sector geogrfico llanero, denominado planicies elicas limosas y la altiplanicie del apure meridional (Schargel,
2007).
Figura 4. Perfil esquemtico de una serie de vegetacin del rea de estudio (pica 8 en la Estacin Experimental Caparo, estado Barinas, Venezuela).
CONCLUSIONES
Es evidente que un rea como la estudiada posee
una cantidad importante de especies en su composicin florstica original, por lo que se considera que
todo este territorio ocupado por las Selvas Alisias,
por su composicin florstica, vegetacional, bioclimtica, geomorfolgica, geolgica y edfica, representa una unidad biogeogrfica, al menos a nivel
de Comarca, tambin denominada mosaico local
(Bols, 1963) y Wuchsdistrict por Schmithsen
(1959) (Figura 5).
184
sis, Lorostelma venezolanum, Caladium steyermarkii, Philodendron buntingianum, Ouratea pseudomarahuacensis, Critoniopsis aristeguietae (sin. Vernonia aristeguietae), Dicranopygium aristeguietae, y
Mouriri barinensis. Especies caractersticas de esta
zona son la palma Aiphanes horrida, y los rboles,
Himatanthus articulatus, Pseudonamomis umbelliferae, Porcelia venezuelensis y Guatteria pilosula,
hacia el piedemonte (300 y 150 m), Pouteria reticulata y Pachira quinata por debajo de los 150 m de
altura. Las palmas Attalea butyracea y Syagrus
sancona, se distribuyen en toda el rea de precipitaciones mayores a los 1.500 mm.
Igualmente, hay especies cuya presencia se incrementa de norte a sur, son dominantes fitosociolgicamente Cordia thaisiana y Coccoloba padiformis.
Por el contrario, algunos taxa de distribucin
amaznica occidental (Bolivia, Per, Ecuador y
Colombia) tienen en esta zona su distribucin ms
septentrional, como es el caso de Trichilia surinamensis (sin. Trichilia maynasiana), Strychnos schultesiana, S. tarapotensis, Dalechampia juruana y
Couepia ulei.
185
AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen a Gerardo A. Aymard C.
(UNELLEZ-Guanare) y Nidia Cuello A. (UNELLEZGuanare) por la revisin del manuscrito, a Leidy
Rodrguez por la elaboracin de los mapas, a Luis
Rondn la elaboracin del perfil y al personal tcni-
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188
de
Venezuela.
Venezuela.
INTRODUCCIN
En un pas como Venezuela, cuya diversidad fisiogrfica y biolgica es tan heterognea, es prcticamente imposible realizar un inventario detallado
de todos los ecosistemas presentes. Sin embargo, a
travs del estudio por bioregiones es posible generar informacin original acerca de la biodiversidad y
los niveles de conservacin de estas (Dinerstein et
al., 1995; Aymard et al., 2009). Una de las caractersticas ms interesantes que posee el pas, es la
marcada estacionalidad de las precipitaciones,
patrn que determina un prolongado perodo de
sequa el cual afecta notoriamente la estructura,
composicin florstica y funcionamiento de numerosas comunidades vegetales situadas al norte del ro
Orinoco (Veillon, 1989; Gonzlez, 2003). Entre estas se ubican los bosques deciduos o caducifolios, o
con cierto grado de decidualidad, comunidades
ampliamente conocidas como bosques tropicales
estacionalmente secos o los bosques secos tropicales (Murphy & Lugo, 1986; 1995; Pennington et al.,
2000; 2006). El bosque seco tropical tambin se
define como una comunidad con una pronunciada
estacionalidad de las lluvias (Mooney et al., 1980;
1995), con una vegetacin donde ms del 50% de
las especies son decduas (SnchezAzofeifa et al.,
2005). En general, los bosques secos, son la expresin de un conjunto de estrategias ecofisiolgicas
de sus componentes que les permiten evadir el
estrs hdrico que se presenta en la poca de sequa, lo cual determina en buena parte su fisionoma,
estructura y fenofases. La cada de las hojas si bien
es un fenmeno estacional, dista de ser simultaneo
para las especies que lo componen, dependiendo
del comportamiento de stas y de las condiciones
hdricas del sitio en el cual se encuentran (posicin
fisiogrfica y topogrfica, caractersticas de los
suelos, exposicin, vientos y otros) y del grado
particular de resistencia a la sequa que desarrollen
las comunidades vegetales (Beard, 1946; Vareschi,
1982; Veillon, 1995; 1997). En relacin a los bosques secos en Venezuela, Ewel y Madriz (1968)
sealan que esta unidad vegetal cubre ms rea
que cualquier otra zona de vida en el pas. En su
mayor parte est ocupado por los llanos, pero tambin incluye otras reas al sur del Orinoco, Cordillera de la Costa, Andes y el Lago de Maracaino. El
lmite altitudinal inferior es el nivel del mar y el lmite
Universidad del Zulia. Facultad de Agronoma. Escuela de Ingeniera Agronmica. Departamento de Botnica. Maracaibo. Venezuela. vfigueroa@fa.luz.edu.ve
189
b)
190
191
192
Tabla 1.- Cinco especies con el mayor ndice de valor de importancia (IVI) por parcela
ESPECIE
P1
P2
NI
IVI
Senegalia polyphylla
30
96,98
Croton argyrophyllus
27,29
P5
IVI
Senegalia polyphylla
11
32,69
Casearia sylvestris
34
27,70
Belencita nemorosa
31
26,54
24,15
Astronium graveolens
23,26
Caesalpinia punctata
17
21,89
Calliandra surinamensis
19,72
Guatteria foliosa
40
19,34
Senegalia polyphylla
42
57,95
Alseis labatioides
26
24,56
Guateria foliosa
18
20,52
Machaerium arboreum
25,37
Cochlospermum vitifolium
25,23
P7
Coccoloba striata
23,00
Bursera simaruba
17,61
Machaerium arboreum
16,77
Caesalpinia punctata
14,42
Pterocarpus acapulcensis
15,52
23
60,03
Enterolobium cyclocarpum
14
31,21
21,90
26,36
Brownea coccinea
21
18,08
Belencita nemorosa
P4
P6
NI
Centrolobium paraense
Machaerium arboreum
P3
ESPECIE
Senegalia polyphylla
P8
Cereus hexagonus
16,74
Platymiscium pinnatum
14,45
Alseis labatioides
16
16,26
Senegalia polyphylla
13,88
Casearia praecox
15
16,15
Senegalia polyphylla
43
51,34
Casearia sylvestris
29
26,14
Machaerium arboreum
13
22,92
Marsdenia macrophylla
29
22,47
Leucaena leucacephala
15
21,92
P9
Alseis labatioides
26
21,70
Vitex compresa
22
20,00
Senegalia polyphylla
19,67
Hippocratea volubilis
18
16,85
Hippocratea volubilis
26
19,20
Senegalia polyphylla
56
62,39
Senegalia polyphylla
25
36,62
Alseis labatioides
42
38,67
Belencita nemorosa
20
20,52
Machaerium robiniifolium
11
27,01
Machaerium robiniifolium
11
19,32
Serjania curassavica
24
21,93
Casearia sylvestris
12
14,51
Erytroxyllum caribaeum
26
10,61
Alseis labatioides
12
11,90
P10
193
194
CONCLUSIONES
En Venezuela, es posible reconocer un incremento
marcado en la complejidad estructural del bosque y
su riqueza florstica, cuando las precipitaciones
sobrepasan los 1000 mm/ao. Es importante desta-
car, que los bosques tropicales caducifolios presentan variaciones estructurales y cambios en la composicin florstica, cuando la lluvia total anual se
incrementa sobre los 1.200 mm y se reduce el
27,12
P3
P4
P5
P6
P7
P8
P9
P10
22,22
26,09
27,12
29,51
22,22
37,68
32,84
32,91
56,10
54,55
41,03
65,00
38,36
47,73
44,19
46,94
65,22
39,02
42,86
54,55
41,30
44,44
50,98
63,64
62,22
67,47
53,06
50,00
61,11
65,00
65,75
47,73
46,51
57,14
56,00
48,89
50,00
62,00
45,78
46,91
51,61
64,58
68,52
P5
P6
P7
P8
P9
71,70
AGRADECIMIENTOS
Se agradece a Gerardo Aymard por la revisin crtica del manuscrito.
BIBLIOGRAFA
Ayala J. y N. Zambrano. 1987. Inventario florstico y ecolgico de
los sectores Burro Negro y Aricuaiz del estado Zulia. Tomo I.
Informe de pasanta realizada en Tablica, como requisito
parcial para optar al ttulo de Ingeniero Forestal, Facultad de
Ciencias Forestales, Universidad de los Andes, Mrida, Venezuela.
Aymard G., R. Schargel, P. Berry y B. Stergios. 2009. Estudio de
los suelos y la vegetacin (estructura, composicin florstica
195
196
Instituto de Zoologa Tropical, Facultad de Ciencias, Universidad Central de Venezuela, Caracas 1041-A, Venezuela
197
cuales fluyen sobre un basamento de fondo arenoso con ambas mrgenes bordeadas por albardones,
tanto en el Delta Superior como en parte del Medio,
y las denominadas negras. Estas ltimas, discurren en los caos laterales a los principales, predominantemente en el Delta Medio e Inferior, no poseen sedimentos minerales en suspensin, no exis-
Figura 1. Se indican las distintas regiones naturales en las que se ha dividido la planicie costera del Delta del Orinoco (MARNR, 1979)
198
El dragado del canal principal por parte de la Orinoco Mining y la disposicin de los sedimentos arenosos en distintas localidades de los bancos convexos
de albardn de orilla del cao Macareo, ha trado
como consecuencia alteraciones en la estructura
vertical de este tipo de bosque, al originar la muerte
localizada de los individuos arbreos originalmente
presentes y su reemplazo por otros de especies
altamente helifilas e intolerantes a condiciones de
nivel fretico alto, como es el caso de Cochlosper-
199
200
este patrn mixto de vegetacin hace contacto lateral con un tipo de paisaje denominado planicie cenagosa con suelos permanentemente mal drenados
e inmaduros del tipo de los Hydraquents.
torral nunca antes se haba caracterizado en el
Delta del Orinoco.
En el mapa de vegetacin del Delta del Orinoco a
escala 1:250.000 elaborado por Canales (1985)
estas comunidades aparecen con la denominacin
de bosquete de pantano, aunque en el texto
acompaante al mapa no se hace una descripcin
de este tipo de comunidad. Esta comunidad donde
predomina el tipo de matorral medio medio siempreverde de pantano, ocupa grandes extensiones
en el Delta Superior entre el casero denominado
Paloma y la poblacional del Tirital. La parte central
de esta unidad es drenada por el cao Macareito.
Este tipo de vegetacin, presenta distintas facies
entre las cuales se reconoce una, que es la de mayor representatividad en rea. Esta, presenta un
estrato leoso inferior, donde los individuos de
Symmeria paniculata constituyen la especie de
mayor abundancia relativa. Este estrato, se puede
presentar con un dosel ms bien abierto y adems
de la especie indicada, en ste, aparecen tambin
individuos de Machaerium lunatum, Mimosa pigra,
En sectores con menor cobertura leosa, se presentan individuos de 3 a 4 m de Montrichardia arborescens y sobre estas la liana herbcea Mikania
micrantha. Sobre el estrato leoso del matorral,
existe otro arbreo, emergente y discontinuo conformado nicamente por Macrolobium acaciifolium
con una altura entre 8 a 10 m.
Bosque de bajo a medio siempreverde de Macrolobium acaciifolium y Symmeria paniculata presente
en las planicies cenagosas.
Aguas arriba de la desembocadura del cao Macareito en el cao Macareo, se caracteriz un bosque
asociado a la napa de desborde donde el estrato
arbreo superior est dominado por individuos de
Macrolobium acaciifolium y Mouriri guianensis, ambos de hasta 15 m, tambin estan en muy baja densidad Sapium glandulosum y Nectandra pichurim. El
estrato arbreo inferior (5 a 8 m) est conformado
por individuos de Mouriri guianensis y de Symmeria
paniculata. En el sotobosque hacia las zonas ms
iluminadas, est presente Bonafousia siphilitica. En
este tipo de bosque la inundacin estacional es por
5 meses y la lmina de agua alcanza una altura de
hasta 2,5 m, esta condicin lo diferencia de los
matorrales de pantano previamente mencionados
donde la lmina de agua es de carcter permanente. En otras localidades se pueden presentar parches de este tipo de matorral donde no este presente el estrato emergente de Macrolobium acaciifolium
201
y el estrato leoso est dominado por rboles pequeos de 6 m de altura de Ficus maxima.
Matorral medio denso de pantano de Erythrina fusca asociado a reas de decantacin y planicies
cenagosas.
Hacia el muro que limita Tucupita, cerca del casero
de Palo Blanco y el sector Sagarey se produce un
cambio florstico en la fisionoma y pasan a ser dominantes los individuos de Erythrina fusca que se
ramifican cercanos a la base. Sin embargo, la fisionoma de la comunidad es de tipo de matorral medio denso de pantano, ya que los individuos presentan una altura no mayor de 6 m. En este tipo de
matorral denso, la otra especie acompaante, est
constituida por individuos de 3 a 4 m de altura de
Montrichardia arborescens, que interrumpen la
continuidad de la matriz casi monoespecifica de
Erythrina fusca.
202
en algunos casos emergiendo sobre el estrato arbreo superior, individuos de 35 m de Ceiba pentandra. El segundo estrato de 5 a 12 m es discontinuo
y est conformado por Gustavia augusta, Zanthoxy-
lum compactum, Casearia mariquitensis, Bixa urucurana, Cecropia peltata, Licania apetala y Cupania
americana. Se distingue un tercer estrato de 2 a 5
m, conformado por Bixa urucurana, Casearia mariquitensis, Bonafousia siphilitica, Palicourea triphylla,
Posoqueria longiflora y Psychotria capitata subsp.
inundata. Este estrato est dominado por la alta
densidad de individuos (1,50 a 3 m) de B. siphilitica
y Gustavia augusta, lo que le imprimen un particular
carcter fisionmico a este tipo de bosque.
pistaciifolia, esta ltima especie representa el primer registro para el Delta. Lo tpico de estos bosques, es la presencia de un sotobosque relativamente denso, constituido por individuos de caf y
cacao, con una altura que varan entre 1,70 a 5 m.
La falta de recoleccin de los frutos del caf por
motivos econmicos, ha trado como consecuencia
que la gran mayora de los frutos maduros que caen
al suelo, germinen y coexistan altas densidades de
plntulas y juveniles. Tambin estn presentes en el
sotobosque Heliconia marginata, Bonafousia siphilitica y juveniles de Gustavia augusta y Sapium glan-
dulosum.
Ceiba pentandra, Spondias mombin, Gustavia augusta, Couroupita guianensis, Manilkara bidentata y
Toulicia guianensis. Este primer estrato est dominado por Spondias mombin y Gustavia augusta. En
el segundo estrato con una altura entre 5 a 12 m,
estn presentes subadultos de Gustavia augusta,
Toulicia guianensis, Coccoloba latifolia y Psychotria
capitata subsp. inundata. Se reconoce un tercer
estrato leoso entre 1 a 3 m constituido por juveniles de Gustavia augusta y colonias densas de la
palma Bactris pilosa, que en algunos sitios del bosque pueden conformar parches densos y continuos
con alturas de 4 a 5 m.
203
los individuos de esta especie, es que las ramificaciones a partir del tallo principal se producen por
encima de los 3 o 4 primeros metros y en general la
densidad foliar no es muy elevada. Si esto se combina con la separacin que existe entre los individuos, condiciona elevados valores de irradiancia
sobre la superficie de la lmina de agua, lo que
determina la presencia de un herbazal semileoso
de Montrichardia arborescens, el cual forma una
matriz relativamente continua con alturas de 3 a 4
m. Adems de los individuos de Erythrina fusca que
conforman el estrato arbreo superior, tambin se
observaron (aunque en muy baja densidad) individuos de Ficus maxima y Cecropia peltata. Los atributos fisicoqumicos de la columna de agua indican
un pH de 5.8, una conductividad de 0.1 mS/cm, un
valor de 19 unidades de turbidez nefelomtricas,
niveles de oxigeno disuelto del orden de 3.0 mg/l,
temperatura de 25 C y ausencia total de salinidad.
Sobre la matriz relativamente continua de Montrichardia arborescens, estn presentes individuos de
la liana semileosa Byttneria divaricata var. divaricata. La estructura vertical de esta comunidad, es
relativamente simple y como nica especie semiepifitica est presente sobre los troncos de Erythrina fusca, algunos pocos individuos de Monstera
adansonii. En el Delta Superior tambin existen
bosques de Erythrina fusca con un mayor desarrollo
estructural a consecuencia de la menor afectacin
de estas comunidades por la accin del fuego y el
hombre. En estos casos, los individuos pueden
alcanzar una mayor edad y un mejor desarrollo en
altura. Este tipo de comunidad, tambin se encuentra en el Delta Medio asociada a las planicies cenagosas que hacen contacto con los estrechos depsitos fluviales (bancos de albardn y napas de
desborde que posteriormente desaparecen aguas
abajo) presentes como una franja relativamente
angosta, a ambos lados de los caos de marea en
sus sectores asociados al Delta Medio, por lo que
se pospondr su descripcin de sus facies de mayor altura y complejidad florstica para incluir su
caracterizacin dentro las distintas unidades de
vegetacin boscosa presentes en el Delta Medio.
Se quiere destacar, que en otros sectores de Venezuela este tipo particular de bosque de pantano,
pierde totalmente las hojas durante el perodo de
sequa atmosfrica (ausencia de lluvias), aunque el
sustrato edfico est saturado de humedad o cubierto por una lmina de agua como es el caso en
algunas localidades del Estado Barinas (Gonzlez,
2010).
Bosque medio denso siempreverde de Spondias
mombin, Virola surinamensis y Sapium glandulosum asociado a bancos bajos de albardn de orilla
de los caos Pedernales y Cocuina en la transicin
del Delta Superior al Medio.
La mayor parte de estos bosques se extienden
desde el casero de la Horqueta hasta ms all de
204
Buenaventura. En este tipo de comunidad se reconoce un estrato arbreo superior con una altura de
25 a 30 m, el cual est constituido por Spondias
mombin, Virola surinamensis, Genipa americana,
Ceiba pentandra, Couroupita guianensis y Sapium
glandulosum. En algunos sectores tambin se determin la presencia de Tabebuia rosea, Ficus dendrocida, Mauritia flexuosa y Euterpe precatoria. Se
reconoce tambin un segundo estrato inferior, que
vara entre 5 a 10 m, el cual est conformado por
Casearia decandra, Cecropia peltata, Casearia
mariquitensis y Guarea guidonia. A lo largo de los
bancos de albardn de orilla del cao Pedernales,
el estrato arbreo inferior de esta comunidad ha
sido eliminado para sembrar cacao. Lo mismo sucede con el cao Cocuina, en el tramo que va desde la Horqueta hasta el sector de Calentura. En este
ltimo, el conjunto albardn-napa es ms estrecho
que en el de Pedernales y la mayor parte de estas
formas de terreno han sido plantadas con Cocos
nucifera.
y Calathea lutea. El suelo de origen mineral arcilloso e inmaduro y con un mal drenaje permanente,
pertenece al gran grupo de los Hydraquents, presenta una la lmina de agua a finales del mes de
Marzo que vara entre 30 y 40 cm.
Este tipo de bosque, limita con los parcialmente
intervenidos dominados por Spondias mombin,
Sapium glandulosum y Virola surinamensis presentes en el albardn y las napas de desborde. Los
bosques de E. fusca, cambian gradualmente, hacia
las zonas perifricas y centrales donde las planicies
de turba remplazan a las cenagosas con suelos
minerales, para formar comunidades de palmar
medio denso de pantano de Mauritia flexuosa.
En otras localidades del Delta Medio, los bosques
de E. fusca pueden pasar transicionalmente a los
denominados bosques medios densos de pantano,
dominados por Symphonia globulifera y Pterocarpus
officinalis. En ambos casos (posiblemente por alteraciones antrpicas asociadas a quemas), el gradiente puede estar interrumpido por herbazales de
pantano (donde todava se nota cierta presencia de
sedimentos fluvitiles), dominados por densas comunidades de Oryza rufipogon y Panicum grande,
que alternan con parches de Ludwigia leptocarpa,
Rhynchospora holoschoenoides y la liana Byttneria
scabra. Dicho estrato est interrumpido por individuos arbreos o en pequeos grupos de Erythrina
fusca y Mauritia flexuosa, con una altura que varia
entre 10 a 12 m.
Bosque medio denso siempreverde de pantano de
Macrolobium acaciifolium interrumpido por un estrato emergente y discontinuo de la palma Mauritia
flexuosa asociados a planos de turba en la planicie
cenagosa (Delta Medio)
Este tipo de bosque, el cual se describe por primera
vez para el Delta del Orinoco, constituye una comunidad de transicin que aparentemente marca el fin
de la influencia fluvial de los desbordes del cao
Macareo y la gradual acumulacin de materiales
orgnicos a medida que aumenta la distancia a
partir de los ejes de desbordes. Estos bosques
pertenecen ya al Delta Medio, aunque muy cerca de
la transicin con el Delta Superior. En la planicie
cenagosa en contacto con el plano anterior comienza a aparecer este tipo de comunidad conformada
por individuos arbreos de Macrolobium acaciifolium, que alcanzan una altura de 12 a 14 m, y por
encima de estos, se destacan las copas de la palma
Mauritia flexuosa con una altura promedio de 15 m.
Bosque medio denso semisiempreverde de pantano
de Macrolobium acaciifolium y Erythrina fusca con
un estrato emergente y discontinuo de Mauritia
flexuosa presente en la planicie cenagosa (Delta
Medio)
Esta comunidad, se presenta como una variante o
facie de la anterior y se diferencia de aquella por la
205
Palmar medio denso de pantano de Mauritia flexuosa asociado a las planicies de turba del Delta Medio
e Inferior
Este tipo de comunidad est constituida por una
matriz continua de individuos adultos de M. flexuosa
con una altura promedio de 15 m (aunque en algunas localidades pueden alcanzar alturas medias de
22 m), alcanza su mximo desarrollo en el Delta
Medio entre los caos Manamo y Macareo. Las
extensiones ms grandes (ms de 500 has) se
ubican al norte de la confluencia del cao Guacajara con el Pedernales y al Noroeste del tramo superior del cao Capure. Tambin es comn en las
planicies de turba del Delta Inferior (Figura 3). Todas estas grandes extensiones de morichales,
estn presentes sobre sustratos orgnicos correspondientes al orden de los Histosoles. Hay que
destacar, que stas representan comunidades sucesionales al bosque de pantano. Las alteraciones
antrpicas causadas por la agricultura de conucos y
la accin del fuego, pueden abrir localmente el dosel y permitir el establecimiento de una cubierta de
tipo herbazal de pantano, dominados por Lagenocarpus guianensis y Blechnum serrulatum. Tambin, es posible reconocer distintas facies o estadios sucesionales en los cuales, la cubierta densa y
continua del dosel de estos palmares comienza a
ser penetrada por individuos adultos de Symphonia
globulifera, Pterocarpus officinalis, Tabebuia insignis var. monophylla, Virola surinamensis, Calophyllum brasiliense y otras especies arbreas tpicas de
los bosques de pantano (ej. Chrysobalanus icaco,
Euterpe oleracea).
Los morichales propiamente dichos como se describen aqu, corresponden a aquellas comunidades
donde las copas de los individuos adultos de la
palma M. flexuosa se tocan entre si y conforman
206
Figura 4. Seccin transversal a travs de los planos de marea y turba adyacentes a un cao de marea del Delta Inferior del Orinoco donde se muestra la secuencia de las comunidades de plantas asociadas a ambos tipos de paisajes.
207
cies arbreas de los bosques y palmares de pantano se intensifican cuando ocurre este tipo de fuego
subterrneo (Lugo, 1995; Gonzlez, 1997; 1996).
Otro tipo de perturbacin que afecta a los palmares
de pantano de M. flexuosa est representada por la
tala de los individuos adultos para extraer el almidn hecho por los indgenas de la etnia Warao.
Dicha prctica, adems de eliminar una fraccin de
los individuos adultos, origina la conformacin de
claros de ms de 100 m lo que facilita la colonizacin y establecimiento de Lagenocarpus guianensis
por semillas dispersadas por el viento. La apertura
de claros dentro de los palmares y su posterior
colonizacin por especies altamente helifilas de
arquitectura graminoide, aumenta la probabilidad de
ocurrencia de la accin del fuego y que se produzca
el fenmeno denominado bola de nieve. Las consideraciones citadas, aceleran la fragmentacin y
retroceso de los palmares de M. flexuosa y el avance espacial de los herbazales de L. guianensis. A
diferencia de los palmares de pantano de M. flexuosa de los Llanos Orientales de Venezuela y Colombia, que estn restringidos a los planos aluviales
mal drenados adyacentes a los cursos de agua del
paisaje de valle. En las subregiones y regiones
naturales del Delta del Orinoco, estas comunidades
ocupan extensos sectores continuos de ms de 500
ha, asociados a los paisajes de las planicies de
turba. Las comunidades de palmar de pantano de
M. flexuosa limitan hacia las reas centrales ms
inundables de los planos de turba con los herbazales de pantano de Lagenocarpus guianensis. En
estos, al final del corto perodo de sequa, la lmina
de agua se retira por fenmenos relacionados con
la evapotranspiracin del sistema sustrato-herbazal
de pantano. Los indgenas de la etnia Warao emplean el fuego para facilitar sus movimientos a
travs de los herbazales de L. guianensis, en virtud
que estos pueden alcanzan una altura de cercana a
los 2 m. Las hojas erectfilas, con bordes aserrados
que cortan la piel de las personas sino estn protegidos adecuadamente. La quema de los herbazales
se relaciona con las actividades de cacera o extraccin de distintas especies de psitcidos de los
troncos de los individuos muertos de la palma moriche, actividad ancestral que practican los Warao
durante el corto perodo seco del ao.
Tanto los fuegos superficiales, como los subterrneos de turba, ya discutidos afectan y causan el
retroceso de las comunidades de palmar de pantano y el avance sobre las reas originalemente ocupadas por estos, de los herbazales de L. guianensis.
El corto perodo de sequa, es suficiente para producir fuegos superficiales. Estos, coinciden con la
temporada de mayor velocidad de los vientos Alisios del Noreste, una vez que se inicia el fuego por
los indgenas, dicha variable, acta como un agente
que facilita su propagacin en direccin suroeste.
208
209
210
un microrelieve de montculos y depresiones originadas por la accin combinada de las races adventicias de las palmas, que retienenr parte del sustrato
orgnico y el rol erosivo del agua de escorrenta.
Los montculos pueden tener una altura de hasta un
metro, con respecto al nivel de base del suelo. Entre dichas elevaciones, se localizan pequeas depresiones cubiertas por una lmina de agua, donde
se limita la colonizacin y establecimiento de las
plntulas. Lo citado, contrasta con lo observado en
los topes de dichos montculos, donde el mejoramiento de las condiciones de drenaje, promueve un
efectivo reclutamiento de las plntulas de las especies arbreas.
Un hecho que permite rpidamente identificar bosques sobre suelos orgnicos, es la presencia de
numerosos individuos de Tabebuia insignis var.
monophylla y Euterpe precatoria, las cuales representan especies indicadoras de esta condicin edfica. Asimismo, Bactris campestris es exclusiva de
este tipo de bosque, esta palma multicaule que
alcanza una altura de 6 m, fue registrada por primera vez para este sector de Venezuela por Gonzlez
(1997), en bosques similares a los descritos ubicados en la regin del Delta, conocida como la planicie cenagosa costera nororiental.
De este tipo de comunidad, se reconocieron distintas variantes de la descrita, la misma representa el
tipo de bosque de pantano sobre suelos orgnicos
de mayor extensin en cuanto a rea ocupada. Sin
embargo, en el Delta Medio, se reconocieron cinco
subtipos de bosque de pantano:
Bosques medios densos de pantano de Symphonia
globulifera, Pterocarpus officinalis y Mauritia flexuosa.
Esta variante del bosque de pantano anterior, se
diferencia por la alta abundancia relativa de individuos adultos de Mauritia flexuosa, que comparten el
dosel del bosque con las dos especies mencionadas. Este tipo de comunidad es bastante comn
entre cao Angosto y cao Caijarina.
Bosque medio denso de pantano de Symphonia
globulifera y Pterocarpus officinalis con un estrato
emergente de Euterpe precatoria.
Este tipo de bosque ocupa extensos sectores en el
Delta Medio del Orinoco. Al igual que en el caso
anterior su estructura y composicin florstica es
muy similar al bosque de pantano ya descrito. Como una facie de la comunidad forestal anterior, se
presenta tambin un bosque bajo medio de Symphonia globulifera y Pterocarpus officinalis con un
estrato emergente de la palma Euterpe precatoria,
donde ambas especies dominantes presentan un
porte ms bajo y menor densidad de individuos por
rea. Esta comunidad, se encuentra en ciertos sectores del Delta Medio, asociado a antiguas activida-
Bosque medio denso de pantano de Virola surinamensis, Symphonia globulifera, Pterocarpus offici-
nalis
globulifera.
En las zonas deprimidas y ms bajas (micro cubetas), la presencia de una lmina de agua durante
todo el ao acta como un filtro selectivo para el
establecimiento de la mayora de las especies arbreas, solo Pterocarpus officinalis y Montrichardia
arborescens toleran los sectores muy mal drenados.
Las condiciones edficas asociadas a estas comunidades presentan un sustrato de origen orgnico
bien pedogenizado en los primeros 30 cm, as como
un nivel fretico, entre 30 a 40 cm de la superficie
del suelo a finales del perodo de sequa. El espesor de la capa de turba en esta localidad alcanza
hasta 1 m. Los suelos asociados a estos tipos de
bosques, se clasificaron como Histosoles dentro del
gran grupo de los Tropohemists.
La mayor parte de estos bosques de pantano, presentan cierta importancia econmica por la altura
que desarrollan los individuos y la alta abundancia
relativa de Symphonia globulifera y Virola surinamensis, especies que tienen una buena aceptabilidad por la calidad de sus maderas en los mercados
nacionales e internacionales. En estos bosques, su
211
212
213
214
pus officinalis.
las aguas. Las especies, R. harrisonii y R. racemosa tienden a ocupar los ambientes menos fluctuantes con relacin a la salinidad del agua intersticial,
asociados a la orilla del cao y los primeros 50 m
hacia el inte-rior de la isla o continente. R. mangle
predomina en los ltimos 100 m, lo cual posiblemente se relaciona con su mayor tolerancia a la
salinidad. (Lindeman, 1953; Jimnez y Soto, 1985;
Smith, 1992; Lugo & Snedaker, 1978). En el sotobosque, existe un reclutamiento activo de los
propgulos de estas especies y presentan juveniles
que alcanzan una altura de 1 a 4 m. Adems, se
destaca la presencia de Montrichardia arborescens
con una altura variable de 1 a 3 m. Esta comunidad
de manglar est asociado a un sustrato limoarcilloso con suelos clasificados como Hydraquents.
En los bosques altos de medios a densos de R.
harrisonii, R. mangle y R. racemosa se ha registrado un claro gradiente edfico desde la costa hacia
las zonas centrales del continente o isla, en el cual
los suelos son tpicamente minerales a lo largo de la
costa, muy inmaduros y con muy baja capacidad de
soporte, que se expresa por la alta proporcin de
agua en los primeros 50 cm. A partir de esta profundidad el sustrato mineral se hace ms consolidado y con un menor contenido de agua.
A medida que se avanza hacia el interior del continente y aumenta progresivamente la capa de turba
y despus de un kilmetro de la lnea costera, las
comunidades de manglar se encuentran sobre suelos orgnicos, donde el espesor de la turba puede
alcanzar hasta 0.70 m, seguido de un sustrato arcillo limoso de color gris que indica condiciones de
anaerobiosis (Gonzlez, 2003b, Elizalde, 2003).
Hacia las zonas centrales de Punta Pescador y
reas costeras vecinas, se ubica una comunidad de
manglar que difiere de la tpica y predominante
desde el punto de vista fisionmico. En este caso,
los individuos de R. mangle, se ramifican desde la
base, y presentan una altura mxima de 12 m y
abundantes races areas cubiertas a su vez por un
liquen amarillo. Estas races nacen de las ramas
superiores del tronco, las cuales se bifurcan en dos
al contacto con el suelo. Otra caracterstica resaltante de esta comunidad de manglar, es que los
individuos de R. mangle se agrupan formando parches discontinuos o islas en reas con suelos
ligeramente ms convexos, interrumpido por depresiones lagunares con lminas de agua de poca
profundidad. En el borde de las Lagunas de Capure
se pudo reconocer una comunidad de bosque bajo
denso de manglar conformado por individuos dominados por las especies R. mangle y R. harrisonii
con una franja no mayor de 7 m. Estas lagunas,
interconectadas entre s y con el cao Angostura,
funcionan como cubetas de marea. All, y el bajo
porte de la comunidad de manglar indica la influencia de un tensor ambiental que limita el crecimiento
de dicha comunidad, lo cual puede estar relaciona-
215
216
carpus officinalis, Annona glabra y Phyllanthus elsiae. Mientras que la segunda comunidad est representada por un bosque medio denso siempre
verde de Andira inermis y Terminalia dichotoma,
establecida sobre el tope de un banco convexo
arenoso cuyo sustrato es excesivamente drenado a
partir del agua permanente de la cubeta de marea
contigua, la cual mantiene una lmina de agua de
25 cm de profundidad, an a finales del perodo de
sequa.
Bosque medio denso siempreverde de Andira inermis y Terminalia dichotoma sobre el tope de un
cordn litoral arenoso reciente en el plano costero
de la isla Tobejuba.
La estructura florstica de este bosque presenta un
estrato superior que conforma un dosel relativamente continuo constituido por individuos de 12 a 13 m
de altura. Se distinguen Andira inermis, Terminalia
dichotoma y Ficus mxima con una abundancia
relativa alta (Figura 6).
El estrato medio es discontinuo con alturas de 5 a 8
m, el cual esta constituido por Coccoloba latifolia, e
individuos subadultos de Terminalia dichotoma y
Ficus mxima. Se reconoce un estrato inferior ralo
de 1 a 2 m de altura donde estn presentes juveniles y adultos de Annona glabra, Phyllanthus elsiae,
asi como plntulas y juveniles de T. dichotoma y C.
latifolia.
Bosque alto medio de Symphonia globulifera y Virola surinamensis presente en cordones litorales subrecientes desmantelados y cubiertos por un capa
poco profunda de materia orgnica.
En la isla Tobejuba se reconocen una serie de
cordones litorales separados por planos limo arcillosos mal drenados, que constituyen el producto de
una sucesion de cambios climaticos en el pasado,
con perodos mas secos que al actual, seguidos por
otros ms lluviosos. El avance ritmico en este sector
Oriental del Delta del Orinoco hacia el Atlantico de
cordones litorales arenosos, seguidos por planos
limo arcillosos mal drenados, determinan que los
cordones litorales que conformaban la costa de la
isla hace 500 a 800 aos, hoy en dia se encuentan ubicados a 8.5 km de los cordones litorales
actuales. Durante este perodo de tiempo, los bancos arenosos subrecientes de cordon litoral han
sido desmantelados por erosion hidrica, y en la
actualidad el sustrato arenoso original ha perdido la
forma convexa original.
217
Figura 6. Secuencia de comunidades de plantas presentes a partir del plano costero arenoso reciente (cordones litorales) de la isla Tobejuba hasta
el borde del cao Araguabisi. (14,5 Km).
218
parches relativamente extensos, en algunos sectores de los topes de los cordones litorales recientes
asociados al plano costero de la isla Tobejuba.
La localidad asociada a esta comunidad boscosa,
originalmente representaba el tope de un banco
convexo arenoso, que fue erosionado, aplanado y
cubierto por una a capa de pocos centmetros de
materia orgnica en distintos grados de descomposicin, seguido por un sustrato arenoso de ms de 2
m de profundidad. Se destaca de esta comunidad el
posible efecto del cambio de un sustrato orgnico
mal drenado, a otro arenoso y excesivamente drenado, aunque cubierto por una capa de 10 a 15 cm
de materia orgnica parcialmente descompuesta y
de baja fertilidad natural, sobre la estructura florstica de las comunidades boscosas. A diferencia de la
condicin inicial, en la actualidad, el sustrato arenoso que soporta al bosque descrito se encuentra en
una condicin hdrica ms favorable, la cual est
asociada a la transferencia lateral y subsuperficial
del recurso hidrico proveniente de los suelos orgnicos vecinos que en gran parte estn cubiertos por
bosques.
Los puntos ms resaltantes en relacin a esta comunidad y a la presencia de un banco arenoso
antiguo se destacan a continuacin:
1. Se encontr que a pesar del cambio de sustrato
las especies dominantes del estrato arbreo superior son las mismas que las del bosque que
precede a dicha forma de terreno.
2. Sin embargo, la condicin edfica ya comentada, condiciona a su vez la presencia particular
de especies no comunes en el Delta inferior, y
asociadas a suelos minerales con una proporcin de arena relativamente alta, presentes en
otros sectores del pas, como los altos Llanos
Occidentales, valles y altiplanicie de Mesa de los
Llanos Orientales y en las planicies aluviales antiguas al este de Maturn. Ejemplos de estas especies arbreas son Tapirira guianensis, Cyrto-
carpa velutinifolia, Protium heptaphyllum y Attalea butyracea presentes tanto en el estrato superior como en el medio de esta comunidad.
3. Estas especies, con excepcin de Tapirira guianensis, no han sido observadas por el autor en
ninguna de las tres sub regiones en que se divide el Delta del Orinoco. Esto ltimo, refleja un
control selectivo de la presencia de este sustrato
mineral con respecto a la estructura florstica de
esta comunidad. se Otro hecho destacado, es la
aparicin en el sotobosque de comunidades de
Bromelia plumieri, luna especie de hbitat terrestre con metabolismo CAM. Esta especie, solo se
le ha encontrado en los topes de los cordones litorales recientes, del plano costero de la isla Tobejuba. En dicha localidad aparentemente, existe una asociacin positiva entre el sustrato arenoso excesivamente drenado y la presencia de
esta, tpica de ambientes semiridos en otros
sectores del pas.
Matorral medio siempreverde de Phyllanthus elsiae
y Chrysobalanaus icaco, presente en el complejo de
dunas costeras de la costa Noroeste de la isla Iduburojo.
En la playa de la isla Idubujoro se reconoce un herbazal postrado de Ipomoea pes-caprae, seguido de
un matorral medio medio siempreverde en la ladera
del complejo de dunas, donde estn presentes Phy-
llanthus elsiae, Dalbergia amazonica, Chrysobalanus icaco, Andira inermis, Pentaclethra macroloba,
Varronia curassavica y la liana leosa Entada polystachya (Figura 7). Los individuos de P. elsiae y C.
icaco presentan sus copas deformadas por la ac-
cin de los vientos Alisios. La pendiente a barlovento de la duna, es menos pronunciada en comparacin con la de sotavento, la cual es abrupta, cercana a 40 y no presenta ningn tipo de vegetacin
asociada. La base de esta ltima, hace contacto
con un banco de cordn litoral, que est cubierto
por pastizal postrado y denso de Paspalum notatum
(gramnea posiblemente introducida por el ganado
vacuno presente en dicha isla). A ste le sigue una
cubeta alargada donde se encuentra un herbazal
medio denso de Heliconia psitacorum, el cual est
interrumpido por individuos de P. macroloba, P.
elsiae y A. inermis. A sta comunidad le contina un
banco bajo de cordn litoral, el cual est dominado
por un herbazal bajo denso de Eleocharis minima.
La secuencia de formas de terreno alargadas, donde alternan cubetas con bancos convexos arenosos, le sigue otra forma deprimida y ancha de
aproximadamente 10 m, el cual est constituido por
un matorral alto denso de C. icaco. Dicha especie,
constituye la dominante, aunque estn presentes
algunos individuos de Ficus insipida y Manicaria
saccifera. En esta misma forma de terreno estn
presentes parches de Rhynchospora gigantea y
Eleocharis mutata; la superficie del sustrato est
219
cin (Gonzlez, 1999b). Ver Figura 8 y 9. Las figuras 10 y 11 ilustran la la dinmica sucesional de las
comunidades de manglar asociadas la progradacin
de sedimentos recientes en forma de bancos e islas de
estuario.
Figura 8. rea de bancos de estuario en proceso de activa progradacin en el estuario de Pedernales colonizado por distintas cohortes
de Laguncularia racemosa.
220
Figura 10. Dinmica sucesional de las comunidades de manglar asociadas la progradacin de sedimentos recientes en forma de bancos e islas de
estuario en el estuario de Pedernales. Delta Inferior del Orinoco. Estadios tempranos.
Figura 11. Dinmica sucesional de las comunidades de manglar asociado a la progradacin de sedimentos recientes en forma de bancos e islas de
estuario en el Delta Inferior del Orinoco. Estadios tardos.
221
222
223
224
cuada (Howard, 1970; Campbell, 1996), se analizaron y se expresaron cartogrficamente los cambios
en la trayectoria sucesional asociados a la colonizacin y establecimiento temprano de un conjunto de
especies pioneras, entre estas distintas especies de
mangles, en las islas y bancos de estuario en proceso de formacin por progradacion de sedimentos
y su progresiva unin con otros bancos e islas de
mayor edad ya presentes en el estuario, como consecuencia del cierre parcial del cao Manamo en
1968.
Los bancos de estuarios de reciente progradacion y
por tanto biolgicamente vacos para el momentos
que dejan de ser subacuaticos y pasan a se subareos, constituyen nuevos sustratos terrestres disponibles para ser colonizados inicialmente por un
conjunto de especies de plantas pioneras entre
ellas L. racemosa y A. germinans. La fuente de
sedimentos proviene en su mayor parte de los aportados por la marea entrante de una fraccin de los
sedimentos transportados paralelo a la costa de
este sector noroccidental del Delta del Orinoco por
la corriente de Guayana. La reduccin del caudal de
agua dulce aportado por el cao Manamo de 4000
m3/seg a 300 m3/seg a partir de 1968 ha favorecido
la gradual colmatacin del estuario de Pedernales.
Dinmica sucesional asociada las comunidades de
manglar en el esturio de Punta Mariusa
El estuario de Mariusa, est limitado por el norte por
una franja limo arcillosa en continua progradacin,
conocida como Punta Mariusa. Esta, presenta una
forma de promontorio estrecha y alargada que vara
entre 0.5 a 1.5 km de ancho, la cual separa las
aguas del Atlntico, de las presentes en el estuario,
que en forma de embudo, se forma en la desembocadura del cao Mariusa al Atlntico. Tanto en el
estuario, como la punta del promontorio estn sometidos a un activo proceso de progradacin y
acumulacin de sedimentos. Este ltimo, es ms
evidente en el promontorio o pennsula de barro de
Punta Mariusa. El estudio de las imgenes de satlite y fotos areas de los aos 70 y 80, demuestran
que sta se ha extendido hacia el noroeste, por una
longitud de ms de 6 km, en un perodo de tiempo
de 28 aos, por lo que tasa de progradacin durante
el perodo analizado, est en el orden de 200 a 300
m por ao. Sin embargo, estimaciones realizadas
recientemente del avance de los sedimentos progradados, demuestra que los fenmenos de sedimentacin que determinan el crecimiento hacia el
noroeste de Punta Mariusa, han aumentado en los
ltimos aos a una tasa de de 1.7 Km /ao (G. Montes, com pers. 2010). Es importante destacar que
los promontorios progradantes limo-arcillosos, como
en el caso de Punta Mariusa en la literatura anglosajona la denominan como mud cap, que literalmente se traducen como promontorios de barro. El
ltimo trmino hace alusin a las partculas finas de
ce por semillas as como por mecanismos de propagacin vegetativa mediante rizomas. Las semillas
flotan en el agua salobre y son dispersadas por las
corrientes litorales as como tambin, adheridas a
las plumas y en las patas de las aves marinas costeras. (Broome et al., 1974). Despus que S. alterniflora se establece o coloniza un sitio por semillas,
se propaga vegetativamente por la actividad de los
rizomas, lo cuales aportan una biomsa considerable y mayor que las de las races al compartimiento
subterrneo. La gramnea puede tolerar hasta 12
horas de sumergencia por las aguas marinas y en
los pantanos salobres de la costa este de los Estados Unidos ocupa la seccin ms baja del plano de
marea. La especie tiene dos formas de crecimiento,
una alta de hasta 1.40 m y otra baja de 0.40 m cuya
expresin no tiene base gentica, quizs esto es
controlado por variables ambientales, como el potencial de oxidorreduccin, niveles de salinidad y
de amonio, del sustrato del plano de marea (Mendelssohn & McKee, 2000; Daehler & Strong, 1994).
El mayor aporte a la biomsa subterrnea es dirigido a los rizomas, esta propiedad le permite estabilizar y consolidar los sedimentos marinos y elevar
gradualmente su altura sobre el nivel medio del
mar. La especie es una de la ms importante en la
conformacin de los denominados pantanos salobres que sustituyen las comunidades de manglar
cuando las temperaturas del aire en el invierno
disminuyen por debajo de 0 C en los ambientes
costeros de baja energa cintica en la costa Oriental de los Estados Unidos y el Golfo de Mxico. Su
productividad primaria es elevada y una fraccin
importante del componente del detritus orgnico
producido, se incorpora por la actividad de las mareas a la cadena trfica marina.
El rol de Spartina alterniflora como especie pionera
y facilitadora del establecimiento de los propgulos
de Avicennia germinans y Laguncularia racemosa.
En el extremo noroccidental de Punta Mariusa se
reconocieron un conjunto de crculos pequeos y
aislados unos de otros con un dimetro que variaba
entre 20 a 40 cm. Los ms pequeos constituyen el
primer frente de avance de un proceso sucesional y
quedan cubiertos por agua salobre, durante los dos
priodos de marea alta en 24 horas, que distinguen
el rgimen de mareas meso marales y semidiurnas
del Delta del Orinoco. Sin embargo, la gramnea
Spartina alterniflora puede tolerar hasta 12 horas
continuas de sumersin en aguas salobres. Tambin se debe considerar, que previa a la colonizacin de los sedimentos por parte de las semillas
estas deben ser depositadas por las corrientes litorales a lo largo de un eje preferencial, el cual tiende
a conformar un banco convexo subacuatico de varios metros de ancho que limita a su vez, con un
rea marina costera de mayor profundidad. Es solo
en las reas ms convexas del banco subacutico
225
226
Figura 15. Se presentan un bosque alto medio dominado por Rhizophora harrisonii el cual representan la etapa mas tarda del proceso
sucesional planteado. En los claros grandes de este tipo de manglar,
se han establecido parches de la palma Roystonea oleracea lo que
indica niveles de salinidad relativamente bajos, tpicos de este sector
de Delta del Orinoco, presente al sur del estuario de Mariusa
El sector del Delta del Orinoco discutido hasta ahora, est comprendido entre la seccin de los caos
Manamo y Mariusa. Este se caracteriza por una
mayor distancia de separacin de los distintos distributarios que lo drenan al aumentar la distancia de
separacin entre estos, en la medida que se alejan
del pice del Delta, as como el mucho menor aporte de sedimentos limo-arcillosos en suspensin
transportados, que originalmente solo representaban el 15 % de los 200 x 106 Tn/ao que provienen
de la cuenca del ro Orinoco, con un rea de ms
de 1.1 x106 km. El origen de este fenmeno posiblemente est relacionado con la inclinacin experimentada por el Delta asociada con los movimientos tectnicos que se originaron mediante el contacto lateral de la placa del Caribe con la de Sur Amrica, lo que dio origen al levantamiento de la Serrana Oriental en el Mioceno Superior y el paralelo
gradual desplazamiento del ro Orinoco hacia la sur,
hasta su contacto con la rocas gneas metamrficas
de la seccin basal del escudo de Guayana. A esto
hay que aadirle en los tiempos recientes, el cierre
del cao Manamo, lo que trajo como consecuencia
el desplazamiento de las aguas y los sedimentos
227
228
Suelos predominantemente minerales limoarcillosos, a consecuencia de los aportes peridicos de estos sedimentos a las islas de estuarios por la accin de la marea alta o por desborde de los caos durante el perodo de lluvia. La
condicin descrita determina que los suelos
estn permanentemente saturados de agua o
con una lmina de agua de poca profundidad
sobre la superficie de estos.
La saturacin permanente de los suelos, inhibe
la evolucin pedogentica de stos, los cuales
se caracterizan por una baja capacidad de sustentacin. Asimismo, el poco desarrollo pedogentico, condiciona la presencia de suelos del
tipo de los Entisoles asociados a los grandes
grupos de los Hydraquents, Fluvaquents y Sulfaquents.
Los bosques de pantano asociados a los suelos
minerales permanentemente saturados de agua,
se diferencian florsticamente de los asociados a
suelos orgnicos por la presencia de especies
indicadoras como Erythrina fusca, Pentaclethra
macroloba y Carapa guianensis. Mientras que
las dominantes, constituidas por Pterocarpus officinalis y Symphonia globulifera, pueden crecer
tambin en suelos orgnicos.
Presencia de suelos orgnicos en caos secundarios y terciaros drenados por aguas negras.
Figura 16. Vista area de una isla de estuario de reciente conformacin cubierta por una comunidad sucesional de manglar conformada por 2
especies del genero Rhizophora. R. racemosa y R. harrisonii .Note hacia el centro de la comunidad de manglar un bosque aun joven de Pterocarpus
officinalis donde los altos valores de lluvia han lixiviado y diluido los niveles de salinidad
229
230
chocarpus sericeus, Terminalia dichotoma y Pentaclethra macroloba. A su vez, P. officinalis y S. globulifera, tambin constituyen las dominantes de los
231
232
Guyana orientan en la misma direccin los sedimentos que progradan en el extremo terminal de
ambos promontorios de barros (Punta Mariusa y
Punta Pescador)
Se estima que cerca de la mitad de los 263 x 106
Tn/ao transportados en direccin noroeste se deposita entre la plataforma deltaica, el prodelta y la
costa del delta entre la Boca del Cao Araguao
hasta el estuario de Pedernales, mientras que la
otra mitad se sedimenta en el Golfo de Paria. Solo
una pequea fraccin de sedimentos en suspensin
continan a lo largo de de la costa oriental de Trinidad para luego dirigirse a la costa del Mar Caribe
(Van Andel, 1967; Bureau of Economic Geology,
1999).
Asimismo, en el estuario del ro Grande y en menor
proporcin en de Pedernales las corrientes de marea incorporan parte del material en suspensin de
la corriente de Guyana los cuales se incorporan a
los aportados por el ro Grande del Orinoco de 85 x
106 Tn/ao que se quedan anualmente en la seccin
del Delta transportados por numerosos distributarios
de segundo orden comprendida entre la boca del
Cao Araguao y la del ro Grande.
Esta elevada cantidad de sedimentos limoarcillosos contribuyen a la conformacin de un conjunto de islas de estuarios tanto subactuales como
actuales, que han ido creciendo y avanzando hacia
la seccin ms oriental del extenso estuario comprendido entre la boca del cao Araguao al oeste y
el ro Grande del Orinoco al este, a consecuencia
de la proteccin brindada por un promontorio de
barro estabilizado por una vegetacin de manglar
que se ubica al este de Punta Barima y al norte de
cao del mismo nombre.
A lo largo de la costa del Delta entre Boca de Araguao y el estuario de Pedernales as como en la
seccin costera que limita con el Golfo de Paria
conocida como la Planicie Cenagosa Nororiental, se
detectan secciones que est en retroceso, mientras
que en otras ya discutidas se encuentran en activa
progradacin. Destaca el sector del Delta Inferior
ubicado a 8.8 km al sureste de Punta Tolete y la
Barra de Cocuina, donde se encontr una seccin
de la costa adyacente al Atlntico conformado por
un parche relativamente estrecho de bosque de
manglar medio denso dominado por R. harrisonii,
con una extensin de ca. 6.5 km. (Figura 19).
La accin de oleaje en este sector deja el material
ms pesado constituido por la arena mientras que
la contra ola o tambin denominada resaca, se lleva
los materiales ms finos limo-arcillosos y lo arrastra
al cuerpo de agua marino. Este proceso a lo largo
del tiempo conforma una playa relativamente estrecha de arena que bordea el sector costero sometido
a un proceso de retroceso de las comunidades de
manglar por causa de la erosin costera. La comunidad de manglar en el sector en consideracin, es
En este sector, existen 39 km de costa que se extiende hasta la barra de Cocuina donde las tres
estrechas comunidades o parches de manglar de R.
harrisonii que limitan con la costa de este sector del
Delta Inferior estn separadas por herbazales de
medios a altos densos de Blechnum serrulatum o
en combinacin con L. guianensis que pueden
estn interrumpidos por individuos de Tabebiua
insignis var. monophylla.
Estos herbazales de pantano limitan directamente
con el Atlntico donde estn precedidos por una
franja arenosa de no ms de 1 m de ancho, mientras que en otros sectores costeros donde previamente fue erodada la estrecha franja de manglar
citado, los herbazales que limitan con la estrecha
franja arenosa que los separa de las aguas del
Atlntico estn constituidos por herbazales de pantano de Blechnum serrulatum. En algunos casos el
sustrato de turba que originalmente soportaba el
herbazal de pantano queda expuesto cuando baja
la marea. Este fenmeno indica que la erosin se
ha llevado parte de la comunidad del herbazal de
pantano ms cercano a la costa en retroceso.
Otra regin del Delta donde alternan franjas de
comunidades de manglar en retroceso por la erosin del oleaje con sectores relativamente estables,
se ubican en la regin conocida como la Planicie
Cenagosa Nororiental. El sector analizado, corresponde a la seccin costera (donde limita con las
aguas del Golfo de Paria entre el norte de la isla
233
Figura 20. Se destaca el frente de avance hacia la costa del Golfo de Paria de un manglar de Avicennia germinans en una etapa temprana de
establecimiento, precedido por un herbazal bajo denso salobre de pantano de Spartina alterniflora presente en la seccin mas baja del plano de
marea. El herbazal es colonizado por distintas cohortes de Avicennia germinans que de menor a mayor edad, aumentan en altura en direccin
hacia el continente, a lo largo de la costa de la regin natural de la planicie costera del Delta del Orinoco, conocida como Planicie Cenagosa Nororiental entre la poblaciones de Yaguaraparo e Irapa.
234
CONSIDERACIONES FINALES
En el presente trabajo, se reportan un conjunto de
comunidades y especies de plantas que nunca
antes haban sido registradas para el Delta del Orinoco.
arrecta.
235
236
monophylla.
BIBLIOGRAFA
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238
239
240
Centro de Ecologa. Instituto Venezolano de Investigaciones Cientficas, Alto de Pipe, estado Miranda, Venezuela (medinage@gmail.com)
Departamento de Biologa, Universidad de Puerto Rico, San Juan, Puerto Rico (epcuevas@gmail.com)
241
Tabla 1. Distribucin secuencial de tipos de vegetacin sobre topografa colinosa alrededor de San Carlos de Ro Negro
Tipo de Bosque
Suelo caracterstico
Especies caractersticas
Bosque mixto
Ferralsol concrecional
Rojo oscuro
Aspidosperma desmanthum
(hapludox plntico)
Bosque en ladera
Ferralsol concrecional
(laderas arcillosas)
rojo-amarillento
Bosque de Yvaro
(hapludox plntico o
petrofrrico)
Swartzia schomburgkii
Monopteryx uaucu, Micrandra spruceana,
Bosque de Guaco
Clathrotropis glaucophylla
Caatinga
Bosque de Yagucana
Podzol fretico
Eperua leucantha
Bosque de Cunuri
(tropaquod)
Micrandra sprucei
Bana
Podzol fretico
Aspidosperma verruculosum
(tropaquod)
Catostemma sancarlosianum
Pachira sordida
Los patrones de precipitacin de San Carlos, Maroa-Yavita y La Esmeralda son muy similares y se
caracterizan por una distribucin monomodal de las
precipitaciones mensuales siempre superiores a los
100 mm y con mximos entre Junio y Julio y mnimos en Diciembre y Enero, y promedios anuales
superiores a los 3000 mm (Figura 1). A pesar de
esta abundante precipitacin se aprecia una estacionalidad asociada a una mayor incidencia de das
secos durante los meses de menor precipitacin
(Cuevas y Medina, 1983).
En los tres sectores, la magnitud de la precipitacin
mensual vara desde unos 200 mm/mes de Noviembre a Febrero y alcanza un mximo de 400-500
mm entre Mayo y Julio (Figura 1). El nmero de das
secos alcanza un mximo de alrededor de los 20-24
das entre diciembre y enero, y un mnimo entre 8-9
das en Julio (Cuevas y Medina, 1983; Coomes y
Grubb, 1996; Aymard et al., 2009). Las curvas
promedio de precipitacin mensual y nmero de
das secos son casi imgenes especulares, caracterstica til para evaluar este parmetro en reas
242
243
18-23 m, 30 cm dap
Micrandra sprucei
Eperua leucantha
Micropholis maguirei
Caraipa densifolia
Pradosia schomburgkiana
Pachira amazonica
Caraipa longipedicellata
Iryanthera elliptica
Micrandra siphonoides
Eperua obtusata
Caatinga Baja
Arenas blancas, nivel fretico Arenas blancas, gruesa
superficial, desciende rpi- capa de humus superficial.
damente en das secos
Nivel fretico cerca de la
superficie en meses hmedos
Arboles pequeos y arbustos 3-8 m, rboles 20 cm dap
Aspidosperma verruculosum
Pradosia schomburgkiana
Catostemma sancarlosianum
Pachira sordida
Mouriri uncitheca
Clusia spathulaefolia
Pachira amazonica
Byrsonima wurdackii
Caraipa longipedicellata
Iryanthera elliptica
Eperua obtusata
Clusia spathulaefolia
244
Hevea cf. brasiliensis, Micrandra sprucei, Eschweilera sp. y Micrandra spruceana. La Caatinga
Biomasa
La localizacin de la Caatinga Amaznica sobre
suelos de arenas blancas bajo un rgimen de precipitacin con ms de 3000 mm y sin perodos secos
prolongados la circunscribe como una comunidad
de composicin y estructura bien definida. Dentro
de este contexto muchos autores la han caracterizado como una comunidad de leosas constreida
ecolgicamente principalmente por la disponibilidad
de nutrientes y condiciones de inundacin recurrente (revisin en Klinge y Medina 1979, Coomes y
Grubb, 1996, Cuevas y Medina, 1990). Los estudios
de San Carlos de Ro Negro de Klinge y colaboradores han cubierto toda la gama de variacin estructural en este tipo de bosque, determinada por la
intensidad con que operan los factores limitantes de
acuerdo a la posicin geomorfolgica que ocupan
las reas de estudio especfica.
El rango de biomasa total medida en este bosque
alcanz de alrededor de 820 ton/ha en parcelas de
Caatinga Alta, hasta 20 ton/ha en parcelas de Caatinga Baja (Bana abierta de Bongers et al., 1985)
(Figura 4A). La proporcin de biomasa area y radical cambi de manera significativa con la acumulacin de biomasa total. El % de races decrece rpidamente desde cerca de 90% en Caatinga Baja
muy rala hasta 30% en bosques cuya biomasa sobrepasa las 300 ton/ha (Figura 4B). Este patrn de
distribucin de biomasa es consistente con la hiptesis de que la variacin estructural est asociada
esencialmente con la disponibilidad de nutrientes.
En la Caatinga el rea basal (AB) constituye un
buen indicador de biomasa area en la Caatinga,
cubriendo un rango de 2 a 75 m2 y de 6 a 600
ton/ha, y a su vez, la biomasa area total permite
estimar el ndice de rea foliar (IAF, ver Figura 5).
La mayor parte de las parcelas estudiadas por Klinge y colaboradores tenan valores IAF comprendidos entre 3 y 6. La dos parcelas con mayor biomasa
area alcanzaron valores de IAF por encima de 9,
que puede considerarse como un valor alto para
bosques tropicales (Clark et al., 2008).
Figura 4. Biomasa total, area y subterrnea (A) y la proporcin de races (B) en 20 parcelas de Caatinga en San Carlos de Ro Negro. La lnea
horizontal indica que las races contribuyen 50% a la biomasa total (con datos de Klinge et al. 1977 y Bongers et al. 1985).
Figura 5. Relaciones entre rea basal, biomasa area (A) e ndice de superficie foliar (B) en 16 parcelas del Complejo Caatinga en San Carlos de Ro
Negro (con datos de Klinge et al. 1977, Bongers et al. 1985 y Klinge y Cuevas 2000).
245
San Carlos
La Esmeralda
Alta
Baja
Alta
Baja
Hojarasca (Mg ha1x ao1)
4.0
2.1
4.3
4.2
Concentracin de nutrientes en hojarasca (mg g-1)
N
7.0
5.8
7.5
P
0.5
0.2
0.2
K
2.1
4.7
2.0
Ca
7.7
7.4
6.2
Mg
3.1
2.5
1.7
7.0
0.2
2.3
15.5
2.0
29.0
1.0
10.0
69.0
8.3
33.0
0.8
9.1
28.0
7.3
N/P
15N
Especie
P
N
mmol/kg
Macairea rufescens
Remijia morilloi
Pachira sordida
Retiniphyllum concolor
Heteropterys sp.
Catostemma sancarlosianum
8.7
9.4
11.0
11.6
18.4
558
292
427
576
1005
64.0
31.2
38.9
49.6
54.6
-7.4
-9.7
-9.6
-9.5
-7.6
Figura 6. Potencial hdrico mnimo en das hmedos y secos, y potencial osmtico a turgor cero, en hojas de plantas leosas de una
Caatinga Baja en San Carlos de Ro Negro (modificado de Sobrado
2009).
21.6
1454
67.2
-4.1
Relaciones hdricas
La anatoma esclerfila se ha relacionado tradicionalmente con plantas resistentes a la sequa, particularmente leosas de clima mediterrneo. La com-
246
Caatinga, que reduce la carga radiacional al medioda, y permite mantener niveles de temperatura
foliar tolerables aun con baja conductancia estomtica (Medina et al., 1978).
Fotosntesis, rea foliar especfica y nitrgeno
Las plantas esclerfilas tienden a tener tasas relativamente bajas de fotosntesis mxima. En un estudio detallado de las relaciones fotosntesisnitrgeno y de la longevidad foliar en especies de
los bosques de San Carlos de Ro Negro Reich et
al. (1991, 1994a, b) mostraron que para la Caatinga
Alta los valores de fotosntesis de las cinco especies
medidas se agrupan entre 1-6 mol CO2 m-2 s-1
mientras que en la Caatinga Baja los valores de
cinco especies dominantes se sitan entre 2 y 8.
Sobrado (2009b) reporta valores de Amax tambin
muy bajos de 4,3-6,6 mol CO2 m-2s-1. Sin embargo,
Medina y Cuevas (2000) registran valores promedio
de fotosntesis en las mismas especies de la Caatinga baja alrededor de 10-12 mol m-2s-1 en horas
de la maana, que bajan hasta alrededor de 5 a
media tarde como consecuencia del cierre estomtico discutido ms arriba. Es importante obtener
curvas de luz y especificar los perodos de medicin
para establecer valores ms precisos de la relacin
fotosntesis-luz-nitrgeno.
Los valores de 13C para plantas leosas de la Caatinga Baja estn por debajo de -30.5 (Sobrado,
2008), lo que indicara una eficiencia de uso de
agua muy baja, o que se tomaron muestras de
hojas de edad avanzada.
Las concentraciones foliares de N y P de plantas
caractersticas de la Caatinga Baja de San Carlos
son muy reducidas (Sobrado y Medina, 1980) y se
correlacionan positivamente entre s (Tabla 4). El
estudio de Sobrado (2008) mostr, adems, que los
valores de 15N son muy negativos, probablemente
como resultado de la deficiente disponibilidad de
estos elementos. En efecto, los valores reportados
de abundancia natural de 15N en las mismas especies se correlacionan positivamente con las concentraciones de P, N y la relacin N/P (Tabla 4).
Duracin foliar
Un aspecto fisiolgico relacionado con la esclerofilia
es la duracin foliar. En ambientes pobres en nutrientes el costo de construccin de las hojas es
elevado (Sobrado, 2009b) y el incremento en la
duracin tiene valor adaptativo, porque prolonga el
perodo productivo de la superficie fotosinttica.
Reich et al. (2004) hicieron un estudio demogrfico
multianual en los bosques de San Carlos de Ro
Negro. Se encontraron valores de duracin foliar de
2-3 aos en el dosel de la Caatinga Alta y de 1-3
aos en la Caatinga Baja. En cada caso la supervivencia de hojas de sombra (sotobosque) sobrepas
los 3 aos en todas las especies medidas en la
Caatinga Alta (Figura 7).
247
248
AGRADECIMIENTOS
Se agradece a Gerardo Aymard por su contribucin
en la actualizacin de la bibliografa y datos de
composicin florstica.
BIBLIOGRAFA
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249
UNELLEZ-Guanare, Programa de Ciencias del Agro y el Mar, Museo de Zoologa, Mesa de Cavacas, estado Portuguesa. VENEZUELA 3350 e-mail: krispulom@gmail.com
250
251
Figura 2. Bosque decduo en tierras elevadas secas que alberga comunidades de plantas propias de estos sitios. Ntese la delgada capa de hojarasca en el suelo, indicativo de una alta tasa de descomposicin anual (Cercanas de Caicara de Maturn estado Monagas).
Figura 3. Bosque semidecduo de tierras elevadas secas; en primer trmino, el algarrobo (Hymenaea courbaril). Esta vertiente recibe un poco ms
de lluvia que en el caso de la fotografa anterior y por ello cambia la composicin y estructura de especies (Santa Ana de Maturn, estado Monagas).
252
Figura 7. El chaguaramo gigante o palma mapora (Roystonea oleracea), una planta facultativa de suelos secos altos, aunque de manera
natural (derecha) se la encuentra asociada a suelos hmedos o
incluso sumergidos (fotografas tomadas en el campus de la Universidad Simn Bolvar, Caracas y en Barinas).
Para finalizar la descripcin de los gremios de plantas asociadas a los humedales, se har referencia a
las Plantas de Sustratos Hmedos (PSH). stas
toleraran suelos saturados, pero normalmente se
desarrollan en aqullos suelos que de manera permanente, slo presentan un alto grado de humedad;
Los rboles pertenecientes a este gremio de plantas, evolutivamente han desarrollado adaptaciones
anatmicas y morfolgicas que les permiten equilibrar sus enormes masas foliares en terrenos blandos, evitando la cada. Tambin los elementos del
sistema radical profundo presentan mecanismos
fisiolgicos para captar oxgeno en ambientes donde existe una alta acumulacin de materia orgnica
y poco oxgeno disponible (Fig. 9).
Contrario a lo que percibe al principio de esta seccin, al comentar la figura 1, los lmites que pudieran proporcionar los gremios de plantas indicadoras
de humedales, no son lmites tajantes; pues de
hecho las plantas mismas presentan una enorme
plasticidad en sus adaptaciones, y por ello se las
puede hallar en diferentes hbitats. Las comunidades de palma moriche con las cuales ejemplificamos los sitios de sustratos hmedos, tambin son
perfectamente viables en sustratos completamente
saturados o donde existen lminas de agua permanente (Fig. 10). Esta acotacin tambin es vlida
para otros gremios de los que se han mencionado.
Figura 9. Bosque en sustratos hmedos en el ro Queregu, Llanos Orientales. Los troncos oscuros gruesos pertenecen a ejemplares Mauritia
flexuosa (Moriche); La abundante cantidad de hojarasca y otros restos vegetales en el suelo indican tasas de descomposicin anuales muy lentas
(fotografa tomada en Santa Ana de Maturn, estado Monagas).
253
Figura 10. Comunidades de Mauritia flexuosa establecidas en sustratos completamente sumergidos durante todo el ao, sector Paso El
Caimn, ro Uracoa, estado Monagas.
254
dad vegetal cuyos elementos arbreos estn dominados por la palma llanera (Copernicia tectorum).
En el pas se localizan al sur del estado Gurico (los
esteros de Camagun), tambin en Anzotegui,
Apure, Barinas, Bolivar (Caicara del Orinoco), Cojedes, Portuguesa y sureste del estado Zulia (Henderson, 1997). Los suelos donde prosperan estas
comunidades vegetales pueden catalogarse como
suelos pesados, con predominio de fracciones finas
(arcillas y limos) con altos contenidos de potasio y
calcio (Garca-Miragaya et al., 1990). Estos humedales no pueden incluirse en el mbito de los palmares palustres (Morichales y Chaguaramales),
porque en este tipo de esteros no persiste una
lmina de agua, o al menos un sustrato saturado
durante todo el ao, tal como si se presenta en
aquellos (Fig. 11).
Figura 11. Palma llanera (Copernicia tectorum), Estero de Camagun, estado Gurico, Venezuela, poca lluviosa a la izquierda y en
poca seca a la derecha.
un cambio ecolgico paulatino de acondicionamiento del suelo, mediante el cual se desarrollan diferentes formaciones boscosas.
Al menos en tres de las etapas de sucesin ecolgica de los morichales, se comporta como un bosque palustre, con una dominancia de individuos
adultos de la palma moriche. Pero en las etapas
tempranas de la sucesin, se presentan otros tipos
de comunidades, en las cuales slo se presentan
muy pocos individuos jvenes de la palma, y el
carcter que definira a un bosque palustre no es
Figura 12. Sucesin ecolgica donde estn involucradas comunidades vegetales con presencia de morichales. A pantanos herbceos. B morichales
abiertos. C morichales cerrados D morichales de transicin y E bosque siempre verde de pantano estacional (tomado de Fernndez, 2007).
255
Figura 15. Bosque siempre verde de pantano estacional de Mauritia flexuosa (tronco grueso a la derecha de la fotografa sealado con una flecha),
se confirma el carcter disperso y el gran porte de individuos adultos de Mauritia, en la etapa cumbre de la sucesin (fotografa tomada en el ro
Queregu, cerca de Santa Ana de Maturn, estado Monagas).
Chaguaramales
Otro tipo de humedal que califica en el tipo palustre
boscoso son los chaguaramales o maporales (Llanos Occidentales); en este caso se definen como
aquellos bosques palustres con alta presencia del
chaguaramo gigante o mapora (Roystonea oleracea). Estas comunidades han sido poco estudiadas
en el pas (Colonnello et al., 2009), y los denominaremos chaguaramales o maporales parafraseando
el trmino morichales. Los maporales son equivalentes ecolgicos de los morichales, pero se distinguen de stos en su estructura comunitaria. Tales
bosques fueron muy abundantes en reas de los
piedemontes larense, yaracuyano y andino-llanero,
donde an subsisten parches aislados (Fig. 16).
En el oriente del pas, en el estado Monagas, en los
alrededores de la poblacin de Chaguaramal, estos
bosques fueron muy abundantes an hasta la
dcada de 1940; ahora slo subsisten unos pocos
relictos.
Bosques de galera
Se denominan bosques de galera a aqullas formaciones boscosas rodeadas por lo general por
sabanas y chaparrales, las cuales estn asociadas
a los cauces de agua (Fig. 17). En estos mbitos se
caracterizan por un severo rgimen pluvial y por
una escasez relativa de rboles de gran porte, el
crecimiento de stos se concentra en los lugares
donde el nivel de agua subterrneo est prximo a
la superficie, y ocupan la posicin fisiogrfica denominada albardn de orilla. De hecho se puede
apreciar en estas zonas que donde existe un ro, la
vegetacin prolifera en ambas mrgenes y a menudo las copas de los rboles se entrelazan en lo alto,
dando la impresin de formar un tnel, lo que justifica el trmino galera. Se encuentran all especies
256
Cinagas
Se definen como los cuerpos acuticos que dan
origen a lugares pantanosos o parajes llenos de
cieno. Las cinagas estn asociadas a ros y presentan flujo de agua en dos direcciones inversas:
del ro hacia el cuerpo de agua en los periodos lluviosos y de aguas altas, y del cuerpo de agua hacia
el ro en las pocas secas de aguas bajas. Las ci-
Figura 17. Bosques de galera en las inmediaciones del Cao Guaritico, estado Apure. Abajo relicto boscoso, en la parte media del ro Are
(afluente del ro Guache), estado Portuguesa.
Estos humedales son el asiento de extensas formaciones boscosas siendo en nuestro pas las ms
conocidas aquellas localizadas al occidente en la
cuenca del Lago de Maracaibo en el estado de Zulia
(Fig. 18). All destaca el parque nacional Cinagas
del Catatumbo, ubicado en el extremo suroccidental
de la depresin del lago de Maracaibo, tiene una
superficie de 250.000 hectreas que incluye las
cinagas de los ros Catatumbo, Bravo y Escalante.
Est asociado a la reserva de fauna de las cinagas
de Juan Manuel de Aguas Claras y Aguas Negras y
las cinagas del Ro Negro. En el rea se presentan precipitaciones anuales que exceden 2000 milmetros distribuidos en ocho (8) meses. Estos elevados valores de lluvias mantienen elevados niveles
de agua en los ros de la zona, formando un delta
de tierras pantanosas y caos permitiendo el desarrollo de extensos bosques hmedos con numerosas especies siempreverdes y palmas. All la vegetacin es una amalgama de facultativas de sustra-
257
Figura 19. Arriba (detrs de la franja de rboles), vista panormica de la cinaga principal de los esteros de Navay. Abajo a la izquierda
desage de los esteros hacia el ro Navay en el sitio denominado cao La Gorda. Abajo al centro individuo de Montrichardia arborescens (L), una
hidrfita abundante en sitios talados. A la derecha perfil de un relicto boscoso de los pocos que an rodean partes de la cinaga principal.
258
Las comunidades vegetales presentes en los escurideros pueden estar dominadas por arbustos de
porte bajo o vegetacin herbcea caracterizados
como facultativos de sustratos saturados.
Los escurrideros tambin pueden presentarse en
cualquier zona montaosa, no andina, donde exista
un flujo constante de agua en una zanja en sectores
de pendientes moderadas o pronunciadas y las
condiciones del sustrato permitan formar un tapn o
zona de bloqueo. Este tapn propicia la acumulacin de detritos que con el tiempo retiene una considerable cantidad de materia orgnica y sedimentos. El rea del escurridero funge como un ncleo
de formacin de suelos orgnicos, en lugares que
se encuentran totalmente rodeados por escombros
rocosos (Fig. 21). Es frecuente que tales sitios sean
drenados a fin de recuperar una porcin de suelo
seco. De esta forma se procede a cultivar all distintos rubros agrcolas tanto para el comercio como
para la subsistencia de los pobladores locales.
impermeables y el perfil del relieve, ya que un manantial brota all donde un nivel fretico se corta con
la superficie. Los manantiales pueden ser permanentes o intermitentes, y tener un origen atmosfrico (agua de lluvia que se filtra en la tierra y surge en
otro lugar a menor altitud).
259
260
COROLARIO
2) Los prstamos
Los prstamos son fosos de origen antrpico construidos cuando se realizan excavaciones de terreno
a cielo abierto (Fig. 26). Estas fosas son muy comunes en la regin del llano venezolano, donde con
los materiales extrados de tales excavaciones, se
efectan labores de relleno para terraplenes de
carreteras. En la fase de inundacin, muchos de
estos prstamos se anegan y durante la poca de
lluvias albergan una enorme diversidad de organismos acuticos as como tambin una importante
biomasa vegetal.
Estos sistemas pueden mantener agua durante un
largo perodo, an despus de finalizada la estacin
lluviosa. Los prstamos, en el llano venezolano, se
han transformado en un hbitat acutico de mucha
importancia para los peces y en general para la
fauna silvestre. Al igual que en los mdulos, la vegetacin predominante est constituida por plantas
acuticas flotantes y plantas acuticas arraigadas
obligadas de sustratos saturados.
261
Chaguaramales en Lara
Fumarolas de Sanare
Biscucuy
Cinaga Ro Negro
Esteros de Camagun
Morichales Ro
Uracoa
Figura 27. Ubicacin sobre el mapa del territorio nacional de los tipos de humedales mencionados en el trabajo.
AGRADECIMIENTOS
Se agardece a Gerardo Aymard y Nidia Cuello por
la revisin y correcciones al manuscrito.
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263
ANLISIS FITOGEOGRFICO DE LA FLORA VASCULAR DE LA CUENCA DEL RO CAURA, ESTADO BOLVAR, VENEZUELA.
INTRODUCCIN
Al noreste de Suramrica se encuentra el Escudo
de Guayana, una de las regiones geolgicas ms
antiguas del mundo, ocupando el sureste de Venezuela, las tres Guayanas, las reas adyacentes del
Amazonas de Colombia al oeste y Brasil al norte
(Huber, 1995a; 2005). El basamento rocoso del
escudo est compuesto por rocas precmbricas
gneo-metamrficas y rocas clsicas del Grupo
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Caracas. VENEZUELA 1050-A.
264
de mesa conocidas como Tepuyes, los cuales actualmente se encuentran en los estados Amazonas
y Bolvar y las regiones de Pakaraima (Guyana),
Tafelberg (Suriname), noreste de Brasil, y sureste
de Colombia (Maguire, 1970; Huber, 1994; 2005;
Giraldo-Caas, 2001).
Biogeogrficamente, la regin del escudo guayans
ha sido descrita como excepcional (Maguire, 1970,
Berry et al., 1995; Prez-Hernndez y Lew, 2001;
Huber, 2005), esta rea posee tipos de vegetacin
nicos y extraordinarios (Huber, 1995b; 1989; 2005;
2006), ms de 15.000 especies de plantas (Berry &
Riina, 2005), de las cuales entre 30% y 75% han
sido consideras endmicas de esta regin (Brown et
al. 1901; Maguire, 1970; Steyermark, 1986; Berry et
al., 1995; Huber, 2005; Berry & Riina, 2005). Sin
embargo, con el incremento de las colecciones
botnicas en los ltimos 20 aos, y la publicacin
de los nueve volmenes de la Flora de la Guayana
Venezolana (Steyermark et al., 1995-2005), actualmente se conoce que cerca del 42% de la flora de la
provincia Pantepui es endmica (Berry & Riina,
2005).
La biogeografa moderna tiene sus fundamentos en
los trabajos clsicos de Croizat (1958), Rosen
(1976), Nelson & Platnick (1981) y Zink et al.
(2000). Sin embargo, el inters en este tpico se ha
incrementado en la ltimas tres dcadas gracias a
los numerosos estudios en biodiversidad (Gentry,
1982, 1992a; Myers et al., 2000; Leigh Jr., 2004; ter
Steege et al., 2006; John et al., 2007; Hubbell et al.,
2008; Punyasena et al., 2008; Pitman et al., 2008;
Stropp et al. 2009), a los avances en los estudios
moleculares utilizando la sistemtica filogentica
(Crisci et al., 2003; Lomolino & Heaney, 2004; Antonelli et al., 2009; Pennington et al., 2010), a las
estimaciones ms precisas del nmero de especies
de plantas (Morawetz & Raeding, 2007; Kreft & Jetz,
2007; Joppa et al., 2010) y a los extensos hallazgos
en el campo de la paleoecologa (Bush, 1994 Colinvaux et al., 1996; van der Hammen 2000a,b; Bush &
de Oliveira, 2006; Hoorn et al., 2010a,b; Jaramillo et
al., 2010 ). Estas contribuciones ms recientes han
promovido el inters por el estudio de la distribucin
de los seres vivos y las rutas de dispersin a travs
de la creacin y desarrollo de teoras, mtodos,
mapas y aplicaciones en biogeografa (LlorenteBousquests et al., 2000; Llorente-Bousquests &
Morrone, 2001; Crisp, 2001; Cox, 2001; Cox & Moore, 2005; Ebach & Goujet, 2006; O Malley, 2007).
Aparte de la conexin y posterior separacin de
Amrica y frica a comienzos del Jursico a travs
de la deriva continental (Hurley & Rand, 1969; Scotese et al., 1988; Macglone, 2005; Prez-Malvez et
al., 2006) y los procesos de dispersin (Renner,
2004; de Quiroz, 2005; Cowie & Holland, 2006),
varias han sido las teoras propuestas para explicar
el origen de la flora de Suramrica. Entre las ms
importantes se encuentra la relacionada con la his-
265
factores que determinaron los cambios en la vegetacin durante las pocas glaciales del Pleistoceno.
Estas dos variables climticas, conjuntamente con
la altitud, permitieron una especiacin mayor en las
regiones montaosas en comparacin con las tierras bajas (Bush, 1994). Maguire (1970) y Steyermark (1986) plantearon la posibilidad que el origen
y el desarrollo del Escudo Guayans fue contemporneo al Escudo Brasilero, resultando en una
flora regional muy antigua, caracterizada por numerosas especies relictas.
Huber (1988) sugiri que los ecosistemas de la
Guayana son el resultado de procesos de especiacin e intercambio gentico, tanto dentro como
fuera de la regin. A partir de comparaciones florsticas, este autor observ que numerosos taxa de las
regiones altas y bajas, tambin se encuentran en
reas de altitudes intermedias. Kubitzki (1989;
1990) propuso que la flora del escudo de Guayana
es relativamente reciente, de origen Andino y que el
conjunto de elementos fitogeogrficos de la regin
se desarroll y diferenci en las tierras bajas, sobre
substratos derivados de la formacin Roraima. Rull
(2004a,b,c; 2005), utilizando informacin de anlisis
de polen del Cuaternario, determin que la vegetacin estuvo sometida intercambios genticos entre
las tierras bajas y altas (migracin vertical) del escudo guayans durante el ltimo avance de los
glaciares y, al mismo tiempo, la vegetacin de las
cimas de los tepuyes experiment un aislamiento
bitico, el cual gener los altos ndices de endemismo que presentan estas regiones actualmente.
Sin embargo, tambin se debe considerar que la
topografa, los tipos de suelos, la hidrologa, en
conjunto con factores biolgicos (polinizadores,
competencia, hibridacin), juegan un papel importante en los diferentes patrones de distribucin y en
la abundancia de especies de plantas (Kelloff &
Funk, 2004; Ricklets, 2005, 2006).
Dentro de este marco conceptual, el presente trabajo estudia las (di) similitudes de la composicin
florstica de especies de plantas vasculares presentes en la cuenca del ro Caura (Estado Bolvar, Venezuela), una de las cuencas mejor estudiadas del
neotrpico (Rosales y Huber, 1996; Chernoff et al.,
2003). Gran parte de la informacin sobre esta
cuenca es el resultado de un amplio programa de
actividades de inventario de recursos naturales con
fines de conservacin en la regin promovida por
ACOANA (Bevilacqua & Ochoa, 2001).
Area de estudio
El rea estudiada comprende la cuenca hidrogrfica
del Ro Caura, localizada sobre el Escudo Guayans, en la porcin centro-occidental del Estado
Bolvar, Venezuela, aprox. 03 37'- 07 47' N y 63
23' - 65 35' O, (Figura No. 1). Incluye una superficie de aproximadamente 45.336 km a lo largo de
ms de 700 km de longitud. Las caractersticas
266
fsico-ambientales del rea del estudio (clima, suelos, geomorfologa, fisiografa, aspectos forestales,
vegetacin, fauna) se encuentran en los informes
de CVG-TECMIN-Proyecto Inventario (CVGTECMIN 1991), en los volmenes 6 y 7 de la revista
Scientia Guaianae (Rosales y Huber, 1996; 1997) y
en Chernoff et al. (2003). La cuenca del Ro Caura
ha sido objeto de importantes esfuerzos de exploracin botnica en los ltimos dos siglos, en especial
las sabanas de Maripa y Canaracuni, las selvas
ribereas a lo largo del ro (Ll. Williams 1940, 1941,
1942; Veillon 1948, 1986) y de sus principales
afluentes (ros Erebato, Canaracuni, Arich, Nichare), las cumbres de los tepuyes Jaua, Sarisariama
y Guanacoco (Orejas y Quesada 1976; BrewerCaras, 1976; Steyermark & Brewer-Caras, 1976) y
los sectores adyacentes a la frontera con Brasil, en
las cabeceras (Merevari, Pauo, Aresi, Adawa). En
los ltimos 15 aos los bosques ribereos y de
tierra firme de esta cuenca han sido ampliamente
estudiados, siendo actualmente la cuenca con la
mayor cantidad de estudios publicados sobre composicin florstica, estructura de la vegetacin y
usos de las plantas, dentro de la regin del escudo
de la Guayana (Aymard et al., 1997, Briceo et al.,
1997; Dezzeo & Briceo 1997, Huber et al., 1997,
Rosales et al., 1997, 2001, 2003, Salas et al., 1997,
Castellanos, 1998; Knab-Vispo et al., 1997, 1999,
2003; Rodrguez et al., 2008).
METODOLOGA
Con la finalidad de establecer la distribucin geogrfica a nivel de familias, gneros y especies (no
se incluyen los taxa infraespecificos), se estudiaron
2.912 muestras botnicas de la cuenca del ro Caura disponibles en los siguientes herbarios: F, MER,
MO, MY, NY, PORT, US, VEN. Tambin se consultaron los nueve volmenes de la Flora de la Guayana Venezolana (Steyermark et al., 1995-2005), los
trabajos publicados en los volmenes 7 y 12 de la
revista Scientia Guaianae, la base de datos Tropicos (http://www.Tropicos.org, Missouri Botanical
Garden), datos del informe de avance del componente flora del proyecto FONACIT-98003392 (Aymard, 2000), los trabajos de Knab-Vispo et al.
(1999; 2003), Rodrguez et al. (2008), Hoecke et al.
(2008) y Duno et al. (2009). Para el anlisis florstico
y las observaciones fitogeogrficas a nivel de familia y gnero, se utiliz la informacin de Cleef (1979;
1983), Willis (1988), Mabberley (1997; 2008) y
Smith et al. (2003). La clasificacin de Cleef (1979;
1983) establece tres componentes principales: el
tropical, el cual lo componen los elementos paleotropicales, neotropicales, los elementos tropicales
de amplia distribucin (pantropicales) y de distribucin restringida (anfi-pacficos y anfi-atlnticos). El
templado, al cual pertenecen los elementos australantrtico, holrtico y templado de amplia distribucin, y por ltimo el elemento cosmopolita. A nivel
de especie se utilizaron los conceptos de las subre-
267
tales como: Hippocrateaceae separada de Celastraceae, Cochlospermaceae como parte de Bixaceae, Strychnos como parte de Loganiaceae (Struwe
et al., 1994), Dichapetalaceae separada de Chrysobalanaceae, Erythroxylaceae aparte de Rhizophoraceae y Malvaceae como un gran grupo, el cual
incluye Bombacaceae, Sterculiaceae y Tiliaceae
(Alverson et al., 1998, 1999; Fryxell, 2001; APG,
2009).
Tabla 1. Categoras de distribucin geogrfica propuestas para el
presente anlisis.
RESULTADOS
Anlisis florstico (Riqueza)
En base a la informacin consultada, la flora vascular de la cuenca del ro Caura est representada por
184 familias, 1.018 gneros y 2. 902 especies. La
informacin de los grupos estudiados se presenta
en la Tabla 2.
Tabla 2. Nmero de especies, generos y familias oir grupo taxonmico presentes en la cuenca del ro Caura.
Familias
Gneros
GYMNOSPERMAE
Especies
4
PTERIDOPHYTA
21
65
248
MONOCOTYLEDONEAE
27
243
673
DICOTYLEDONEAE
134
708
1.977
TOTALES
184
1.018
2.902
Las 2.902 especies registradas para la regin representan 20% de las especies presentes en Vene-
268
FLORAS
FAMILIAS
GENEROS
ESPECIES
Cuenca del Ro
Caura
184
1.018
2.902
Venezuela
275
2.482
15.820
Guayana
Venezolana
230
1.786
9.411
Patrones de distribucin
Familias
De las 184 familias registradas para la cuenca del
ro Caura, 56% (103) presentan distribucin cosmopolita, 38% (70) son familias pantropicales y el 6%
(11) poseen distribucin neotropical. Cuatro familias
(Bromeliaceae, Humiriaceae, Mayacaceae y Rapa-
taceae) tienen sus centros de distribucin en Amrica tropical, sin embargo al menos una especie de
estas familias se encuentra en frica. Tal es el caso
en Rapateaceae, una familia casi exclusiva del
Escudo Guayanes y la Amazonia, con un gnero
(Maschalocephalus) en Liberia y Sierra Leona (Givnish et al., 2000). Autores que demostraron a
travs de evidencia molecular, que la presencia de
esta familia en frica es producto de un evento de
dispersin y no de vicarianza.
Tabla 4. Listado de las 10 familias con el mayor nmero de especies en la Cuenca del Ro Caura, la flora de la Guayana Venezolana (Berry et al.,
1995) y la flora de Venezuela (Hoecke et al., 2008).
Ro Caura
ORCHIDACEAE
RUBIACEAE
MELASTOMATACEAE
PAPILIONOIDEAE
POACEAE
CYPERACEAE
EUPHORBIACEAE
ASTERACEAE
ARACEAE
CAESALPINIOIDEAE
# Spp.
222
135
132
125
101
88
81
58
54
56
Guayana Venezolana
ORCHIDACEAE
RUBIACEAE
MELASTOMATACEAE
POACEAE
PAPILIONOIDEAE
BROMELIACEAE
ASTERACEAE
CYPERACEAE
EUPHORBIACEAE
CAESALPINIOIDEAE
Gneros
De los 1.018 gneros registrados en este estudio,
7% (70) presentan distribucin cosmopolita; 25%
(258) pantropical, 66.80% (672) neotropical y 0.20
% (18) son gneros cultivados. Los elementos cosmopolitas (ej. Adianthum, Asplenium, Bidens,
Blechnum, Drossera, Eleocharis, Ilex, Justicia, Polygala, Rhynchospora, Solanum, Styrax y Utricularia) estn representados por muy pocos taxa en el
rea del estudio. En el grupo de gneros Neotropicales, 501 (el 74% de esta categora) son gneros
de amplia distribucin en la regin neotropical (ej.
# spp.
732
524
427
411
368
284
258
243
237
203
Venezuela
ORCHIDACEAE
ASTERACEAE
RUBIACEAE
POACEAE
MELASTOMATACEAE
PAPILIONOIDEAE
CYPERACEAE
BROMELIACEAE
EUPHORBIACEAE
PIPERACEAE
# spp.
1,506
784
777
744
650
489
430
374
356
272
269
FAMILIA
DISTRIBUCIN GEOGRFICA
Aratitiyopea*
Xyridaceae
Celianella
Euphorbiaceae
Ven
Cephalocarpus
Cyperaceae
Chorisepalum
Gentianaceae
Ven; Guy
Coccochondra
Rubiaceae
Ven
Diacidia
Malpighiaceae
Didymiandrum
Cyperaceae
Digomphia*
Bignoniaceae
Euceraea*
Flacourtiaceae
Everardia
Cyperaceae
Huberopappus
Asteraceae
Ven
Hymenophyllopsis
Hymenophyllopsidaceae
Jenmaniellama
Podostemaceae
Ledothamnus
Ericaceae
Ven; Guy
Lindmania
Bromeliaceae
Maguireothamnus
Rubiaceae
Ven
Mycerinus
Ericaceae
Ven
Myriocladus
Poaceae
Ven; Bra
Nietneria
Liliaceae
Notopora
Ericaceae
Ven; Guy
Orectanthe
Xyridaceae
Pagameopsis
Rubiaceae
Ven; Bra
Phainantha*
Melastomataceae
Poecilandra
Ochnaceae
Raveniopsis
Rutaceae
Ven; Bra
Rhoogeton
Gesneriaceae
Ven; Guy
Rhynchocladium
Cyperaceae
Ven; Guy
Rodonanthus
Eriocaulaceae
Stegolepis
Rapateaceae
Steyerbromelia
Bromeliaceae
Ven
Tateanthus
Melastomataceae
Ven; Bra
Tyleria
Ochnaceae
Ven; Bra
Tylopsacas
Gesneriaceae
Ven; Guy
Uladendron
Sterculiaceae
Ven
La gran mayora de los gneros registrados comparten especies con otras reas neotropicales (Amrica Central, Andes, Escudo Brasilero y Cuenca
Amaznica). Sin embargo tambin se registraron
gneros de regiones ms distantes (frica, Asia), lo
que sugiere que la presencia de los mismos en la
regin, quizs es el remanente de floras antiguas
derivadas del continente Gondwana o por los efectos de dispersin entre continentes (Renner, 2004;
Barlish et al., 2011). Informacin acerca de la distri-
270
Especies
De las 2.902 especies registradas para la cuenca
del ro Caura, 14 son especies cultivadas y 8 representan especies no descritas. Utilizando las categoras establecidas en la Tabla 1 tenemos que el
47,65% (1.381) de las especies presentan distribucin neotropical muy amplia (categora 1); 13%
(378) son especies propias de la cuenca Amaznica (categoras 2, 3 y 4); 12 % (366) representan
especies comunes del noreste de Sudamrica, las
tierras bajas de las Guayanas y la provincia fitogeogrfica Imataca (categora 5). El 3.47% (104) son,
hasta el presente, especies endmicas de la cuenca
del ro Caura; 10% (294) de la especies son endmicas de flora de la Guayana Venezolana (Amazonas, Bolvar, Delta Amacuro), las Guayanas y el
estado de Roraima en Brasil (categoras 7 y 8).
1.18% (31) son especies endmicas de la flora de
Venezuela (categora 9), 0.70% (20) de las especies
se encuentran en los Andes (categora 10) y el 12%
(327) de las especies no ubicaron en ninguna de
las 11 categoras propuestas, por presentar distribuciones disyuntas entre las regiones biogeogrficas utilizadas en el presente trabajo.
Los resultados sealan que la vegetacin del rea
del estudio posee una mayor relacin con los elementos neotropicales de amplia distribucin. Estos
taxa presentaron los mayores porcentajes de afinidad fitogeogrfica de las especies de la flora del
Caura (47 %). Tambin es notable la gran cantidad
de especies pertenecientes entre las categoras de
2 a la 8, grupo que representa el 40% de las especies, lo cual indica que un alto porcentaje de las
especies de este sector tienen su centro de origen
en el norte-centro de Sudamrica. Destaca en este
grupo las subprovincias del elemento Amaznico,
con los elementos de la Amazona Central (Brasil:
sur de los estados Amazonas, Par, Mato Grosso,
Rondonia, Tocantins); la regin de la Amazona SurOccidental (Brasil: Acre, oeste del estado Amazonas), regin Amazonica del sur de Colombia, Ecuador, Per, Bolivia y el sector de la Amazona NorOccidental (provincia florstica del Ro Negro), la
cual est compuesta por el sur del estado Amazonas (Venezuela); sureste de Colombia (Guiana,
Caqueta) y el norte del estado Amazonas (Brasil).
Algunos ejemplos de esta afinidad fitogeogrfica
con la flora del alto ro Negro lo representan: Guatteria riparia, Distictella arenaria, Sandwithia heterocalyx, Derris negrensis, Cyathea platylepis, Asplundia xiphophylla, Anaxogorea gigantophylla, Couma
catingae, Laetia coriacea, Diacidia galphimioides y
Cybianthus lepidotus. Algunos especies comunes
en toda la cuenca Amaznica presentes en el rea
del estudio son las siguientes: Ampelozizyphus
Un nmero importante de especies (327) se ubicaron en la categora No. 11, la cual estuvo representada por taxa sin un patrn fitogeografico definido,
esto es comn en regiones donde el aumento de las
exploraciones botnicas han incrementado numerosos registros en los ltimos aos y a las nuevas
revisiones taxonmicas de gneros neotropicales.
Un ejemplo de esto, lo representan Pleurothallis
erebatensis y Elaphoglossum vareschianum, especies solamente conocidas del estado Tchira (Andes de Venezuela), el ro Erebato y regin del salto
Par, respectivamente. Zollernia grandifolia y Elaphoglossum zosteriformis, fueron catalogadas como
especies endmicas de la cuenca del ro Caura
(Aymard, 1999; Hokcke et al., 2008), sin embargo,
actualmente el mbito de distribucin de estos taxa
se extienden al estado de Roraima en Brasil (Freitas-Mansano et al., 2004) y la Guayana Francesa y
Colombia, respectivamente. Otros ejemplos en esta
categora lo representan las siguientes especies:
271
Araliaceae y Bromeliaceae con 12 especies, Rubiaceae con 9 y Asteraceae con 8 especies, son las
familias con el mayor nmero de especies endmicas para la regin. Los gneros con el mayor nmero de especies endmicas para la cuenca son
Schefflera con 12 y Navia con 10 especies, respectivamente. Informacin en detalle acerca de la distribucin de todas las especies, nuevos registros
para la flora de la regin, endemismos (de la cuenca, la Guayana Venezolana y Venezuela), se encuentran disponibles en la base de datos del proyecto que maneja ACOANA.
CONCLUSIONES
Por lo general, floras de las regiones tropicales
fueron examinadas utilizando el nivel de familias y
gneros (Maguire, 1970; Forero & Gentry, 1988;
Estrada-Loera, 1991; de Oliveira & Nelson, 2001).
Este tipo de anlisis, ha originado afirmaciones muy
generalizadas acerca de las afinidades de algunas
floras tropicales a una escala regional. Sin embargo, estudios que utilizan informacin a nivel de especie, aparentemente relacionan mejor la flora de
una regin en particular a travs de la presencia/ausencia de las especies entre las diferentes
categoras propuestas. Aunque algunas veces los
resultados obtenidos se ven afectados, debido a los
cambios en los nombres cientficos, la constante
transferencia de taxa en diferentes entidades
taxonmicas y las nuevas colecciones botnicas
que amplan el mbito geogrfico de las especies.
Ejemplos de esto, lo representan los registros en los
Andes de varios gneros (ej. Stenopadus, Ophiocaryon, Phainantha, Euceraea, Caraipa) considerados endmicos del Escudo Guayans y la cuenca
Amaznica (Pruski, 1998, 2003; Berry & Riina,
2005; Aymard & Daly, 2006; Ulloa & Neill, 2006;
Aymard & Campbell, 2007; 2008). Sin embargo, a
pesar de las limitaciones mencionadas, el presente
anlisis indica que las relaciones fitogeogrficas de
las especies de la flora de la cuenca del ro Caura
se manifiesten en dos direcciones opuestas. Hacia
el sur con la cuenca Amaznica y hacia el noreste
con el Escudo de Guayana, el Caribe (incluye Los
Llanos), Amrica Central y en menor nmero con la
flora de los Andes. Este estudio, tambin demostr
que la flora de la regin est conformada por la
mezcla de componentes florsticos tropicales, los
cuales, quizs se adaptaron a las regiones de tierras bajas y altas de la Guayana Venezolana y reas adyacentes durante los cambios climticos acontecidos del Plioceno y el Cuaternario en el norte de
Sudamrica (Hoorn et al., 2010). Esta apreciable
cantidad de elementos neotropicales, quizs es
atribuida a los largos procesos de especiacin
aloptrica o especiacin geogrfica, el cual es el
producto de las presiones locales de seleccin y la
separacin por largos perodos de tiempo de reas
que fueron continuas en el pasado (Sauer, 1990;
272
AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen a la Gerencia de Investigacin orientada del FONACIT- (Agenda Biodiversidad) por el financiamiento de los trabajos de campo,
herbario y laboratorio, a travs de los proyectos No.
98003392. Se agradece a S. S. Renner (Monimiaceae), A. Vincentini y H. van der Werff (Lauraceae),
L. Lohmann (Bignoniaceae), C. Taylor (Rubiaceae),
R. Barneby+ (Mimosaceae), P. Maas (Annonaceae), D. Daly (Burseraceae), S. Mori (Lecythidaceae), T. D. Pennington (Meliaceae, Sapotaceae), G.
T. Prance (Chrysobalanaceae), B. Holst (Myrtaceae), C. C. Berg (Cecropiaceae, Moraceae), L. Marcano-Berti (Vochysiaceae) y N. Cuello (Swartzia y
Tovomita) por la ayuda en la identificacin de las
muestras botnicas. A R. Riina y N. Cuello por la
revisin del manuscrito y a Gustavo Romero por la
bsqueda de bibliografa actualizada.
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Apndice 1. Listado de los gneros (1018) presentes en la cuenca del ro Caura con sus respectivas categoras fitogeogrficas, entre parntesis se
incluye la regin donde el gnero es ms diverso.
277
278
tanthe.
ceae: Campylosiphon;
Burseraceae:
Caesalpiniaceae: Apuleia, Campsiandra;
Crepidospermun;
Oxalidaceae: Biophytum; Passifloraceae: Passiflora; Piperaceae: Peperomia, Piper; Poaceae: Digitaria, Eleusine, Hymenachne, Imperata, Isachne, Leptochloa, Paspalum, Sporobolus, Streptogyna, Urochloa; Podostemaceae:Tristicha; Polygalaceae: Securidaca; Polypodiaceae: Microgramma; Portulaccaceae: Portulacca; Pteridaceaae: Doryopteris, Pityrogramma; Rhamnaceae: Gouania; Rhizophoraceae: Cassipourea; Rubiaceae: Borreria, Diodia, Geophila, Morinda,
Oldenlandia, Psychotria, Uncaria; Sabiaceae: Meliosma;
Salicaceae: Homalium; Salviniaceae: Salvinia; Samydaceae:
Casearia; Sapindaceae: Allophyllus; Sapotaceae: Chrysophyllum, Manilkara, Pouteria; Schizaeaceae: Actinostachys,
Anemia; Scrophulariaceae: Scoparia; Theaceae: Gordonia,
Ternstroemia; Thelypteridaceae: Thelypteris; Ulmaceae:
Trema; Verbenaceae: Clerodendrum, Lantana, Vitex; Violaceae: Hybanthus, Rinorea; Vitaceae: Cissus; Vittariaceae:
Antrophyum, Vittaria; Xyridaceae: Xyris.
FRICA-AMRICA (48)
Achariaceae: Lindackeria; Apocynaceae: Malouetia; Aptandraceae: Aptandra; Asteraceae: Wedelia; Caesalpiniaceae:
Copaifera; Chrysobalanaceae: Chrysobalanus; Clusiaceae:
Symphonia; Convolvulaceae: Calycobolus; Costaceae: Costus; Cucurbitaceae: Cayaponia; Dichapetalaceae: Tapura;
Eriocaulaceae: Paepalanthus, Syngonanthus; Euphorbiaceae: Amanoa, Caperonia, Conceveiba, Maprounea, Tetrorchidium; Fabaceae: Andira, Lonchocarpus, Machaerium; ;
Gentianaceae: Schultesia, Voyria; Hippocrateaceae: Cuervea; Humiriaceae: Sacoglottis; Lauraceae: Ocotea; Lentilubariaceae: Genlisea; Malpighiaceae: Heteropterys; Malvaceae: Wissadula; Mayacaceae: Mayaca; Meliaceae: Guarea,
Mimosaceae: Piptadenia; Molluginaceae: Mollugo; Olacaceae: Heisteria; Poaceae: Axonopus, Echinolaena, Olyra, Ortoclada, Trachypogon; Polygonaceae: Symmeria; Ponthederiaceae: Eichhornia; Rubiaceae: Bertiera, Sabicea; Sapindaceae: Paullinia; Turneraceae: Piriqueta, Turnera; Urticaceae:
Urera; Zingiberaceae: Renealmia.
ASIA-AMRICA (10)
Araceae: Schismatoglottis, Spathiphyllum; Araliaceae: Dendropanax; Chloranthaceae: Hedyosmum; Elaeocarpaceae:
Sloanea; Fabaceae: Ormosia; Poaceae: Cortaderia;, Rubiaceae: Chomelia; Solanaceae: Lycianthes; Symplocaceae:
Symplocos.
COSMOPOLITA (73)
Acanthaceae: Justicia; Alismataceae: Sagittaria; Amaranthaceae: Achyranthes, Amaranthus; Apiaceae: Eryngium;
Apocynaceae: Cynanchum; Aquifoliaceae: Ilex; Aristolochiaceae: Aristolochia; Aspleniaceae: Asplenium; Asteraceae:
Bidens, Cyanthillium, Erechtites, Mikania;
Blechnaceae: Blechnum; Boraginaceae: Heliotropium; Caesalpiniaceae: Cassia, Chamaecrista, Senna; Caprifoliaceae:
Viburnum, Caryophyllaceae: Polycarpon; Chenopodiaceae:
Chenopodium;
Clethraceae:
Clethra;
Commelinaceae:Commelina;
Cunnoniaceae: Weinmannia (AustralAntartico); Cyperaceae: Bulbostylis, Cyperus, Eleocharis,
Fimbristylis, Fuirena; Dennstaedtiaceae: Pteridium; Dioscoreaceae: Dioscorea; Droseraceae: Drosera; Dryopteridaceae:
Arachnoides; Ericaceae: Vaccinium; Euphorbiaceae: Chamaesyce, Croton; Fabaceae: Tephrosia; Nymphaeaceae:
Nymphaea; Lamiaceae: Hyptis; Lentilubariaceae: Utricularia;
Lycopodiaceae: Huperzia, Lycopodiella, Lycopodium; Lythraceae: Cuphea; Malvaceae: Hibiscus, Waltheria; Myrtaceae:
Myrcia; Onagraceae: Ludwigia; Orchidaceae: Liparis; Osmundaceae: Ceratopteris;
Phytolaccaceae: Phytolacca;
Poaceae: Andropogon, Echinocloa, Eragrostis, Panicum,
Setaria; Podocarpaceae: Podocarpus; Polygalaceae: Polyga-
279
280
CULTIVADOS (18)
Anacardiaceae: Mangifera;
Apocynaceae: Catharanthus;
Arecaceae: Cocos; Caesalpiniaceae: Delonix, Tamarindus; Combretaceae: Quisqualis; Crassulaceae: Kalancho; Cucurbitaceae: Citrullus, Lagenaria, Momordica;
Lythraceae: Lawsonia; Malvaceae: Abelmoschus, Gossypium; Nyctaginaceae: Bougainvillea; Poaceae: Coix,
Cymbopogon, Hyparrhenia; Rutaceae: Citrus.
INTRODUCCIN
La deforestacin se define como la conversin
directa, inducida por el hombre de tierras forestales
a tierras no forestales (UNFCCC, 2001). Este proceso se genera de manera local o regional, afectando negativamente al funcionamiento global del
medio ambiente, produciendo un conjunto de cambios que interfieren en el clima, el ciclo de carbono,
la prdida de biodiversidad, la sostenibilidad de la
agricultura o el sumidero de agua potable (Lepers et
al., 2005; Lambin & Meyfroidt, 2010; Meyfroidt et al.,
2010). Un estudio reciente, realizado por Denman et
al. (2007), estim que la deforestacin en los bosques tropicales, contribuye con un 20% a la emisin
de gases de efecto invernadero en el mundo, principalmente por las emisiones de CO2.
La deforestacin es estimada peridicamente, por la
Organizacin de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentacin (FAO), y publicada a
travs de informes a nivel regional o mundial, desde
1948 hasta el 2010, cada 5 o 10 aos. Los resultados para la ltima evaluacin, publicados en 2010,
arrojaron, que en la ltima dcada, los bosques
muestran seales de recuperacin, pero, su tasa de
deforestacin contina siendo alarmante, principalmente, por la conversin de los bosques tropicales
Universidad de Los Andes, Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales, Escuela Tcnica Superior Forestal, Mrida, Venezuela 5110 (carlosa@ula.ve).
Universidad de Alcal de Henares, Facultad de Filosofa y Letras, Departamento de Geografa, Madrid, Espaa 28801 (inmaculada.aguado@uah.es).
Organizacin de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentacin, Departamento de Bosque, Evaluacin y Monitoreo, Roma, Italia 00153
(danilo.mollicone@fao.org).
281
Figura 1. Mapa de vegetacin de Venezuela 2010, extrado y adaptado por el primer autor a partir del producto Global de Cobertura del Suelo
(GlobCover-2009), publicado por la European Space Agency (ESA) & The Universit Catholique de Louvain - Belgium (Bontemps et al., 2010).
282
rea de estudio
La Repblica Bolivariana de Venezuela se encuentra enmarcada, dentro de las coordenadas 00 38
53- 12 12 00 latitud norte y 59 47 50- 73
2238 longitud oeste, posee una superficie de
916.445 Km2. Se caracteriza por un clima tropical,
con una temporada seca marcada por la presencia
de la alta presin del Atlntico y una temporada de
lluvias, afectada por la Zona de Convergencia Intertropical. Posee una precipitacin que oscila desde
valores inferiores a 40 mm anuales, en las zonas
ridas y semiridas de las regiones centrales y
costeras, hasta precipitaciones superiores a 4.000
mm en las regiones del sur. Sus temperaturas medias diarias varan entre los 24 a 28 C en zonas
bajas continentales hasta valores negativos en los
pramos andinos.
Historia de los cambios del bosque en Venezuela
Segn los hallazgos arqueolgicos, en Venezuela
hay indicios de presencia de asentamientos humanos desde hace 15.000 aos (Munder, 2003). Las
primeras comunidades fueron nmadas, posteriormente, se transformaron en sedentarias con la introduccin de la agricultura. Esto origin la instalacin de distintos sistemas de manejo de la tierra; as
se puede hablar de una agricultura extensiva a
travs de la roza y quema, y de una agricultura
intensiva, mediante las obras de irrigacin, la construccin de andenes y de las terrazas agrarias o
campos elevados (Zucchi y Devenan, 1979).
Posteriormente, con la llegada de los colonizadores
en 1498, el sistema indgena fue sustituido por un
sistema de explotacin intensivo, desarrollndose
nuevas unidades productivas, denominadas
haciendas coloniales. Esta actividad junto con la
explotacin de maderas y la explotacin del oro y
diamantes, fueron las que marcaron los cambios
ms significativos de la destruccin del bosque en
el pas (Abarca, 2006).
El perodo de creacin de la Repblica, en 1811,
llev consigo conflictos armados, abandonndose
amplias extensiones agrcolas y pecuarias, lo cual
permiti que se expandieran los bosques al norte
del ro Orinoco (Veilln, 1976). Una vez independizado el pas, en 1821, se convierte en un Estado
nacional, bajo la direccin de la oligarqua agropecuaria, heredera de la economa agraria colonial
(Abarca, 2006). Durante este perodo se desarrollaron tres sistemas agrarios para abastecer las exportaciones: las haciendas, los latifundios ganaderos,
extensivos o intensivos segn la regin y los conucos, que estuvieron asociados a los sistemas anteriores con fines de subsistencia (Rojas, 2008). Junto
a estos usos, se inici la actividad forestal, a travs
del aprovechamiento selectivo de las especies de
mayor valor econmico (Cunill, 1995; Torres, 2008).
En esa poca tambin se modifica el uso del territorio con la construccin de estructuras viales en
diferentes regiones del pas y se mantuvo la explotacin minera de oro y diamante en la Guayana
venezolana (Cunill, 1995; Olivo, 2008).
En 1920, con el inici de la exploracin petrolera, se
sustituye en gran parte la exportacin agropecuaria
por la exportacin de petrleo. Esto produjo un
incremento en los ingresos econmicos, que el
Estado utiliz para implementar nuevas acciones
polticas y econmicas, destinadas a movilizar y
transformar el territorio (Rojas, 2008). Una de estas
acciones fue la modernizacin de la agricultura
mediante inversiones en los sistemas de riego,
vialidad, saneamiento ambiental, vivienda, salud y
educacin. A pesar de estas inversiones, la actividad petrolera no pudo evitar el abandono de las
actividades agrcolas, a travs del xodo, desde el
medio rural hacia las reas petroleras y urbanas.
Este proceso, origin la descomposicin de las
haciendas productoras de caf, tabaco, cacao y un
debilitamiento de los sistemas de hatos, que se
manifest en la disminucin de la produccin pecuaria y en la presin hacia los bosques. Sin embargo, surgieron y se acentuaron otras actividades
que causaron prdidas de superficies boscosas,
como la construccin de infraestructuras viales y
embalses. Mientras en algunas regiones, se increment el aprovechamiento forestal bajo la figura de
permisos anuales (Torres, 2008). Durante este perodo, otras regiones introdujeron cambios en la
tecnologa de la explotacin minera, afectando as a
las masas forestales mediante la ampliacin de
mayores superficies explotadas (Olivo, 2008).
A partir de 1950, se inicia el periodo que marc el
rumbo hacia las extensas deforestaciones en Venezuela (Veillon, 1976). El proceso acelerado y agresivo de prdida de la masa boscosa estuvo motivado por los ingresos petroleros que permitieron la
construccin de infraestructuras, como los 30 embalses, en diferentes regiones del pas (MINAMB,
2009), as como distintas vas de comunicacin.
Junto a estas polticas de creacin de nuevas infraestructuras, el estado promulg la Ley de Reforma
Agraria (1960) para estimular al sector y a la economa del pas. Bajo este escenario, se generaron
movimientos migratorios con el fin de desarrollar
actividades agropecuarias y forestales. Por otro
lado, se desarrollo la explotacin de la minera no
metlica, a pequea escala y la minera metlica
(hierro, oro y diamante) a pequea y gran escala.
Debido al continuo incremento en el uso de la tierra
desde la poca precolombina, actualmente existe
una desaparicin casi absoluta de los bosques de
las tierras bajas de los estados Barinas, Portuguesa
y Cojedes, as como la mayora de los bosques de
la regin sur del Lago de Maracaibo en el estado
Zulia. De igual manera, existe una fuerte intervencin en los bosques de Los Andes y de la Sierra de
Perij (regin Noroccidental) as como tambin en la
regin Centro-Norte y Nororiental. Mientras que en
283
284
METODOLOGA
En funcin de la delimitacin espacio-temporal definida y del anlisis de la informacin disponible, se
determinaron las causas principales y subyacentes
de los procesos de cambio.
En este estudio, hemos adoptado los criterios identificados por Geist & Lambin (2001) para explicar un
modelo causal de la deforestacin en los bosques
tropicales. Estos criterios sirven para definir y analizar las actividades humanas que afectan directamente al medio ambiente. Las actividades identificadas se reunieron en cinco grandes grupos de
causas principales, estos son: la expansin agrcola, la extensin de infraestructuras, la explotacin
maderera, la explotacin minera y la presencia de
conflictos sociales. De igual manera, se definen las
fuerzas subyacentes que sustentan o motivan las
causas principales de la deforestacin en Venezuela. De esta forma, se han encontrado cinco grandes
grupos de factores: demogrficos, econmicos,
tecnolgicos, polticos e institucionales, y culturales.
Tanto las causas principales como las subyacentes
fueron identificadas en la revisin bibliogrfica y
posteriormente se analizaron y cuantificaron conforme a la frecuencia de su aparicin en las distintas fuentes analizadas y en los tiempos y en los
espacios definidos en el estudio. Estas frecuencias,
fueron expresadas porcentualmente de acuerdo a
su presencia sobre el total de veces que se observ. Esto permiti realizar un anlisis individual
para cada grupo de causas principales y subyacentes, para determinar de acuerdo a su porcentaje, la
influencia en los procesos de deforestacin. De
igual manera, en funcin de estos porcentajes se
realiz un anlisis para determinar cmo interactan
las causas subyacentes sobre las principales y sus
feedbacks, es decir, cmo interactan las causas
principales sobre las subyacentes. Este anlisis
revel, la dinmica de los sistemas que condujeron
a la deforestacin en las diferentes pocas y regiones del pas.
RESULTADOS
En la figura 3, se observan las causas principales y
subyacentes identificadas en el anlisis de casos de
Figura 2. Regiones identificadas para el anlisis retrospectivo de las causas de la deforestacin en Venezuela.
285
Figura 3. Causas principales y subyacentes identificadas para el anlisis de los cambios del bosque en Venezuela (adaptado de Geist & Lambin,
2002).
286
287
Figura 4. Frecuencias porcentuales de las causas principales y subyacentes en las pocas y regiones analizadas
288
289
Figura 5. Los patrones causales y la dinmica de este sistema, comnmente, conducen a la deforestacin en Venezuela. Ninguna variable nica,
acta unilateralmente, las causas subyacentes actan sobre las causas principales para que se produzca la deforestacin. Por ejemplo, el 44% del
factor demogrfico, acta en la expansin agrcola, o el 23% del factor poltico institucional acta en la extraccin de madera.
290
CONCLUSIONES
El presente estudio representa el primer intento
para determinar las causas de la deforestacin en
Venezuela, lo cual no se haba abordado a nivel
nacional. Los trabajos que existen se han realizado a escala local o regional, stos se han concentrado, especficamente, en la estimacin de las
tasas de deforestacin, ms no en evaluar los
factores causales de las mismas.
La adaptacin de la metodologa de Geist & Lambin (2001) utilizada para estudiar la deforestacin
de los bosques tropicales, permiti conocer, a
escala nacional, la compleja interaccin entre causas principales y subyacentes, identificadas en la
deforestacin. No existe ningn vnculo universal,
o ninguna causa principal est relacionada nicamente con una causa subyacente o viceversa. De
este modo, la disminucin de los bosques venezolanos est determinada por diferentes combinaciones de causas principales y fuerzas motrices subyacentes que tienen mayor o menor fuerza dependiendo de su contexto geogrfico e histrico. No
obstante, se puede sealar que la causa principal
y subyacente con mayor influencia en la deforestacin ha sido la expansin agrcola y el crecimiento
demogrfico, respectivamente, ambas con el
41,8% de participacin.
El patrn ms frecuente de interaccin entre causas principales y subyacentes de las diferentes
pocas y regiones, se deriv de las migraciones
regionales, nacionales e internacionales que fomentaron la ocupacin de tierras para el establecimiento de la agricultura. A su vez, este proceso
de ocupacin, estuvo alentado por factores polticos e institucionales, que aumentaron la actividad
econmica debido a la presin demogrfica y a
factores de tipo cultural.
Los resultados de este estudio pueden ser considerados como un primer avance para la modelizacin futura de los procesos de deforestacin y
nuevos planes de manejo forestal. La informacin
actualizada sobre los procesos de deforestacin
ayudara en la elaboracin y publicacin de inven-
AGRADECIMIENTOS
El primer autor quiere agradecer a la Universidad
de Los Andes, Mrida, Venezuela, por la beca
otorgada para realizar sus estudios de doctorado
en la Universidad de Alcal de Henares (UAH),
Madrid, Espaa, A G. Romero-Gonzlez (Harvard
University) por la ayuda en la elaboracin del resumen en ingles, a Gerardo Aymard (UNELLEZGuanare), Jos Lozada (ULA) y Nidia Cuello
(UNELLEZ-Guanare) por los comentarios y sugerencias a la primera versin del manuscrito.
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292
Ao/clave
Conservation
Biodiversity
& diversity
19701979
19801989
0
6
19901999
52
316
20002010
115
807
1Fuente:
Harvard on-line library information system (HOLLIS, hollis.harvard.edu), consultada noviembre 2010.
traron 25 revistas dedicadas al tema de la conservacin y la biodiversidad (Tabla No. 2). De stas, 16
aparecieron antes del ao 2000; slo una fue iniciada en 1953, una en 1968, tres en los ochenta y las
once restantes a partir de 1991.
Tabla 2. Nmero de revistas cientficas y de divulgacin en HOLLIS1
con conservation & diversity y biodiversity1 en el ttulo como
claves de bsqueda por ao de fundacin.
Ao
Nmero
19401949
19501959
19601969
19701980
19811989
19901999
11
20002010
1Fuente:
Harvard on-line library information system (HOLLIS, hollis.harvard.edu), consultada noviembre 2010.
Orchid Herbarium of Oakes Ames, Harvard University Herbaria, 22 Divinity Avenue, Cambridge, Massachusetts 02138, U.S.A.
(romero@oeb.harvard.edu)
294
Venezuela hay que destacar algunas de las numerosas nuevas publicaciones que han aparecido
relacionadas con la conservacin y la biodiversidad:
sobre la flora (Huber et al., 1998; Hokche et al.,
2008; Duno et al., 2007, 2009), los hongos (Iturriaga
et al., 2000), sobre la biodiversidad de Venezuela
Poblacin
Crecimiento
014
>65
Longevidad
Superficie
Arable
Hab/km arable
41.343.201
1,04%
25,60%
10,80%
76,8
2.736.690
274.490
151
9.947.418
1,72%
35,50%
4,50%
67,2
1.083.301
30.115
330
$4.700
Brasil
201.103.330
1,17%
26,70%
6,40%
72,3
8.459.417
586.237
343
$10.100
Chile
16.746.491
0,86%
23,20%
9,10%
77,5
743.812
19.487
859
$14.600
Bolivia
$13.400
Colombia
44.205293
1,18%
27,70%
5,80%
74,3
1.109.104
22.292
1.983
$9.200
Ecuador
14.790.608
1,47%
31,10%
6,20%
75,5
276.841
15.807
936
$7.500
Guyana
748.486
-0,55%
33,30%
4,60%
66,7
196.849
4.389
171
$6.500
6.375.830
1,31%
36,70%
5,20%
75,9
397.302
29.678
215
$4.600
$8.500
Paraguay
Per
29.907.003
1,19%
29,10%
5,70%
71,0
1.279.996
36.863
811
Surinam
486.618
1,11%
27,10%
6,30%
73,9
156.000
561
867
$9.500
Uruguay
3.510.386
0,45%
22,40%
13,30%
76,6
175.015
13.598
258
$12.600
27.223.228
1,52%
30,50%
5,20%
73,8
882.050
25.138
1.083
$13.000
Venezuela
1En
295
Pas
Chile
Argentina
Uruguay
Brasil
Paraguay
Venezuela
Ecuador
Per
Colombia
Bolivia
Surinam
1
Porcentaje
18.20
23.40
27.40
31.00
32.00
37.90
38.30
45.00
49.20
60.00
70.00
296
debido a la intensa presin que pestes, enfermedades y la baja productividad imponen a nuestros
principales cultivos. Slo en el caso de la cebada,
que no es uno de los cereales en cultivo ms importantes, un gen tomado de una planta silvestre de
Etiopa protege el cultivo de este grano en Estados
Unidos, cuyo valor es de $160 millones al ao (Stone, 1993). Otra funcin de inmensa importancia
econmica es el papel que cumple la biodiversidad
en el descubrimiento de nuevos compuestos bioactivos (Balick & Meldelsohn, 1992; Pearce & Puroshothaman, 1995, y referencias citadas). Igualmente, por ejemplo, la reaccin de polimerasa en
cadena (mejor conocida por su abreviacin en
ingls, PCR, o Polymerase Chain Reaction) es un
adelanto tecnolgico desarrollado recientemente
(Mullis & Faloona, 1987) que ha revolucionado la
biologa molecular, la medicina, las ciencias forenses y la biotecnologa. Esta tcnica se usa para
producir un nmero ilimitado de rplicas facsmiles
de secuencias de ADN del cual existen muy pocas
copias en la muestra original (ej. cuando se extrae
ADN de muestras muy pequeas de hojas, sangre,
o pelaje, o de tejidos degradados tales como fsiles
o muestras conservadas en alcohol o formol). La
reaccin requiere cambios bruscos de temperatura,
que varan desde un mximo de 94 C a un mnimo
de 55 C durante un perodo corto de tiempo (Saiki,
1989: 8). La tcnica de PCR slo tom auge despus del descubrimiento de una forma de la enzima
polimerasa capaz de resistir las altas temperaturas
de la reaccin. La primera enzima utilizada en este
proceso fue aislada de una eubacteria que coloniza
aguas trmicas a 7075 C en el Parque Nacional
Yellowstone en Estados Unidos (Gelfand, 1989: 17),
pero muchas compaas continan en la bsqueda
de nuevas isoenzimas de la polimerasa en diversos
organismos para replicar diferentes tipos de ADN y
para maximizar la fidelidad de las copias. Usando
PCR, se pueden hacer estudios detallados de las
relaciones genticas en poblaciones de animales
teniendo slo muestras de pelo, o estudios filogenticos de plantas basados en fragmentos de hojas
tomados de muestras de herbario, as como relacionar pequeas muestras de sangre u otros tejidos
dejados en el escenario de un crimen con la vctima
o el victimario.
Los usos de la biodiversidad parecieran no tener
lmites. Por ejemplo, recientemente se han venido
elaborando mapas de la superficie de hojas de plantas con el fin de identificar la relacin entre su textura y la interaccin con microbios, insectos, y hongos, as como con aerosoles de uso agrcola (ej.
pesticidas; Mechaber et al., 1996). Una vez identificados los genes que regulan la textura de las hojas,
se podran utilizar en la creacin de nuevas variedades de cultivos. Sin embargo, noticias recientes,
llaman a la reflexin. Shaman Pharmaceuticals,
quizs una de las compaas ms populares dedi-
297
298
299
En muchos casos la degradacin ambiental es inevitable, o ha alcanzado tal estado que no es posi-
300
AGRADECIMIENTOS
El autor da las gracias al editor de esta compilacin,
Gerardo Aymard, por su paciencia y su labor editorial, a Nidia Cuello por la revisin del manuscrito y a
Irina Ferreras por toda su ayuda.
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303
Ministerio del Poder Popular para el Ambiente, Oficina de Anlisis Estratgico, Coordinacin de Anlisis de Impacto de las Polticas Pblicas Ambientales,
Centro Simn Bolvar Torre Sur, P. 29, Caracas. Telf.: 0212-4081721, email: ymadi@minamb.gob.ve
303
304
Intervencin de las Formaciones Vegetales en Venezuela que en esta segunda versin actualizada
(Figura N 2) a partir de la publicacin de Madi et al.
(2010a), fue utilizada en los diferentes anlisis de
estimacin del estado de conservacin de los bosques, otras formaciones vegetales y en el desarrollo
de los escenarios que se presentan.
METODOLOGA:
Para reflejar de forma sistemtica el estado de conservacin de los habitats y ecosistemas de Venezuela mediante los GDI establecidos en funcin de
las alteraciones en las formaciones vegetales, se
recopil la informacin documental y cartogrfica
del estado de conservacin de las formaciones
vegetales de las siguientes fuentes cartogrficas:
El mapa de la Vegetacin Actual de Venezuela
1979/1982 a escala 1:250.000, desarrollado por el
proyecto VEN/79/001 Los Sistemas Ambientales
Venezolanos (MARNR 1982a; MARNR 1982b) un
producto que marco un hito en la historia de los
estudios de vegetacin en Venezuela, al ser el primero en cubrir el territorio nacional a una escala de
1:250.000, apoyado en la interpretacin de imgenes de satlites y en un intensivo trabajo de campo
que incluy vuelos de comprobacin al norte y sur
del Orinoco. Este producto, digitalizado por el
MPPA a travs del proyecto Sistemas Ecolgicos
de Venezuela (SEVe), como una capa en SIG con
ms de 8.694 polgonos (reas) de informacin
sobre formaciones vegetales (Madi et al., 2009), fue
utilizado como marco de referencia y lnea base a
partir del cual se actualizaron, evaluaron y caracterizaron por polgonos, las alteraciones en las formaciones vegetales a lo largo del tiempo en Venezuela.
Esta fuente de informacin original, adems de
contar con formaciones vegetales bien definidas, y
espacialmente ubicadas, incluye un campo con
informacin asociada a sus GDI con la siguiente
leyenda: sin informacin, intervencin moderada,
moderada y fuerte e intervencin fuerte, que fue
utilizada como punto de partida para elaborar la
actual clasificacin mediante su comparacin en
SIG con:
La informacin digital (sin publicar) desarrollada a
partir del mapa de vegetacin a 1:250.000 al norte
del Orinoco, elaborado por la Direccin de Vegetacin en la Oficina de Diversidad Biolgica del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales Renovables (MARNR) en la dcada de los 90 del Siglo
XX coordinado por Delfina Rodrguez y Amrico
Cataln y parcialmente publicado en cartas a escala
1:250.000 entre 1993 y 1997 (MARNR 1993;
MARNR 1995; MARNR 1997) y digitalizados en una
capa SIG por el MPPA (2006).
El Mapa de Vegetacin al norte del Orinoco elaborado por el IGVSB del MPPA en el Proyecto MAR-
Figura 1. Comparacin de los mapas de vegetacin. Polgonos equivalentes al GDI 4, en los trabajos realizados a 1:250.000 por el
Ministerio del Poder Popular para el Ambiente y utilizados como gua
en este trabajo. Se resalta en el ovalo el registro de la continua
expansin del rea ocupada por las plantaciones forestales de
Uverito (estados Anzotegui y Monagas) datos tiles para estudios
comparativos. El rectngulo resalta la existencia de algunas incongruencias entre los trabajos.
305
306
Figura 2. Impacto de las actividades humanas sobre las formaciones vegetales en Venezuela.
307
308
Tabla N 1: Porcentaje (%) del rea de distribucin de los hbitats terrestres IGVSB (2007b) a nivel nacional en cada Grado De Intervencin
GDI 1
GDI 2
GDI 3
GDI 4
GDI 5
Altimontano
Hbitats
25,29
22,58
27,35
23,86
0,91
Deciduo
11,48
7,89
24,39
53,45
2,79
Manglar
69,63
15,07
11,44
3,66
0,21
Montano
70,90
6,86
12,69
9,05
0,50
Sabana
9,32
14,49
45,82
30,22
0,15
Semideciduo
27,73
6,33
27,85
35,44
2,65
Siempreverde
84,50
0,59
5,66
9,12
0,12
Submontano
80,08
3,24
7,86
8,45
0,37
0,00
32,61
30,14
33,72
3,53
bueno
regular
pobre
muy pobre
Xerfilo
309
Decduo para ese mismo GDI, debido a la eliminacin de los bosques asociados para las prcticas de
ganadera extensiva y agricultura de subsistencia o
mecanizada en las ltimas cinco dcadas (Aymard,
2005; Aymard y Gonzlez, 2007).
El tercer lugar en prdida de rea y hbitats corresponde al Xerfilo, este acumula un 67,39% de su
rea de distribucin entre los GDI 3, 4 y 5, mostrando la mayor rea en el GDI 5 de todos los hbitats
estudiados. No posee reas con un estado de conservacin Excelente con un GDI1, y poco menos de
un tercio (32,61%) de su distribucin presenta un
buen estado de conservacin, con un GDI 2, el
resto del rea est repartida de forma equivalente
entre los GDI, 3 y 4, dado que se distribuye en la
zona norte del Orinoco, reas histricamente ocupadas por poblaciones humanas ms o menos activas econmicamente.
Este tipo de hbitat posee poca riqueza de especies
de flora y fauna, pero las que sobreviven en estas
condiciones extremas de escasez de agua y altas
temperaturas poseen adaptaciones particulares de
gran importancia gentica, que generan recursos y
servicios ambientales en zonas donde ningn otro
grupo de especies es capaz de hacerlo y resulta
extremadamente costoso producirlos de otra forma.
Los hbitats Montano, Sub montano, Manglar y
Siempreverde son los que se encuentran en mejor
estado de conservacin en el pas, ya que acumulan un porcentaje siempre menor a 25% de su rea
de distribucin entre los grados de intervencin GDI
3, 4 y 5, ms cercano a esta cifra es el hbitat montano con apenas 22%, mientras que los dems
Tabla 2. Porcentaje (%) de rea boscosa estimada por hbitat IGVSB (2007b) en cada GDI
Hbitats
Deciduos, Semideciduos y Altimontanos
Montano,Submontano y Siempre verde
Estado de conservacin
GDI 1
6
53
excelente
310
GDI 2
3
2
bueno
GDI 3
9
5
regular
GDI 4
15
6
pobre
GDI 5
0,9
0,1
muy pobre
Tabla 3. Grados de intervencin de las Formaciones Vegetales de los SAV. (MARNR 1982a, 1982b; Madi y col, 2009)
Formacin Vegetal
Vegetacin especial
GDI 1
GDI 2
GDI 3
GDI 4
GDI 5
0%
100%
0%
0%
0%
Descubierto
26%
66%
1%
3%
3%
Bosque de galera
34%
43%
15%
8%
0%
Manglar
58%
18%
23%
0%
0%
Pramo
0%
71%
19%
9%
0%
Bosque
64%
4%
12%
19%
1%
39%
0%
44%
16%
0%
35%
1%
44%
18%
2%
Matorral
17%
11%
28%
42%
2%
Espinar
0%
27%
40%
30%
3%
24%
0%
50%
24%
1%
18%
3%
27%
51%
1%
Sabana abierta
14%
6%
42%
37%
0%
0%
20%
42%
36%
3%
16%
0%
72%
12%
0%
excelente
bueno
regular
pobre
muy pobre
Herbazal
Sabana con chaparro y bosque de galera
Estado de conservacin segn el GDI
Los valores que se obtienen para el estado de conservacin de los bosques en esta comparacin son
muy similares a los encontrados en la comparacin
anterior, y casi toda la variacin entra en el rango
del coeficiente de variacin esperado de +/- 0,0148
% incluso considerando para las grandes reas el
valor referencial de +/-3,32 %, donde una gran parte
de las formaciones boscosas se encuentran en muy
buen estado de conservacin con un GDI de 1 con
valores de 59 y 64%, apenas una diferencia de 5
unidades., Las reas con un GDI de 2, apenas difieren una unidad del 5 al 4% mientras en el GDI 3 se
pasa de 14 a 12, diferenciadose por 2 unidades,
igual que en el GDI 4 con valores de 21 a 19%,
mientras que en el GDI 5 los valores son casi idnticos. Esta coherencia entre los resultados al comparar contra los GDI datos provenientes de dos
trabajos independientes y muy espaciados en el
tiempo, sin duda aporta robustez y confiabilidad al
anlisis, mientras que el resto de los datos refuerzan esta impresin, todas las formaciones de sabana y/o herbazal muestran GDI de 3, 4 o 5 en la mayora de su rea de distribucin con valores que
oscilan entre un 80 y un 60%.
De la misma forma los patrones obtenidos para la
formacin Espinar se corresponden muy bien con
los repostados para el hbitat Xerfilo, con un 67%
versus un 73% de su rea de distribucin, repartida
entre los GDI 3, 4 y 5 y un 32 y un 27% de su rea
en buen estado de conservacin, en ambos casos
es notable la ausencia de un estado de conserva-
311
mentacin de estos corredores naturales y el incremento en los riesgos de inundacin. Por otro lado la
formacin Bosques de Galera a nivel nacional,
posee un 77% de su distribucin en un buen o excelente estado de conservacin., En las zonas montaosas ests comunidades todava se encuentran
bien conservadas porque estn ubicadas en reas
poco accesibles y resguardadas de incendios, una
Tabla 4. Estado de conservacin de los bosques propuestos por Kurt 1960 (citado en MARN, 1979)
Grado De Intervencin
Porcentaje (%) del rea de distribucin de los bosques en
Venezuela
Estado de conservacin
GDI 1
GDI 2
GDI 3
GDI 4
GDI 5
49
17
27
excelente
bueno
regular
pobre
muy pobre
GDI 1
GDI 2
GDI 3
GDI 4
GDI 5
GDI 3+4+5
GDI 4 +5
Bosques de galera
19,1
16,1
32,9
31,5
0,4
64,9
31,9
Bosques de la Guayana
91,9
0,0
5,9
1,1
1,2
8,1
2,2
0,0
6,4
26,2
66,1
1,2
93,6
67,3
Espinares, Cujisales
0,3
13,2
30,2
55,1
1,2
86,5
56,3
0,0
27,4
44,1
26,9
1,6
72,6
28,5
Cardonales
0,0
23,8
32,5
40,9
2,8
76,2
43,7
0,0
12,8
14,9
70,9
1,5
87,2
72,4
Selvas higrfilas
43,7
4,5
11,0
40,5
0,2
51,8
40,8
pobre
muy pobre
Estado de conservacin
Tabla 6. Promedio ponderado (PP) del GDI de las formaciones propuestas en los diferentes trabajos
Hbitats IGVSB
(2007b)
Siempreverde
Submontano
2,49 Manglar
1,63
Manglar
2,78 Descubierto
1,88
Montano
3,03 Bosque
1,89
Altimontano
2,52 Cardonales
1,97
Semideciduo
3,44 Pramo
2,35
Sabana
2,35
Xerfilo
2,51
Deciduo
3,28
312
(Tepes)
1,00
2,75
2,80
Sabana abierta
3,00
Matorral
3,01
Espinar
3,09
3,14
Herbazal
3,25
porcentaje de bosques en excelente estado de conservacin, resalta el caso de las Selvas higrfilas
del Delta que muestran la mayor parte de sus reas
de distribucin en extremos opuestos del estado de
313
314
315
Tabla 7.rea Km2 en GDI 4 y suma de los GDI 3,4 y 5 en cada escenario
Escenario 1
Incremento de
50.000 Km2
Escenario 2
Incremento de
50.000 Km2
Aos
GDI 4
GDI 3+4+5
Aos
GDI 4
GDI 3+4+5
209.777
404.007
209.777
404.007
30
250.000
454.007
20
250.000
454.007
60
300.000
504.007
40
300.000
504.007
90
350.000
554.007
60
350.000
554.007
120
400.000
604.007
80
400.000
604.007
150
450.000
654.007
100
450.000
654.007
180
500.000
704.007
120
500.000
704.007
210
550.000
754.007
150
550.000
754.007
240
600.000
804.007
180
600.000
804.007
270
650.000
854.007
210
650.000
854.007
300
700.000
904.007
240
700.000
904.007
330
750.000
954.007
270
750.000
954.007
360
800.000
1.004.007
300
800.000
1.004.007
390
850.000
1.054.007
330
850.000
1.054.007
900.000
1.104.007
360
900.000
1.104.007
420
El mejor escenario
Escenario 3
Incremento de
Escenario 4
Incremento de
Aos
GDI 4
GDI 3+4+5
Aos
GDI 4
GDI 3+4+5
209.777
404.007
209.777
404.007
30
314.666
508.895
20
314.666
508.895
60
471.999
666.228
40
471.999
666.228
90
707.998
902.227
60
707.998
902.227
120
1.061.997
1.256.226
80
1.061.997
1.256.226
El peor escenario
Es factible usar estos datos como un rango estimado del escenario mximo y el mnimo para el incremento en el GDI 4, pese a que este cambio puede o
no pasar primero por los GDI 2 y 3 y a que siempre
son estimaciones arriesgadas por los mltiples
factores que afectan estos procesos, se plantearon
escenarios con un incremento constante en el GDI
4 de 50.000 Km2 para perodos de 20 a 30 aos,
modelo que asume un crecimiento 0 de la actividad
una inferencia no necesariamente sustentada por
los datos, la otra alternativa utilizada en la Tabla N
7 fue asumir un incremento geomtrico del 50% de
esa rea en cada periodo, una presuncin mejor
apoyada.
El proceso que se refleja en este crecimiento a nivel
nacional est muy asociado con la expansin urbana y la frontera agrcola, as como con la densificacin de las actividades agropecuarias y sus infraestructuras asociadas (embalses, monocultivos, pastos y otros) que se han producido principalmente en
la zona norte del Orinoco, mientras que en el sur del
Orinoco las actividades forestales, mineras y gana-
316
Sin embargo, estos valores no pueden ser cotejados a una mayor escala (1:250.000), en virtud que
el proyecto MARNOT (MINAMB, 2006a) y los Mapas de la Vegetacin Actual de Venezuela de Delfina Rodrguez y Amrico Cataln (MARNR 1993;
1995; 1997; MPPA, 2006) solo estn definidos para
el norte del Orinoco y en SAV (MARNR 1982, b), y
no contemplan informacin de los niveles de intervencin al sur del Orinoco.
Los escenarios que se presentan en la Tabla N 7
deben interpretarse con moderacin mientras se
define el incremento por zonas ms especficas del
GDI 4 para as mejorar la precisin de estas estimaciones, ya que los resultados anteriores indican que
el crecimiento del rea ocupada por el GDI 4 vara
entre zonas. Establecer reas de alto riesgo o vulnerabilidad (como posibles zonas mineras) en el sur
del pas, tambin mejorara la precisin de estos
clculos.
En este sentido, se estudio a una escala 1:250.000
la variacin en el rea cubierta por plantaciones o
zonas de explotacin minera a partir de diversas
fuentes de informacin bibliografas (FAO, 1981;
MARNR, 1982a; 1991; 1995a; 1996; Miranda, 2002;
Briceo, 2005; Gonzlez et al., 2008) y cartogrficas desde 1981 hasta el 2010 (MARNR,1982b;
MINAMB, 2006a; Gonzlez et al., 2008; MPPA,
2008; CVG-PROFORCA , 2008; Madi et al., 2009)
encontrndose considerables incrementos de las
reas con niveles de GDI principalmente del grado
4. Un claro ejemplo, lo representa las plantaciones
de conferas en la Faja Petrolfera del Orinoco, donde se encontraron valores de incremento de hasta
un 259,33% en 25 aos ( Madi et al., 2011, datos
sin publicar). Al sur del Orinoco en concesiones
mineras, se han registrado 20.514,81 Km2 (MPPA,
2008) la mayor parte de estas aun no han iniciado
actividades, pero por el hecho de haber sido registradas para esta actividad pueden ser consideradas
como parte de las reas en mayor riesgo de intervencin a corto plazo en la regin.
En lo referente al uso sustentable y la conservacin
de los bosques, la evaluacin de estas tendencias
se utiliza para generar un marco de referencia
(MARNR,1982c), ya sea a partir del incremento
porcentual anual o de los escenarios de la Tabla N
7 calculados hasta que el GDI 4 cubre el pas., Los
resultados prevn escenarios de deforestacin,
dado el continuo incremento de las reas con grados de afectacin cada vez mayores y donde finalmente una buena parte de los bosques remantes al
norte del Orinoco y grandes reas boscosas del sur,
terminaran desapareciendo transformadas en llanuras infrtiles apenas tiles para la ganadera extensiva, si no se modifican estas tendencias (MARNR,
1982c).
Los escenarios uno y dos si bien son los ms optimistas, son tambin los menos realistas, porque no
se tienen datos del incremento del GDI 4 ao por
317
318
El Parque Nacional Santos Luzardo (CinarucoCapanaparo), y el Parque Nacional Aguaro Guariquito protegen hbitats Llaneros como las sabanas
arboladas (Gongriales), bosques de galera, morichales entre otros (MARNR, 1992; INPARQUES on
line 21/07/2010). El Santos Luzardo presenta un
1,33% en GDI 4, asociado a actividades agropecuarias y un 50,12% de su territorio en GDI 3, asociado
especficamente a las actividades de ganadera
extensiva. Quedando un 48,55% del territorio en
GDI 2, correspondiente a bosques ribereos y sabanas anegadizas (MARNR, 1992; INPARQUES on
line 21/07/2010).El estado de conservacin de los
hbitats del parque varan entre bueno y regular, sin
embargo la sobreexplotacin de la flora y fauna
autctona as como la introduccin de especies
exticas es un grave problema para la conservacin
en esta regin.
Por su parte, el Parque Aguaro Guariquito presenta
un 13,33%, en GDI 4 y un importante 81,37% se
encuentra en GDI 3, asociados al uso agropecuario
del territorio; slo un 5,3% del total se encuentra en
el GDI 2 asociado a bosques de galera y relictos de
otras formaciones vegetales (MARNR, 1992; INPARQUES on line 21/07/2010), por ello el estado
de conservacin de los hbitats es apenas regular
en la mayor parte del parque, lo cual unido a la
sobreexplotacin de la flora y fauna silvestre ha
mermado las poblaciones de muchas especies
hasta extinguirlas localmente en muchas reas,
Parques Nacionales de la biorregin de los Andes
El Parque Nacional Dinira, ubicado en el sur de
Lara y norte de Trujillo presenta un 5% de su rea
en GDI 4 de intervencin y un 23% en GDI 3, asociados ambos a las actividades agrcolas que rodean el permetro del Parque, mientras que un 72% se
encuentra en un GDI 2, por lo que la mayor parte de
los hbitats en esta rea (desde el subpramo hasta el bosque seco tropical) presentan un buen estado de conservacin, (MARNR, 1992; INPARQUES
on line 21/07/2010) que preservan especies de
fauna endmicas y en peligro de extincin como el
conocido oso frontino (Tremarctos ornatus).
El Parque Nacional Yacamb, ubicado en las cercanas de la poblacin de Sanare, en el estado
Lara, presenta un 1,73% de su rea en GDI 5, asociado al embalse del ro Yacamb, mientras que un
significativo 45,09% est en GDI 3 debido a actividades agrcolas y el restante 53,18% se encuentra
en un GDI 2. Estas cifras indican que en su gran
mayora los habitats del parque estn entre un buen
y un regular estado de conservacin, lo que implica
que el parque se encuentra en general cumpliendo
sus funciones de conservacin y resguardo.
El Parque Sierra Nevada es la mayor de las ABRAE
andinas, presenta apenas un 0,01% en GDI 5 y un
7,41% en GDI 4, asociados ambos a urbanismos
poblaciones y actividades agrcolas tradicionales.
319
320
CONCLUSIONES
La capa SIG de Grados de intervencin de las formaciones vegetales en Venezuela es una herramienta de anlisis y gestin que utiliza un indicador
(los GDI) que ofrece una visualizacin rpida del
321
322
La evaluacin de tendencias hace prever escenarios poco deseables con graves prdidas de reas
boscosas y de la biodiversidad que albergan en
plazos variables de tiempo no menores a 20 aos,
para modificar este pronstico es indispensable
reformular la gestin de los usos de los bosques a
nivel nacional con criterios de sustentabilidad y la
integracin de todos los actores y entes involucrados.
Ya que la cobertura espacial de los Parques Nacionales y Monumentos Naturales incluye buena parte
de las formaciones boscosas ms importantes del
pas, la nica forma de garantizar la conservacin
de este valioso legado a las generaciones futuras,
es mejorando la eficiencia de proteccin de estas
ABRAE.
Finalmente, es necesario implementar una poltica
nacional ambiental integradora y no punitiva destinada a mantener la mayor proporcin posible de las
reas intervenidas en un mximo de GDI 3, mantener los Parques Nacionales y Monumentos Naturales y Reservas Forestales en un GDI 1 o 2 y utilizar
diversas estrategias conservacionistas que incluyan
aspectos educativos, sociales, culturales, y tecnolgicos para minimizar la prdida de biodiversidad, en
todas las zonas y con especial nfasis en las clasificadas dentro de los GDI 4 y 5, realizando un detallado seguimiento de sus resultados junto con las
correcciones pertinentes. Es de esperar que esta
poltica permitira reducir o incluso detener el riesgo
de prdida de la biodiversidad a nivel nacional,
manteniendo un ritmo de desarrollo sustentable y
equitativo para todos los venezolanos.
AGRADECIMIENTOS
A Pedro Borges por su colaboracin y sugerencias
a lo largo del desarrollo de este trabajo, a Jos
Uzctegui por su apoyo y su orientacin, a Elmara
Rivas, Gerardo Aymard, Nidia Cuello por su paciente revisin del manuscrito y a los TM Maikel Belisario y Yimber Pacheco por su inters y competencia
al resolver los mltiples requerimientos de informacin bsica de este trabajo.
BIBLIOGRAFA
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